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jueves, 9 de enero de 2014

Twitter es un bar y el blog es tu casa


Twitter es la plaza de tu pueblo. 
Twitter es el bar al que todo el mundo va para ver y ser visto. 

En twitter puedes no decir nada y verlo todo. Twitter es la plaza del pueblo dónde algunos llegan a vender su mercancía. Los hay que venden ocurrencias ingeniosas "comprad, comprad mis sentencias jocosas". Los hay que venden información "comprad, comprad la información que traigo a la plaza el primero. Soy el pregonero". Los hay que van a vender de verdad "comprad, comprad mis hermosos jabalies". Los hay que van contar sus logros "hoy he corrido/nadado/viajado". Los hay que vocean su día a día, sus estados de ánimo y sus logros. Los hay que hacen poesía.  Los hay que muestran su álbum fotográfico "he publicado una foto en instagram" y los hay que traen a la plaza de su pueblo lo que han visto en las plazas de otros pueblos "mirad lo que dice The Guardian, el Ny Times"

En Twitter, como en la plaza de tu pueblo el día de mercadillo,  como en un bar a la hora de las copas o las cañas, hay también mucha gente paseando que no vende ni dice nada. Simplemente mira, y si acaso charla con sus conocidos sobre lo que se está vendiendo en esa plaza o la gente que hay en el bar. Son los curiosos y como en la plaza de tu pueblo, a veces se arremolinan alrededor de un puesto y el dueño de ese puesto se pone como un pavo cuando ve que él tiene muchos más seguidores que el puesto de al lado y que a su grito de "mirad que gracioso soy y la chispa que tengo", el puesto se le llena de gente diciendo que él es el favorito.  

En twitter, los comerciantes se miran con suspicacia. Igual que los solteros que van a ligar a un bar.  Cuentan los curiosos delante de sus puestos, la gente que los mira y los comparan con los que tienen los demás . Respiran tranquilos si su cola es más larga y empiezan a preocuparse si los curiosos empiezan a dispersarse o a mirar a otro lado. 

No todo es paz y armonía en la plaza de Twitter. A veces los comerciantes se pelean entre ellos, uno grita algo más fuerte que el otro y se enzarzan en una discusión a voces en la que los curiosos de cada uno de ellos también participan. 

En la plaza de Twitter todo pasa ahora, ya, delante de todos. Si la mercancía, la información, el chiste, el enlace tiene éxito, lo tiene ahora, ya. Todo es inmediato. Se despliegan los puestos, los encantos, las informaciones, los chistes, las ocurrencias y al momento se sabe si se ha acertado vendiendo eso, si se tiene éxito, si se lo quitan de las manos. Se puede ver si alguien está copiando la mercancía y enfurecerse muchísimo o sentirse halagado dependiendo de quién copie. 

Twitter es la inmediatez. Es la recompensa o el rechazo en el momento a aquello que muestras. Twitter es la ropa que te pones para salir, la frase ingeniosa que se dice para ligar, la mirada que dice "me interesas", la copa a la que se invita para entablar conversación. 

El blog es tu casa. Es estar solo. Es silencio. Es andar en pijama, sin peinar y con tu jersey favorito. Es pensar en escribir una carta. Darle vueltas a como  hacerlo, a qué decir, a como lo vas a escribir. Es tener que encontrar el hueco, porque escribir una carta lleva tiempo. No sirve garabatear 7 palabras en una servilleta y tirarla por la ventana. No. Se necesita tiempo, papel, boli e inspiración. No inspiración para empezar y decir 4 cosas, no. Hay que contar algo, una historia, un pensamiento, un cabreo, una anécdota.  

A veces no encuentras el momento, te da pereza o miedo o no encuentras la concentración y entonces te vistes y te vas a twitter a darte una vuelta, a ver que se cuece, a ver que dicen, a distraerte entre los puestos, a ver si entre todo lo que te ofrecen algo te inspira. 

Y después vuelves a casa, porque sabes que tienes que escribir esa carta y pensar en si la envías o no la envías. Si decides enviarla, sabes que es probable que no tengas ninguna respuesta. La enviarás sabiendo que a lo mejor nadie la lee, que incluso puede que nadie sepa que la has escrito. Es saber y contar con que no habrá hordas de curiosos esperando a leer tus cartas, y que si hay algún curioso será discreto, será casi invisible. Sólo después de muchas cartas y con mucha suerte y muchos curiosos que se digan unos a otros "hay por ahí un alguien que escriben unas cartas que molan al que merece la pena leer" puede que tus cartas tengan miles de destinatarios que las lean, las relean e incluso las guarden. Puede que incluso cojan tus cartas y las enseñen en la plaza, en twitter. 

Y puede que después, muchísimo después...esos curiosos, al verte pasear entre los puestos de la plaza de Twitter te saluden y te digan algo. 

¿Es mejor un blog que twitter? 
¿Es mejor tu casa que la plaza del pueblo, que el bar de la esquina? 

Pues depende de lo que quieras, lo que te guste hacer, lo que busques, y el momento del día. 

Twitter es la frase ingeniosa para enganchar que se olvida y queda sepultada bajo otro millón de frases igualmente ingeniosas. 
El blog es el paquete de cartas atadas con un cordel, guardadas en un cajón y que se pueden releer en cualquier momento. 

Twitter es ligar. 
El blog es enamorar. 

Para mí, no hay nada como el blog.  


Este post ha llegado a Menéame. Puedes difundirlo aquí. 

lunes, 27 de enero de 2014

MOLIDOCUMENTALES: EL MATÓN DE TWITTER.

Twitter es un bar, pero no siempre es el mismo bar. Hay veces que es un bar tranquilo dónde tomarte una copa y charlar con amigos. Otras veces es la tasca dónde entras a tomarte un café rápido y ojear la prensa y otras veces, sin saber muy bien cómo se transforma en un bar de instituto, de instituto de esos chungos de las pelis. 

En esas ocasiones, allí está él: el matón de twitter. 

El matón de twitter es exactamente igual que todos los matones: un maleducado, un chulo y un prepotente que por alguna extraña razón ha conseguido destacar en algo. En twitter eso es fácil. 

Se pasea con las manos en los bolsillos mirando a su alrededor. Mira desde arriba, porque él se cree superior. Camina arriba y abajo contemplando desde su atalaya de matón a los que él considera piltrafillas. Le ves llegar, le oyes hablar y sabes que va buscando gresca. Se aburre, sus colegas no le hacen caso o le pica algo, pero el caso es que se aburre. Quiere gresca.  

Pulula por la red orgulloso, pensando que tiene la cola más larga (de seguidores) y que él manda. Detrás de él, lleva  su cola (de seguidores) dispuestos a jalearle o lanzarse a morder a quién él les indique. Busca, olfatea, rastrea la red buscando una presa. El matón de twitter es bobo, pero no tanto como para meterse con alguien de su talla. Así que elige una presa, alguien pequeño, indefenso, un desconocido que en su rinconcito ha decido escribir algo, una opinión personal, un comentario con una idea...Le ha apetecido hacerlo y lo ha hecho, sin más. Sin más y si tener una gran cola (de seguidores). 

Localizada la presa, el matón de twitter se lanza como un perro de presa. Primero llega y empuja al indefenso desconocido. Le insulta, le humilla, le ridiculiza y se ríe. Se ríe muy alto, con carcajadas de superioridad que sus hordas de seguidores le jalean. 

La víctima, que no sabe muy bien de dónde le llegan las leches, en unos casos trata de contestar explicándose "No, mira...lo que yo quería decir es", a lo que el matón responde con más malos modos, más risitas idiotas y más insultos pretendidamente ingeniosos e inteligentes. 

Otras veces la víctima no se deja tocar los cojones por el matón y le contesta en su estilo, poniéndose a su nivel e insultándole. 

El matón entonces se para, se gira y le dice algo como "No tienes ni puta idea de con quién te estás metiendo y quién soy yo". Y acto seguido lanza a sus huestes a por la indefensa presa, mientras sigue riéndose y retratándose ante el resto de twitter que le está viendo como el completo cretino que es. 

Una vez terminado el descuartizamiento de la víctima, cuando se ha cansado de jugar con ella, cuando considera que ya ha mostrado suficiente su poder o sencillamente se ha cansado de jugar, el matón de twitter se vuelve a su casa a hacer lo que sea que hacen los matones...nada interesante, me temo. 

A veces, la jugada le sale mal. Normalmente el resto de twitter, el resto de la gente del bar no se mete en la gresca. Le ven venir, saben que va a hacer, pero no dicen (decimos) nada. Unas veces por miedo, otras veces por pasotismo, otras veces porque no es nuestra guerra...pero a veces, algunas veces, llega alguien más poderoso a mediar en la gresca, a pararle los pies al matón. Ese alguien suele tener poder, autoridad, educación, una cola aún más grande (de seguidores que no de hinchas enfervorecidos) y mucha mucha clase.  

