martes, 3 de abril de 2012

¿ PARA QUÉ SIRVE UN HERMANO PEQUEÑO?

Hablo de uno pequeño de verdad, uno con el que te lleves por lo menos 6 ó 7 años como mínimo. Si te llevas menos de 5 es casi un igual y si te llevas menos de 20 meses, sois casi siameses y tus padres os ven como una hidra de dos cabezas.

Un hermano pequeño de verdad, como el que yo tengo, sirve para muchas cosas.

Sirve para que tu tío de 23 años decida leerte El Hobbit, la serie de noches que pasas en casa de tus abuelos, cuando tu hermano pequeño decidió nacer en plena Semana Santa hace 30 años. Visto desde la distancia, arriesgó mucho…3 enanos de 9, 8 y 6 años podían haber odiado a Tolkien para siempre tras haberle cogido pánico. No sólo no ocurrió eso, nos volvimos superfans y fuimos capaces de transmitirle esa adicción al hermano pequeño.

Sirve para darte cuenta definitivamente de lo que venías sospechando desde que nació tu hermana. En la escala de hijos, vas a ser el último mono. Tu única esperanza para conseguir algo de proyección en el universo de los descendientes es aburrida. Consiste en ser tan sumamente responsable que te encarguen el cuidado de tu hermano pequeño cuando tus padres salen.

Sirve para pasar un miedo atroz cuando le ves caer al suelo entre convulsiones y a tu madre correr con él en brazos para conseguir una ambulancia. Sirve para aprender una rutina de medicación durante años.

Sirve para aprender que un niño con un disfraz de coca cola hecho en casa y que le llega hasta los tobillos no puede subirse a un autobús sin caerse. Hay que quitarle el disfraz primero.

Sirve para ver a tus padres hacer de padres desde la distancia…como si fueras un espectador.

Sirve para consolarte de compartir cuarto con tu hermana. Ahora tu otro hermano también tiene que compartir. 2 y 2...es lo justo.

Sirve para darte cuenta de que una diferencia de 10 años, es una brecha generacional en cuanto a dibujos animados. Los referentes han cambiado.

Sirve para comprobar que la influencia de los hermanos mayores es casi tan fuerte como el lado oscuro de la fuerza. Compruebas con orgullo como tu hermano pequeño se hace fan de Bruce, los Rolling, The Who, Pink Floyd y Bob Dylan…mientras sus amigos babean por el rap.

Sirve para tener una excusa para ir a ver Toy Story 1 cuando tenías 22 años e ir a ver películas de dibujos animados no era tan “guay” como ahora.

Sirve para que te reafirmes en tu idea primigenia de que Bob Marley es pesadísimo y un brasas cuando tu hermano pequeño decide salirse un poco del guión musical que le habéis marcado y se lanza a la música reggae. Sirve para darte cuenta de que molaría bombardear Jamaica con efectos retroactivos…porque vas a morir si sigues escuchando ese ritmillo con la resaca que tienes.

Sirve para descubrir que hay gente que bebe vodka porque le gusta. Tu hermano pequeño.

Sirve para asistir ojiplática a como el nivel de tolerancia de tu madre hacia las resacas de sus hijos ha aumentado hasta casi hacerse infinita. Y digo casi, porque cuando tratas de medirla con tus resacas...súbitamente se reduce hasta los límites que recordabas de tu juventud.

Sirve para redescubrir a Steinbeck cuando le robas “El autobús perdido” y después te regala “ Cannery Row”

Sirve para regalarle la mesa de comedor que quieres quitar de tu casa y que a él le viene de puta madre porque justo acaba de irse de casa.

Sirve para que tus hijas tengan un tío joven. Eso siempre mola.

Sirve para presumir por lo guapísimo que es y sentirte como una abuela “¿a que es mono mi niño?

Sirve para sacarte de quicio por lo tocapelotas que es y volver a sentir toda esa rabia que solo los hermanos son capaces de hacer brotar. “No te soporto. Eres imbécil

Sirve para continuar con la misma plantilla del blog y ejercitar la paciencia.
¿Me haces un diseño nuevo?
Claro, para cuando lo quieres.
Molaría para el 28 de enero……
Vale.
Sirve para que tus amigos midan lo mayores que son… ¿Que pobrehermano pequeño cumple 30??? No me jodas.

