jueves, 16 de mayo de 2013

LOS SINHIJOS VISTOS POR LOS CONHIJOS.



Los sinhijos son gente que por la razón que sea no tiene hijos. Hay muy pocos sinhijos absolutos, muy pocos. Como ya dije, los sinhijos en muchas ocasiones son vistos por los Conhijos con envidia y en algunas ocasiones con mucha envidia, pero en otras son vistos con odio, con rencor y en algunos casos con deseos de venganza.

Lo que determina si ers un sinhijos estupendo o un sinhijos cabrón depende de como te comportes con los hijos de los conhijos.

Si eres un sinhijos que directamente no te relacionas con los hijos de los conhijos es muy posible seas muy muy envidiado por tu vida sin compromisos y plena de tiempo para ti, pero que pierdas la relación con tus amigos conhijos.

Si te relacionas con ellos hay que tener en cuenta que  igual que hay una serie de cosas que los conhijos hacen y sacan de sus casillas a los sinhijos, también las hay al revés. Si eres un sinhijos hay una serie de cosas que conviene que no hagas, primero para que tus amigos conhijos no te odien y si eso te da igual, para no darles motivos para vengarse cuando tengas hijos, ya he dicho que hay muy pocos sinhijos absolutos.



1.- No pontifiques. “Lo que hay que hacer con los niños es…” Siento decirte que no tienes ni idea, pero ni la más remota. Puede que estés viendo a una madre regañar a su hijo en el parque completamente fuera de sí  mientras intenta controlarse y tengas la tentación de pensar que lo que habría que hacer es hablar con calma al niño, tranquilamente y hacerle entender que no puede desnudarse porque va a coger frío. Puede que creas que el problema es así de sencillo y que con una charla comprensiva todo se solucionará. No tienes ni idea. Esa madre probablemente lleve más tiempo en el parque del que tú puedes soportar, haya jugado a los cacharritos, haya estado pegada al tobogán viendo a su churumbel tirarse 45 veces, haya “dado” en el columpio 1 hora y todo eso después de currar. Está más allá de la charla comprensiva, sabe más que tú sobre las posibilidades que tiene de convencer a su hijo de que no se despelote y sabe que son las mismas (o menos) que de convencer a un ficus de que le broten   margaritas.



2.- Es fabuloso que te gusten los niños de los conhijos. Es estupendo que te mole jugar con ellos y hacerles reír y descojonarte y todo eso, pero controla su umbral de excitación si no vas a estar con ellos cuando lo traspasen. Es decir, si eres un sinhijos y te vas a quedar a cuidar a los churumbeles de unos conhijos una noche o un fin de semana puedes llevarlos a cruzar el umbral de excitación y mucho más allá. Tú te los guisas y tú te los comes, pero si vas a pasar un ratito una tarde y luego te vas a ir a casa, contente. Juega con ellos, hazles reír, entretenlos, diviértete pero controla. Si los sobrexcitas haciendo que se vuelvan gremlins descontrolados reticentes a la rutina que tu amigos conhijos han conseguido elaborar a base de sudor, sangre y lágrimas y te piras a casa pensando “como molan los niños pero estoy agotado y me pienso tirar en el sofá a no hacer nada”…tus amigos conhijos te odiarán muchísimo.



3.- Tu tiempo es tuyo y lo gestionas como quieres, los conhijos tienen otro uso y “disfrute” del tiempo y hay una serie de horarios sagrados. No pienses que a los conhijos les gusta someterse a esa espantosa rutina en la que a las 7:30 se entra en un agujero negro de baños, cenas, cuentos, cepillo de dientes y a dormir y los domingos por la tarde son un momento para organizar mochilas, terminar deberes, quitar roña del fin de semana y planear la logística semanal. NO les gusta pero han aprendido que someterse a ella es la única manera de no volverse locos, así que por favor, no llames por teléfono queriendo tener una charla “importante” a las 20:30 y te cabrees si tu amigo te contesta con monosílabos mientras escuchas un chapoteo o s croquetas freírse. Tampoco es buena idea aparecer en casa de unos conhijos un domingo a las 20 horas porque te apetece comentar algo y vuelves de dar un paseo tras tu siesta dominical, de hecho es una idea fatal que desbaratará todos los planes de los conhijos y te hará verlos en su peor faceta, desbordados, cansados y sin muchas ganas de verte.



