viernes, 25 de septiembre de 2015

(Re)conocerme


Antes de ayer quedé a cenar con un amigo. Un muy querido amigo al que hacia más de un año que no veía. Un año largo en el que no he hablado con él por teléfono simplemente porque no podía. Él me llamaba, me mandaba mensajes y yo contestaba "No puedo". 

Conducía por la Gran Vía de camino a nuestra cita (a la que llegaba tarde, por supuesto) y de repente me di cuenta de que estaba sonriendo. Sonreía y pensé: ésta soy yo. 

Por fin después de un año me (re)conozco. 

Por fin me levanto por las mañanas y tengo ganas de hacer cosas. Tengo ganas y el ánimo suficiente para hacerlas. Y la energía. Energía para salir de casa a las 8 de la mañana y volver a las 11 de la noche, agotada pero contenta de todo lo que he hecho. 

Por fin tengo ganas de hablar. Siempre he sido un loro y probablemente la mayoría de las cosas que digo no tienen ninguna importancia ni interés para casi nadie, pero descubrirme con ganas de contar un chiste, una anécdota o enfrascarme en una conversación después de meses de ni siquiera contestar al teléfono me reconforta. Tengo que palabras que decir y no solo palabras que escribir. 

Por fin quiero ver gente, quiero ver a amigos que se han preocupado por mí y a los que no podía ver. Por fin salgo de casa y cuando vuelvo no estoy exhausta del esfuerzo sobrehumano que he tenido que hacer, estoy feliz y contenta. Agotada de cansancio pero con la sensación de "ha merecido la pena". 

No soy ninguna autoridad en moda y me da pereza extrema comprarme ropa, pero ahora me importa lo que me pongo por la mañana. Elijo por algo más que "está encima de la silla" y unos días me veo más guapa y otros menos... pero me veo. 

Me (re)conozco en el ánimo, en el entusiasmo, en las ganas de hacer mil cosas que me gusta hacer, cosas que sé hacer y otras que no tengo ni idea pero que me intrigan, me provocan curiosidad o simplemente están ahí a mi alcance. 

Me (re)conozco. No quiero decir que no me conociera en estos últimos tiempos. Claro que sí, me conocía, me conocía tanto que me dolía el alma. Ésa también era yo, pero dominada por el lado más negro. Ese lado sigue estando, supongo que todo el mundo lo tiene, pero mi lado de colorines y sonrisas y brillo en los ojos y mala leche, y hostilidad, y ganas de bailar y de cantar y de hablar y de comer y de dormir hasta romper la cama ha vuelto y me encanta (re)conocerme en esa mujer que se refleja en el cristal del bar "El Palentino", mientras mi amigo sale a recibirme y nos damos un abrazo de cariño inmenso y de alivio porque, por fin, vuelvo a ser yo. 

Por fin, me siento con los pies en la tierra y no tan frágil como para que una palabra, una mirada, un gesto o simplemente una sensación me tumbe de golpe o me haga salir volando por el aire sin ningún control. 

Por fin, me (re)conozco. 

Y sonrío.

Soy una chica con suerte.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Nuevo periodismo


No puedo más. Tengo que decirlo o me dará un síncope, me envenenaré con mi propia bilis y caeré al suelo presa de fuertes convulsiones: el nuevo periodismo no existe. 

O sí, pero es una basura. 

Hace año y medio escribí un post sobre el llanto y el rasgaR de vestiduras de los periodistas en la red. Llantos por su situación laboral, porque el público no les hacía caso, por los despidos, etc, etc. 

En estos 18 meses la situación ha cambiado. Hemos pasado del fin del periodismo, la libertad y la democracia a "Y si somos los mejores, bueno ¿y qué?" Tal cual. 

Hordas de periodistas pululan por la red haciendo hincapié en que han descubierto la rueda del "nuevoperiodismo". Nuevos medios, nuevas maneras de hacer periódicos, radio. Nuevas cabeceras, nuevo tono, nuevo estilo. Más rigor, más profesionalidad, más profundidad, más compromiso. 

Todo es más y todo es nuevo. 

