martes, 30 de septiembre de 2014

Abducida por Decathlon

Hay tres tipos de personas: 

- Los que no hacen deporte pero compran ropa de hacer deporte en Decathlon y la tienen en el armario sin estrenar por si acaso un día encuentran el momento de empezar a usarla.
- Los que hacen deporte pero compran su kit deportivo en tiendas especializadas ubicadas en calles dónde no se puede aparcar y con horarios más restrictivos que las horas de visita en Alcatraz. " Moli si quieres una buenas zapatillas tienes que ir a "Zapatilla corre que te las pelas" o te destrozarás los pies".  
- Los que no compran ropa de deporte pero arrasan los pasillos etiquetados como "travesía" y "fitness". 


He dicho que hay tres tipos de personas y luego estoy yo que  soy una mezcla de las tres. No hago mucho deporte pero tengo mierdas variadas para nadar compradas en Decathlon, tengo "prendas de deporte cojonudas"* ninguna de las cuales ha sido comprada allí y me flipa el pasillo de "travesía".   

Decathlon no es como Ikea, no hay un recorrido trampa de hamsters que haya que realizar completo para llegar al final abrazar a la cajera como si fueras Marco y ella tu madre y recompensarte con un perrito caliente y cebolla frita en el Círculo Polar Ártico. 

Decathlon es mucho peor. Me creo libre y alocada y me enfrento al gran pasillo central tan ufana como Caperucita, con mi cestita para meter las famosas zapatillas de M que es lo que he venido a comprar.

"Travesía niños" se cruza en mi camino y claro, tengo que entrar. Me arrodillo a los pies del creativo que puso este nombre y que a mi me sugiere "ropa para que las niñas puedan destrozar pero vayan abrigadas" o "ropa para dar un paseo por el campo con un noruego y quitártela luego delante de la chimenea... muy deprisa". 

Me adentro en el pasillo y una orgía de forros polares de colores diversos, camisetas de manga larga y pantalones de muchos bolsillos fáciles de quitar salen a mi encuentro. Salgo de allí sin querer mirar los forros de colorines que llevo en la cesta, ajustándome la ropa y con el pelo revuelto y electrificado porque me he probado unos cuantos de la talla 14 años para decidirme por uno para mi. Salgo casi con la misma pinta que si hubiera estado retozando con el noruego...

Paseo alegremente por delante del cartel de fitness que es un concepto que no me mola nada. Fitness me sugiere cereales, me sugiere pasar hambre y me sugiere gimnasios con ruido y espejos. En fitness todo sugiere esfuerzo y es blanco, que requerirá esfuerzo posterior para quitar las manchas. Paso de "fitness". 

En Decathlon todo tiene nombre que sugiere la actividad a la que va dirigida: quechua es montaña porque obviamente los quechua viven en las montañas con ropa de abrigo, nabaiji es deporte acuático porque suena a islas caribeñas y mares cristalinos, Kalenji es todo lo de corretear porque suena a África, a etíopes y a run to be wild y todas esa majaderías. 

Para lo que no es para nada pero es para todo o es ridículo tienen el nombre ARTENGO. 

Artengo, Artengo, Artengo...lo leo y es como un mantra y ya no puedo pensar en otra cosa. ¿Qué es Artengo? Artengo es como Talgo. ¿Artesanía tentativa Goyeneche? "Artilugios engalanados Gomez"? ¿Archiperges Tentadores Gordos? ¿Armando Tendencias Gorrinas? 

Ahhhhh...no me lo puedo quitar de la cabeza. Soy la loca del pasillo central con el pelo electrificado y la cesta llena de forros de colores que va murmurando combinaciones imposibles de sílabas y palabras mientras cabecea como Stevie Wonder.  

Salen entonces a mi encuentro los calcetines. Yo siempre necesito calcetines, compro a montones, me regalan, los guardo decenas de años pero siempre parece que me faltan, así que Decathlon y sus cestas rebosantes de tríos de calcetines son una gran tentación y una gran frustración. 

