tag:blogger.com,1999:blog-82445492424660851732024-03-19T09:48:52.680+01:00Cosas que (me) pasanmolinoshttp://www.blogger.com/profile/14776225440298083660noreply@blogger.comBlogger2299125tag:blogger.com,1999:blog-8244549242466085173.post-5045459492832279002024-03-10T06:30:00.001+01:002024-03-10T06:30:00.251+01:00Lecturas encadenadas. Febrero<p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> </span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1QFEXGjPzn3V-x_04mbgliTzapeYxoAvBmcsiHnntzjqp9mksRb_OpGg4QBUIn7oHa6ZNzVrmcGM16EquVyORT-JEGOSkb5RdOpyncuxQgbmvweLmdvHaPVUWk08nq9bVoazSaabIRehey0CVOoAd02FssEljpAkYY8FLQX-6GzLx97snGmZoBPNb8yzU/s780/afbae52305754f714c051e6d48f29676.jpeg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="780" data-original-width="563" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1QFEXGjPzn3V-x_04mbgliTzapeYxoAvBmcsiHnntzjqp9mksRb_OpGg4QBUIn7oHa6ZNzVrmcGM16EquVyORT-JEGOSkb5RdOpyncuxQgbmvweLmdvHaPVUWk08nq9bVoazSaabIRehey0CVOoAd02FssEljpAkYY8FLQX-6GzLx97snGmZoBPNb8yzU/w462-h640/afbae52305754f714c051e6d48f29676.jpeg" width="462" /></a></span></div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="white-space-collapse: preserve;">Terminé mis encadenados de enero comentando que escribiría el resumen de mis lecturas de febrero cuando el invierno estuviera acabando. Ahora mismo, mientras escribo esto, veo la nieve en las montañas al tiempo que unas amenazadoras y preciosas nubes compactas avanzan por ellas cubriendo poco a poco todo el valle. Espero que en algún momento se ponga a nevar. Llevo dos jerseys de lana gordos, botas y tengo los pies cerca de la chimenea. Ojalá esto siguiera así hasta las elecciones europeas. Lo sé, no tienes ni idea de cuándo son: el 10 de junio. ¿No sería maravilloso? </span></span><p></p><span id="docs-internal-guid-79fd5bbd-7fff-cdbd-d18b-ea106342b9ff"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Al lío.</span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Nunca he estado en Grecia. En 2020 tenía billetes y casa reservada en Corfú para ir a pasar allí unas semanas recorriendo playas y pueblitos siguiendo las huellas de los Durrell pero, por razones obvias, no fuimos. Cada año pensamos: ¿Vamos éste? Pero mis hijas no son muy fanses de los planes con playa y año tras año seguimos retrasándolo. ¿Quiero ir a Grecia? Sí. ¿Cuándo? Ya veremos. Mi amiga Kar, sin embargo, encuentra casi cada año una excusa para viajar a Grecia y luego hace unas crónicas desternillantes de sus viajes con grandes momentos que siempre están relacionados con su manía por alquilar el coche más pequeño que encuentra y en el que ya no caben, su necesidad de sandía en cualquier comida, su pasión por hacer excursiones a las horas de máxima insolación que les dejan siempre al borde del golpe de calor y su continuo anhelo de quedarse a vivir para siempre allí y no tener que volver a Londres. Kar y yo hemos leído a la vez </span><a href="https://amzn.to/48MsUdd" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Cantos de sirena</span><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, de Charmian Clift. </span></a></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Charmian Clift y su marido, George Johnston, se marcharon a vivir a la isla de Kálimnos en 1954 con la intención de pasar allí una temporada mientras escribían un libro a cuatro manos. Ella era australiana, pero vivían en Londres y, tras escuchar en la radio a alguien contar las bondades de Grecia, decidieron marcharse para allá. Esto a alguien le puede parecer raro. A mí no. Hace 8 años unos amigos míos, tras pasar una noche de insomnio escuchando un programa de radio en el que se contaba lo estupendo que era vivir en Nueva Zelanda, se levantaron con la decisión tomada de emigrar. Al final acabaron en Australia porque el papeleo era más fácil y allí siguen. Vuelvo a Grecia. Charmian y George llegan a la islita y se instalan allí con sus dos hijos pequeños, Martin y Shane, y </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Cantos de sirena</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> es la crónica de esa estancia. A mi me ha recordado, por supuesto, a las crónicas de Gerald Durrell con su familia en Corfú y a </span><a href="https://amzn.to/43ckpXH" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">El antropólogo inocente</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, la crónica que Nigel Barley escribió sobre su convivencia con una tribu africana en Camerún (uno de los libros más divertidos que he leído nunca), pero Clift no tiene tanto sentido del humor. Esto no lo digo como una crítica: probablemente el lugar desde el que escribió Durrell años después de haber llegado a Corfú como un chaval al que se lo daban todo hecho y el lugar de Clift como madre, ama de casa y escritora son muy diferentes y en el de ella a lo mejor queda poco hueco para el humor. Clift anda liada la mayor parte del tiempo con logística familiar y con tratar de entender las costumbres de los habitantes de la isla, que para ella son muy exóticas. Recordemos que la distancia que había entre Londres y una pequeña isla griega en 1954 no sólo era física: era casi viajar en el tiempo. </span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Charmian describe el pueblo minúsculo en el que viven, la belleza del mar, la dureza de la vida allí con los hombres