Estupendo, ¿no? 

Si fuera cierto podría ser estupendo o no. El problema es que ni siquiera es nuevo. Es lo de siempre, pero vendido como un acto de fe. 

"Somos el nuevoperiodismo. Apóyanos. Hazte socio. Suscriptor. Patrón. Give us the money. Pon un banner, un bando y un anuncio diciendo que nos apoyas porque somos nuevos, distintos y diferentes. Tuitea que bajas al kiosko a comprar una revista tan, tan nueva que se llama Papel y tiene a Casillas en portada"

Y todavía no han hecho nada, y lo que han hecho se parece sospechosamente a lo que ya teníamos. Las mismas caras de siempre "robadas" de un medio a otro. Periodistas, o algo así, sacados de la televisión para que den opinión o información. Cuanta más gente de televisión tengan mejor, como si salir en la tele diera alguna credibilidad. (Un percebe que hable me resulta más interesante que la columna escrita por cualquier presentador/a de televisión). Historias lacrimógenas disfrazadas de información y ni un solo dato. Opinión y manipulación disfrazadas de imparcialidad. 

Todo esto ya lo teníamos. Ya existía y dejé de leerlo, comprarlo y escucharlo. 

El nuevoperiodismo adalid del compromiso me parece una pura pose. No me creo nada y, además, no tengo por qué creer en el trabajo de nadie por adelantado. Y menos pagar por ello antes. ¿Quieres que me suscriba a tu medio, lo compre y lo apoye? Bien. Pues haz bien tu trabajo, hazlo cojonudo y allí estaré, pero no me pidas actos de fe por adelantado. Mi charcutero, mi farmacéutico y el de la tintorería no me piden dinero antes de darme el servicio. ¿Por qué el nuevoperiodismo sí? 

"Si quieres periodismo de investigación, apóyanos". Pues mira, no. Haz periodismo de investigación bueno y te apoyaré. 

"Somos nuevos y diferentes, apuesta por nosotros". Pues tampoco. No sois nuevos. Sois los de siempre enfurruñados unos con otros y dándoos codazos para ver quién vende la burra antes, quién consigue el mejor puesto en el mercadillo y quién pasea a la fulgurante estrella de los medios por delante de su puesto y consigue más visitas. Sé nuevo y diferente y te apoyaré. 

"Creemos en la gente". Tururú. El nuevo periodismo son las mismas caras, todos encantados de conocerse. ¿Qué tal un nuevoperiodismo que apueste por gente nueva? Por gente nueva a la que se pague bien y no con "visibilidad". 

Entiendo que la situación ha cambiado, la red es otro medio y hay que controlarlo pero el desfile de egos, palmaditas en la espalda, cheerleaders y hooligans es aburrido, grotesco y da muchísima, muchísima vergüenza ajena a todos aquellos que, en teoría, somos el público objetivo de vuestro trabajo o, en vuestra nueva jerga mesiánica, la sociedad a la que queréis servir por el bien de la información, la democracia y no sé cuántas cosas más. 

Como diría el Sr. Lobo, a ver si dejáis de chu... , os ponéis a currar y hacéis buen periodismo. Ni nuevo, ni comprometido ni diferente. Poneos a trabajar en serio. Sin mesianismos, sin vender motos, jabalíes ni el mismo perrito con distinto collar. Dejad de jalearos y de hacer el ridículo. 

Haced bien vuestro trabajo y lo pagaré. 

lunes, 21 de septiembre de 2015

Despelleje Emmys 2015: vamos a morir por sobredosis rosa


Primer despelleje de la temporada. ¡Vamos a ello!

Empecemos por un claro ejemplo de los peligros de la originalidad mal entendida.

- Churri, no sé que ponerme para los Emmys.
- Pide un vestido por ahí.
- Es que no quiero ir de princesa, me molaría ir original, diferente,

Y se ha vestido de ilusión óptica. No quiero ni pensar el mareo de cualquiera que estuviera a su lado. He perdido la cuenta de cuantas veces original es sinónimo de espanto. Las botas de agua con plataforma me tienen completamente loca. ¿Esta chica no ha pensado lo que le van a sudar los pies ahí?