Tengo una teoría sobre los calcetines de Decathlon.  Hay de dos tipos: los Artengo y los Kalenji. Los Artengo son más de fiar, son de señor, se pierden menos y son más serios pero yo no puedo comprarlos por lo que he comentado más arriba, entro en trance si veo el nombre... Así que opto por los Kalenji, los de corretear, pero los Kalenji son una especie esquiva y casquivana. 

Para empezar ¿Alguien ha visto alguna vez un par de calcetines Kalenji de la talla 34-39? No. No existen. O los venden con cartilla de racionamiento o sólo a los Vips. 

Aún así, a pesar de saber que un calcetín Kalenji de la talla 34-39 es casi como un unicornio, suelo dedicar una cantidad indecente de tiempo a rebuscar en las cestas por si encuentro alguno. Cuando me rindo, o van a cerrar o se ha hecho de noche, opto por comprar 20 pares de la talla 31-34 porque total, estoy más cerca del 34 que del 39. 

Semanas después descubro, una vez más, que en la manada Kalenji las cosas no son fáciles para los pequeños y mis calcetines de la talla 31-34 han sido fagocitados por los Kalenji 50 de Pobrehermano Mayor de la talla 39-42. Rebusco en los cajones, en los de mi hermano, en el suelo de su cuarto, en el cesto de la ropa sucia, en los cajones de las princezaz y como mucho rescato un par de pobres kalenjis pequeños...con agujeros y la goma pasada. Son el eslabón débil de la evolución calcetinera y están a punto de extinguirse así que ahora llevo calcetines de la talla 39 que me asoman sexymente por el talón o llevo doblados en la punta de los dedos. 

Cuando ha pasado una cantidad increíble de tiempo vagando por los pasillos, admirando cañas de pescar,  asombrándome de mi increíble talento para que las chupas que me gustan siempre sean las más caras del pasillo correspondiente, horrorizándome con los tutús, valorando si necesito los mil quinientos gadgets para nadar que tienen y mil cosas más, decido que tengo que salir como sea de Decathlon... o acabaré volviéndome (más) loca. 

A mi y a mis circunstancias Decathlon nos ha engullido como un agujero negro, como un enorme vórtice deportivo al que me asomé con la sana intención de comprar unas zapatillas de 8 euros para que M destroce y sin saber muy bien cómo, he terminado sentada en un banco rodeada de cascos mientras me pruebo unas botas de montar a caballo. 

Recobro la consciencia, oigo una voz que dice "Moliiii...sigue la luz", echo las botas en la cesta sin pensar, total son 14 euros...y concentrada para no despistarme y acabar en el pasillo de caza comprándome una cazadora que me dice "esta es la chupa para pasear por el monte después de haberte quitado la ropa delante de la chimenea del noruego", llego al encuentro de la cajera jurando que la próxima vez lo compraré todo por internet. 

O no... tengo que volver por si descubro el misterio que se esconde detrás de Artengo. O al noruego. 

*Un bañador segunda piel que fue obscenamente caro (en su día pensé que un conjunto de lencería mono me daría más juego...jajajaja...le he dado mas uso a esto),unas zapatillas de montaña espectaculares de buenas y que casi me regalan en una de esas tiendas de ultrasofisticación deportiva porque era el último par que les quedaba. Fantaseo con pasear con el noruego y mis zapas chulas. 

jueves, 25 de septiembre de 2014

Por tu culpa.

Salgo de la piscina. Me quito el gorro, el mp3, las gafas con cuidado de no arrancarme los ojos  y entro en el vestuario con la satisfacción del deporte hecho y los brazos machacados. Voy completamente absorta en mis pensamientos. 

Molimadre está sentada en el vestuario. Había olvidado completamente que era su primer día de piscina. 