Mientras el matón está ahí con las mandíbulas apretadas en torno a su presa o dándole empellones contra la pared, ese alguien llega y le toca en el hombro. Con clase, con sutileza, con la autoridad que le da ser un señor y no un macarra de polígono. 

El matón se gira dispuesto a seguir repartiendo leches, insultos o lindezas supuestamente ocurrentes a quién sea que se ha permitido interrumpirle, pero al girarse y ver quién le interpela, se queda paralizado. Se le hiela la sonrisa y la cara y no sabe muy bien qué decir. No puede agachar la cabeza y retirarse a sus cuarteles. No es tan sencillo. Sabe que ese alguien puede hundirle, sabe que ese alguien es más listo, más inteligente y más educado...pero también sabe que se debe a su cola (de seguidores) y que no puede abandonar el bar sin más. Balbucea respuestas, trata de reconducir la situación. Mágicamente abandona el tono de macarra, los insultos y la prepotencia y comienza a contestar con educación. 

El alguien que ha aparecido para pararle los pies, le trata como se merece. Con distancia. Con educación, clase y contudencia, le contesta hasta que le pone en su sitio. Los demás, vemos como el macarra se achanta, como se hace pequeño en su chupa de cuero y como al final balbucea algo y se marcha con la cola entre las piernas. 

Normalmente no aprende y  al cabo de un par de días...repuesto su maltrecho orgullo y confiando en que nadie se acuerde de él, vuelve. Se pasea. Mira. Rastrea. Y busca gresca. 

¿Por qué le sigo? me preguntaba el otro día. Me produce hostilidad y ganas de matar. ¿Dejo de seguirle o le hago un post? Mejor aprovecho la inspiración y luego ya veremos....

 Por supuesto, matones de twitter los hay ellos y ellas. No se salva nadie.  


jueves, 17 de noviembre de 2011

¿PARA QUE SIRVE TWITTER?


Para nada.
Esto es obvio. Twitter no sirve para nada. Es de hecho su uso más extendido. No es una herramienta vital para la humanidad. De hecho la mayor parte de la población no sabe que existe, otra parte de la población que tiene acceso a internet ni se plantea utilizarlo y otra gran cantidad de gente se abre una cuenta y jamás lo utiliza. Es su uso más común y extendido: twitter no sirve para nada.

Para informarse.
Cierto. Puedes suscribirte a periódicos (si es que esto es información), a revistas, a páginas web, a editoriales, librerías, restaurantes, asociaciones...etc, etc y que te lleguen los avisos de cada novedad, cada titular, cada artículo...etc. Está bien, es un uso útil. Lo malo es si combinas la tentación de sentirte guay en plan “hala...que cantidad de cosas que me interesan”…con el botón de “seguir” de twitter y de repente estas siguiendo tal cantidad de cosas que te bombardean con miles de tuits...que es inevitable que acabes por pasar de todo o por perderte lo más importante y lo que de verdad te interesa.

Para decir gilipolleces y encontrar audiencia.
Este es un uso muy común y viene a dar cobertura tecnológica una costumbre muy española: decir gilipolleces. Twitter va a terminar con “tengo un amigo que dice”…ahora retwiteas su estupidez y desgraciadamente esa gracieta se perpetuara por la red hasta el infinito.

Por supuesto hay gilipolleces que merece perpetuarse y otras con las que dan ganas de ir en persona (eso tan retro hoy en día) y esculpírsela con un escoplo al interfecto.

Para darte cuenta de que no tienes el don de la síntesis.
Quieres contar algo, incluso algo importante y vital o sumamente gracioso y te das cuenta de que eres incapaz de sintetizarlo en 140 caracteres.

Para compensar esa falta, te das cuenta de que contar si sabes y dejas una ristra de mensajes numerados (1/3, 2/3, 3/3)

Para intentar ligar.
Esto es obvio. La gente intenta ligar en el curro, en el hospital, en el metro, en el bus, en la playa, en el parque, a la salida del colegio, en una fiesta, en un bar, en un bingo...pues en twitter igual.

Como “Mi querido diario”.
Este uso es acojonante. Gente a la que seguro que si le preguntas: ¿escribirías un diario? Te contestaría: NI de coña, utiliza twitter como diario:

Buenos días. Me levanto. Tengo sueño”.
“Mi café de desayuno me da la vida”.
“Hace calor. Que me pongo”
“He quedado con unas amigas”.
“Sofá y mantita”.
Copas y siesta”…

Comprendo que la vida de uno mismo es increíblemente llena y emocionante, pero hay que pensar que si te sentaras a escribir en un cuaderno sobre tu día... ¿de verdad escribirías eso aunque solo lo fueras a leer tu? Y si para ti eso sería un coñazo, no te interesaría y te haría pensar que eres gilipollas ¿Qué te hace pensar que para todos los demás tiene el más mínimo interés?

Cómo púlpito.
En el mundo en 2D, si te crees en posesión de la verdad absoluta y crees que sabes mogollón de algo y que los demás merecen saber tu opinión porque vale trillones...tu radio de influencia es limitado: tus colegas, tu familia, tus compañeros de curro…y como mucho los demás mataos que van al mismo bar que tu.

Twitter es un púlpito en el que todos los gurús pueden subirse y esparcir su semillita por el mundo. Para cualquier idea, ya sea genial o una completa soplapollez, encontrarán audiencia. Audiencia que comulgue o que no comulgue con sus ideas…pero audiencia dispuesta a escucharles y con la opción de propagar esas ideas hasta el infinito gracias al botón de retuit.

En el mundo 2.0 una idea genial contada en una comida de familia tiene una vida muy corta, como mucho se comentará dos o tres días después: “mi cuñado el otro día dijo que……”, “mi colega fulano comentó el otro día….”. En twitter tiene vida infinita…desde el púlpito cae y se propaga como miles de hormiguitas (pajaritos azules que sería lo suyo no me molan en esta imagen) fueran a colonizar el planeta.

Para discutir.
Es el sitio ideal: no escuchas al otro, no oyes el tono, puedes malinterpretarle, los insultos “se valen”, puedes tener a tus fans insultando al oponente, puedes hacerte el digno y decir “pues ya no te ajunto” y encima tienes público. Todo son ventajas.

Solo un ring con barro y tías en bikini se me ocurre como sitio mejor para discutir.

Para ser revolucionario de garrafón.
Sin salir de tu casa, de tu sofá, con tu coca cola en la mano, la nevera llena y un ipad, un portátil o un smart phone con conexión a internet mostrarte indignado con las injusticias del mundo.

Obviamente encuentras a mil comodones como tú que encuentran tu actitud digna de ejemplo y retuitean todos tus pensamientos revolucionarios.

Para darte cuenta de que no tienes tiempo para seguir todo lo que te gusta porque tienes que seguir cosas que no te interesan.
Uso de twitter por el curro.

High School Twitter
Es una herramienta que hace que gente de 40 palos se comporte como si estuviera en un instituto americano, como Grease para que os hagáis una idea.

Tenemos a la tía popular. La rubia de bote con curvas por la que todos los tíos babean. Se dedica a petar twitter con sus ocurrencias que normalmente son bobadas pero como encuentra público que le aplaude con sus orejas se va creciendo y cada vez dice más chorradas. Llega a tener el ego tan crecido que se cree que su opinión sobre cualquier tema es dogma de fe. Acaba siendo graciosa porque lo mismo opina de política, que de ciencia, que de religión. Aunque llegue a tener 2000 seguidores…se cabreará si pierde uno, pondrá morritos y dirá: eres tonto. Es la simpleza elevada al cubo.

Tenemos al empollón. Tuits sesudos a diestro y siniestro que no encuentran público pero no por eso desiste de seguir breando a la humanidad con sus conocimientos. De vez en cuando se agrupan en pandillas, son como un grupo de matones pero con gafas. Se intercambian tuits de listos y cuando cogen confianza se ríen de los que no saben como ellos. En la vida real probablemente no tienen amigos.

Tenemos al tío popular. En el instituto y con 16 años el tío popular es guapo y cachas. En twitter como todos tenemos 40, el tío popular es el “interesante”. Suele ser interesante de inicio, pero el problema es que se lo acaba creyendo. Se retroalimenta y acaba encontrándose tan interesante a si mismo que no para de mirarse el ombligo.

El baboso. Retuitea todo lo que la tía popular dice con la esperanza de acabar consiguiendo algo con ella que todo el resto de twitter sabe que jamás conseguirá. Al final un reply le parece el colmo de la felicidad y lo guarda en favoritos para contemplarlo de vez en cuando mientras juega a las manualidades.

El cabreado. Jamás dice nada asertivo. Solo se dedica a contestar a todo a la contra. Es agotador, muy cansino y debe dar úlcera. Suele ser una persona con una piel muy muy fina capaz de encontrar ofensa en cualquier cosa. Y por supuesto todo es personal.

La tímida. Lo miro todo, lo lee todo. Nunca dice nada.