Lara Carmichael como representante del look languidismo al poder. Vestiditos flojos, con florecitas, tirantitos y volantitos. Todo muy "ito".

Rachel Brosnahan, nadie le ha dicho que si vas a enseñar el entreteto también tienes que darte ahí loción autobronceadora o parece que te has tirado la leche de los cereales.

Precioso vestido el de Viola Davis.

No sé quien es Jackie Cruz pero me da miedo. He visto limpiaflutas con mejor tacto que ese pelo.

Damian Lewis brilla. Los brillos en tíos son mal, dan sensación de resbalar y de ser pegajosos. Por eso su pareja que va de flamenca de wasap lleva gafas de sol.

Hola, me llamo Morena y Candy Candy a mi lado es un marimacho. Esta chica es guapísima y está estupenda pero le pierde el rictus. Si yo fuera tío me bajaría mucho la líbido esa pinta que tiene de tener más ganas de meter un pollo en el horno que de....mmmm...cualquier otra cosa.

Lena Headey y Maise Williams reinterpretando la bota de boatiné de toda la vida. Maise incluso reinterpreta las zapatillas de pom pom.

Candidatas a premio "Pechitos":

- Maggie con un vestido bastante chulo pero que seguro que suena.
- Joanne y su vestido imposible, excesivo y rosa "palo". ¿Por qué se llama palo? Yo les daría con un palo en la cabeza a todas, pero dudo mucho que sea por eso.
- Kiernan. Que alguien llame a servicios sociales y le quiten la custodia a sus padres. Yo iba más mona vestida de narrador del gato con botas.

Lo he dicho mil millones de veces, sólo si eres increiblemente guapo E increiblemente atractivo puedes permitirte llevar el pelo largo. Ni Adrian  ni Adam pueden permitírselo. Soy muy fan de Willie pero tampoco.

January. Otra guapa a rabiar que se sabotea a sí misma. Esta cosa verde que lleva colgada y arrastrando es espantosa, innecesaria y parece sacada del vestuario de Norma Duval.

Elizabeth Moss. Vamos a ver. Cuando resulta que estás más guapa, más mona y  más estilosa caracterizada de mujer soltera de los años 60 que eligiendo tu propio vestuario: TIENES UN PROBLEMA. En el caso de Elizabeth es un problema gravísimo. El vestido es una agresión visual sin precedentes y ¿el pelo? ¿Por qué te fries el pelo y te lo pones de ese color tannnn natural?

Look "clinc, clinc" para Kerry.

Os acordáis de cuando Timothy Hutton tenía un "puntito"? Él no.

Un par de hermanastras de Cenicienta encantadas de haberse conocido.

Taylor Schilling de rechazo visual. Me imagino a todo el mundo achinando los ojos para poder hablar con ella.

Sección gente con clase y que sabe llevar la edad que tiene: Diane de TGW y Jessica Lange aunque ésta tiene pinta de llevar la petaca en el bolso rollo "esto es un pestiño que no hay quien lo aguante y qué necesidad tengo yo de esto"  Y Jamie Lee, 

- Sofía, yo creo que ahí no cabes. 
- ¿Qué no? 
- Digo respirando. 
- Respirar, respirar...¿para qué?  Si Cristina puede, yo también. 

Ellie Kemper de plena moda. Va de mandala de esos de colorear, relajarte y caerte redondo al suelo de mareo. En la misma línea Naomi Grosman...me mareo de mirarla y supongo que al llegar a casa se habrá tenido que recoger los lóbulos de las orejas de las costillas. Zoe Kazan en la misma línea, hipnotizando a su novio.

Claire Daines de despropósito absoluto. De demasiado. Demasiado cuello, demasiado rubio el pelo, demasiado feo el vestido, demasiado espacio entre las tetas para ese escote, demasiado brillo, demasiado morado. Demasiadas cadenas.

Ni una gala sin su visillo sucio.  Ni su candelabro. 

Negro con clase: Julia y Julie.

Sarah Paulson de poquita cosa con boquita de piñón. Danielle Brooks de colores complementarios.