- Hija mía, vaya cara que se te queda al quitarte las gafas. Da pena verte. 
- Gracias mamá. ¿Qué tal tu primer día?
- No sabes lo que me ha pasado. 
- ¿Qué? ¿Te ha dolido la cadera? ¿Te ha dolido algo? ¿No te ha gustado?
- No, no. Eso muy bien. He nadado y he hecho mis ejercicios pero, cuando he vuelto al vestuario, como me has dado unas llaves que no eran no he podido abrir el candado que me habías dejado.
- ¿Cómo que no abría? Claro que abría, te he dado las llaves con el candado. 
- No abría, así que he probado otro candado de otra taquilla y tampoco abría. 
- ¡Mamá! ¿y qué has hecho?
- Pues, por tu culpa,  he tenido que salir a la recepción, con el bañador chorreando y en chanclas,  para decirle a la señorita que no podía abrir mi taquilla y que si por favor me podía ayudar. 
- Pero, pero, pero... ¿por qué no has salido a decirme algo a la piscina?
- Porque estás ahí nadando como una maniaca y no me ibas a hacer caso...
- Pero, pero, pero...¡si te hubiera visto, habría parado! ¡Yo no nado como una maniaca!
- Ya, si claro, seguro. Cualquiera te para mientras nadas...Seguro que me ahogo y no te enteras.
- No te vas a ahogar, sabes nadar. ¡No me lies! Bueno, y ¿qué ha pasado?
- Pues la señorita ha venido con una cizalla y ha roto el candado. 
- ¿De verdad? Joder mamá. 
- Si, pero...
- Pero ¿qué?
- Pues que cuando ha roto el candado y he abierto la taquilla, le he dicho ¡Uy, no es mi taquilla! ¡Es la de mi hija!
- ¡¡Mamá!! 
- La chica me ha mirado con cara rara. 
- ¿Cómo quieres que te mire? Y además, ¿cómo has abierto al final tu taquilla?
- Con la llave que me habías dado. 
- ¿Ves? La llave era la correcta. De verdad, qué vergüenza. 
- La culpa es tuya por darme unas llaves que no eran. 
- ¡pero si al final has abierto con la llave qué te había dado!
- He dicho que la culpa es tuya....

Inexplicablemente la anécdota de "cómo Molimadre hizo que rompieran un candado que ni siquiera era de su taquilla porque no supo usar las llaves" se conocerá en mi familia como la anécdota en la que "Moli tuvo la culpa de la vergüenza atroz que pasó Molimadre al tener que pedir que le rompieran un candado porque le dio unas llaves que no eran... con las que inexplicablemente sí pudo abrir su taquilla después."

Menos mal que como dice Molimadre "seguro que en el blog cuentas tu versión" 





lunes, 22 de septiembre de 2014

7 razones por las que he disfrutado como una enana viendo una película de física y físicos.


Particle Fever, un documental sobre física, con físicos. A pesar de que la idea de verla fue mía, confieso que, al empezar,  tenía más miedo que otra cosa, aferrada a mi batamanta, pensaba: ¿Y si no entiendo nada? ¿Y si me siento imbécil? ¿Y si me duermo? 

Me encantó. Terminé sonriendo como una idiota y a los 30 segundos ya estaba pensando en cómo contarlo. (Probablemente si me hubiera dormido no hubiera escrito ningún post)

Aquí van mis 7 razones. 

1.- Por las palabras de Sava Dimopoulos con las que finaliza el documental. 
"¿Por qué la humanidad hace ciencia? ¿Por qué los hombres hacen arte? Las cosas que son menos importantes para nuestra supervivencia, son las cosas que nos hacen humanos."
Esas palabras resumen una idea que estamos perdiendo en nuestros días, la idea del saber por el simple hecho de conocer, de preguntar, de estudiar y de pensar. Construir un super acelerador de partículas que como dicen en la película "no sabemos para qué va a servir"  y pintar las cuevas de Altamira son las cosas que nos hacen humanos, que nos hacen algo más que animales que comen, se reproducen y mueren. 