embarcados durante meses como buzos de esponjas en travesías de las que muchos no vuelven o vuelven tullidos, la ausencia de comida, el peso de la religión y las costumbres, los bares con los marineros que ya no pueden faenar y, claro, también la picaresca de muchos de sus habitantes para con estos ingleses inocentes e ingenuos a los que es fácil parasitar o tratar de engañar de vez en cuando. A Clift le sorprende la luz en la calle en primavera, el hecho de vivir en comunión con las estaciones, con el mar y el cielo, la pobreza extrema de muchas familias, la situación de la mujer como esposa y como madre, etc. En este sentido, por supuesto, no puede evitar mirar de vez en cuando desde una situación de superioridad moral que es inevitable. </span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Charmian Clift te traslada a la isla, sus descripciones son estupendas, llenas de color, detalles, sonidos, olores, sensasaciones. Es una crónica de lo que le sorprende que, ahora en 2024, se lee como una crónica de un mundo que ya no existe. Un mundo sin coches, sin internet, sin teléfono, un mundo con estaciones y rituales, sin turismo, y también con hombres que morían en el mar, niños desnutridos, mujeres encerradas en casa sin independencia de ningún tipo. Un mundo en el que, cuando viajabas, todo era distinto. No era un mundo mejor, era más lento. </span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">«Con todo me cuesta un poco entender que ahora no se espera nada de mí: ni planes especiales, ni esfuerzos extraordinarios ni promesas de mantener el control y sonreír durante los próximos tres meses. Para los niños esto se ha convertido en una especie de vacaciones sin fin junto al mar, y no necesito preocuparme de mucho más que de ir en su busca a las horas de comer y de acostarse. George, cuando da por terminado su trabajo de la mañana, puede sentarse y tomarse un vino al sol con sus largas piernas extendidas sobre la segunda silla, precisamente allí para ese propósito».</span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">¿No es esto lo que buscamos todos en vacaciones?</span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Los Johnston fueron inspiración para Leonard Cohen, que llegó a visitarlos y se enamoró de Grecia y conoció a la famosa Marianne. Cohen contaba que nunca había conocido a nadie que bebiera tanto como Charmian y George y al mismo tiempo fuera capaz de escribir. Cuando se marcharon de la isla, primero estuvieron en Londres y luego volvieron a Australia, donde ella tuvo una exitosa carrera como columnista. Anhelaban volver a Grecia, pero tras el levantamiento de los coroneles que impuso una dictadura militar en el país no podían volver. Clift se suicidó poco después y al año siguiente George murió de tuberculosis. Shane, la niñita de 6 años que llegó a Kalimnos y acabó sintiéndose griega, también se suicidó años después cuando la familia de su novio griego le prohibió casarse con ella porque no era suficientemente griega. </span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><a href="https://amzn.to/3wTCSw6" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Bajo los guijarros, la playa</span><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, de Pascal Rabaté</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> es el tebeo que mi </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">dealer</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> de comics me dijo que tenía que leer. Es en blanco y negro y transcurre en un pequeño pueblo de costa a principios de septiembre, al final de ese verano en el que entras siendo un colegial y sales siendo un universitario, creyéndote adulto. En este tebeo tres amigos se quedan en sus casas de verano mientras sus padres vuelven a la ciudad. ¿Sus planes? Vaguear, pasar tiempo juntos y beber. Me recordó tanto a mis veranos de los primeros veinte. Por supuesto, algo pasa que trastoca estos planes tan inocentes y llevan al lector a asistir al descubrimiento del primer amor y a la toma de una serie de decisiones alocadas y peligrosas que desembocan en una violencia desbordada y terrible. «Pero ¿cómo es posible? ¿Por qué hacen esa estupidez?», pensaba mientras lo leía y al mismo tiempo recordaba que unos amigos míos se metieron con un coche por el túnel de una vía de tren. No sé si es un tebeo que recomendaría, pero me resultó muy interesante el planteamiento y darme cuenta de que, aunque quiera identificarme con los chavales, tengo la edad de los padres y de ser capaz de entender su actitud a pesar de no compartirla para nada. </span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">En racha con Rabaté, cogí </span><a href="https://amzn.to/3vdWMS5" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Un gusano en la fruta</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">. En la Francia profunda de los años 50, en un pueblo que vive de sus viñedos y su vino, se produce un enfrentamiento entre dos vecinos acaba en una muerte. Al pueblo llega destinado un joven cura que ve en este nuevo destino una oportunidad para ayudar a la comunidad y para huir de su madre, que es una presencia muy posesiva en su vida. Su afán por hacer el bien, por ayudar, por acompañar, provoca el peor de los finales, una tragedia tan inesperada en la que tú, como lector, te quedas mirando la