Para escribir esta gilipollez de post.

jueves, 25 de diciembre de 2014

Un aperitivo y un reencuentro

Los Molinos es un sitio pequeño donde la ley de los seis grados de separación no se cumple ni de coña. Lo más alejado que puedes estar de alguien es un grado, dos si es un completo desconocido recién mudado o alguien que ha vivido secuestrado en su casa por una secta de mormones aterrizados en una nave espacial.

Los Molinos es un pueblo con poco comercio pero con una sobre abundancia de bares. A mí me recuerda mucho a "Obelix y Compañía" pero sin tanta variedad: un bar, un bar, un bar, una cervecería, un bar...

Los Molinos es un pueblo con una gran tradición de montar aperitivos que se escapan totalmente de control y acaban en cualquier cosa que no tiene nada que ver con la mesura en el comer ni en el beber y normalmente de noche cerrada. 

- "Moli, soy Paula. ¿estás en Los Molinos hoy? Llego al aperitivo tardío, me encantaría vernos.
- Estupendo, aquí te esperamos. 

Pobrehermano Mayor, las princezaz y yo salimos para el aperitivo.

- Pobrehermano, me ha escrito Paula. Va a llegar un poco tarde.
- Uy, pues yo no la veo, este año me lo pienso tomar con calma. Un aperitivo light.
- ¿Cómo de light? ¿Cómo el de hace dos años cuando llegaste a la cena de Nochebuena a las 11:30 de la noche?
- Ese año la culpa fue vuestra. Me acosté la siesta...
- ¡a las 9 de la noche!
- Me acosté la siesta y en vez de levantarme a gritos, entrasteis y me dijisteis: venga... que nos vamos. Y claro así no me levanté. 
- Vale, vale...pero que Paula llegará a las 3 y media o las 4. 

3 horas y media después, 4 bares completados, todos mis familiares saludados, amigos por todas partes,  n rondas de cervezas terminadas, dos princezaz hambrientas, desesperadas y considerando pedir un cambio de madre, ¡apareció Paula!

Entre Paula y yo hay un grado muy muy escaso de separación y nos tenemos un cariño inmenso. En su casa estaba Pobrehermano Mayor cuando murió mi padre. Uno de los recuerdos más absurdos de mi vida ocurrió cuando en el funeral de mi padre, en una iglesia aborratada de gente que se acercaba a saludarme, una amiga de mi hermano Gonzalo que tendría 14 años casi se muere de la emoción porque el padre de Paula era su ídolo y estaba acompañándonos ese día y nos pidió permiso para pedirle un autógrafo. Pobrehermano Pequeño y Paula hermano también eran y son amigos...algunos de los perros que hemos tenido vinieron de casa de Paula, yo paseo por El Roto y ella va a correr por allí  y mil cosas más.

Los caminos de la red son inescrutables y asombrosos y después de años de no saber de Paula y su familia más que de oídas lejanas, un buen día abro twitter, me encuentro un retuit que pone "Paula" y digo: ¡coño, si es Paula! y de ahí retomamos el contacto virtual: yo la veo a ella con todos sus éxitos profesional y ella me ve a mi...mmmm..lo que sea que hago yo. La he visto dar charlas, publicar artículos, correr de madrugada convirtiéndose en una maldita runner, la he visto sufrir como una campeona corriendo el marathon de NY y conseguir terminarlo. Y la veo con su pelo liso y perfecto y recuerdo su melenón de rizos a lo Annie McDowell pensando en el tiempo que se tirará en la peluquería. 

De hecho es lo primero que le pregunto al verla porque ya estoy completamente empapuzada de cerveza. 

- Pero Paula...¿cómo consigues tener el pelo asi? La gente fliparía si conociera tu melena. 
- Jajajaja...una pasta en tratamientos.

Después de un par de rondas más, muchas risas y de presentarle a las princezaz que definitivamente han decidido hacer como que no me conocen y se han sentado al fondo del bar a jugar al ajedrez... me retiro a casa para conseguir llegar a la cena en un estado decente. 

Inmortalizamos el momento en una foto innoble y decidimos repetir muy pronto. 


*A Pobrehermano Mayor se le fue de las manos el aperitivo... pero esa es otra historia. 




miércoles, 24 de enero de 2018

Los hilos de twitter y los muebles de IKEA


Una enfermedad muy contagiosa llamada "hilos" está tejiendo una tela de araña cada vez más tupida dentro y alrededor de twitter. Los hilos cruzan las conversaciones, atraviesan la información capturando las historias en ridículos envoltorios de tres, cuatro o veinticuatro mini mensajes. Envoltorios dulces, fáciles de tragar, de digerir y olvidar. No importa el tema. Da igual que sea una noticia política importante, una historia trágica, un acontecimiento histórico o una anécdota humorística. Los párrafos, los textos de más de doscientos caracteres, los artículos, la estructura de presentación, nudo y desenlace, el contexto, el tono, las conclusiones, todas esas cosas, necesarias, importantes y vitales para contar algo agonizan al borde de la extinción ahogadas en una maraña de hilos que, la mayoría de las veces, no se siguen más allá del tercer tweet. 

¿Qué nos ha pasado? ¿Qué nos está pasando? De niños no  nos cansamos nunca de leer buenas historias, "sigue un poco más" le decimos a cualquiera que nos cuente un cuento, pedimos detalles, información, contexto. Lo queremos saber todo y que nos lo cuenten bien. Por supuesto que no todas las historias, ni las informaciones, ni los escritores, ni las noticias merecen la pena pero ¿por qué ya nadie se molesta en salir del bar que es twitter para irse a casa de aquel que sabe que cuenta buenas historias? ¿Porque nos conformamos con los tres titulares en la barra de twitter y no nos vamos a casa, al blog, de nadie? ¿Por qué sólo flirteamos pero nos nos enamoramos? 

Antes de ayer Hombre Revenido, uno de mis primeros amigos en internet, arrasó twitter contando la historia de Kenzaburo Oé y su hijo. Lo hizo en un hilo maravilloso, bordando a mano una historia preciosa y conmovedora, dosificando la información, la tensión y la emoción. El público en el bar de twitter se lo agradeció entusiasmado y yo me alegro infinito porque Hombre Revenido es un tipo inteligente, divertido y un fantabuloso contador de historias. Lleva más de diez años elaborando historias en su casa, en su blog, pero nadie (solo unos pocos irreductibles) se pasa por allí y me da pena y rabia porque allí está todo su talento. 

Las historias tienen unas dimensiones, un volumen, una presencia, un entorno y un ritmo. Son algo más que su superficie, siempre esconden detalles. Cada una de ellas es diferente y el trabajo del buen contador de historias, ya sea periodista, bloguero, opinador o escritor es pulirlas, desentrañarlas y ponerlas al alcance del público. En mi opinión, pulirlas no significa desintegrarlas hasta convertirlas en un esqueleto simplón moviéndose a un ritmo sincopado. La información no puede ser un mueble de Ikea desmontado.  Algunas historias, casi todas, son un cuadro de Escher y no deberían ser jamás una estantería Billy.

La calidad, el oficio de un comunicador, de un periodista, de un contador de historias debería medirse por su capacidad para sacarte del bar de twitter y llevarte de la mano por el laberinto de Escher sin que te pierdas. De una buena historia hay que salir revolcado, agitando la cabeza y diciendo "vaya, no tenía ni idea de esto, me ha hecho pensar".  Una estantería Billy se olvida nada más verla, cualquiera puede montarla. 

Ojalá volvamos a pasear por los laberintos. Ojalá siga quedando gente que nos cuente historias despacio, con calma, detalle y melodía y no nos quedemos solo con el ritmo sincopado y simplón de  los montadores de estanterías Billy. 


jueves, 1 de diciembre de 2016

Twitter es el mal porque (les) conviene


"Hordas twitteras"
"Linchamientos en twitter" 
"Arde twitter"

Oigo, leo y veo estos titulares en los medios de comunicación. Entro en mi cuenta de Twitter y encuentro a mis umpalumpas, a los que yo he decido seguir, enfrascados en conversaciones, en intercambios, en monólogos en voz alta. Algunos están muy tranquilos, otros charlan, otros (los que no veo) solo miran y leen y otros, unos pocos, están siempre muy enfadados con algo. Muchos, cada día, cada minuto encuentran un motivo para estar enfadadísimos. 

Oigo, leo y veo que los medios, los periodistas, los políticos, los actores, los escritores y casi cualquiera con un mínimo de presencia mediática se muestra indignado contra esas "hordas tuiteras" que boicotean sus iniciativas, critican sus artículos contrastando datos, sus opiniones políticas, sus películas, sus libros o lo que sea. 

No voy a defender a la gente que insulta, que desprecia o que manifiesta una hostilidad beligerante y agresiva hacia otros o hacia las opiniones, trabajos o creencias de otros pero encuentro que se da una importancia desmesurada a algo que puedes apagar con un click. 

