jueves, 6 de junio de 2013

CON TELE Y CON CRITERIO.







A continuación la periodista de Abc presenta a varias familias que por una razón o por otra en su día decidieron no tener televisión y viven sin ella.

Hemos pasado muchas horas juntos físicamente, pero pasando canales con el mando, por lo que no hablábamos, y ni siquiera nos divertía lo que veíamos”

«Ha sido una liberación total. Ya no pasamos las horas muertas cambiando canales o con discusiones porque uno quiere ver un canal y otros uno diferente. Además —prosigue— el contenido no es nada adecuado para niños y lo que es interesante lo ponen muy tarde».

Nos sentimos con plena libertad porque no dependemos de horarios para ver uno u otro programa».

«Cuando alguno se ha quejado de que sus amigos de clase sí la ven, yo les contesto que sin tele en casa tienen más tiempo para hacer otras cosas y yo para dedicarme a ellos, en vez de estar sentada mirando una pantalla. La tele atonta. Ellos saben que son diferentes, pero para bien. Conocen lo que es vivir sin televisión y se dan cuenta de que no es ningún trauma»

Esta madre ( de 10 hijos) también dice que sus hijos están felices cual perdices “ pero también se pelean más que si estuvieran medio hipnotizados ante la tele»

Después viene por supuesto el siempre presente y nunca suficientemente manoseado recurso de hablar de “estudios que advierten” de todas las cosas malignas que la televisión puede provocar en nuestros hijos: desarrollo de enfermedades cardiacas, obesidad, problemas a la hora de relacionarse con otras personas, no diferenciar entre la ficción y la realidad... por no hablar del aislamiento, falta de sueño o malos resultados escolares.

Después aparecen las opiniones entrecomilladas de varios expertos, psicólogos clínicos, profesores universitarios que opinan que la tele es horrorosa pero que lo suyo es saber manejarla y uno que por lo menos dice algo inteligente y con sentido común.

«Con el uso de la televisión ocurre como con el de un cuchillo:sirve para preparar el bocadillo, pelar la manzana… y para matar. Son los padres, sobre todo, los que deben manejarlo y enseñar a manejarlo. Eliminar los cuchillos de casa, ¿a qué dieta nos condenaría?».

El símil no es el mejor pero está al nivel del resto del artículo.

Finalmente y en un recuadro, vienen unas cuantas indicaciones sobre el uso correcto que se debe hacer de la televisión. ¡Bien!

Me hostilizo. Mogollón.

Todo el artículo (exceptuando el final) es un despropósito.

Empezando por el titular que es sensacionalista, obvio y una completa perogrullada. “Vivir sin televisión es posible” , pues claro que es posible. De hecho hay millones de personas en el mundo que viven sin televisión y no les pasa absolutamente nada. También es posible vivir sin coche, sin teléfono y sin nevera y tampoco pasa nada.  

La elección de las familias entrevistadas pues es de traca también. Vaya por delante que cada uno puede hacer lo que le de la gana en su casa faltaría más...pero de verdad que preferiría opiniones más del tipo “ No tenemos tele porque no nos apetece” a frases como “ “Ya no pasamos las horas muertas cambiando canales o con discusiones porque uno quiere ver un canal y otros uno diferente” o “ tienen más tiempo para hacer otras cosas y yo para dedicarme a ellos, en vez de estar sentada mirando una pantalla. La tele atonta”

Vamos a ver. Si estas familias teniendo televisión vivían así, entiendo que ya no la tengan...en serio. Era,  obviamente, un instrumento demasiado poderoso para ellos, algo demasiado complejo que les superaba y que estaba tomando el poder de sus mentes y de sus casas.  Si lo llego a saber antes, hubiera ido yo a sacarla de sus salones para que así recuperaran algo de control sobre sus frágiles vidas.