4.- No te equivoques de objetivo. Tus amigos son los padres, los hijos vienen en el paquete y está muy bien que quieras ser su amigo, el amigo más molón y todo eso, pero presta atención a tus amigos, no les ignores. Aunque se hayan convertido en conhijos  les mola que les hagas caso y tengas interés por sus cosas independientes de sus hijos.



5.- La popularidad mola, ser el sinhijos más popular entre los hijos de los conhijos es un objetivo molón y además fácilmente alcanzable si sabes cómo. Aparece con sobres de cromos (tolerables), con un chupachups (tolerable), un libro (padres haciéndote la ola) pero no aparezcas con peluches gigantes que a ti te flipan pero que ni en pintura comprarías para tu casa, ni con baterías, sables que hagan ruido, coches de bomberos que parezcan reales, pinturas que no hayas probado previamente en las paredes y tejidos de toda tu casa.



6.- Jamás de los jamases desautorices a un conhijos delante de sus hijos. Muérdete la lengua hasta hacerte sangre pero nunca digas cosas como: “yo creo que no es para tanto” o “déjame a mí que tú estás muy nervioso” o “el niño tiene razón”. Y si las sueltas, asegúrate de ponerte a resguardo porque la mirada que te echará el conhijos podría convertirte en estatua de sal.



7.- No conviene tampoco decir cosas como “estoy agotado” y “no tengo tiempo para nada”. Estás agotado y no tienes tiempo para nada, por supuesto que si, pero si se lo dices a un conhijos con varios churumbeles (más de 1) puede echarse a llorar sólo de imaginar la cantidad de tiempo que tú tienes a tu disposición y como en un pasado lejano él dispuso de su tiempo y no supo valorarlo y aprovecharlo como hace ahora cuando consigue una hora de solterismo Premium de luxe y se le saltan las lágrimas solo de puro alivio. Si le dices esas dos frases te expones a que te salte al cuello farfullando algo como“¿queestásagotado?¿Agotado??QuenotienestiempoNotienesniideadeloqueestaragotadosiquierestedejounratoconlasfieras y luego me lo dices”. No se lo tengas en cuenta…él está de verdad agotado.



8.- Los niños son niños y aunque sean adorables y estén perfectamente educados, no los invites a tu casa si vas a estar sufriendo por los sofás blancos, tus figuritas de Lladró, tu colección de vinilos o cualquier otra cosa. Es sencillo, una casa para 1 o 2 adultos no está preparada para recibir a una panda de churumbeles, si vas a sufrir no les invites. Y si les invitas no te quejes.



Tus amigos tienen hijos. Asúmelo. No te encabrones si a tu propuesta improvisada de las 2 de la tarde para ir a comer cocido a 100 km te dicen que no o sí te invitan a un cumpleaños hay tarta con velas y piñata. Tus amigos tienen hijos y no hay marcha atrás. Valora cuando a tu plan de la comida te dicen que no pero te invitan a comer y en el cumpleaños infantil hay tarta y velas y piñata pero al lado de la Coca-Cola sin cafeína hay ginebra, tónica y limones pensados para ti.



No es tan difícil, si los conhijos no caen en el lado oscuro de la paternidad y los sinhijos adecúan sus expectativas a la nueva situación de los conhijos, se pueden hacer mil planes estupendos.



Si el conhijos cae en el fundamentalismo se quedará sin amigos.



Si el sinhijos no para de hacer cosas inconvenientes nes posible que reciba LA MIRADA y la maldición: ojalá te reproduzcas pronto y yo lo vea.


Para los que están llegando nuevos en manada a este post y me dicen que escriba al contrario...ya lo hice y está aqui LOS CONHIJOS VISTOS POR LOS SINHIJOS. 

martes, 14 de mayo de 2013

ENSAYO SOBRE EL PAN: BARRA versus REBANADA

La barra es la unidad de medida del pan “de verdad”.
La rebanada es la unidad de medida del pan “de molde”.