Sé que puede no ser tan fácil. "Es que lo que se dice en twitter luego se escucha en todas partes". Ya. Claro. Pero ¿quién lo saca de twitter? ¿cómo se entera alguien que no tiene twitter, alguien de esa inmensa mayoría de españoles, de una polémica en twitter? 

Aja. Por la prensa. Por los periodistas. Por los programas de radio. Por los políticos. Por los artistas. Por los escritores. Todos ellos han jugado a ser Willy Wonka. 

En mi mente, Twitter está constituido por una serie de pequeños cubos de metacrilato. Dentro de ellos hay personas diminutas que a través de las paredes transparentes ven el mundo y opinan, comparten y, a veces, critican. Twitter es como un mundo paralelo lleno de umpalumpas gritándose entre ellos. Dentro de esos cubos el griterío es ensordecedor, y si no eliges bien a quién metes en tu cubo de metacrilato puedes volverte loco o directamente idiota, pero lo que gritan los umpalumpas no se oye fuera. No se oye, si los Willy Wonka de turno no les dan altavoz. 

La prensa, la radio, las televisiones critican twitter pero usan los tweets para rellenar horas y horas de contenido, para escribir artículos, para pedir que sus seguidores les jaleen. Los políticos critican a los umpalumpas que no les siguen pero achuchan a los suyos y se lamentan de los contrarios. Los periodistas se quejan de que les critiquen los artículos pero buscan umpalumpas para encontrar testimonios cuando los necesitan. Y así con todo. 

¿Estoy defendiendo Twitter? No. Pero no creo en el concepto "hordas tuiteras". En Twitter hay el mismo número de idiotas que en cualquier otro sitio, hay los mismos que en tu trabajo, tu bar, tu gimnasio, el colegio de tus hijos o entre tus amigos. 

Las críticas en Twitter pueden ser aquelarres de indocumentados e ignorantes o pueden estar fundamentadas y ser esgrimidas por personas con autoridad sobre el tema en cuestión. El problema es que los Willy Wonka de turno dan  altavoz a las primeras y ningunean las segundas. Los Willy Wonka azuzan las que les conviene y atacan las que no les gustan o les afectan. 

¿Cuál es el problema ahora? El problema es que ya no hay control sobre eso, los periodistas, los medios, los actores, escritores... se encuentran ahora con que además de sus umpalumpas hay otros, o puede pasarles incluso que sus propios umpalumpas se les rebelen. Y entonces ya no molan, una rebelión de umpalumpas descontrolados con sus propias opiniones ya no es interesante ni divertido. Hay que acabar con ello. 

En cualquier caso, estoy de acuerdo con que no te guste que te critiquen en Twitter. No sólo estoy de acuerdo sino que lo encuentro perfectamente legítimo y comprensible, pero antes de hacerte la víctima y lloriquear, hay una solución muchísimo más sencilla: dejar de usarlo. 

Es sorprendente como las "polémicas tuiteras"  se convierten en cenizas de papel en el mundo real, fuera de los pequeños mundos de metacrilato. Los "aquelarres en Twitter" son llamaradas al encender un fuego, son la fogata que monta el que no sabe encender una chimenea, el que no sabe prender la leña ni hacer que algo permanezca. Las polémicas en twitter consisten en coger hojas de papel y quemarlas. Una gran llamarada que se apaga enseguida en cuanto cierras tu cuenta. 

A no ser que los Willy Wonka de turno decidan mostrárselas al mundo para  utilizarlas en su propio beneficio. 


miércoles, 6 de junio de 2018

Lecturas encadenadas. Mayo

Paco Roca 
En este mayo «marzeado»  he leído cinco libros. En realidad, y para ser exacta, debería decir que hasta el 29 de mayo habían caído tres libros y pensé que éste iba a ser la entrega más breve de los encadenados. Pero, desde que el día 29 dejé de dormir por un fenomenal dolor de garganta, que me llevó primero a ser Lee Marvin, luego a ser el Perro Pulgoso y después a ser una espantosa compañera de cama, la falta de sueño y la desesperación consiguieron que sacara tiempo para leer otro par de libros.

Al lío.

Ahora que lo pienso los dos primeros libros de este mes los leí concentrados en un solo día, el primero del mes, el día del trabajo. El 1 de mayo lo pasé en un sofá devorando un par de cómics. El primero de ellos fue Lulu, mujer desnuda de Étienne Davodeau.  En enero, leí Los ignorantes del mismo autor y me encantó así que me apetecía seguir con este autor. Lulú es una mujer normal, podría ser yo, o mi hermana o mi vecina de descansillo o la mujer que atiende en la tintorería de mi barrio, podríamos ser cualquiera. Lo que hace diferente a Lulú o por lo menos, la hace distinta durante unos momentos de su vida, es que un buen día decide seguir el impulso que todos tenemos alguna vez de marcharnos de nuestra vida. Casi nadie lo sigue, pero creo que todos, en algún momento, pensamos en cómo sería nuestra vida si nos fuéramos, si dejáramos todo atrás. No lo sentimos o lo pensamos porque seamos infelices (o no tremendamente infelices) sino porque sí, porque fantaseamos con asomarnos a lo que hay más allá de nuestra vida. Lulú, al contrario que casi todos, decide seguir ese impulso. No lo hace con maldad, ni por venganza. Es más, llama a su familia y les dice «No os preocupéis, estoy bien, pero necesito un tiempo para mí, necesito descansar, necesito pensar y ser». Sé que hubo un tiempo en mi vida en que yo pensé que ese tipo de impulsos, de necesidades, eran egoístas e infantiles pero ahora sé que no lo son.

Lulú escapa, pasea, conoce gente, se siente bien. Por primera vez habla por si misma siendo ella, no la madre ni la mujer de nadie. Lulú es normal, sus hijos son como como los de todos y su marido, tras el cabreo inicial, entiende que algo debe cambiar. Sus amigos no la crucifican ni la juzgan, se reúnen para intentar saber qué ha ocurrido y como ayudar. Lulú, una mujer al desnudo es un cómic que deja un poso de tristeza, de amargura aunque acabe bien. No sé si esto es así porque el lector desea que Lulú no vuelva, porque queremos creer que siempre se está a tiempo de empezar una nueva vida.


Tras esta historia cotidiana, lenta y pausada me sumergí en Haarman. El Carnicero de Hannover de Peer Meter e Isabel Kreitz. De golpe pasé de los paisajes franceses y las reuniones de amigos a las callejuelas del centro de Hannover en los años veinte. Este tebeo cuenta la historia del mayor asesino en serie de la historia de Alemania, Fritz Haarman que fue condenado a muerte por el asesinato y descuartizamiento de veintitrés jóvenes pero que probablemente mató a más de cien. Haarman era confidente de la policía y se le consideraba un tipo raro pero sin problemas. Captaba a sus víctimas en las estaciones y con la promesa de una comida y de compañía los llevaba a su casa dónde tras intentar mantener relaciones sexuales con ellos (era homosexual y siempre eran hombres jóvenes) los asesinaba, descuartizaba y se cree que luego vendía su carne en el vecindario. La historia fue un escándalo en su época, por los asesinatos y también porque Haarman había estado actuando en las narices de la policía y contando, en cierta manera, con su apoyo al ser considerado un confidente.

La historia de Haarman es terrible pero lo más alucinante de este tebeo son los dibujos de Isabel Kreitz. Dibujados con lápices de carboncillo recrean perfectamente el ambiente social, las calles, las texturas de la Alemania de principios del siglo XX. Son dibujos elegantes, minuciosos, parecen casi grabados pero consiguen transmitir toda la sordidez y el horror de la historia.

Ada o el ardor de Nabokov fue la siguiente parada. Lo compré en Urueña, en la Librería Primera Página, en el mes de febrero y le llegó su momento en este mes de mayo. Quería leer algo más de Nabokov porque, en su día, Lolita me encantó y porque ¿qué mejor momento para volver a él que cuando se ha levantado toda esa polémica absurda sobre la ficción moralizante?

Lo primero que tengo que decir es que desde la primera página el libro me impactó porque, de repente, no sabía si lo que estaba leyendo era Nabokov o David Foster Wallace. Ada o el ardor se publicó en 1968, casi treinta años antes de la publicación de La Broma Infinita que claramente bebe de esta obra tanto en el planteamiento como en la manera de escribir y en la presentación de personajes. En ninguna reseña de La Broma Infinita de las mil que he leído he visto referencia a esta clara inspiración y es espectacular porque hay párrafos que podrían estar en La Broma infinita sin desentonar nada.