Cuanto más lo leo más me preocupan. Por lo que parece,  cuando tenían televisión eran unos peleles sin control sobre su ocio, sobre su tiempo, sin criterio para saber cuando utilizar la televisión y completamente adictos a ella. Cuando han conseguido dejar de tener televisión se han pasado al otro extremo...y están una especie de nirvana sectario que les hace considerarse “diferentes para bien”.

Sin comentarios.

Vamos a ver. Esto no es tan complicado. ¿Estamos tontos o qué?

Se puede vivir sin televisión tan ricamente...pero ¿no es mucho más inteligente aprender a utilizarla y enseñar a nuestros hijos a usarla?

Tener televisión en casa no da cáncer. NI mata. Ni te convierte en un asesino en serie, un sádico sexual o un pederasta.
Ver la televisión con criterio, eligiendo los contenidos y el tiempo que le dedicas no te convierte en satán.
Ver la televisión no impide la comunicación familiar.
Ver la televisión con tus hijos ni les atonta a ellos ni a ti te hace un mal padre. De hecho, hay muchas cosas espectaculares en el mundo que puedes descubrirles a tus hijos en la televisión disfrutando de ese momento con ellos.
Ver la televisión no significa que no leas y que tus hijos no lean.  

Y por supuesto que tus hijos vean la tele no quiere decir que no se peleen.

Me encantaría que de vez en cuando alguien escribiera un artículo medianamente inteligente en el que en vez de demonizar el medio de comunicación y convertir a los que han optado por no tener televisión en una especie de Robinson Crusoe que ha encontrado el sentido de la vida mientras que los que tenemos televisión parecemos imbéciles atontolinaos, sin valores y con familias que no se comunican, mostrara como la televisión tiene un montón de cosas buenas y un montón de cosas malas.

Me encantaría un artículo de familias normales, de padres normales  como los hay a millones,  que tienen televisión en casa ( y aquí incluyo ordenador dónde ver formatos televisivos a la hora que quieras y escogidos), comparten la experiencia de ver la televisión con sus hijos y enseñan a sus churumbeles a tener criterio. Gente que ve una película con sus hijos y luego “se comunican” comentándola y respondiendo las preguntas, gente que descarga documentales que vió en su dia para compartirlos con sus hijos, gente que se emociona viendo un partido de fútbol con sus hijos en la tele, gente que aprecia un buen anuncio de televisión de uno que es una basura, gente que sabe valorar un buen trabajo televisivo de la televisión basura, gente que sabe apreciar una serie de televisión como una obra maestra, gente que se emociona al ver los Juegos Olímpicos que se celebran al otro lado del mundo y que se ríe con una buena comedia. 

Gente que sabe cuando encender la televisión y cuando apagarla.

Gente que sabe usar la televisión y sabe enseñar a usarla.

De verdad que yo creo que no es tan difícil.

Sobre este tema ya escribí aquí por si alguno le interesa. "De tele"

miércoles, 5 de junio de 2013

DÍAS DE NERVIOS.


Soy muy fan de mi blog, pero tiene sus cosas malas. Una de  ellas,  es que todas las tonterías que pienso o que puedo llegar a decir quedan por escrito. No me preocupa que alguien venga a echármelas en cara, eso me da igual. El problema es que yo y me fabulosa memoria sabemos que están ahí y como han quedado por escrito, no podemos hacer como que no nos acordamos o consolarnos pensando “bueno, lo mismo lo dije pero flojito” o “lo pensé solo medio minuto”.No, está por escrito y bien claro.

¿A qué viene esto?

Lo tengo comprobado. Cada vez que despotrico de algo y digo “NI DE COÑA”...el señor que se ocupa de mi destino se descojona y escribe en su hoja excell una nueva tarea para que me la encuentre en mi futuro.

¿Gin tonics? ¿Yo? NI DE COÑA.

Elegante gesto de mano del señor que se ocupa de mi destino marcando la tarea en su hoja.

¿Abrir un blog? ¿Yo? NI DE COÑA.

Brillo en el ojo del señor que se ocupa de mi destino.