Con esto el post debería acabar aquí. Barra gana a rebanada siempre, o así debería ser.

Cuando yo era pequeña se comía pan de barra en el desayuno, se empujaba la comida con un trozo de pan, se merendaban bocadillos y al llegar a la cena había días en que se decía: no queda pan.

El pan de molde era una especie de “lujo”, solo se podía comer en días especiales, los días de sandwich de nocilla y por la mañana sólo había tostadas de pan de molde si la noche anterior se había dicho “no queda pan”. En días muy muy especiales Molimadre hacía sandwiches de jamón y queso y les cortaba los bordes, el colmo del lujo.

En algún momento entre mi tierna (matadme por el juego de palabras)  infancia y mis 40 años las cosas cambiaron.

Una oscura noche, en alguna cocina, a lo mejor la de la Molicasa,  la barra de pan y el paquete de pan de molde se encontraron y se declararon las hostilidades.  El pan de molde llevaba tiempo planeando su ataque y tenía una estrategia, la barra de pan no tenía ni estrategia ni nada, confiaba plenamente en la tradición de “baja a comprar una pistola” y en la frase “ el pan es un alimento básico” así que no le dio mucha importancia a las amenazas del paquete de pan de molde jamás podría sustituirle. La barra o lo que quedaba de ella esa noche miró por encima del hombro a ese advenedizo envuelto en plástico y se volvió a su “panera” pensando “¿Cómo va a sustituirme un tipo al que hay que guardar en la nevera una vez abierto? ¿Cómo va a sustituirme un tío al que al untar la mantequilla se rompe? ¿Cómo va a sustituirme un tío al que si le metes jamón serrano y lo muerdes se escurre todo? ¿Cómo vas a mojar en la yema del huevo si se deshace al romperlo? "

Y con esos tranquilizadores pensamientos se sobó y durmió tranquilo sin preocupaciones…

El pan de molde y sus rebanadas tenían sin embargo una estrategia muy meditada. Empezaron primero con una campaña de desprestigio hacia la barra de pan atacando por donde más duele aunque fuera mentira. Esparcieron el rumor de que el pan de barra engordaba muchísimo, si querías ser esbelto y fino había que dejar de comer pan “normal” y pasarse al pan de molde.  Esto no se sostenía científicamente de ninguna de las maneras, pero ¡a quien le importa eso! ¡intoxiquemos al consumidor con imágenes de jovencitas esbeltas y felices mordisqueando rebanadas de pan! La mayoría de la gente se lanzó al consumo desaforado del pan de molde y todo eran ventajas.

“Para los niños es mejor porque se lo comen más fácil”. Años y años de series y de pelis y de libros con huerfanitos royendo mendrugos de pan echados por la borda…los huerfanitos del futuro zamparían rebanadas de pan de molde.

Se perdió completamente el criterio:

¿Comes un bocadillo? Con lo que engorda. Yo me como un sándwich integral.
Si claro, un sándwich integral con mayonesa, bacon, pollo, queso en lonchas y un toque de mostaza de Dijon…

El pan de molde jugó además la baza de “me conservo mejor”. No había que comprarlo todos los días, duraba muchos días, no se ponía malo y las tostadas en el desayuno eran como las de los bares.

Poco a poco fue ganando puntos y más puntos, haciéndose un hueco en la cesta de la compra y en las neveras. Fue tan astuto que además desarrolló todo tipo de variedades: rebanada para tostada, rebanada para sándwich (¿estamos gilipollas o qué?), integral, multicereales, con bordes, sin bordes, rústico (¿aún estamos más gilipollas o qué?) e incluso en un rizo increíble de marketing absurdo desarrolló el pan de molde “que es como el pan de verdad”. Definitivamente somos gilipollas.

¿Qué hizo mientras tanto la barra de pan? Pues al principio no dio crédito y siguió pensando que estaba salvo, que aunque cediera posiciones en el desayuno, el sándwich en la puerta del colegio y la comida de los modernos anoréxicos,  seguía teniendo espacio. Al fin y al cabo con el pan se podía hacer gazpacho, salmorejo, migas, pan rallado, torrijas….