Pobrehermano pequeño cumple hoy 30 años.  Le miro y me siento como si yo siguiera teniendo 9 y él acabara de nacer.  Me cuesta creer que seamos mayores.

¡Feliz cumpleaños!

lunes, 2 de abril de 2012

¿ QUE DICE TU COCHE?

Tengo un Seat Ibiza TDI de 11 años, blanco con 415.000 km. Es un coche estupendo que no me ha dado ni un solo problema en todos estos años y con el que mantengo una relación fabulosa. Yo le hago el mínimo caso imprescindible y él me lleva y me trae sin darme sustos. El día que estalle, se pare o arda para siempre...lo cambiaré por otro. Él no me echara de menos y yo tampoco. Mientras eso ocurra nos somos fieles.

No me gustan los coches. No me dicen absolutamente nada. Soy incapaz de recordar los modelos, los colores y el tipo de coche que tienen mis amigos. Soy perfectamente capaz de sorprenderme cada vez que alguien aparece con un coche gris y decirle: ¿pero no era negro? No, lleva 8 años siendo gris.

Como mi querencia hacia el mundo automovilístico es inapreciable me sorprenden muchos comportamientos que observo con respecto a los coches.

El coche autobús.

La gente se reproduce por primera vez y automáticamente se compra un coche de 6 plazas. No lo entiendo. ¿No saben que tamaño tendrá su hijo? ¿Están tan emocionados con el embarazo que piensan ya en encargar media docena? O ¿es que tenían capricho de un monovolumen y se han embarazado para justificar su compra? No lo entiendo. Un monovolumen es un coñazo de coche, se te pone complejo de conductor de autobús pero con el inconveniente de que los pasajeros te hablan.

Si el que lleva el monovolumen es ya familia numerosa..entiendo la compra y le compadezco sólo de imaginar los viajes entre juegos interminables de veo veo, música atronante del canta juegos, peleas sin fin por la menor tontería y el festival de migas infinito que son capaces de generar unos cuantos críos con una bolsa pequeña de cheetos en un habitáculo cerrado.

El coche concesionario.

Te sientas, miras alrededor y dices Ah...coche nuevo.

No, tiene ya 4 años.

¿4 años lleva conduciendo ese coche? No hay nada, absolutamente nada personal dentro de él. Todo está tal cual, como si acabara de sacarlo del concesionario. No huele a nada, no hay papeles, no hay cds, ni klennex, ni bolsas, ni un jersey, ni una moneda para el carro de la compra o el ticket del parking. Nada. Son esos coches que son como los salones de las revistas de moda, los ves y dices: ahí no vive nadie.

Esos coches me dan miedo…más que los coches los que los llevan…me dan tanto miedo que miro a ver si se reflejan en el retrovisor.

El coche Diógenes

Hay coches (el de pobrehermano mayor por ejemplo) que tienen un superpoder. Cualquier cosa que metas en él se quedará ahí para siempre: 3 jerseys, 2 paraguas, unas dos docenas de botellitas de agua en distintos estadios de putrefacción, bolsas ecológicas de la compra, las botas de esquiar, las botas de andar, una mochila de ir al monte, una mochila con la ropa de pádel, la raqueta de pádel, unos cuantos libros, la funda porta esquís, un forro polar, un chubasquero, otro forro polar, 10 ó 12 ejemplares de un periódico gratuito, calcetines…

Algunos de estos coches además, tienen el superpoder Diógenes combinado con el superpoder hipnótico. El dueño se monta cada día y piensa: joder, de hoy no pasa que me suba estas 3 camisetas y los dos pares de zapatillas a casa. Lo cree firmemente y conduce todo el camino pensando en que nada más llegar a destino sacará esas cosas…el coche le deja creerlo...y justo cuando para el coche y saca la llave del contacto, le sopla en la oreja y el conductor olvida coger lo que había pensado y no se da cuenta de que ha alimentado el Diógenes de su automóvil con una bufanda.

El coche quirófano.