Nabokov se inventa un mundo, Antiterra, plagado de referencias reales pero puestas del revés, o entremezcladas con fantasía, con magia, con saltos temporales, con disfraces y locuras. Cuando leí La Broma Infinita escribí que el Estados Unidos que DFW presentaba era como estar en una habitación que conoces perfectamente pero con todos los muebles puestos al revés. Aquí ocurre lo mismo, todo te suena, todo es reconocible y al mismo tiempo es extraño, incómodo. Nabokov nos cuenta la historia de amor entre Van y Ada, dos primos hermanos que resultan ser hermanos.  Nabokov es aquí muy explícito en el sexo, en el deseo sexual entre dos niños de catorce y doce años, en la pulsión sexual de los hombres, en el gusto por las jóvenes y las niñas, en la fantasía de uno de los personajes secundarios por crear los burdeles perfectos, todo está contando sin tapujos y sin melindres.  Su romance es un excusa para jugar con el lenguaje, cruzar referencias, recrear de manera irónica pasajes de novelas decimonónicas y supongo que, en su día, escandalizar. Ahora mismo también escandalizaría, mucho más que Lolita pero no hay peligro de que eso pase porque dudo mucho que toda esa gente que habla de Lolita, probablemente sin haberla leído, se plantee leer estas seiscientas páginas.

Para mí, esta novela es una historia con la que Nabokov simplemente quiso divertirse, jugar, escribiendo lo que que le salía sin preocuparse de resultar complicado, sórdido o de no ser entendido. Para mí, la historia es perfecta en su delirio hasta la página trescientos, luego comienza a decaer y a hacerse más ardua aunque manteniendo algunos pasajes fabulosos hasta despeñarse para llegar al final. No la recomiendo pero me ha gustado leer algo más de Nabokov y comprobar que era un magnífico escritor.

«¿Qué son los sueños? Una azarosa sucesión de escenas triviales o trágicas, estáticas o itinerantes, fantásticas o familiares, que nos muestras acontecimientos más o menos verosímiles, remendados con detalles grotescos y que resucitan a los muertos para instalarlos en nuevos escenarios».

Y así llegamos a la noche del 29 de mayo, la noche en la que me convertí en un hombre de voz grave y tos de beber carajillos a las siete de la mañana en un bar. Mi insomnio de esa noche lo acompañé con la lectura de la nueva novela de Verity Bargate, Con la misma moneda, publicada por Alba Editorial. Hace justo un año leí, de la misma autora, No, mamá, no que me impresionó muchísimo y por eso me apetecía seguir con ella. (La portada, además, es preciosa)

Verity Bargate tiene un estilo de escritura que, como dije hace un año, recuerda a Lucia Berlin pero además, da escalofríos. Lo cuenta todo muy bien, tan bien que tienes miedo, vas leyendo y estás alerta porque sus palabras cortan, las situaciones acojonan y contienes el aliento para que todo salga bien, para el mundo sea bonito y nadie salga muy dañado pero sabes que vas directo a la tragedia.

Con la misma moneda es la historia de Sadie Thompson, una joven inglesa que pasa toda su infancia y juventud interna en colegios para comenzar una nueva vida cuando su madre muere y ella hereda un piso, dinero y una vida. Descubre quién era su madre e intenta saber quién es ella, construirse una vida. Sadie no sabe quién es y no sabe qué quiere hacer con su vida, quiere ser querida, sentirse amada y, a la vez, no se atreve a querer a nadie. Es como un cachorrillo maltratado, que no confía en nadie. Verity consigue que el lector conecte con ella desde el principio, primero con compasión, luego con afecto, con esperanza, alegrándose por su nueva vida y luego, poco a poco con terror y asco. Verity Bargate construye casi una historia de miedo, cargada de ese miedo cotidiano que es el más terrible porque está en lo que nos rodea, en los demás, en nosotros mismos. Con la misma moneda fue la tercera y última novela de Verity Bargate que murió de cáncer, con cuarenta años, en 1981. Os la recomiendo muchísimo. No os va a dejar indiferente y, además, necesito comentarla con alguien.

«Está bien tener integridad. Para mí la integridad solo es molesta cuando se confunde con el esnobismo o con la superioridad moral, o cuando se ve como lo contrario de la codicia. La integridad es una cosa muy rara. A todo el mundo se le puede comprar» 

Y esto sobre la enfermedad.

«–Escucha. Creo que lo estás llevando muy bien, pero no tienes por qué hacer este esfuerzo ahora. Es mejor que te lo ahorres para cuando vuelvas a casa, para cuando no te quede más remedio. En cierta medida, los hospitales son el peor lugar del mundo para aceptar una cosa como la que te ha pasado: aquí estás completamente protegida y resguardada, y todo parece irreal. Además, os esforzáis siempre un montón por ser valientes. A veces pienso que las cosas tendrían que ser al revés: las operaciones os las tendrían que hacer en casa y os tendrían que traer aquí después, cuando pudierais veros las cicatrices y todo empezara a ser real. Entonces es cuando de verdad necesitáis comprensión y cariño y a gente que os cuide y os ayude. Ahora no, porque ahora os parece que la única razón por la que habéis venido aquí es el dolor físico».

Algunas veces, muy pocas, lees un libro en el momento justo, exacto para leerlo. A mí me había pasado con algunos libros en relación a mi vida, a mis circunstancias personales. Esta vez ha sido con las circunstancias políticas y sociales del país y Salvaje Oeste, de Juan Tallón.

Salvaje Oeste es una novela de corrupción. Corrupción política, económica, periodística, cultural y de todo tipo. Es España y no lo es, somos nosotros y no lo somos. Juan dice que se ha inventado un país pero yo creo que lo que ha hecho ha sido dibujar lo que no vemos pero todos intuímos, se ha imaginado en el backstage de la corrupción y nos lo cuenta sin tapujos. Y sí, es mucho peor de lo que todos pensamos. No hay nadie bueno, ni íntegro, ni leal, ni con principios. Todo lo que nos pasa y nos ha pasado está ahí, contado como en un buen best seller, atrapándote con su ritmo cada vez más frenético en el que no hay descanso. Al terminar, al llegar a la última página en la que nada acaba porque la corrupción es imparable, al cerrar sus páginas, todo lo que venía a mi cabeza eran imágenes de trenes. La corrupción, la política rastrera y torticera, los entresijos asquerosos del poder funcionan como una máquina de tren imparable. Pensaba en los Hermanos Marx gritando «¡Es la guerra! Más madera, más madera» porque es así, la corrupción no se para, no se acaba nunca, los que dirigen la máquina solo quieren más combustible para continuar dónde están, haciendo lo que hacen y, además,
creen que es una guerra en la que ellos son los buenos y todo vale: más madera. Y vamos directos al abismo.  Tallón dice que su historia pasa en un país imaginario, lástima que se parezca tanto al nuestro y que el lector no encuentre nada que no le recuerde a algo que esa misma mañana ha leído en twitter, en un periódico o ha escuchado en la radio. Leer Salvaje Oeste es descorazonador porque uno no puede quitarse de encima la idea de que los que nos gobiernan, los que nos informan, los que nos controlan son malos sin interés, la corrupción no es un asunto de malos con clase, de malos con estilo, es la manera de actuar de lo peor.

«Después de peregrinar de habitación en habitación en busca de una camisa limpia, volvió a ser consciente de que llevaba veinte años usando camisas que no le gustaban. Así como un pantalón o unos zapatos sí, una camisa nunca lo había hecho feliz. Las usaba, sin más, pues servían para vestirse según cierto estilo. Una de sus parejas de la facultad lo persuadió, con una estadística seguramente inventada, de que los hombres con camisa estarían siempre un escalón por encima, en clase, de los que usaban camisetas o jerséis. Saber llevar camisa, según ella, exigía años, y no tenía menos mérito que obtener un título, saber negociar un aumento de sueldo o peinarse de memoria, sin espejo.»

Y con esta acertada reflexión sobre los hombres que saben llevar camisa y un bizcocho, hasta los encadenados de junio. 










miércoles, 19 de marzo de 2014

Facebook no es para mi.


No me gusta facebook. 
No le veo la gracia. 
No lo entiendo. 

Facebook no es para mí. Me da muchísima pereza, me parece feo, incómodo y no entiendo a la gente que se pasa allí todo el día. No entiendo su lógica si es que tiene alguna. 

No me estoy explicando: ODIO FACEBOOK. 

Para mi, FB es como un centro comercial...y tengo aversión por los centros comerciales

FB es confuso y es incómodo. Parece fácil, parece sencillo, parece amigable, parece cómodo. "Muro", "compartir", "promocionar", "actualización de estado", "biografía", "amigos" y luego el más misterioso de todos, el botón "Más". "Más". Nunca hay que apretar "Más". "Más" apela a nuestro carácter ambicioso y curioso. "Más" es una ratonera, es una trampa mortal dónde te ves inmerso en un mundo de sugerencias de no sabes muy bien qué cosas y que además no te interesan una mierda...pero ya no sabes volver atrás. Funciona exactamente igual que cuando dejas que te capte la amable señorita coloca en medio del centro comercial con sonrisa sugerente y que te ofrece algo que no quieres...mientras te atrapa y acabas sin saber muy bien como comprando unas uñas de porcelana o un cepillo para limpiar alfombrillas del coche con tal de salir de allí.