¿Correr? ¿Yo? NI DE COÑA.

Gran sonrisa con dientes resplandecientes  del señor que se ocupa de mi destino.

¿Publicar un libro? ¿Yo? NI DE COÑA.

Carcajada del señor que se ocupa de mi destino.

¿Participar en algo de una revista de tías?

El señor que se ocupa de mi destino casi se ahoga al atragantarse bebiendo Gin Tonic.

Si. Descerebrados. El sábado participo en un superevento organizado por unarevista de tías. Y no lo hago por dinero, lo hago porque sí, porque me mandaron este amable mail

“Molinos, me encantaría que estuvieras como bloguera en nuestra mesa.Nos gustaría tratar sobre vuestra trayectoria, cómo empezasteis el blog, donde os está llevando y lo que habéis logrado ”

Y me pareció divertido, un buen plan y además ¿cómo iba a decir que no a hablar del blog fuera del blog con gente que no me conoce? Parecía una idea buenísima. En enero. En enero parecía buenísima idea, ahora llevo 15 días odiando a mi yo del mes de enero por haberse lanzado a esta historia.

Es un evento serio, con protocolo y todo. Con patrocinadores y todo. Con photocall y todo. Y streaming.

Y es por la mañana, lo que quiere decir que a no ser que me tome un carajillo con el desayuno no podré darme ánimos atizándome unos cuantos Gintonics antes de llegar. Beber antes de las 10:30 de la mañana me parece excesivo incluso para mí.

El evento lo organiza Madresfera y Yo Dona. Si. Un portal de madres blogueras y una revista de tías que habla de maquillajes, tendencias y moda. Y allí voy yo...como un pulpo en un garaje. Tengo a la mitad de mis conocidos entrando en pánico pensando en qué me voy a poner y diciéndome cosas como “Ni se te ocurra ir con la cara lavada!” ¿ A las 10:30 de la mañana tengo que maquillarme? ¿Yo? Justo cuando estaba a punto de decir NI DE COÑA y directamente matar del descojone al señor que se ocupa de mi destino...me mordí la lengua y decidí solucionar este tema.

Es una solución tan surrealista que ni siquiera puedo contarla en el blog...lo único que espero es que funcione.

¿De qué voy a hablar en la mesa? Eso es fácil, es una mesa redonda con otras blogueras para hablar sobre tener un blog, cómo empecé y esas cosas.  Esto es fácil y seguro que será divertido, podría hacerlo hasta borracha...pero no, dejaré el alcohol para luego, para cuando termine la mesa redonda, me relaje y pueda empezar a atacarme de los nervios por lo que tengo los días siguientes.


¿Firmar en la Feria del Libro? ¿Yo? NI DE COÑA.

Puraco habano que se fuma el señor que se ocupa de mi destino.

Recibo un mail de mis amables editoras con un excel. “Moli, rellena con una X los días que tienes libres para ir a firmar a la Feria”


Dejando de lado las instrucciones precisas y completamente a mi nivel de mis editoras rellené todos los días posibles pensando que con suerte firmaría un día en plan “que mona, la llevamos un día para que vaya su familia”. Pero no, resulta que además de La Esfera, hay dos librerías que ¡me quieren en sus casetas! El mundo está lleno de gente encantadora...


Así que resulta que tras años de vivir a 5 minutos del Retiro pero ir solo a la feria entre semana despotricando de la gente que va en fin de semana que es cuando está petado, firmo nada más y nada menos que tres días y por supuesto todos en fin de semana.  


Firmar tres días son muchos días. En los momentos buenos pienso que ver la feria desde el otro lado seguro que tiene su encanto y su gracia. Luego me acuerdo de cuando hacía de narrador en el Gato con Botas con leotardos y un disfraz hecho con tela de tapicería confeccionado por Molimadre y ver el teatro desde el escenario tenía poquísima gracia.  Pienso entonces que dentro de la caseta si la silla en la que estoy es muy bajita tendré que pensar en qué camiseta me pongo para que todo el que me vea no se fije  primero en mi  canalillo al mirarme desde arriba. Luego pienso que mejor una banqueta alta...pero entonces me colgarán los pies...y pareceré canijilla.