página diciendo: «No puede ser. Lo estoy entendiendo mal». Es un tebeo tan oscuro en su planteamiento que me pregunto qué hay en la cabeza de Rabaté. En esta ocasión el tebeo es en blanco y negro con un dibujo muy realista, con personajes reconocibles e identificables que hacen que la violencia impacte aún más. </span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">La última lectura del mes ha sido una decepción. Tenía muchas ganas, había leído grandes recomendaciones y cuando lo puse en Instagram recibí muchos comentarios entusiastas. El libro en cuestión es </span><a href="https://amzn.to/438Byl4" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Vivir con nuestros muertos</span><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, de Delphine Horvilleur</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">. Sintiéndolo mucho y, a pesar de que puse todo mi empeño, no me gustó nada, no me ha interesado en ningún momento y si hubiera sido un poco más largo lo hubiera abandonado. Dice Sergio del Molino en la faja que «supe que Delphine había escrito un libro extraordinario antes de terminar la primera página». Cuando me di cuenta de esto volví a la primera página, la releí y no vi nada de eso. Tampoco lo he visto en el resto del libro. A lo mejor el problema es mío, no lo descarto, pero me he aburrido muchísimo. </span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Cuando tenía 11 años iba un buen día con mi hermano, que debía tener 10, caminando a casa de unos amigos, cuando de repente ,y sin saber a cuento de qué, me golpeó el pensamiento de que en algún momento yo me iba a morir y cuando eso pasara ya no habría nada más. Me moriría, la vida se terminaría y el universo seguiría existiendo durante millones de años sin que yo estuviera en él nunca más. En mi cabeza se abrió un infinito oscuro, negrísimo, de NADA que me provocó tal pánico y vértigo que salí corriendo. La conciencia del «nunca más» me dió tanto miedo que durante días procuré estar siempre ocupadísima para no pensar en eso. Así es como descubrí la muerte como algo que me pasaría a mí y sería algo para siempre. </span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Esta anécdota personal viene a cuento porque Delphine es rabina en Francia y se dedica, entre otras cosas, a acompañar a gente que se está muriendo y a familias durante las horas y días posteriores al fallecimiento de sus seres queridos. </span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">«Y me vino a la memoria la perogrullada más famosa, la que para mí destaca como la verdad más grande jamás enunciado: “cinco minutos antes de morir, todavía estaba viva”. Decir esto, por obvio que resulte, es reconocer que hasta el último momento, incluso cuando la muerte resulta inevitable, la vida no se deja confiscar del todo. Se impone aún en el instante previo a nuestra desaparición y hasta el final parece decirle a lo macabro que hay modos de coexistir».</span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Horvilleur habla de cómo enfrentarnos a la muerte, cómo entenderla, cómo el hecho de ignorarla, algo ancestral y profundamente arraigado en nuestro subconsciente, no la hace desaparecer. Las letras de Delphine sirven, eso sí, para entender los rituales judíos en torno a la muerte, el entierro, el luto, que, bueno, puede tener su interés, pero que en el fondo es puro atrezzo porque el dolor por la pérdida de un ser querido es el mismo para cualquier persona. A partir del capítulo dedicado a la muerte de su amiga me interesó un poco más, siendo un poco más casi nada porque todo lo anterior, 107 páginas, fueron un mero pasar las hojas esperando llegar a eso que ha hecho que a mucha gente le haya encantado este libro. </span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">«Por más que cada uno de nosotros sepamos que vamos a morir, el hecho de ignorar el cuándo y el cómo lo cambia todo. La inmensidad de las posibilidades nos lleva a creer que aún podríamos librarnos».</span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Para mi </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Vivir con nuestros muertos</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> ha sido un fracaso de lectura. Sobre la muerte no he descubierto nada nuevo y como retrato de la vida judía prefiero a Amos Oz en todas sus novelas y ensayos. </span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Menos mal que marzo ha empezado muy bien con un libro de relatos maravilloso del que ya hablaré en el próximo </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Lecturas encadenadas</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">. </span></span></p><br /><br /><br /></span>molinoshttp://www.blogger.com/profile/14776225440298083660noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8244549242466085173.post-64115478416591135612024-03-03T06:30:00.005+01:002024-03-03T06:30:00.131+01:00Sin vergüenza y