Me gusta la unión de la física y el arte en esa idea. Me gusta la idea de las cosas que se hacen por el puro placer de hacerlas, por curiosidad, por inquietud...sin que tengan que servir para nada.  Me gusta el super acelerador, una mega construcción de ingeniería unida a la imagen de las pinturas rupestres que no sabemos para qué sin pintaron ni quién las hizo.

2.- Todo el documental es una gran reivindicación de la escritura a mano. Todos usan ordenadores (Mac para ser más exactos) pero todos, en algún momento, cogen un bolígrafo, una tiza, un lápiz y emborronan papeles, cuadernos, grandes pizarras con mil fórmulas ininteligibles para mi. Piensan y escriben. Piensan y apuntan. Y no, no es lo mismo en un ordenador. En el ordenador trabajan pero cuando piensan, cuando tratan de ordenar sus ideas,  escriben a mano, dibujan a mano. 

3.- Multiuniversos y supersimetrias. Dos conceptos de los que no había oído hablar en mi vida. Dos conceptos que no soy capaz de entender y que me cuesta mucho, muchísimo incluso imaginar... Dos conceptos que aumentan mi vértigo cósmico hasta extremos casi dolorosos y sin embargo me maravillan como idea. Resulta apasionante ver a tanta gente entusiasmada ante la simple posibilidad de poder avanzar en una u otra dirección. 

4.- No todo es de color de rosa en el mundo de la física y la ciencia. En la película no se despellejan ni mucho menos, pero se perciben las tiranteces entre los físicos teóricos y los experimentales, entre los que están en el acelerador y los que están en Stanford, los que quieren que el descubrimiento del Bosón confirme la teoría de las supersimetrías y los que quieren que confirme la de los multiuniversos. No tiene mayor importancia pero esas pequeñas cosas acercan al científico a la vida real. 

Me ha gustado también que aparezca la presión de los medios. Queramos o no, nos guste o no, hay que aprender a comunicar la ciencia, a contársela a la gente, a hacer que les interese. Los medios de comunicación (y las relaciones públicas) pueden ser un gran instrumento para la ciencia pero también una esclavitud. En "Particle Fever" aparecen los dos aspectos: la repercusión mediática de la puesta en marcha del acelerador y del descubrimiento del Bosón y la esclavitud por tener que hacer las cosas en el "tempo" que marcan los medios. 

Ciencia y medios de comunicación, ni contigo ni sin ti. 

5.- Es emocionante. Muy emocionante. El documental comienza en 2007 cuando el acelerador está construyéndose y quedan años para su puesta en marcha. Es un proyecto gigantesco, muy a largo plazo y que implica a miles de personas que trabajan a la vez con un propósito que no está asegurado ni confirmado. Al mismo tiempo, miles de ojos escrutan su trabajo, lo que han hecho bien, lo que han hecho mal, los resultados, las opiniones. Llegas al final en tensión y se te saltan las lágrimas cuando Peter Higgs llora al ver confirmado su trabajo. No sé que es el Bosón de Higgs y no pretendo entenderlo pero me emocioné con el documental. 

6.- He aprendido que si alguna vez, por alguna razón peregrina tengo que grabarme en video con el portátil, JAMÁS debo poner la cámara tan cerca como para que se me puedan contar los pelos de la nariz ni para que parezca un busto parlante sin cuerpo más allá de los omoplatos. ¡Físicos del mundo, aprended a colocar la cámara! 

7.- La ciencia como experiencia vital intensa y apasionante. La ciencia puede resultar gélida, a mí me lo parece/parecía. Son hechos, son experimentos, son teorías, laboratorios, estudios, fórmulas... conceptos todos que parecen (para el profano o el que lo ve desde fuera) fríos, lejanos y carentes de emoción. En "Particle Fever", sin embargo, la ciencia es emoción y sorpresa. Es incertidumbre y miedo. Es una montaña rusa. Está la alegría por participar en un proyecto increíble, la sorpresa por los resultados, la incertidumbre y el miedo ante esos mismos resultados que pueden significar que años y años dedicados a investigar algo sean "años perdidos". El miedo al fracaso, a los fallos inesperados, la presión por obtener resultados, porque todo funcione... Y está el error, porque los científicos también se equivocan y también cometen fallos garrafales que les hacen decir ¿Cómo nadie pensó en el efecto del helio sobre los imanes?  (Lo más increíble es que yo me encontré pensando pero ¡almas de cántaro, cómo no habíais pensado en eso!) 