Jessica Paré pero ¿Qué mierda pasa con el rosa? Es horrible, cursi y sienta como el culo. Ahora que el color carne parecía pasar a la historia nos vamos a meter un atracón de rosa hello Kitty?? No, no y no...Retta.

Alan Cumming de Mary Poppins. Gary Cole de noruego. Muy fan de los dos.

Amanda, ¿Qué te pasa?

Lo peor de la noche es este diseño geométrico con trasnparencias y manguita de niña buena que lleva esta chica. La miro, la miro y la miro y pienso ¿Qué tiene en la cabeza para que le enseñen esa cosa y diga "eso es lo que quiero llevar"? ¿Qué tipo de desconexión neuronal o trauma?

Laura Prepon de "Pepona"

NIkolajjj....no sé quien eres pero me gustas. Tienes pinta de saber encender chimeneas.

Jaimie Alexander de miembro del equipo de natación sincronizada nada más salir de la piscina. 

Amy Laendecker de hiedra parásita.

Joana Newson de chista de "Se abre el telón".

Heidi de de de...algo amarillo colgando, con plumas y desflecado y transparencias.

Menos mal que siempre me quedará John Stamos ¡A mis brazos! Stamos es un ejemplo buenísimo de envejecer con clase estilo, dejando atrás un pasado de horterismo y sin caer en la tendencia a envejecer siendo la reina madre. Está tremendo. Y también tiene pinta de saber encender chimeneas y que le siente bien un jersey de cuello vuelto. Dos cosas que me gustan infinito.

Y hasta aquí el despelleje, casi muero de sobredosis de rosa. Queredme mucho.

viernes, 18 de septiembre de 2015

Seamos sinceros


-  Lo que quiero es que tengamos una conversación sincera. 
- Aha.- contesta ella sabiendo que hemos empezado mal. Si algo no quiere él es que ella sea sincera. 
- Te voy a ser sincero. 
- Me parece muy bien.- contesta ella sabiendo que es ahora cuando viene el comentario desagradable. 
- A mi me gustaría para este puesto el mejor de España y ,obviamente, tú no eres la mejor de España. 
- En eso estamos de acuerdo. Si fuera la mejor de España no estaría aquí, obviamente. 

Primera cara de sorpresa de él. 

- Esto ¿por dónde iba?
- Porque no soy la mejor de España. 
- Ah si, eso. Bueno pero eso no quiere decir que no crea que tienes muchas capacidades. 
- Gracias. 
- Lo que de verdad me preocupa es que este no sea tu trabajo ideal. 
- No es mi trabajo ideal. ¿Es el tuyo? 
- ¿Qué?
- Este no es mi trabajo ideal. Claro que no lo es. Mi trabajo ideal sería trabajar en casa un par de días a la semana y otros tres ir a un sitio chulo  al que pudiera ir caminando o viajar a otra ciudad a hacer colaboraciones. Otro trabajo de mis trabajos ideales sería tener una pequeña librería o trabajar en una biblioteca.

Segunda cara de sorpresa. 

- Pero que no sea mi trabajo ideal no quiere decir que no vaya a hacerlo lo mejor posible. ¿Estar aquí, entrevistándome, es tu trabajo ideal? Seguro que no, pero yo no dudo de tu interés e intención en encontrar la persona adecuada para el puesto. 
- Esto...vale. Pero lo que me preocupa es que te cojamos, trabajes aquí unos meses y te salga algo mejor y te vayas. 
- Lo entiendo. Si me sale algo mejor, me iré. 
- ¿Cómo?
- No sé, a mi me preocupa entrar a trabajar aquí y que dentro de 4 meses pienses que no soy la persona adecuada y me eches. Estamos iguales. 
- Esto... claro pero me gustaría tener un compromiso firme. 
- Y a mi. ¿Qué quieres que te diga? ¿Qué no me voy a ir si me sale algo mejor? ¿Qué te entregue a mi primogénita en prenda? ¿Qué me dais vosotros a cambio?
- Esto....


"No da el perfil. Es un alma libre".