sinvergüenzas<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"></span></p><blockquote><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlab37NYdYCNIeaqTaFGPwBxT8zXl_XNyIeJGtUAHY-2dH_Bv1ppE3fEuPhptUwKDPoS22rlNNmnoxD4yPQNLaTK1cD59RfGB0-uiv6jbUtQ7cfAaM9J7VvhFEyTuKcSjkBVtf-Xd8p0YTLtJB-HU0b3Ug3fZDZTCECn_y2XTWWOl9TP0jsKXDbloR9WLx/s649/f9ca60d630541b5ecbee04bb55b2104b.jpeg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="649" data-original-width="564" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlab37NYdYCNIeaqTaFGPwBxT8zXl_XNyIeJGtUAHY-2dH_Bv1ppE3fEuPhptUwKDPoS22rlNNmnoxD4yPQNLaTK1cD59RfGB0-uiv6jbUtQ7cfAaM9J7VvhFEyTuKcSjkBVtf-Xd8p0YTLtJB-HU0b3Ug3fZDZTCECn_y2XTWWOl9TP0jsKXDbloR9WLx/w348-h400/f9ca60d630541b5ecbee04bb55b2104b.jpeg" width="348" /></a></span></div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /> </span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; text-align: left; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Sinvergüenza:</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-align: left; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> </span></span><p></p><span id="gmail-docs-internal-guid-85580011-7fff-c3c3-bdbb-a7d675bece8d"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">1.- Pícaro, bribón</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">2.- </span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Dicho de una persona: Que comete actos ilegales en provecho propio, o que incurre en inmoralidades</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Vergonzoso: </span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Que se avergüenza con facilidad.</span></p><br /><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">El año pasado acompañé a una amiga a una entrevista en el Hotel Palace. Quedamos en la puerta y cuando llegó la saludé, me giré y empecé a subir las escaleras para entrar. Miré hacia atrás y se había quedado allí parada. «¿Qué pasa?», le pregunté. «¿Vamos a entrar así, sin más? Me da apuro». «Pues claro que vamos a entrar así, sin más. No te preocupes». Me sorprendí a mí misma con ese aplomo que parecía venir de alguien acostumbrado a visitar hoteles de lujo cada semana. Mientras arrastraba a mi amiga hacia la rotonda del Palace para sentarnos en sus sofás a esperar, recordé el 29 de abril de 1997. Ese día mis padres cumplían sus bodas de plata y fuimos los seis a cenar al </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">buffet</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> libre del Palace y sentí vergüenza. Me parecía, entonces, que no pegábamos ahí. Bueno, mis padres sí pero no yo desde luego, me parecía que no iba bien vestida, que desentonaba, que todo el mundo me estaba mirando y no estaba sabiendo comportarme. Me hizo gracia verme en ese momento, pensar en que si mi yo de 24 años hubiera estado allí sentada, en ese mismo instante, me hubiera mirado y pensado: «Esa señora sí que pega aquí». Ja. </span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">A mí, de pequeña y no tan pequeña, había muchísimas cosas que me daban vergüenza. Cosas como pedir más ketchup en el McDonald's, hablar con las dependientas de cualquier tienda, que alguien me hablara en el autobús, llevar sandalias y, por supuesto, desnudarme delante de alguien, fuera quien fuera ese alguien. Ahora no me da vergüenza casi nada de lo que hago yo, si acaso un poco de pudor hablar en inglés en público, pero solo porque me da rabia no hablarlo mejor de lo que lo hablo. La vergüenza es por tanto algo que se te pasa en la vida como la piel tersa, la capacidad para confiar en tus rodillas en cualquier circunstancia, la habilidad para dormir hasta las once de la mañana o la necesidad de salir todas las noches por si acaso te pierdes algo. Es decir: perder la vergüenza es uno de los </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">updates</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> de la existencia, una actualización en la manera en la que experimentas tus emociones que mejora mucho tu vida porque la vergüenza llevada al extremo paraliza, bloquea y te impide hacer un montón de cosas para las que estás perfectamente capacitada. Por supuesto, lo de que vas a perder la vergüenza es algo que no sabes y que, aunque te lo diga tu madre, tu tía, tu abuela o quien sea, crees que a ti no te pasará, que siempre vivirás avergonzada, sintiéndote menos, fuera de lugar, juzgada por los demás. Es otra cosa que aprendes con la edad: nadie te está mirando y a nadie le importa un pepino lo que hagas o dejes de hacer y, si por un momento te prestan un mínimo de atención, lo olvidarán antes del segundo parpadeo. </span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Annie Ernaux tiene un libro titulado </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">La vergüenza</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> que trata justamente de eso, de ese momento en que todo en tu vida te da vergüenza. Ella cuenta en ese libro que le avergonzaba su familia, su casa, su ropa, todo... y cuando lo leí escribí esto: «</span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Ernaux retrata con maestría ese momento en la vida, el comienzo de la adolescencia, en que aparece la vergüenza en nuestra existencia. Por supuesto que antes de los doce o trece años hemos sentido vergüenza. Vergüenza por participar en una función, por saludar a un desconocido, por hablar con alguien. Pero es cuando dejas la infancia atrás, o comienzas a dejarla atrás, cuando la vergüenza que sientes no es por lo que haces sino por lo que eres. Te da vergüenza ser quien eres, ser como eres, quiénes son tus padres, cómo es tu casa, lo que te gusta. Es un sentimiento estúpido pero inevitable».