Luego pienso que eso da igual, porque lo mismo no viene nadie y estoy allí  con mi pluma poniendo cara de “comprad comprad mis hermosos jabalíes"  viendo la cola que tendrá Muñoz Molina o Enric González y pensando en si me dará tiempo a ir a que me firmen a mí y que a lo mejor hubiera sido buena idea ponerme más escote.  

El domingo 9, de 12 a 14 horas firmo libros en la caseta (282)  de LaEsfera de los Libros.  Una hora buenísima para darse un paseo por El Retiro, comprar libros, ponerme cara y luego irse de cañas o a comer.


El viernes 14, de 19 a 21 horas firmo en la caseta  (320)  de laLibrería Gaztambide. En esta librería firmé el día del libro y fueron encantadores. El viernes es un gran día para ir a la Feria, conocerme y luego quedarse a tomar cañas...o pasar directamente a los GT.


El domingo 16, de 19 a 21 horas firmo en la caseta (81) de la LibreríaPunto y Coma. Esta librería es una incógnita, no sé si es que no saben quién soy yo...o me voy a encontrar a un fan desconocido al frente. EN cualquier caso, es el último día de feria, es domingo y ver anochecer en el Retiro es algo que merece la pena.

Así que me esperan días de muchos nervios.  Días de mucho “¿Vas a ir así?” “ Así no puedes ir”. Días de ponerle cara a muchos descerebrados. Días de cañas. Días de Gintonics.


Con un poco de suerte sacaré material para un par de posts, puede que incluso aprenda a maquillarme y  es posible que aprenda a no volver a decir NI DE COÑA.  

martes, 4 de junio de 2013

MATERNITY (CXX): EN LA ORILLA.

¿Damos un paseo?
¡Si!..pero vamos hasta el final y luego volvemos y vamos hasta el otro final.
No hay dos finales, hay un principio y un final.
¿Ah si? Y cual es el principio y cual el final? Son dos finales, el principio es la mitad que es por donde empezamos. ¿A que sí mamá?
A ver chicas...¿podemos dar el paseo tranquilamente sin empezar a discutir antes de salir?
¡Si!

Mami...
Dime C.
No tengo nada de hambre.
¿De verdad? No me lo creo.
Mamá...era ironía.
¿Ironía? Pero ¿qué dices?
Eso me explicaste tú el otro día, que cuando decías una cosa y querías decir lo contrario...eso era ironía. Pues eso no tengo hambre...pero lo que quiero decir es que me muero de hambre.
Jajajajaja...vale, pero no era así como te lo expliqué.
Claro que si, te levantaste y dijiste...”Joder, con el veranito”...y lo que querías decir era que hacía mucho frío.
Bueno, pero no era exactamente lo mismo...
A mí me parece lo mismo...no veo la diferencia.
Mamá..
Dime M.
¿Qué estoy haciendo a estas horas en Madrid?
¿Qué?
Si, si estoy en Madrid que estoy haciendo a estas horas.
Pues supongo que estás en clase.
¿Mi yo de Madrid está en clase?
A ver, no hay ningún yo tuyo en Madrid. Tú estás aquí en la playa y en Madrid no hay nadie en tu puesto.
Ah no, a mi me gusta más pensar que hay otro yo mío en el cole, sufriendo mientras yo estoy aquí.
Ya, pero eso no es así.
Mamá...
Dime M.
¿Qué vamos a hacer el fin de semana que viene?
A ver, hoy es viernes..¿ya estás pensando en el siguiente fin de semana?
¿Tenemos planes?
Si. Os vais a pasar el fin de semana con la chusma de Montes.
¿Qué es chusma?
Pues gentucilla.
¿No te caen bien? pero si ¡¡son tus amigos!!
M...es ironía...
Exacto. Son mis amigos y son majísimos pero los llamo la “chusma de Montes”.  
A mí lo de la ironía no me convence...
¿Quienes vamos a lo de Montes?
Pues vais todos...20 adultos y 22 niños.
¿Viene Pablo?
No, Pablo no va...como no tiene hijos no le apetecía.
¿Por qué?
Pues porque son muchos niños juntos.
Pero nosotras sí le gustamos.
Si, vosotras sí...pero 22 son muchos.
A mí me gusta Pablo...
¡Y a mí también! Y no es ironía.