Gazpacho sin pan”.

Un escalofrío recorrió a la barra, la  acojonó completamente y le hizo darse cuenta de que tenía que pasar al ataque, reunió a sus huestes y comenzaron a pensar en una estrategia para reconquistar el mercado. 

Lo primero que pensaron es que había que crearse una nueva imagen. Necesitaban una “nueva imagen de marca más acorde con los tiempos”, alejarse de esa idea de la abuela yendo al super a por la pistola o la barra.  Para empezar, renovaron sus establecimientos. El pan de molde se vendía en supermercados, allí todos apilados. El pan de barra iba a por todas, no iba a dejar nada al azar. Nada de panaderías, nada de ultramarinos, a lo grande: boutiques del pan con dos cojones.

Luego optaron por copiar algo de la estrategia del pan de molde y se especializaron pero tendiendo a la sofisticación ¿qué mierda era esa de “sin bordes”? Seamos internacionales, seamos globales:  baguette para los cursis, barrita para los que quieran comer poco,  pan de picos (alguien habría que quisiera esto), pan candeal (nombre misterioso), mollete (viva el producto nacional), pan integral de cereales (nombre absurdo ¿Cómo cojones iba a ser sin cereales) y toda una parafernalia de nombres chupis que dejaran al cliente con cara de foca monje y entrando en colapso cuando a su petición de “una barra de pan”  la dependienta respondiera: ¿de cuál?.

El pan de barra no dejo nada al azar. ¿Qué el pan de molde se vendía en una bolsa de plástico? El plástico es malísimo y con poco glamour, puso de moda la bolsita de papel marrón que hace que todo el mundo parezca francés o habitante de Manhattan. Sólo las viejecitas seguían llevando su bolsita de plástico para que el pan no se pusiera duro. Y ahí atacó también el pan de barra, contrató a unos listos que hicieran que el pan no se pusiera duro como una piedra al cabo de 24 horas…y les hizo a las viejitas unas bolsitas de tela muy monas que sus nietos les regalaban.

(Con esto de que el pan no se pusiera duro, hubo una crisis en la tradición casera de rallar pan, pero eso es otra historia…para otro ensayo: costumbres culinarias que han desaparecido)

El pan de barra abandonó su pasado de “alimento básico” y de pobres, dejó de lado su imagen asociada a mendrugos y se convirtió en un alimento de lujo, mucho más de lujo que el pan de molde. Consiguió incluso que en los mejores restaurantes ofrecieran tantas variedades de pan que el cliente entrara en pánico ante la terrible decisión de decidir si quería comer el pato con pan de pipas, de pasas, de aceite de oliva o de aceitunas.

Las fuerzas se fueron igualando, la gente empezó a pensar que comer pan de barra de vez en cuando molaba, que el gazpacho con pan era más gazpacho y que el pan de molde está bien de vez en cuando pero nada como un buen trozo de pan para mojar un huevo frito.

La batalla final sin embargo se iba a lidiar en otra parte. No en el super, ni en las boutiques del pan, ni en las cocinas. La batalla final se ha dado en los chinos y la gasolineras.  El pan de molde cogió sitio en los estantes, allí irían a buscarlo los que se habían quedado sin pan cuando las boutiques del pan estuvieran cerradas.

La barra vio que se le escapaba el triunfo final y ¿Qué hizo? Cogió sitio y además…en un golpe maestro…¡¡se puso olor a pan caliente recién hecho!!!

¿Quién entra en los chinos o la gasolinera y compra pan de molde mientras huele a pan caliente recién hecho?

Sólo gente que no es de fiar.

Yo soy muy de pan de verdad, nada de más amor verdadero que un desayuno con tostadas, una excursión con un bocadillo de jamón y una cena mojando en la yema del huevo.