</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Puse inevitable y quizás debería haber puesto «es un sentimiento que caduca, que desaparece». Porque así es. Llega un punto en el que nada te da vergüenza, ni siquiera pasearte en bolas por un gimnasio, el médico o frente a tu ventana aunque sepas que el vecino pueda verte. Y está muy bien, es sin duda un proceso evolutivo que mejora, no sé si la especie, pero sí nuestra vida. El problema es que cuando estás ahí enfangado en sentir vergüenza, aunque te cuenten esto, aunque te digan que se te pasará, que en algún momento todo te la pelará, no te lo vas a creer... Así de estúpidos somos. </span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">¿Cómo se siente la vergüenza? </span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Estás leyendo esto y me juego una mano a que no tengo que explicarte cómo se siente la vergüenza. Seguro que has tenido flashes a momentos de tu vida en los que te querías morir, en los que te sentiste paralizada de vergüenza. Es un sentimiento difícil de explicar pero fácil de identificar. Todos lo conocemos. Nudo en el estómago, ganas de volatilizarse, de disolverse y desaparecer, sudores en las manos, escalofríos y, para algunos, un súbito color rojo en la cara que lo único que consigue es que el pánico sea aún mayor cuando te dicen: «te estás poniendo roja, no me digas que te da vergüenza». </span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">He escrito «Todos lo conocemos» pero no es así. Hay gente que nace sin vergüenza de ningún tipo. Esas personas que van por la vida alegremente sintiendo que todo lo que ellos hacen es estupendo y está bien hecho. Qué digo bien hecho: ellos sienten que sus actuaciones son siempre las mejores porque ellos son </span><span style="color: #333333; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">top</span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">. En los niños es una monería: decimos «serás sinvergüenza…» sonriendo, en plan chascarrillo. Se lo dices a tu sobrino de 7 años cuando se ha comido toda la tableta de chocolate a escondidas y te lo niega, o como cuando yo se lo decía a mi hija Clara cuando robó el Niño Jesús del belén de su abuela. El problema es que esos niños crecen y, como vienen de serie sin vergüenza, se convierten en adultos peligrosísimos. A estos, cuando los llamas sinvergüenzas, lo haces con una rabia y un desprecio que te sabe a bilis en la boca y las palabras «¡Es un sinvergüenza!» que te salen desde el fondo del estómago en una especie de desahogo. «¡Es un sinvergüenza!», que puede aplicar por igual a un político, a un ex de cualquiera de tus conocidos o a un compañero de trabajo, por ejemplo. </span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Los sinvergüenzas son escoria. Y lo digo así, sin cortarme y sin pudor. Es gente que miente sin perturbarse, miente por hacer daño, miente sabiendo que está mintiendo y que tú no le estás creyendo, pero te miran desafiantes reconociendo que saben que tú sabes que están mintiendo pero que les da igual. Los sinvergüenzas son esos que se aprovechan de las desgracias y el trabajo ajenos y, si son ya muy top, si llevan años curándose la carrera de sinvergüenzas, son capaces, además, de hacerse pasar por víctimas. A mí, un buen sinvergüenza me da ganas de matar o de gritar. A algunos les he gritado y escupido toda mi rabia sabiendo que solo iba a conseguir desahogarme pero jamás perturbarles. Un sinvergüenza es un ser impermeable al reproche ajeno, a la opinión de los demás, por supuesto al dolor o al malestar que cause en los otros a los que está mintiendo o de los que está aprovechándose. Además, a todo esto se suma que así como la vergüenza se pasa, la sinvergonzonería es algo que se arrastra para siempre, va creciendo y creciendo hasta que el susodicho o la susodicha cometen tal tropelía que aquellos que todavía lo consideraban «gracioso» o que lo hacía sin maldad se dan cuenta del peligro de ese sujeto. Eso no les hará cambiar, ni mucho menos, pero hará que los demás se caigan del guindo y se protejan. </span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">No tener vergüenza es un estado que se alcanza con el tiempo y la experiencia que da saber que, en general, los demás están demasiado preocupados por sí mismo como para que les importe lo que haces.</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Ser un sinvergüenza es como ser alto, pelirrojo o tener los ojos azules. Naces así y nunca te curas. Solo va a peor. Cuidado con ellos. </span></p></span></span></blockquote><span id="docs-internal-guid-85580011-7fff-c3c3-bdbb-a7d675bece8d"><div><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></div></span>molinoshttp://www.blogger.com/profile/14776225440298083660noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8244549242466085173.post-51598141484511610452024-02-25T06:30:00.001+01:002024-02-25T06:30:00.245+01:00Ni lo intentes<p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> </span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYGkn-asHmx9t_-llvjtON9TsBXmuOsDPeWm42U7SRrBodub3VlLFe7cw-B0Sa78NOYO-KfcyJIe2zZXbw39KlajxfA0YJTtcZqY-fUF6KXhKVstJiUrKCikmiJD-Ge-RPlvjmU54SlUZ_Q9GStCetcFhluWHXhyphenhyphen2lRrk3no5B1n4UAoNilqfVvB-uUNK1/s846/c90d80aebdacb259e44788114e8af7e2.jpeg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="846" data-original-width="564" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYGkn-asHmx9t_-llvjtON9TsBXmuOsDPeWm42U7SRrBodub3VlLFe7cw-B0Sa78NOYO-KfcyJIe2zZXbw39KlajxfA0YJTtcZqY-fUF6KXhKVstJiUrKCikmiJD-Ge-RPlvjmU54SlUZ_Q9GStCetcFhluWHXhyphenhyphen2lRrk3no5B1n4UAoNilqfVvB-uUNK1/w426-h640/c90d80aebdacb259e44788114e8af7e2.jpeg" width="426" /></a></span></div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="background-color: white; color: #323b4a; white-space-collapse: preserve;">"Figure out what it is that you don’t do well, and then don’t do it"</span></span><p></p><span id="docs-internal-guid-a20d9a2d-7fff-a4dd-0772-fd1002d65242"><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="background-color: white; color: #323b4a; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">— </span><span style="background-color: white; color: #323b4a; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Douglas Coupland</span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="background-color: white; color: #323b4a; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Voy a apostar a que no sabes quién es Douglas Coupland. No pasa nada, yo tampoco lo sabía hasta que vi esta cita, en algún sitio, me gustó y luego pensé: voy a buscar, a ver quién es este señor, no vaya a ser que sea, qué se yo, dueño de un bar que en el mismo menú ofrece paella, callos, giozas y ceviche. Para mi tranquilidad, Coupland es un señor canadiense, lo que a mi siempre me parece fabuloso, porque igual que hay gente que tiene querencia por los cubanos, los rubios, los calvos o los guapos, yo tengo querencia por hombres de cualquier país donde los jerseys gordos sean obligatorios unos cuantos meses al año, nieve y se puedan usar motosierras. Vive, además, en West Vancouver, cerca de la frontera con Washington, mi estado favorito y el lugar al que sueño volver. Me disperso. Douglas es canadiese y escribió una novela, por lo visto famosa, titulada </span><span style="background-color: white; color: #323b4a; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Generación X</span><span style="background-color: white; color: #323b4a; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> y que, me juego las dos manos, es la generación a la que tú, como yo, perteneces. Si, también como yo, te haces un lío con esto de las generaciones, te explico que somos de la </span><span style="background-color: white; color: #323b4a; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">X</span><span style="background-color: white; color: #323b4a; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> porque nacimos entre 1965 y 1981. </span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: white; color: #323b4a; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">El bueno de Douglas dice: "Averigua qué es lo que no haces bien y luego no lo hagas". Y es que no puedo estar más de acuerdo. No sé cómo explicarle a la gente que si algo no se te da bien y sufres por ello, lo mejor que puedes hacer es no hacerlo. Por supuesto, si algo no se te da bien pero lo disfrutas muchísimo, entonces a por ello como si no hubiera un mañana; pero en serio, si empiezas a hacerlo y no es lo tuyo, sigue el consejo de Douglas y el mío y a otra cosa mariposa. </span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: white; color: #323b4a; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Con esta idea en la cabeza, la de no hacer cosas en las que eres malo, vengo a desrecomendar con ahínco, ímpetu y, si hace falta, de manera machacona: intentar hacer cualquier cosa que aparezca en Instagram con las palabras “Ikea hack”, “truco para dejar algo como nuevo”, “papel adhesivo”, “pintura a la tiza”, “lijar”, “atornillar”, “pulir”, “para cualquiera”, “fácil y rápido” y, sobre todo, sobre todo “INCREÍBLE TRANSFORMACIÓN”. No es que no tengas que intentarlo, es que no tienes ni que pensarlo. Hay que borrar esas cuentas, esas promociones, todo. </span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: white; color: #323b4a; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Todos esos vídeos realizados por gente que, al contrario que tú, tienen seis meses de vacaciones al año, muchísimo espacio para guardar herramientas, pulgares oponibles, ostentan el poder en su casa con absolutismo y, por tanto, no tienen a nadie que les discuta que no les gusta el “azul desayuno” o el “verde verdeliss”, o que no quieren más ratán en ninguna parte. Pero sobre todo, amiga, esa gente era la que sacaba sobresaliente en dibujo y manualidades. ¿Por qué te crees que te acuerdas de los dibujos que hacía Elena Filipovich en 8º de EGB? Porque se le daba bien. ¿Sabes quién se acuerda de tus dibujos o tu caja de estaño labrado? Exacto. Nadie. Ni tú. ¿Por qué? Porque era un truño impresionante sobre el que dejaste tus huellas de sudor adolescente mientras creías esa majadería de que si insistes en algo acabas haciéndolo bien. </span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="background-color: white; color: #323b4a; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Bien, pues esa gente mañosa que, a lo mejor al contrario que tú, no saben usar </span><span style="background-color: white; color: #323b4a; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Excel</span><span style="background-color: white; color: #323b4a; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> o cocinar o son