Aparece también la expectación, cientos de personas haciendo cola para asistir a la presentación de los resultados, miles de personas refrescando la pantalla a miles de kilómetros para verlo en directo... Aunque no comparta ese interés, me encontré aferrada a mi batamanta, inquieta y emocionada esperando el momento (Y eso que ya sabía que iba a pasar) en que se abrieran las puertas del salón. 

Particle fever es un documental excepcional, con un guión, un montaje y una historia que te hace vibrar con la ciencia, con la física y con gente que llena pizarras de símbolos y fórmulas que yo no llegaría a descifrar ni aunque mi vida dependiera de ello. 

No entiendo qué hacen pero quiero que sigan haciéndolo. Quiero que sigan buscando lo que sea que buscan y que tengan esa pasión por lo que hacen. Y quiero verlo. 

Muñoz Molina lo cuenta mucho mejor que yo, pero hay que ver Particle Fever para acercarte a la física, para divertirte, para emocionarte, para asombrarte, admirarte, intentar comprender, asustarte y aprender a poner una cámara. 

Ya estáis tardando. 


jueves, 18 de septiembre de 2014

¿#Escribescomounamujer o mejor #Mujeresqueescriben?



Libros leídos en los últimos 6 años: 356.
Libros leídos escritos por mujeres en los últimos 6 años: 66. 

Hago este recuento después de encontrarme en twiter con el hastag #escribescomounamujer y que remite a una iniciativa chula que ha puesto en marcha una asociación de Bilbao, Skolastika, para dar visibilidad a las mujeres escritoras. Me parece una gran idea. Si yo, que me considero una lectora razonablemente buena, tengo ese porcentaje de lectura de escritoras o yo soy muy parcial, o efectivamente hay muchas menos mujeres. 

Aparco ese pensamiento por un momento y repaso la noticia sobre la campaña.

"La literatura de las mujeres se ha catalogado como intimista, sensiblera, sentimental, afectada o incluso histérica, quejumbrosa, romántica, blandengue... etiquetas que se aplican sin explicarse, de manera mecánica y muy poco profesional y que, además, no se ajusta a la realidad".

¿Quién dice esto? Vamos a ver. Esto es una estupidez, cualquiera que tenga un mínimo de gusto literario, de criterio lector y dos dedos de frente jamás diría algo así de la "literatura de las mujeres". 

A todo esto, ¿qué es la literatura de las mujeres? ¿hay una literatura de los hombres?

Hay novelas horribles, espantosas, ofensivas, mal escritas y con historias absolutamente idiotas. Son bazofia sin más. 

¿Lo cursi es de mujeres y lo violento de hombres? ¿A quién le importa para quién sean las novelas mediocres o directamente horripilantes? ¿Es mejor que lo de mujeres sea cursi que zafio? ¿Es menos malo que la literatura de hombres se asocie con la violencia gratuita? ¿Es peor una mala comedia romántica que la saga de Torrente?

En mi opinión no hay una literatura de mujeres y otra de hombres. Hay buena literatura, buenas historias, novelas que son un placer para todos y luego hay bazofia infame catalogada por las empresas y la sociedad para tratar de encontrar nichos. Exactamente lo mismo pasa con las revistas (¿The New Yorker es para hombres o para mujeres? ¿Science? ¿Yorokobu?), con las series (¿Breaking Bad es de hombres? ¿The Sopranos? ¿Mad Men?) o el cine. 

¿Quiere esto decir que no sea necesario hacer un esfuerzo para dar más visibilidad a las mujeres escritoras? (Como lectoras creo que somos un sector muy potente y con mucha visibilidad...). No, sí me parece necesario, muy necesario. 