Te montas y te dicen: cuidado con el bolso no le des a la puerta, cuidado con las piernas al cruzarlas no le vayas a dar al salpicadero, sacúdete el barro no vayas a manchar las alfombrillas, no se te ocurra comer nada, bebe antes de entrar porque no permito que nada líquido se aproxime a mi habitáculo, no tosas y por supuesto no se te ocurra estornudar.

Es tan estresante que como te descuides te encuentras pensando en que se te ha olvidado la mascarilla y abriendo la puerta con el codo para no dejar huellas dactilares en la puerta al abrirla.

El coche parque infantil.

Entras en uno de esos coches y para si quiera visualizar el sitio donde debes aposentar tu lindo culo, tienes que empezar a quitar trastos: una manta infantil “ es porque mi hijo por las mañanas tiene frio”, dos o tres cuentos “ es que le gusta leer de vez en cuando”, tres o cuatro carátulas de Dvd vacías “ son de las pelis que vemos de viaje largo, pero a saber dónde están las películas”, un cubo de playa…en enero, dos o tres pelotas una de ellas pinchada, una red de pesca, 2 o 3 muñecas en distinto estadio de desnudez y con los pelos enredados con dos o tres gormitis, tres o cuatro envases de actimel vacios, 6 ó 7 guarradas de esas que dan con el Happy Meal… Cuando consigues hacer un hueco después de desplazar todas esas cosas y te acomodas…miras alrededor y entonces flipas. El coche entero está lleno de regalos del día del padre y de la madre: un colgador para el retrovisor, dos o tres más en los reposacabezas de los asientos delanteros, un parasol con las manitas de los niños, un imán para el salpicadero y por último un ambientador con forma de pino colocado en el salpicadero.

El coche “mono”.

Esto es más de tías.
Me he comprado un coche. Es tann mono. Es un Pitipin clase W, de color azul noche con los asientos tapizados en negro azulón
No sé de qué me hablas… ¿es grande? ¿Es bueno? ¿Es barato?
 A ver, Moli… ¿cómo no vas a saber que coche es? Y no es nada de eso...pero es muy “mono”…y me pega muchísimo.

¿Un coche “mono”? ¿Un coche que te pega? Son conceptos que se me escapan…

Desde luego mi coche no es mono y no sé si me pega, pero molaría saber qué dice de mí.



jueves, 29 de marzo de 2012

MATERNITY (XCV): HUELGA DE DEBERES



Escucho esto por la radio y no doy crédito.

Me parece algo tan completamente idiota que en un instante de inocencia por mi parte que me enternece hasta las lágrimas, pienso que es imposible que lo haya escuchado bien.

Parezco nueva. Es completamente cierto. Escucho que en Francia se les ha ocurrido hacer una huelga de deberes y apago la radio. Con unos poderes adivinatorios que deberían hacerme ganar mucho más dinero del que gano, me quedo pensando en que sé exactamente qué va a pasar…alguna asociación absurda de padres y madres copiará esa estupidez de idea en España.

Y alehop...aqui está.

Las razones para esa genial idea son para abofetearlos hasta que se te despelleje la mano.

Quieren “suprimir los deberes a los alumnos fuera del horario lectivo” por:
Sobrecarga de tareas que deberían haber trabajo en la escuela.

¿Sobrecarga? Por favor…estamos criando niños no capullitos de alhelí. Si un niño tiene que sentarse con 6 años a hacer 20 minutos o media hora de deberes eso no es una sobrecarga. Y si con 12 tiene que estar una hora y media o dos tampoco le va a pasar nada. ¿Qué va a ser lo siguiente? ¿Qué la ropa venga con velcro como si fueran estrellas del porno para que no se frustren al intentar abotonarse las camisas o subirse la cremallera de los pantalones? ¿El tobogán con escalera mecánica para que no tengan que hacer el esfuerzo de trepar por la escalera?

Enseñanza poco motivadora, poco práctica y alejada de la cultura audiovisual en la que crece el niño, que sigue fundamentándose en el libro de texto y el aprendizaje memorístico. Así el sistema educativo echa «balones fuera» y encarga más deberes para casa.

Vamos a ver de qué estamos hablando. A ver si dejamos de creer que en la vida todo tiene que ser de color de rosa, gustarnos muchísimo, hacernos sentir cómodos y confortables.