incapaces de hablar en público, han encontrado en Instagram una herramienta, si no para dominar el mundo, sí para humillarlo al mismo tiempo que se sacan unos eurillos aprovechándose de esa majadería que es el espíritu de superación. No intentes superarte, no intentes superar al Señor Ikea. Compra la estantería </span><span style="background-color: white; color: #323b4a; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Lack</span><span style="background-color: white; color: #323b4a; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> y limítate a pasarte horas decidiendo si la pones horizontal y vertical, si le pones puertas o cestas y, si te ves atrevido, atorníllale unas patas, aunque ya te advierto que no van a quedar bien. ¿Por qué? Porque no se te da bien. </span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="background-color: white; color: #323b4a; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Hace muchos años escribí </span><a href="https://www.cosasqmepasan.com/2013/11/pete-no-es-mi-tipo-pero.html" style="text-decoration-line: none;"><span style="background-color: white; color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">un </span><span style="background-color: white; color: #1155cc; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">post</span><span style="background-color: white; color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> sobre Pete.</span></a><span style="background-color: white; color: #323b4a; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> Un tío con pinta de ser profesor de plástica (¿ves? si es que el señor mañoso viene en los genes, como los pelos del entrecejo) se dedicaba a ir por Estados Unidos construyendo casas en los árboles. El concepto era exactamente el mismo que el de esos vídeos de IG, pero Pete siempre hablaba de dinero (180.000 $ por una casita en un árbol para que las gemelas adorables de la joven pareja pudiera jugar a princesas encerradas) y siempre había algún problema durante la construcción: camión atascado en el barro, árboles cuyas ramas se tronchaban y hacían que el bueno de Pete tuviera que pensar otro lugar donde colocar el balcón para ver los atardeceres sobre el bosque en los Apalaches, etc.). Yo era adicta a aquellos programas porque eran tronchantes y porque, como ya he dicho, todo lo que tenga que ver con árboles y tíos con motosierra es mi rollo. </span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="background-color: white; color: #323b4a; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">El problema de los vídeos de trucos en IG es que son Disneyland. Por seguir con Pete, allí la gente no tenía una casa en el árbol y quería una. En los videos de IG la gente ya tiene puertas, pasillos o muebles y está contento con ellas. Bueno, no es que estés contento, es que ya no los ves porque es tu casa, te gusta y no te paras a pensarlo. De repente empiezan a saltarte videos diciéndote que los muebles de madera son antiguos y feos y los iluminan de tal manera que parece que viven dentro del ataúd de la peli </span><span style="background-color: white; color: #323b4a; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Buried</span><span style="background-color: white; color: #323b4a; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">. Acto seguido, y de la nada, aparecen papel de embalar como para empaquetar un elefante, media docena de pinceles y brochas a estrenar, cinta de carrocero, destornilladores para quitar bisagras, tiradores y todo lo que moleste. Sospecho que también aparecen 2 semanas de vacaciones o una excedencia de una semana. Se ponen a pintar y pim pam pum... el mueble queda como nuevo y, de la nada, ya no viven en un ataúd sino en la soleada Baja California con luz entrando a raudales por unos ventanales que, cuando el mueble era color madera, debían estar tapiados con ladrillos. </span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: white; color: #323b4a; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">El mismo proceso ocurre con lo de “pinta de manera fácil tus horribles baldosines del baño”. “¿Horribles?”, piensas tú, que hasta ese momento habías vivido feliz ahí. En el caso de los baños es ya un descojone: “mira el cambio radical”. El truco del tapiado de ventanas siempre es así pero, además, en este caso se añade que en la transformación radical que pretenden venderte solo con la pintura, si sales del estado de abstracción que IG te provoca y te fijas en los detalles verás que además de pintar han cambiado los sanitarios, la grifería, los textiles y la mampara. Presupuesto total del “pinta facil tu baño”: 8.000 €. </span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: white; color: #323b4a; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">¿Y los que pegan papel pintado? Como vea un solo vídeo de Helena Tablada cambiando el papel de su casa salgo con una recortada a Leroy Merlin. ¿Cuántas veces va a cambiar el papel en su casa? Sinceramente, creo que tiene un toc. Tú no lo tienes y, además, no olvides cómo sudabas cuando tenias que forrar los libros del colegio de tus hijos o, cada Navidad, cómo blasfemas envolviendo. ¿De verdad crees que puedes empapelar la pared de tu salón y que quede recto, ajustado y sin arrugas? No, no puedes. Confieso que una vez, en un momento de debilidad, encargué un papel de esos para forrar un armario. ¿En qué estaba pensando? No lo sé, quizá fue con un bajón de azúcar. Llegaron los rollos, los abrí y me dije: ¿Qué haces? Cogí los rollos, fui a Correos y los devolví. Al volver a casa tenía la sensación de haber esquivado una bala. Todavía tengo escalofríos cuando lo recuerdo. Quién sabe si hasta hubiera grabado un antes y un después.