FB es como el pasillo del centro comercial dónde puedes encontrarte con tu yo del pasado caminando de frente. ¿Qué necesidad? Tienes 40 años...has conseguido llegar hasta aquí, has conseguido rodearte de la gente que te gusta, de la gente que quieres. Has conseguido mantener en un perímetro de seguridad con respecto a tu vida privada a la gente que no te gusta, que odias, que quieres olvidar, que trabaja contigo y a tus ex. Y resulta que FB es la llave maestra para que toda esa gente, con todas las fotos que en su día hizo a traición y todo lo que conseguiste olvidar aparezca en tu vida en plan "Hola..¿te acuerdas de mí?". "Sí, claro que me acuerdo y por eso no quiero verte, ni olerte, ni saber que sigues existiendo....fue bonito (o no) el tiempo que interseccionamos en nuestras vidas...pero no quiero recuperarlo".  FB es ese espacio abierto del centro comercial dónde aunque tú vayas derecho a dónde quieres ir y sin mirar alrededor cualquiera puede verte y salir a tu encuentro. 

Sí, ya sé que puedes ir vestido de camuflaje en FB, con gorra, gafas de sol y caminando pegado a las paredes para que nadie te vea...pero eso es incómodo. Ni que decir tiene que yo soy esa que va de mujer invisible. 

Siguiendo con esta idea, FB nos hace gente peligrosa y psicópata y que conste que no hablo por mi que soy superequilibrada (mmmm...peligrosa puede que sí lo sea). Estar en FB después de romper con alguien es la manera más sencilla de o bien acabar siendo Glen Close en Atracción Fatal o morir por grangrena sentimental apestando a podredumbre y autocompasión entre montones de frases con tipografías cursis y vídeos de canciones sentimentaloides. Las penas de amor hay que llevarlas con discreción...SIEMPRE. FB mata a la Madame Olenska que todos deberíamos llevar dentro. 

Me fascina el comportamiento de la gente en FB. Me pasa lo mismo que en un centro comercial. ¿Por qué la gente pasea por un centro comercial pudiendo hacerlo por la calle? ¿Por qué la gente pasea por las páginas de blogs en FB en vez de ir directamente a los blogs? En FB se pasea cotilleando los escaparates y diciendo "qué bonito esto que tienes aquí en tu muro", luego se llama a otro fulano y se le dice "en el escaparte de mengano hay una cosa muy bonita". Por supuesto esa cosa ni se ha probado, ni leído ni nada....mola solo por el envoltorio. Por eso una foto en FB siempre siempre consigue muchos más "me gusta" que un texto. FB es pasear, mirar y asentir con la cabeza. Si ves algo interesante en un escaparate y decides entrar a verlo entero, a probártelo...resulta que al traspasar la puerta...te has salido de FB y estás en otro sitio: un blog, un periódico, otra web.Un sitio que siempre es mejor y que te hace pensar primero ¿por qué cojones no vine aquí directamente? y segundo "me apunto esta dirección y así no tengo que pasar nunca más por FB". Exactamente igual que cuando decides ir a comprar a la tienda que está en la calle de tu barrio  o de tu ciudad en vez de irte al centro comercial. 

Cuando decides comprarte un local comercial en FB  porque estás harto de que haya gente que te diga "¿Pero como no estás en FB? ¿Cómo no tienes página del blog en FB?" te esperan horas de agonía. Primero descubres que no puedes alquilar un localito a  nombre de tu negocio, el Master and Comander de FB te quiere a ti, tus datos, tu pasado, tus historias y tus muelas. Sorteas como puedes el campo de minas de los 2.000 formularios...te curras una página chula después de llorar lágrimas de sangre, rezar a todos los santos y jurar que a tu tercer hijo le pondras Mark de nombre. Lo consigues, estás tan agotado, tan satisfecho de haber soportado todas las pruebas que crees que el esfuerzo merecerá la pena....y que tu local comercial tendrá personalidad, será chulo, será un poco como tú y descubres que sospechosamente se parece muchísimo al otro millón de locales comerciales que hay en FB.  Sabes que lo que pasen por el escaparate no te reconocerán a no ser que miren el nombre del local...

"Si no estás en FB no existes". ¿Por qué? Estar en FB es renunciar a tu aspecto, tu pinta, tu manera de hacer las cosas y parecerte muchísimo a los demás. En mi opinión, en FB existes menos.  

Facebook es el centro comercial dónde hay que exponer la mercancía para los que ya no pasean por la calle ni por la vida real. Los que sólo van a ver y cotillear lo que pasa por el mundo. FB es el sitio dónde (intentar) dar envidia con tus planes, desplegar tu (supuestamente) maravillosa vida y hacer arqueología en tu pasado. Es impersonal y feo como todos los centros comerciales. Una vez que estás dentro no sabes si estás en Madrid, en Roma o en Washington. 


En FB nos vemos, en twitter ligamos y en los blogs nos enamoramos. 

Tengo muy claro lo que "Me gusta" a mí. 






domingo, 21 de abril de 2013

UNA DOCENA DE PREGUNTAS A MOLINOS.- por Oscar Ray



Breve introducción.- Esta entrevista me la hizo Oscar Ray para publicar en Una docena de. ¿Por qué somos amigos Oscar y yo? Pues por pura casualidad y afinidad al conocerse. Hace justamente un año, Maripuchi (otro día hablaré de ella...)  me contactó para escribir en Una docena. En junio, el día 1, Bruce tocaba en San Sebastián y Maripuchi y Oscar iban a ir y yo estaba allí por supuesto. Como soy un desastre absoluto me quedé sin bateria en el móvil y encontrarnos en el casco viejo de San Sebastián fue cuestión de suerte, fe y muchísima casualidad. Oscar no leía Cosas que (me) pasan, me temo que sigue sin leerme pero desde aquel día en que conoció a Bruce nos hemos hecho amigos. Oscar mola infinito y por eso jamás podré agradecerle suficientemente que la primera entrevista de mi vida haya sido tan chula.  

Antes de que nadie diga que me pongo "blandita", Oscar a ratos es insoportable, muy chulo y me interrumpe mil veces cuando hablamos por teléfono, así que nuestras conversaciones suelen terminar con un: PASO DE TI..- Fin de la introducción. 




Una de las muchas satisfacciones que me ha dado hasta el momento este proyecto, ha sido el de conocer a un buen puñado de gente interesante. Entre ese puñado de personas y ocupando un lugar destacado, se encuentra Ana Ribera. Porque Ana Ribera es la persona que está detrás de Molinos y su magnífico blog personal Cosas que (me) pasan y de algunos de los mejores artículos publicados en forma de colaboraciones para este blog.

En unadocenade estamos enormemente orgullosos de que nuestra Molinos se estrene a lo grande con su primer libro “Una madre sin superpoderes” y para celebrarlo, la hemos sometido a un cuestionario para que conozcáis un poco más sobre esta maravillosa “juntaletras” y sobre su libro, el cual seguro que será un éxito de crítica y público.

Desde aquí, toda la tribu de unadocenade queremos desearle a Molinos el mayor de los éxitos en su estreno a lo grande como escritora. Estamos convencidos de que este será el primero de una larga lista de libros donde nos deleitará con su talento para escribir historias.

“Una madre sin superpoderes” sale a la venta el 9 de abril de 2013 (ya ha salido..)  y podréis comprarlo a través del enlace que os proporcionamos. Yo que vosotros lo compraría SÍ o SÍ!!! 

1. Tu libro se titula “Una madre sin superpoderes”, pero tengo entendido que no es un libro exclusivamente para madres ni tampoco para mujeres. ¿Por qué crees que le puede gustar tu libro a todo tipo de lectores? ¿Qué cuentas en él y de qué manera puede atrapar al lector?

“Una madre sin superpoderes” no es un libro para madres, ni siquiera para gente con hijos. La mayoría de los lectores que tiene mi blog son de hecho gente sin hijos, que nunca leería blogs de “madres”. Las anécdotas, pensamientos y reflexiones que convivir con mis hijas me provocan les  resultan atractivas, divertidas, interesantes, cercanas  y con un punto de vista de sentido común y normalidad que les hacen pensar “si alguna vez tengo hijos..creo que pensaré así”.

¿Por qué puede atrapar al lector? Pues supongo que porque lo cuento tal cual es, pero echándole bastante humor y a veces bastante mala leche también y eso siempre engancha.

2. Llevas cinco años escribiendo tu blog “Cosas que (me) pasan” con una frecuencia de publicación muy alta. 5 años de vida en un blog personal es un gran mérito y casi 1200 posts son muchísimos para una sola mano..¿Como lo has conseguido? ¿Qué significa el blog y que te aporta?

Cada vez que pienso que llevo 5 años escribiendo el blog y veo crecer día a día el número de posts alucino. No sé como lo he conseguido. Nunca me he considerado una persona constante y con fuerza de voluntad pero supongo que algo de eso debo tener cuando he conseguido escribir el blog tanto tiempo. Sinceramente no me supone ningún esfuerzo, me sale natural, me encanta, me fascina y me entusiasma escribirlo. Ahora mismo ya no sabría vivir sin escribir el blog. Si a eso le sumas la cantidad de gente que he conocido, lo que he aprendido y las experiencias que he tenido creo que empezar a escribir el blog es de lo mejor que he hecho nunca.