Me parece fundamental desde el momento en que en varias de las noticias en las que se informa sobre esta estupenda iniciativa de Skolástica los ejemplos de escritoras que se ponen son los siguientes:

"Se subrayará así que 'escribir como una mujer' también puede ser un sinónimo de calidad o un motivo de orgullo. No en vano los más grandes éxitos comerciales de los últimos años llevaban la firma de una mujer (desde Harry Potter a Crepúsculo, pasando por 50 Sombras de Grey)"
"J.K Rowling, Stephenie Meyer y E. L. James son algunas de las figuras más destacadas de la literatura de la última década".

¿En serio? ¿De verdad que de la última década estas son las tres escritoras destacadas? ¿DE VERDAD? Acepto con gusto a Rowling que es una gran escritora y cuyos libros no son ni de mujeres, ni de hombres, son para todos y ha conseguido el mérito inmenso de hacer que millones de niños (y de adultos) se aficionen a leer. Es un ejemplo claro de que se puede escribir buena literatura y tener un gran éxito de ventas. No todos tienen que ser Tolstoi, Borges o Jane Austen. 

Aceptamos Rowling pero que las dos perpetradoras de las Sombras de Gray y Crepúsculo aparezcan en todas las notas de prensa es completamente absurdo. Sus libros no son un ejemplo de nada, no son literatura de mujeres, son novelas infumables, con tramas idiotas, personajes imbéciles y muy mal escritas. 

¿Dónde está Alice Munro, Premio Nobel de Literatura este año? ¿Margaret Atwood? ¿Zadie Smith? ¿Joan Didion? ¿Ana María Matute? ¿Marguerite Duras?

Ya sé que en los flyers de Skolastika aparecen estas autoras pero ¿por qué no han controlado las notas de prensa? ¿Nadie ha visto que mencionar a las dos autoras de las probablemente peores novelas de los últimos tiempos era totalmente incongruente con lo que se pretende con la iniciativa?

"Vamos a poner en marcha una iniciativa para revalorizar el valor de la comida casera; MC Donalds, Telepizza y Teleshusi con sus recetas caseras han triunfado en el último año".

Exactamente igual de absurdo. 

Me parece necesaria, útil e interesante una iniciativa que haga que al pensar en escritoras el mejor ejemplo que se nos ocurra no sea el de una mala escritora de novelas eróticas. Aplaudo con las orejas la iniciativa de Skolastika y me encantaría vivir más cerca para poder ir a alguno de sus cursos. La idea me ha hecho replantearme mi criterio lector y haré un esfuerzo por descubrir alguna autora nueva. Sin embargo,  no me entusiasma el eslogan; lamentablemente, "escribescomounamujer" suena a escribir de una manera determinada, diferente de un hombre y más lamentablemente aún tiene unas connotaciones muy peyorativas.  Me hubiera gustado mil veces más algo como "descubre una escritora" o "mujeres que escriben". 

Y, además, sigo sin saber qué quiere decir  "escribescomounamujer".

"Está la página en blanco y el tema que te obsesiona. Está la historia que quiere dominarte y está tu resistencia a que eso suceda. Está tu deseo de liberarte de aquello, de esa servidumbre, hacer novillos, hacer cualquier otra cosa. Hacer la colada, ver una película. Están las palabras con sus inercias, sus matices, sus insuficiencias y su grandeza. Estás los riesgos que corres y la serenidad que pierdes, y la ayuda que te llega cuando menos lo esperas. Está la revisión minuciosa, las tachaduras, las páginas arrugadas que inundan el suelo de papeles para tirar. Está la frase que sabes que vas a conservar. 
Al día siguiente la página en blanco. Te entregas a ella como una sonámbula. Algo te empuja, que luego no puedes recordar. Miras lo que has escrito. 
Es inútil. 
Empiezas de nuevo. Nunca es más fácil." (Margaret Atwood)

Para mí esto es escribir muy bien. Sin más.