La función de la enseñanza es aunque suene de Perogrullo enseñarte una serie de conceptos. Aprender a leer, a escribir, a sumar, a restar, a multiplicar, dividir, conocer los ríos, las montañas, los planetas, qué es el lenguaje, como se escribe…Esa es su función.

Estoy de acuerdo con que mola que la enseñanza sea motivadora pero esa motivación puede ser muy distinta para unos que para otros. A mí me motivaba mogollón la historia y el inglés y no me motivaba nada las matemáticas, a otros les motiva la física y a otros el análisis morfológico. Y a uno le puede motivar hacer collages de papel maché para representar los planetas y a otros leer libros sin parar…así que esto es lo que hay, unas veces te motivará y otras no.

La enseñanza no está para motivarles, para eso estás tú. Tú eres el que tienes que motivarles a esforzarse, motivarles para que vean que pueden hacer las cosas solos, motivarles para que vean que son capaces, motivarles para que disfruten mucho de las asignaturas que les gusten y lleven como puedan las que les molan menos.

Lo de la cultura audiovisual y el ataque al libro de texto es ya para quemarlos en la hoguera. Ahora resulta que las cosas solo se pueden aprender si te las cuentan a través de una pantalla...que no tengas que hacer ni el esfuerzo de leer…simplemente una pantalla que te lo cuente. ¿De qué estamos hablando? ¿A quién estamos criando? La cultura audiovisual, internet y todas esas cosas están fenomenal y son una herramienta fabulosa, pero desprestigiar y desechar el libro como instrumento de enseñanza es ya para encarcelarlos a todos.

Porque además me juego las dos manos y los dos pies (preciosos) a que ninguno de esos que postulan las bondades de la cultura audiovisual están pensando en que sus niños lean en un ebook o una tablet por ejemplo.

Volvemos a lo mismo, quieren pantalla con mensaje fácil que a sus hijos no les cueste nada asimilar.

Los deberes provocan desigualdades sociales. Mientras unos padres intentan ayudar a sus hijos, otros recurren a clases particulares o academias, otros muchos no tienen ni el nivel educativo ni el dinero para poder pagar esos apoyos. Con lo cual todos los alumnos no tienen las mismas ayudas.

A ver como explico esto sin ponerme a echar espumarajos por la boca. Los niños de una misma clase están todos con el mismo profesor, todos reciben las mismas explicaciones y el profesor les pone los mismos deberes a todos. Es decir, están en igualdad de condiciones.

Esos niños llegan a casa y se tienen que sentar a hacer los deberes. A unos les costará más y a otros menos. La vida es así, hay unos mejores y otros peores según qué cosas…

Los deberes NO son para los padres y no deberían sentarse con los hijos a hacer los deberes. Hay que animarles a adquirir el hábito y sentarse a hacerlos, y solucionarlos por ellos mismos. Por supuesto que si tienen alguna duda puedes intentar solucionársela en la medida de tus posibilidades, y si no lo sabes le dices “no lo sé, pregúntaselo mañana a la profesora”.

Yo soy una nulidad en matemáticas, pero ni se me ocurre pedir que no le pongan deberes de matémicas a mis hijas ni por supuesto creo que ellas estén en desigualdad de condiciones con sus compañeros…eso es una estupidez.

Tu hijo es terreno virgen, su cerebro es nuevo y está estrenar…y el profesor se lo ha explicado o viene en su libro. Cree en sus posibilidades, no las limites porque tu no lo sabes o no puedes pagarle una academia (este argumento me da ganas de vomitar).

Crean tensiones entre padres e hijos. Muchas veces, para poder hacer los deberes se quedan sin jugar, por lo que generan rechazo.

Bueno, bueno, bueno….”crean tensiones”…me descojono. Y la hora de comer también crea tensiones porque quieren macarrones y hay judías verdes y la hora de dormir porque quieren seguir jugando y la hora de volver del parque porque quieren quedarse y la hora de vestirse porque quieren determinada camiseta, y la hora de sentarse en el sofá porque todos quieren el mismo…

Así que eliminemos los deberes, la verdura, los horarios, la educación, los modales…volvamos a la selva y eliminemos tensiones.