Post 1200.

lunes, 13 de mayo de 2013

QUERIDOS CIENTÍFICOS (IV): TELEVISIÓN Y DIVULGACIÓN

Hay una necesidad apremiante de un mayor conocimiento público de la ciencia. La televisión no puede proporcionarlo todo sola. Pero si queremos que haya mejoras a corto plazo en la comprensión de la ciencia, la televisión es el sitio ideal para empezar”. Carl Sagan. “El mundo y sus demonios”.

Hace casi dos años escribí sobre la tendencia actual a considerar la televisión el peor medio de comunicación, una especie de demonio poseído por seres malignos que solo programan bazofia y que es mejor tener apagada para no acabar con el cerebro achicharrado.
Cualquier otro medio de comunicación tiene mejor fama...y menos influencia en la sociedad.
¿Es la televisión un medio adecuado para divulgar no ya ciencia sino cultura en general?
En mi opinión SI. De hecho es el mejor que hay. Todos los que leemos blogs, estamos enganchados a twitter, facebook o cualquier otra red social y sabemos manejar internet y you tube tenemos todo un mundo de posibilidades de conocimiento y de información a nuestro alcance y tendemos a creer que está posibilidad está más extendida de lo que realmente está.

Para bien o para mal, la televisión es el medio de comunicación más importante para la mayoría de la población y es por tanto y como dice Sagan el mejor sitio para intentar hacer divulgación.

El medio más eficaz, con ventaja, para provocar interés en la ciencia es la televisión. Pero este medio enormemente poderoso no hace apenas nada para transmitir las satisfacciones y los métodos de la ciencia, mientras que su ingenio de “científico loco” sigue resoplando”. Carl Sagan. 

No es fácil. De hecho es muy complicado por varios factores.

No hay ciencia en televisión. EL problema no es que no haya "ciencia" en televisión, el problema es que no hay "cultura" y con esto me refiero a englobarlo todo, no hay programas de literatura, historia, arte igual que no hay de física, química o biología. Empeñarnos en diferenciar ambas cosas es tirar piedras contra nuestro propio tejado, contra la idea y la pretensión de conseguir que en televisión haya espacio para contenidos culturales de calidad, atractivos y "ENTRETENIDOS".

¿Cómo conseguir ese espacio? ¿Cómo conseguir que la televisión considere la divulgación del conocimiento como algo “deseable” para emitir en sus parrillas?
A mí me vale (casi) cualquier cosa y a Sagan también.

“Yo sostengo que la divulgación de la ciencia tiene éxito sí, de entrada, no hace más que encender la chispa del asombro. Para ello basta con ofrecer una mirada a los descubrimientos de la ciencia sin explicar del todo cómo se lograron. Es más fácil reflejar el destino que el viaje”.
Con esto quiero decir que si el espacio que te dan es para hacer “ciencia espectáculo” en El Hormiguero, o lo que se emite es Redes con Punset dando la brasa o tienes un tiempo en la 2 a cualquier hora del día para poder colgar tu formato hay que aprovecharlo. Ojalá hubiera un nicho en la programación claramente diferenciado para la divulgación y para programas de cultura pero como no lo hay, hay que jugar con lo que tenemos y son esos espacios. Si las gilipolleces que hacen en El Hormiguero hacen que algún niño o algún adulto de repente tenga curiosidad por conocer eso que han enseñado y se pone a buscar información...a mí me parece un buen comienzo. Si ver Redes y a Punset con sus entrevistas surrealistas consiguen que alguien se interese por la neurociencia o la nanotecnología...también me parece un buen comienzo. Creo que es más inteligente aprovechar esos resquicios para intentar hacer algo en la televisión que hacerse el digno y despreciar al medio.

No hay dinero para hacer divulgación. Las televisiones no pagan por esos contenidos.

Espero que nadie me considere excesivamente cínico si afirmo que un buen resumen de cómo funciona la programación de la televisión comercial y pública es simplemente este: el dinero lo es todo. (...) Especialmente desde principios de la década de los ochenta, la televisión se ha convertido en algo motivado casi enteramente por el beneficio. Eso puede verse, por ejemplo, en el declive de los informativos y programas especiales de noticias o en las patéticas evasivas de los canales principales para burlar la orden de la Comisión Federal de Comunicaciones de mejorar el nivel de la programación infantil”. Carl Sagan.