3. ¿Crees que un buen escritor nace o se hace? ¿Es importante leer mucho y practicar la escritura para lograr escribir cada vez mejor? ¿Qué parte juega la imaginación y el talento natural de cada cuál para expresarse? ¿Cómo ha influido en tu manera de escribir la experiencia de escribir durante tantos años de manera constante en tu blog? ¿Escribes para tí o para tu público?

No tengo ni la más remota idea sobre si un escritor nace o se hace. Yo jamás pensé en escribir hasta hace 5 años que empece con el blog para probar y mira dónde estoy ahora. Para leer bien y para escribir bien, como para cualquier otra actividad, lo que hay que hacer es practicar y practicar y practicar. Uno aprende a leer de niño pero lo que te hace desarrollar un gusto particular y un criterio para distinguir lo que te gusta de lo que no, lo “bueno” de lo “malo” es leer muchísimo. Para escribir ocurre lo mismo, cuanto más escribes, mejor lo haces, aprendes trucos, te conoces y también te exiges más con lo cual vas mejorando…o al menos eso espero.

Para saber expresarse lo primero que hay que tener claro es qué quieres contar, luego cómo lo quieres contar y despúes hay que conseguir encajar esos dos objetivos en un estilo de escritura con el que estés cómodo y en el que te reconozcas. Supongo que la imaginación y el talento natural tienen que ver..aunque creo que también es importante conocerse a uno mismo.

Si he llegado a escribir un libro, ha sido gracias a escribir un blog..asi que el blog ha influido muchísimo. Digamos que soy una escritora de blogs mutando a escritora de libros.

El blog lo escribo para mi siempre. Obviamente me encanta que a la gente le guste y que lo lean, pero jamás escribo pensando que quieren leer los demás sino de qué me apetece escribir o ni siquiera eso, simplemente me salta una idea y me pongo a darle vueltas hasta que sale un post.

4. ¿Podrías elegir un escritor, un pintor y un director de cine que te chiflen, una de sus obras y una frase que describa las sensaciones que te produce cada uno de ellos?

Un director de cine es fácil, Woody Allen. Me gustan casi todas sus películas, puedo verlas un millón de veces y siempre me enganchan y enganchan con mi estado de ánimo. ¿Una frase de Woody? Esta: “ El corazón quiere lo que quiere. No hay una lógica para estas cosas. Tú conoces a alguien y te enamoras, eso es todo.” Woody siempre me da la sensación de ser el típico amigo al que puedes recurrir cuando estás de bajón y que a base de un humor negro brutal conseguirá arrancarte unas risas y que se te pase el mal rollo. De hecho se parece mucho a dos de mis mejores amigos que hacen exactamente eso conmigo.

Un pintor, Johannes Vermeer. Y su cuadro “Vista de Delft”. Tenia 15 años la primera vez que vi este cuadro en un libro de arte y me quedé literalmente pegada a la silla mirándolo sin dar crédito. Me atrapó completamente y lo tengo siempre presente en la cabeza. Tengo una visita pendiente a La Haya solo para contemplarlo en directo.

¿Un escritor? ¿Sólo uno? Imposible. Hoy escojo dos.
Por un lado Paul Auster con el que tengo una relación de amor interrumpida por épocas de desamor y distancia que siempre terminan con un gran reencuentro. ¿Una frase suya? Sin duda ésta del último de sus libros que he leído: “Piensas que nunca te va a pasar, imposible que te suceda a ti, que eres la única persona del mundo a quién jamás ocurrirán esas cosas, y entonces, una por una, empiezan a pasarte todas, igual que le suceden a cualquier otro”.

Y otro Steinbeck, un escritor con el que me reencontré y del que siempre tengo también una frase en mente porque me parece sencillamente genial como él: “Era lascivo como un conejo y dulce como el infierno”.

5. Sabemos que te encanta Bruce Springsteen tanto en lo musical como en lo divino y humano. Cuéntanos por qué y de dónde viene esta pasión. En lo musical, ¿existe vida mas allá de Bruce para tí? ¿Qué otro tipo de música escuchas? ¿Alguna recomendación musical para nuestros lectores?

“Brillant disguise” es la primera canción que escuché de Bruce en la radio y me flipó. Tenía 15 años y no sabía quien era ni habia escuchado nada más de él, pero ponían esa canción en la radio porque fue uno de los singles (sino el primero) del disco “Tunnel of Love”. Me gustó tanto la canción que me compré el vinilo y cuando vino a Madrid en julio de 1988 resultó que unos tios mios iban a ir y accedieron a llevarme. Una vez que ves a Bruce en directo ya estás convertido para siempre.. y tú lo sabes.

Escucho muchísima más música que Bruce. Dos horas de coche todos los días dan para mucho, casi todo es música en inglés, escucho muy poca música española y nada de música española actual. ¿Qué hay en mi mp3? Los Rolling, los Beatles, Derek and the Dominos, Clapton en solitario, Dire Straits, James Taylor, The Kinks, Pink Floyd, Neil Young, Fleetwood Mac, Moby, Chuck Berry.. ¿Una recomendación? Glen Hansard…el panocho de la peli “Once”, tanto con su grupo “The Frames” como con “The Swell Season” y en solitario. Una gran experiencia también en concierto.

6. ¿Cuál es tu relación con las nuevas tecnologías? ¿De amor y de odio? ¿Sólo de amor? ¿Sólo de odio?¿Con qué ‘talla’ te calificarías como usuaria de tecnología?

Me encanta mi movil, no puedo vivir sin mi mp3 (hasta tengo uno acuático) y estoy aprendiendo a querer a mi nuevo ordenador. Me gustan las nuevas tecnologías, me parece un absurdo negarse a utilizarlas..asi que intento aprender a manejarlas aunque por supuesto hay cosas que prefiero seguir haciendo de manera vintage: leer en papel y escribir en un cuaderno y con pluma.

¿Qué talla de usuaria soy? Digamos que S mutando a M muy despacito, pero en las nuevas teconologías depende de con quien te compares.

7. Eres muy de ‘tocar papel’ a la hora de leer, ¿no? ¿sueles consumir prensa escrita, blogs o libros y revistas en formato digital? ¿De qué tipo y temática? ¿Cuáles nos recomendarías?

Me gustan los libros, el tacto, el peso, el olor, el ritual de ir a comprarlos, me parecen la mejor decoración en una casa y el mejor regalo que pueden hacerme. Para la prensa escrita he desarrollado menos romanticismo, leo periódicos en formato digital entre semana y el fin de semana si voy a tener tiempo me gusta leer el períodico en papel. No soy fiel a ninguna revista digital, picoteo un enlace otro y otro pero no sigo nada muy fielmente. ¿Una recomendación? De arte me gusta “This is Colossal” y una revista literaria que sigo más fielmente es un clásico en papel que en su edición digital tiene cosas muy interesantes “The Paris Review”.

8. ¿Eres usuaria de redes sociales? En caso afirmativo, cuáles utilizas y cuáles son tus favoritas? ¿Qué piensas de de la gente que “vive y muere” por y para el “social media”?

Me gusta Twitter y odio Facebook que es una red social a la que nunca le he visto la gracia, me parece fea, aburrida, un coñazo para manejar y con cero interés, pero tengo una página del blog alli porque creo que es necesario aunque no me guste. Hace poco he empezado a utilizar Pinterest y le estoy cogiendo el gusto, tener un “corcho virtual” donde pegar las cosas que veo en mis brujuleos por internet me encanta.

El problema del “social media” es cuando se hace de ello un fin en si mismo y no un medio para otras cosas. A mi me gusta twitter por la gente que conozco y puedo conocer, por seguir publicaciones interesantes, y por poder compartir información que a mí me parece chula, interesante o simplemente curiosa con mucha gente, pero no entiendo el uso de twitter como una herramienta para decir “mira como molo y mira qué bien uso twitter”. Eso es aburrido y completamente ridículo. En cierta manera me hace pensar en mi adolescencia, cuando habia gente que tenía un vespino y te llevaba y traia al colegio o te ibas con ellos a donde fuera y luego siempre estaba el que tenía una moto mejor que una vespino y solo la usaba para plantarse delante del bar o del instituto y acelerar mirando por encima del hombro en plan “ mira que moto tengo y como molo” pero luego se iba a casa a solo.

9. Te sueles declarar como una ‘madre desnaturalizada’. Explícanos ese concepto. ¿Te importa el qué dirán cuando hablas del trato y la educación que les das a tus hijas? ¿Qué opinas del estado actual de la educación en nuestro país?