C..¿quieres dejar lo de la ironía??
¡Hala!...¡¡mira mamá!!
¡No lo toques! es una medusa enorme...que asco.
¿Qué pasa si te pica una medusa?
Que te escuece mogollón...y pica.
A tí te pico una una vez en el culo...me lo contó papá.
Si, hace mil años...en Menorca.
¿Y una anguila como pica?
¿Una anguila? Yo qué sé...no sé si pica o muerde.
Da una descarga eléctrica...
¿Ah si? Me suena de algo...anguilas que dan descargas.
Y si te encuentras una de esas ¿se te ve el esqueleto?
Jajajajaja....¿como en los dibujos? No.
¿Qué son paparazzis?
Me vaís a volver loca...¿no estábamos hablando de anguilas eléctricas?
Yo no, eso C y tu...Yo iba pensando en mis cosas.
Y ¿pensabas en paparazzis?
Ya ves...¿Qué son?
Pero ¿cómo puedes pensar en algo que no sabes qué es?
No sé..me sale solo. ¿Qué son paparazzis?
Son fotógrafos que persiguen a la gente famosa para hacerles fotos normalmente cuando ellos no quieren.
¿Nosotros vamos a tener paparazzis?
No, claro que no.
¿Por qué no?
Porque no somos famosas y además no queremos que nos pase eso.
Yo sí quiero...y no es ironía.
¡Deja la ironía ya!
A lo mejor te haces famosa con el libro.
No, no me voy a hacer famosa con el libro...
¿Qué vamos a hacer esta tarde?
Tenemos que ir a compraros braguitas.
¿Por qué?
Porque se me ha olvidado traeros de Madrid.
¿NOS TRAES 20 CAMISETAS, BAÑADORES, PANTALONES, LAS MEDICINAS, LOS LIBROS Y NO TRAES BRAGUITAS?
No...¡¡se me han olvidado!!! Pero tampoco pasa nada....
Al final va a ser verdad que no tienes superpoderes...

lunes, 3 de junio de 2013

LIBROS ENCADENADOS.- MAYO








Mayo,  como todo el mundo sabe, es un mes asqueroso  y  me convierte en bicho bola, como sabe todo el mundo que me conoce. El modo "bicho bola" es muy desagradable para la gente que me rodea pero es fabuloso para el ritmo lector: 5 libros y 4 relatos de Cheever.














Para empezar el mes, un comic. “Berlín Ciudad de humo.2” de Jason Lutes. El año pasado leí la primera parte “Berlín. Ciudad de piedras” y por mi cumpleaños cayó la segunda parte de esta trilogía que aún no ha visto publicada su tercera parte. La primera parte terminaba con la manifestación del día del trabajo, el 1 de mayo de 1929, en Berlín donde varios manifestantes fueron asesinados por la policía de la República de Weimar. “Ciudad de humo” no es exactamente una segunda parte porque aunque ciertas historias y personajes de la primera parte continúan también aparecen nuevas historias. Ciudad de humo es más denso y más agobiante. En el primer tomo, a pesar de los problemas y de lo mal que iba todo, había una cierta esperanza, una cierta jovialidad en las ganas de la gente, una fe en la lucha obrera y un interés de los medios por creer en una época nueva, por creer en la República de Weimar. En este tomo el ambiente se va haciendo más denso, más agobiante, más incómodo. Se dirigen hacia lo inevitable, hacia lo trágico. El ascenso nazi se percibe por unos personajes como algo inevitable, otros lo ven venir y se quedan paralizados esperando que en realidad no pase y otros deciden lanzarse por la pendiente del hedonismo, las drogas y el desenfreno sexual.