Nunca ha habido dinero para la cultura. Llorar ahora pensando que hubo una época dorada dónde siempre había pasta para hacer divulgación de cualquier clase es irreal. Ahora hay menos. Ni TVE, ni las autonómicas porque no tienen dinero, ni las privadas porque no les interesa van a pagar por un programa de divulgación científica. Correcto. No digo que sea fácil, no digo que sea sencillo, ni siquiera digo que sea posible, pero me parece que lo único que se puede hacer es intentar buscar otras fuentes de financiación: organismos públicos, grandes empresas que patrocinen...lo que sea.

Por supuesto, si se consigue ese dinero hay que pensar muy bien qué se va a hacer y cómo. Y tiene que ser algo TELEVISIVO.
¿Qué quieres contar y para quién? No todo se puede contar en tele. No toda la ciencia, ni la historia ni la literatura, es adecuada para ser contada en televisión. Poniendo un ejemplo de ciencia, un descubrimiento en un laboratorio que sea fundamental para el desarrollo de la física cuántica es algo que puede ser tremendamente importante pero que pueda no tener un reflejo en un contenido televisivo adecuado. Vamos a ver, es que no se tiene por qué contar todo en la tele. Hay que empezar por lo básico. La función de la tele no es mantener a la población al día de lo que ocurre en ciencia, de los descubrimientos en historia o de si se ha descubierto una nueva especie marina. La función de la tele es hacer un programa TELEVISIVO con esos contenidos culturales para conseguir acercarlos al público de masas que es el que tiene la tele...y a partir de ahí conseguir que ese público lo conozca, se interese y al tener curiosidad, busque otros canales para informarse. Es muy posible que esos programas televisivos de divulgación se queden “cortos” para un público especializado, pero eso no es a mi modo de ver un problema. Si yo soy especialista en historia del arte y veo un programa de televisión sobre Picasso es posible que no aprenda nada, pero seré capaz de saber si ese programa me ha enganchado, es correcto en lo que cuenta aunque sea básico y ha sido capaz de acercar la figura de Picasso a alguien que no lo conozca. La función del programa televisivo es por tanto acercar la cultura, la ciencia a un público que no la conocería de otra forma...no es su función hacer de vocero de los descubrimientos científicos entre especialistas porque para eso hay otros canales.

¿Cómo se puede hacer un programa de divulgación que sea “serio” y a la vez televisivo?

Esto es un obviedad como la copa de un pino pero hay que decirlo: haciendo que trabajen en ese programa gente que sepa de la disciplina a divulgar y gente que sepa de televisión. Se que parece que cualquiera puede hacer televisión y sí, cualquiera puede hacer televisión igual que cualquiera puede entrar en un laboratorio o ponerse a decir qué ve en un cuadro...pero para hacer un programa de televisión bueno hay que tener profesionales de televisión en el proyecto.

Para empezar y una vez que sabes qué quieres contar y para quien, tienes que tener un guionista de televisión. Alguien que sepa manejar los tiempos de la televisión y sepa coger todo el conocimiento que tú quieres contar y adaptarlo al formato y al público que ve la televisión. Hay mucha mística con programas de televisión de divulgación que todos hemos visto y que tenemos encumbrados al olimpo de la comunicación televisiva: El hombre y la tierra con Feliz Rodríguez de la Fuente, Cosmos con Sagan o los programas de peces de Costeau. Los gurús los llaman programas “de autor” y parece que esos programas eran cojonudos porque estaban allí esas tres eminencias científicas.