Yo me considero una madre desnaturalizada porque aunque adoro a las princezaz, me encanta y además lo necesito tener vida aparte de ellas. Hacer cosas sin ellas, trabajar, salir de casa, sentarme a leer mientras ellas están jugando. Para ser la mejor madre que puedo ser para ellas, necesito seguir siendo yo, y para eso necesito hacer cosas sin ellas y tener mi espacio y no me siento culpable por ello. Las princezaz son una parte muy importante de mi vida, pero no son la única parte importante de mi vida.

No, no me importa qué diran cuando cuento cosas de ellas. Yo sé que soy la mejor madre que puedo ser para ellas, podría haberles tocado otra mejor, pero es lo que les ha tocado y creo que por ahora lo estamos llevando bastante bien. Puede importarme lo que opine en un determinado momento un amigo, un familiar o alguien cercano, lo que opine alguien que solo me conoce por lo que yo he escrito no me importa.

El principal problema de la educación en este país está en casa, en los padres. Educar es una tarea muy ardua, muy dura y agotadora. Es además una tarea a largo plazo, que requiere paciencia infinita y mucha constancia para llegar a ver algún fruto. Mucha gente se rinde antes de tiempo o ni siquiera lo intenta y pretende que esa tarea se haga en el colegio…y entonces se corrompe todo el sistema porque el colegio no está para educar sino para enseñar, pero si los niños no están educados es imposible enseñarles nada.

10. Ahora que estamos inmersos en una crisis económica, ¿cómo te manejas con la economía doméstica? ¿Necesitas “superpoderes” para llegar a fin de mes? ¿Algún consejo para ahorrar o comprar “con cabeza”?

La economía doméstica es una de las cosas que más pereza me dan del mundo, para intentar no ahogarme en la pereza que me provoca ataco el problema siendo superorganizada: compra mensual, hoja de gastos, hoja de ingresos, menús mensuales…toda una infraestructura mental y organizativa. Para llegar a fin de mes el único superpoder que funciona es gastar menos de lo que ingresas y para conseguirlo muchas veces hay que dejar de hacer o comprar cosas que te molarían pero que no son imprescindibles.

11. Cualquiera que tenga un blog puede que al leerte esté pensando..¿Como ha conseguido publicar un libro con una editorial grande? ¿Puedes decirnos cómo ha sido el proceso? ¿Es muy diferente escribir un blog que preparar un libro?

Cuando empecé el blog jamás tuve ninguna expectativa de nada, simplemente empecé para probar y luego le cogí el gusto. Hace un año empecé a pensar que ya tenía muchísimo material y animada por muchos comentarios de los descerebrados que siguen el blog en los que me decian que por qué no me animaba a publicar, empecé a ordenar el material pensando en autoeditarme. En esas andaba cuando una lectora del blog, editora free lance, contactó conmigo para decirme que si no habia pensando nunca en publicar la sección maternity y que ella me ayudaba a prepararlo e intentarlo. Y eso hicimos. No fue fácil ni sencillo y un par de editoriales rechazaron el proyecto. La Esfera de Los Libros sin embargo creyó en el proyecto enseguida y me puso a currar como una loca en la preparación del libro.

Escribir el blog es algo mucho más espontáneo, después de 5 años además ya tengo una complicidad con el lector que sabe de qué hablo, que conoce a los personjes y mi historia. Un libro es distinto, hay que contarle al lector una historia y engancharle, hay que darle un hilo y una coherencia a toda la historia. Es una forma de escribir completamente distinta.

Publicar el libro y todo el proceso que me ha llevado hasta aqui ha sido una experiencia increíble con la que he aprendido muchísimo aunque eso sí, ha estado a punto de costarme la salud a base de Gin Tonics para sorportar las horas de escribir, leerme, volver a leerme, corregir, corregir y volver a escribir…

12. ¿Que opinas de los premios, en especial de premios como los “Bitácoras” o los “20Blogs”, que se conceden a blogs como el que tú escribes. Bueno, en este caso a otros que no son el tuyo. ¿Sigues confiando en este tipo de premios? ¿Ahora como escritora te has planteado aspirar a algún tipo de premio o estás un poco desencantada con este tema?

Como casi toda la blogosfera sabe, este año me he presentado a dos premios de blogs y no he ganado ninguno.. he sido subcampeona que como decían Faemino y Cansado mola mucho más. ¿Confio en este tipo de premios? Bueno, pues pasa como con los Reyes Magos,este año me porté fenomenal y me lo merecía y no gané…lo mismo el año que viene me porto fatal y me lo llevo. Eso sí, como experiencia ha molado mucho y me lo he pasado en grande.. ya veremos si el año que viene me apetece repetir, cada cosa a su tiempo.


Fotografía destacada cedida para este post por Mónica González Rojo aka "Morenaza" con todos los derechos reservados. 
  

Descerebrados, ya podéis preguntar todo lo que siempre quisisteis saber sobre Molinos y nunca os atrevisteis a preguntar en el encuentro digital en el que participaré mañana, lunes 22 a partir de las 17 horas. Las preguntas las podéis hacer ya, que os conozco y luego lo dejáis todo para última hora. 

miércoles, 4 de diciembre de 2013

OPINAD, DESCEREBRADOS, OPINAD.


Queridos descerebrados, 

Necesito vuestra ayuda. Tenemos el blog petado. Tenemos que hacer algo.  

Alguien dijo una vez que este blog era como el bar de la esquina, como la tasca dónde vas y ya sabes a lo que vas y qué te vas a encontrar. Es un poco como el bar de Friends o tu bar de confianza. Lo conoces, siempre está igual y te gusta. 

Hace casi seis años, el blog abrió y estaba limpito. Con una decoración sencilla y cutrecilla pero lo importante no era eso. Nunca ha sido un sitio para gente a la que le mole el diseño, de hecho es un horror de blog para alguien al que le guste el diseño. Digamos que el café no está mal pero las tazas son cada una de su padre y de su madre, les falta el asa, están desportilladas o van sin plato.

El bar se nos ha petado de cosas. Al principio, por no haber, no había ni fotos. En los primeros cafés  posts, ni siquiera ponía fotos. Luego se llenó de fotos, una por cada post y a veces alguna más. Luego vinieron las categorías, el archivo del blog, las listas de libros, el "Qué estoy leyendo", la lista de blogs favoritos, Moliradio, Twitter, Facebook, el enlace a Amazon. Una amiga hizo la cabecera de los libros de colores (no siempre ha estado ahí...pero seguro que muchos no lo sabéis).  El bar se nos ha llenado de trofeos, posters y cosas que los clientes  han ido dejando. 

Algunos descerebrados llevan un tiempo dejando caer comentarios quiero pensar que bien intencionados. 

- Podrías modernizarlo un poco. Está muy vintage. 
- No es que esté mal, pero se ve muy naif. 
- Ahora lo que se lleva es otro estilo. 

¿Modernizarlo? ¿Se ve naif? ¿Se lleva otro estilo? 

Puede que tengan razón. Puede que haya que hacer una pequeña reformilla. Nada drástico. 

En una prueba de amor suprema hacia los descerebrados me he puesto a mirar plantillas y ha sido peor que una visita a Ikea, estudiarse un catálogo de vajillas e ir con tu madre compras todo a la vez. El mundo de las plantillas es infinito, agotador y pasadas unas horas provoca risa floja y espamos musculares incontrolados. 

Lo que he sacado en claro tras esa experiencia cercana a la muerte ha sido lo que no quiero (queremos).  

- Nada de plantillas negras con letras blancas. No me gustan. Siempre me parece que son para gente intensa y atormentada con cantidad de vida interior muy aburrida y misteriosa. 
- Nada de plantillas blancas impolutas con menú arriba y que están tan de moda. No queremos parecer un blog de las tres C: Content, Coaching, Cupcakes. 
- Nada dónde las fotos sean muy importantes, porque soy un desastre como fotógrafa ( y en muchísimas otras cosas) y las fotos no pueden condicionar el blog. 
- Nada que sea muy abigarrado. 
- Nada con cosas moviéndose...sé que está de moda, se que queda chulo, pero sinceramente no lo veo. 
- Nada que al entrar no sepas dónde estás. 

Descerebrados, ¿Qué hacemos? ¿Qué opináis si es que opináis algo? Sé que los cambios son duros (llevo los mismos pendientes 7 meses seguidos y mis dos jerseys más favoritos del mundo mundial tienen 26 y 18 años...asi que sé de lo que hablo) pero hay que hacerlo. 

Se que será raro al principio, pero todo es acostumbrarse. Coño, que tenemos 40 años...podemos soportar los cambios y adaptarnos a nuevas cosas. 

Sé que alguno se enfurruñará y dirá "pues no me gusta". Sé que alguno pensará  "me gustaba más antes"....pero hay que hacerlo. Lo sorportaréis, espero. 

Sé lo que quiero.  Quiero algo que al entrar diga: esto es Cosas que (me) pasan, esto es Molinos, esto es mi bar y no un Starbucks. Quiero algo que sea yo. 

Cualquier opinión será bien recibida.

Mil gracias.  Moláis mil.