Pero ¿qué mierda de argumento es esto?

Constituyen un problema para muchos progenitores que salen tarde de trabajar y no disponen de tiempo.

Los deberes no constituyen un problema porque los padres salgan tarde de trabajar. Eso es otra imbecilidad. El problema lo has creado tú. No les has enseñado a hacer los deberes por si solos, a ser independientes, a responsabilizarse de sus tareas…y entonces están esperando a qué tu llegues para hacerlos y obviamente cuando llegas te apetece hacer deberes tanto como rajarte las córneas y entonces en vez de pensar que lo mismo has hecho algo mal porque tus hijos llevan en casa 3 horas y no han hecho nada….decides que la culpa es del colegio por poner deberes. Con dos cojones….

Los menores necesitan tiempo para realizar actividades deportivas, culturales o de esparcimiento, que también contribuyen a su desarrollo personal.

Otra simpleza…que no voy ni a argumentar. Y además, no me creo nada...tururú.

Me fascina esta tendencia paternal hiperproteccionista que piensa que la vida en el Planeta Tierra está enfocada a que sus churumbeles se críen entre algodones, sin el más mínimo problema en toda su vida. Esos padres que creen que la cultura del esfuerzo es algo del pasado y que sus hijos no deben esforzarse por nada porque el solo hecho de haber nacido ya los hace perfectos. Esos padres que deciden que educar a sus hijos siempre es tarea de otros. Esos padres que en vez de remangarse y decir “tú puedes hijo mío” deciden que es más fácil echarle la culpa al profesor.

La función de los deberes cuando son pequeños es que adquieran un hábito de estudio y más adelante que fijen los conceptos enseñados en clase. Llegas a casa, meriendas, haces las tareas y juegas…así de fácil. Y cualquier niño, cualquier niño...incluso los hijos de los padres de esas asociaciones son capaces, muy capaces si les das la oportunidad, los motivas y los apoyas.

Ya podíais haber dedicado el tiempo que habéis perdido escribiendo estas majaderías en enseñar a vuestros hijos el valor del esfuerzo, el conocimiento y la superación personal.

Y ya me jode sonar como un coach por vuestra culpa.

martes, 27 de marzo de 2012

CONCILIAR

Me equivoqué. Lo reconozco y me fustigo por ello.

En este post dije que SSS saldría diciendo que ella hacía malabarismos para combinar su vida familiar y profesional y que conciliaba como todas.

Ella no ha dicho ni mu. No le ha hecho falta. El País se ha encargado de escribir un publirreportaje sobre el tema. Reconozco que no les ha salido muy bien, porque uno llega al final del reportaje o bien descojonado o bien cabreado pero convencido de que SSS no concilia nada.

Y hace bien. A mí, me parece perfecto. Estoy completamente a favor de no conciliar, porque además es un coñazo, exige muchísimo esfuerzo y es agotador pasarte el día auto convenciéndote de que esa carrera permanente contra el reloj y esos miles de pensamientos que bullen en tu cabeza significan que eres a la vez una profesional competente y una madre estupenda, cuando lo que de verdad crees es que estás siendo un completo fracaso en ambos aspectos.

Conciliar es según el DRAE: Conformar dos o más proposiciones o doctrinas al parecer contrarias.

Exacto. Nada hay más contrario (e imposible) que estar a la vez en dos sitios.

En vista de que es imposible y hasta que la clonación esté más avanzada, los padres nos dedicamos a conjugar la palabra conciliar como un mantra, intentado que nuestra vida profesional, que nos mola mucho y nuestra vida familiar,  que también nos mola estén más o menos equilibradas y disfruten más o menos por igual de nuestra presencia.

Hay mucha gente que no concilia y me parece estupendo. Hay padres (sobre todo madres, pero este post es genérico) que deciden cuando se reproducen dejar de trabajar. Prefieren cuidar a sus hijos y quedarse en casa. Estupendo, aplaudo su decisión con las orejas si hace falta. Pero no concilian, porque no hay dos proposiciones opuestas...solo hay una proposición.