Obviamente Sagan, Felix Rodríguez de la Fuente y Costeau son referentes, pero sus programas son buenos no solo porque salgan ellos, sino porque llevan un trabajo televisivo detrás de mil pares de cojones. Además, esto es tele, ellos funcionan porque son buenos comunicadores, dan bien en cámara y tienen carisma televisivo que no todo el mundo tiene. Se puede ser un puto crack en tu campo y no valer para tele y eso pasa mucho con los escritores, gente brutal escribiendo que en tele no vale. Cosmos, “El hombre y la tierra” y los docus de Costeau hubieran funcionado igual de bien con otro "comunicador televisivo" con sus mismas aptitudes y conocimientos. Un comunicador televisivo cualquiera, como por ejemplo Buenafuente, su programa gira en torno a quién es Buenafuente y como cuenta las cosas, Cosmos tiene su potencial en lo QUÉ cuenta Sagan. Es distinto, muy distinto. Sobre esto del autor además hay mucho qué decir, yo sé quién es Sagan o Felix Rodríguez de la Fuente, pero si le pongo los docus a mis hijas ellas no saben quienes son, ni les importa y sin embargo se quedan a verlo...con esto no quiero decir que el autor no sea importante, pero a mi modo de ver no determina la diferencia. Y tampoco para mal. Redes es un buen programa de divulgación...a pesar de ser Punset el autor.
De hecho hay miles de documentales de divulgación científica, de historia o de cultura en general que no tienen un “conductor” y son fabulosos. La BBC es especialista en este tipo de programas pensados para la televisión y perfectamente documentados y que enganchan desde el minuto 1. Pones la televisión y hay alguien explicando cómo nos engaña nuestro cerebro, cómo funcionan las emociones, como es el ecosistema en la selva de Polinesia o como fue orquestada la “solución final” nazi para los judíos y te quedas enganchado al documental hasta el final y cuando termina dices: “joder...ha estado genial, no sabía esto o aquello o lo de más allá”.

No digo que sea fácil, no digo que sea sencillo, pero es lo que hay que hacer. Sentarse a pensar qué quieres divulgar. Valorar si ese contenido es adecuado para la televisión. Contar con alguien que sepa de televisión y sea capaz de adaptar lo que quieres divulgar al formato televisivo. Conseguir la financiación para ese proyecto. Obviamente si tienes mucha pasta es más fácil hacer algo más espectacular...pero espectacular no quiere decir “mejor” y que no sea espectacular no quiere decir que no sea bueno. Hacer el mejor programa posible tanto en contenido como en formato. El guión, el contenido, el ritmo y adecuar el formato a lo que quieres es lo más importante. Olvidar la idea de que te vas a hacer millonario vendiendo ese formato a la televisión y conformarte por cobrar por ese curro. Presentarlo a las televisiones hasta que alguna encuentre un hueco donde emitirlo y esperar que funcione.
¿Qué no hay audiencia para esos contenidos?

Los documetales de "divulgación" de cualquier tipo que ponen en la 2, todos los días de 9 a 10 de la noche, tienen una media de audiencia del 2,2 que son 53.000 espectadores de media. A la hora de los informativos de todas las cadenas. ¿53.000 personas viendo documentales? Ahí hay una audiencia deseosa de esos contenidos, lo que hay que hacer es dárselos en el formato televisivo adecuado.
53.000 personas son un montón de personas deseosas de “saber”...deseosas de que algo les “encienda la chispa del asombro”. Y no lo digo yo, lo dice Sagan.

viernes, 10 de mayo de 2013

UNA MADRE SIN SUPERPODERES: MOLI DE PROMO EN LA TELE.


Querida Molinos,

Somos de La Aventura del Saber, nos gustaría contar contigo en nuestro programa. ¿Podrías venir el 30 de abril a las 11:30, te recogerá un coche a las 10 para maquillaje y peluquería”.

Lo primero que pensé es “¿Tele? Ni de coña”, pero luego pensé que en fin en esto consiste la promoción y que lo mismo la experiencia molaba y que de perdidos al río...vamos que lo de siempre, cada vez que digo “Ni de coña”...voy directa a hacerlo.

¿A la tele? ¿Y qué me pongo?

Ponte algo que seas tú, polvorilla pero con clase. No seas macarra”
“Cambiate los pendientes y sobre todo llévalos a juego con el colgante”.
“Ponte falda que tienes unas piernas muy bonitas aunque con cualquier cosa que te pongas estarás guapa”.

Las típicas indicaciones con las que yo cortocircuito.