Me ha gustado muchísimo aunque tenía que dejarlo a ratos porque era demasiado angustioso. Lo recomiendo muchísimo para todo el que le interese Berlín y esa época.  Me gusta además el dibujo seco y sin mucho texto.




La casa del mirador ciego de Herbjorg Wassmo. Este libro me lo regaló mi fantabulosa prima A por mí 40 cumpleaños con una preciosa dedicatoria en la que me decía que le había encantado. A mí me ha espantado…pero mi prima sigue siendo fantabulosa.

El libro es un horror, una historia previsible y que además se parece muchísimo a “Purga” que también me horrorizó el año pasado  (pero Anónima Marta aún así me aprecia). Tora es una niña que vive en una isla en el fin del mundo en Noruega en los años posteriores a la II Guerra Mundial. Vive con su madre, Ingrid y el marido de ésta, un borrachín violento que ¡oh, sorpresa! abusa de ella.  La niña se refugia en sus pensamientos y blablablablabla. Aparecen y desaparecer los edificios del edificio donde vive “El hormiguero”, aparecen sus tíos que son felices, un niño mudo con el que Tora se lleva bien y mil tonterías más. La historia ni avanza ni tiene el más mínimo interés hasta que por fin termina. Se lee deprisa, en diagonal y además no sé si por la traducción o porque Herbjorg es así de mal escritora, el libro no está bien escrito, pasa de una voz narradora a otra y lo que es peor al lector le da igual. Y encima de todo esto…es cursi.

El humo de las pipas y el tabaco de liar se condensaba en torno a la lámpara de petróleo que crepitaba entre las vigas como un animal irritado y somnoliento. La redecilla de la lámpara relumbraba malignamente dentro del cristal formando relámpagos en el brillante gancho de metal”

¿Relumbraba malignamente?? ¿Una redecilla?? Herbjorg…pírate.



La tierra sin alma de James Stern de Ediciones del Viento (me mola esta editorial). No sé cómo llego este libro a mi lista de “Libros pendientes” pero allí estaba y me lo trajeron este año los Reyes.  Es un libro escrito en 1932 con los relatos que James Stern escribió en los años en los que estuvo viviendo en Rhodesia, son en parte ficción pero basados en sus experiencias allí y no sé hasta qué punto algunos de los personajes de los relatos no serán realmente personas que él conoció. 

Los relatos dan una imagen de África alejada de la visión llamémosla más moderna de Kapuscinsky en “Ébano” y más cerca de la mentalidad colonial de “Memorias de África”. Mientras Kapuscinsky ve África intentando comprenderla, los protagonistas de los relatos de Stern simplemente se ven desbordados por África, por su inmensidad, por el calor, las distancias, la soledad, la sequía, el calor, el paso de tiempo tan diferente al europeo. Las relaciones con los negros son siempre de servidumbre y las relaciones con otros blancos están condicionadas por la obligatoriedad de relacionarse, porque no hay opciones. Gente que no tiene nada en común, que en Europa no se dirigiría la palabra se ve abocada a ser “amigos” simplemente porque son blancos. 

Me ha chocado mucho que a los negros se les llama “cafres”, no sé si es porque se ha traducido así, me gustaría ver el original en inglés. ¿Cómo se dice cafre en inglés? 

El libro me ha encantado y me ha gustado mucho el estilo de Stern. Es sencillo, claro, sin florituras pero sabe transmitir la sensación desasosegante y de profunda incomodidad que África causa en los europeos. Puede ser también muy poético.

“Sin embargo, no era fácil seguir durmiendo durante aquellos amaneceres que llegaban tan rápido: era de noche, y de pronto ya era de día. Pero me resistía a despertarme del todo en un instante, aunque sólo fuera por el pensamiento inconsciente de que un día, como una vida, a menudo es más placentero en sus comienzos que en su plenitud o su final”. 