También hay padres que deciden, tras reproducirse, no dedicarse a sus hijos más que en momentos puntuales y enfocarse más en su faceta profesional, porque les mola, porque quieren ser califa en lugar del califa...por lo que sea. Estupendo, también los aplaudo con las orejas…pero tampoco concilian, porque tampoco hay dos proposiciones, sólo una.

¿Quién concilia por lo tanto?

El que combina el curro y su familia y trata de hacerlo equilibradamente. Hacerlo sin limitar alguna de las dos proposiciones es muy chungo. Puede parecer más fácil si curras de 8 a 3, pero no lo es, porque entonces necesitarás poner unos dos millones de velas a algún santo para conseguir  plaza en una guardería o colegio público con ese horario o ganar la suficiente pasta como para tener alguien que te ayude en casa para poder estar con los niños cuando tu salgas a las 7 y media de la mañana para currar. Si curras en horario partido y sales a las 6 o 7 de la tarde, también necesitarás algo así...horario extendido en el curro o tirar de ayuda externa para que te recoja los niños del cole. Incluso currando en un horario ideal como de 9 a 5...necesitarás algún tipo de ayuda externa, porque los niños tienen muchas más vacaciones que tú.

Y no solo eso. Tendrás que ir a reuniones de padres a horarios absurdos como las 12 de la mañana, tendrás que llevarlos al médico, tendrás las funciones de navidad y querrás pasar tiempo con ellos por las tardes (más allá del momento místico del baño que compruebo con alucine que se está extendiendo entre ciertos padres)…Y todo eso quieres hacerlo sin que tu trabajo se resienta…y no solo quieres hacerlo, sino que lo consigues. A costa de dinero, a costa de ayuda de tu familia (que seamos sinceros la mayor parte de la gente preferiría no tener que tirar de los abuelos para ocuparse de los hijos diariamente), a costa de ir corriendo a todos lados, de hacer un Excel con reuniones, médicos, funciones y demás…y lo consigues.

Porque además, conciliar no son solo los niños. También está la intendencia familiar.  Si  llegas a las 6 de la tarde a casa después de recoger a tus hijos en el colegio y tu casa te recibe exactamente igual que la dejaste a las 7:30 de la mañana: el desayuno por recoger, las camas sin hacer, la plancha, la lavadora, hay que preparar la cena…etc., etc..Hay que ponerse a currar y solucionar todo eso. Si ganas suficiente dinero puedes tener ayuda para eso, pagas a alguien que te solucione el trabajo de la casa y que te ayude con los niños. Pero si no...en vez de poder dedicarte a tus hijos o a ti mismo por un ratito tendrás que dedicarte a limpiar, cocinar, recoger, planchar y lavar....y todo eso ocupa tiempo y sobre todo ocupa mucha memoria.

Seamos sinceros, con dinero es más fácil conciliar porque el tiempo que tienes libre del curro no tienes que dedicarlo a planchar, fregar o pasar la mopa. Es verdad, pero esa ayuda la pagas y a veces cuesta mucho ( no es lo mismo pagar ayuda ganando 1500 euros que ganando 6000)  y es la única solución que tienes para tu organización vital porque curras lejos, porque no tienes ayuda familiar en la ciudad donde vives o tienes un absurdo horario partido que te hace llegar a casa a las 8 de la tarde.

Para decir que concilias tienes que tener en la cabeza tu curro y tu casa, y tienes que jugar a los equilibrios, sabiendo cargar el peso en un lado o en otro...pero siempre controlando para que el otro lado no se desequlibre completamente. Es agotador y exige un huevo de recursos de todo tipo...pero se puede hacer.

Conciliar en cualquier caso y contra lo que pudiera pensarse leyendo el artículo de El País, no es pirarte de casa a las 7 y media de la mañana y llegar a casa a las 8 o las 8 y media de la tarde para bañar a los niños. Y me da igual que seas padre o madre, vicepresidenta o peón de gasolinera.

La diferencia está en que si eres mujer y vicepresidenta lo habrás elegido y los medios te ensalzarán.

Y si eres tío y peón de gasolinera, no te quedará más cojones y la sociedad dirá que eres un machista.

Y no es justo.
*Como sé que vendrá alguien a decir que me cebo con SSS, diré que este post es perfectamente extrapolable a cualquier cargo político de cualquier partido. Me es indiferente completamente.