Cuando llegó el gran día, lo mejor fue que no tuve que madrugar. La noche anterior apagué la alarma “madrugónquetecagas” y pensé que iba a dormir a pierna suelta y un montón de horas. Por supuesto, me desperté a las 3 de la mañana y ya no pegué ojo: la tele, madre mía, quién me mandaría. ¿Me pongo la camisa azul? ¿La camiseta de perder premios? ¿Botas?¿Chaqueta? y qué digo? Y si doy horrible en cámara, es lo más probable, a la vista de como salgo en las fotos..verás como doy en cámara...y no estoy pegando ojo, verás mañana las ojeras, claro que como te maquillan como una puerta no se verán, pero claro yo, maquillada que no me maquillo nunca voy a estar rarísima.  

Todo fabuloso, madrugónquetecagas no me dí, pero directamente no dormí.

- Mamá..¿no trabajas hoy?
-No, hoy no. Voy a la tele.
- ¿Vas a salir?
- Y ¿nosotras? ¿Por qué no salimos nosotras que es nuestra vida y además somos más guapas?
- Porque NO.
- ¿Y vas a ir así? Si por lo menos tuvieras el pelo largo.....

A las 10:00 estaba perfectamente preparada con el pelo mojado, la cara lavada y la ropa elegida para parecer polvorilla, intentar estar favorecida y mis pendientes de la suerte. El coche de producción llegó puntual y allí que me fui...sentada en el asiento de atrás y mareándome por los túneles de la M30, mi perfil taxista de conductora permanente no tolera ir sentada en la parte de atrás de los coches.

Nada más llegar a “Maquillaje”, como dice un amigo eso es “ir a Lourdes”. Me senté y una amable señorita empezó a echarme todo tipo de productos completamente desconocidos para mí que soy una inútil integral en este tema. Después de 25 minutos, me dejó mirarme en el espejo y flipe...no me reconocía. Luego pensé que a C, le iba a flipar verme así...iba a estar encantada.

La maquilladora fue encantadora y por alguna extraña coincidencia empezamos a hablar de flores, yo dije que mi flor favorita eran las lilas, ella dijo que también y que le recordaban a su infancia en su pueblo...Los Molinos. Sin comentarios.

De ahí fui a peluquería. Así como de pinturitas no sé nada, sé que hay que tener mucho cuidado con el tema pelos. La parte buena es que llevo el pelo corto asi que estoy a salvo de creaciones escultóricas capilares al estilo “moño del demonio”, “recogido imposible”, “cardado vintage” o “flequillo absurdo” o "fabuloso peinado cabeza de bombilla". El resultado estuvo bien..era yo peinada. Sorprendente pero tolerable.

Peinada, maquillada, un poco de charleta previa a la grabación con Salvador y directos al plató.

Esa es tu silla”.

Me senté y resenté mil veces. Piernas cruzadas, piernas juntas...me cuelgan los pies. “Estírate. No saques chepa”. Oía a Molimadre en mi cabeza. ¿Qué hago con los brazos? ¿A los lados del cuerpo? ¿Me siento encima de las manos? ¿Los cruzo? ¿Encima de la mesa? ¿llevo mucho escote?

Me veía por el rabillo del ojo en el monitor antes de empezar a grabar y me daban ganas de salir corriendo.



Visto lo visto, obviamente me tenía que haber sentado encima de las manos.

Me horrorizo, me vi en el sofá como una peli de miedo, tapándome con un cojín para no verlo del todo.

He tenido reacciones de todo tipo: Molimadre me llamó nada más terminar: “Te he visto, estabas acelerada y te habían maquillado muy bien”. Sin comentarios. M opina que estaba muy guapa pero muy pintada. Pobrehermano Mayor dice que estoy horrible y Pobrehermano Pequeño ha pasado a llamarme “Pobrehermana famosa”. Muchos descerebrados y amigos, sin embargo me han dicho cosas estupendas y se las agradezco infinito.

Juro que intentaré no volver a hacerlo.

En próximas entregas de mi exitosa serie "Ni de coña": "Mi primera charla pública".