“El club de los optimistas incorregibles” de Jean Michel Guenassia. Morenaza y yo nos traemos un trapicheo de libros y éste me lo ha dejado ella.  

Todos los autores franceses se parecen. Si empiezas a leer un libro de un autor francés aunque sea sin ver la portada se reconoce su estilo y su tono, todos tienen el mismo “color” y hablan igual de las relaciones familiares. Lo mismo ocurre con los americanos, Roth, Russo, Ford, Updike y demás…pero se habla poco de que exactamente igual les ocurre a los franceses.

Es la historia de Michael Marini, un chaval de 12 años que va contando una época de su vida, su llega a la adolescencia; su relación con sus padres, con sus hermanos, los secretos que todas las familias tienen, sus amigos, la relación con la ex novia de su hermano y su contacto con una serie de refugiados soviéticos en un club de ajedrez.

Es una novela muy irregular que va avanzando como a trompicones y dejando historias sin terminar, como si Jean Michel se hubiera aburrido. Algunas partes son directamente increíbles, por ejemplo, la relación de amistad entre Michel con 12 años y la ex novia de su hermano que tiene 20…en fin...eso no se lo cree nadie.  Hasta la mitad más o menos, la novela avanza dando tumbos, sin centrarse y yendo de un tema  a otro sin mucha convicción. No se abandona porque se lee fácil y  quieres creer que Jean Michel quiere contarte algo medianamente interesante.  A partir de la mitad mejora mucho, Jean Michel por fin se centra, deja de un lado las tonterías de Michael y se centra en los refugiados soviéticos y sus historias consiguiendo encontrar el ritmo y enganchar. 

“Hay en la lectura algo que tiene que ver con lo irracional. Antes de haber leído el libro, intuyes enseguida si te va a gustar o no. Lo husmeas, lo olfateas, te preguntas si merece la pena pasar el tiempo en compañía suya. Es la alquimia invisible de los signos trazados en una hoja que se nos quedan impresos en el cerebro. Un libro es un ser vivo”

“Usar el deporte para escaparse es una forma trivial de falta de comunicación”

A pesar de todo lo que he dicho, he llenado un montón de páginas de mi cuaderno con párrafos copiados.




“De mujeres con hombres” de Richard Ford. Este libro lo compré en la Feria del Libro Antiguo del mes de abril en Madrid.

Todo el que me haya leído sabrá que soy muy fan de Ford pero entiendo que no es para todo el mundo. En este caso son tres relatos largos, dos ambientados en París y otro en Montana. El primero “El mujeriego” y el último “Occidentales” se parecen mucho. Dos hombres adultos en París pensando y repensando sus relaciones con distintas mujeres y haciendo mucho el tonto, como casi todos los personajes masculinos de Ford. Ahora que lo pienso, los hombres de Ford piensan tanto y le dan tantas vueltas a todo que muchas veces parecen mujeres…El segundo, el que está ambientado en Montana no se parece nada. Trata de un chico, Larry, que con 17 años emprende un viaje con su tía para ver a su madre que está separada de su padre.  Este relato se parece muchísimo a los que Ford incluyó en “Rock Springs”. 

Como ya he dicho, a mi Ford me flipa pero si queréis empezar a conocerle no recomiendo este libro, mucho mejor “El periodista deportivo” o el que escribió dedicó a su madre. En este me ha recordado muchísimo a Richard Russo en Alto riesgo y también a algunos relatos de Ethan Canin en “El emperador del aire”.  

He leído también 4 relatos de Cheever: “O City of broken dreams”, “The hartleys”, “The Sutton place story” y “The summer farmer”.  En todos aparecen niñas pequeñas, curioso. 

Conclusión del mes,  hay que leer “Berlin. Ciudad de Humo”, a James Stern y por supuesto a Cheever.