</span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: white; color: #323b4a; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Yo no soy mañosa y tú, probablemente, tampoco. Si la mayoría de la población fuese mañosa no existiría Ikea ni habría cortinas cuyo bajo se puede pegar con velcro. Tampoco habría negocios de arreglos de costura ni manitas anunciándose con pegatinas en las farolas y las paradas de autobús y los chinos perderían una de sus principales fuentes de ingresos porque las ventas de disfraces se desplomarían. </span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: white; color: #323b4a; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Hay que quitarse de esos vídeos porque, si te descuidas, causan un desazón injustificado. Tu casa es estupenda porque es tuya. Elegiste esos baldosines y esos muebles porque te gustaron, tienes fotos en las paredes porque quieres recordar tus buenos momentos, a ti cuando eras joven y alocada o a tus hijos cuando corrían a saludarte cuando entrabas por la puerta. No eres mañoso, no pasa nada, dedícate a otra cosa, a disfrutar tu casa por ejemplo, o a escribir cartas o dibujar panteras rosas con rombos. Haz el bizcocho que llevas haciendo veinte años, relee tu diario de los quince, cuando la sola idea de pintar puertas de color azul amanecer te hubiera parecido una majadería y una pérdida de tiempo. Túmbate a ver la tele, sal a dar un paseo, vete al cine, al Rastro o a comprar marcos para colgar más fotos en tu pasillo. Haz lo que sea, menos lo que se te da mal, lo que sea menos intentar ser mañoso. </span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: white; color: #323b4a; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">No lo eres. Y solo tienes dos días de fin de semana: son demasiado valiosos para perderlos creyendo que sí.</span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: white; color: #323b4a; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Hazme caso: ni lo intentes.</span></span></p><br /><br /></span>molinoshttp://www.blogger.com/profile/14776225440298083660noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-8244549242466085173.post-2333776236341043932024-02-18T06:30:00.001+01:002024-02-18T06:30:00.233+01:00Podcasts encadenados: de pasos, novias y críticos<p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: inherit;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVzgjDfPZTvAa14BzJwPL8Oyb5JBpcKaPozdM2SxsO22gdST-PAIrnpJ6PtU5m-AYeW0B8418-XLlbyEMruLz3p7fYdDsmwoON5qigRKUHIwjvGapIPAc18QxafZK2ga0iEvAThWeVTyaj3TYzPRHNbB4sjGP5hD-vUc5ATO3E703dFpdHbNjHSAYV6IKD/s1500/azul.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="500" data-original-width="1500" height="214" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVzgjDfPZTvAa14BzJwPL8Oyb5JBpcKaPozdM2SxsO22gdST-PAIrnpJ6PtU5m-AYeW0B8418-XLlbyEMruLz3p7fYdDsmwoON5qigRKUHIwjvGapIPAc18QxafZK2ga0iEvAThWeVTyaj3TYzPRHNbB4sjGP5hD-vUc5ATO3E703dFpdHbNjHSAYV6IKD/w640-h214/azul.jpeg" width="640" /></a></span></div><span style="font-family: inherit;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></span><p></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></span></p><div class="gmail_default"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br clear="all" /></span></div><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Escribo este texto el viernes a las nueve y media de la noche, con el ordenador en las rodillas, sentada enfrente de la chimenea mientras en la televisión, que tengo puesta para que haga de ruido de fondo y concentrarme, veo a Lee Marvin cantar </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">I was born under a wandering star</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">. Esta canción siempre me recuerda a mi madre porque es de sus favoritas. Ella está por ahí, con sus amigos, celebrando que alguno de ellos cumple ochenta años. ¿Por qué escribo ahora en vez de relajarme o acostarme después de una semana agotadora? Pues porque mañana celebro mi cumpleaños y va a ser un día completo: bajar a la compra a por los últimos detalles, cocinar lo que me falta, poner la mesa después de mil quinientas dudas sobre si la pongo dentro o fuera, preparar los aperitivos, volver a bajar a la compra a por lo que sea que se me ha olvidado y luego ya disfrutar con mis amigos que me exigieron que organizara comida que se prolongara hasta la merienda y la cena. En previsión de que mañana a estas horas esté o de juerga o destrozada de cansancio en el sofá jurando que es la última vez que celebro mi cumpleaños hasta los sesenta, escribo sobre los últimos </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">podcasts</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> que más me han gustado porque, para mí, este compromiso dominical es más importante que mi trabajo. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span id="gmail-docs-internal-guid-57bf29be-7fff-9b3c-19de-f2cfbf3c4a50"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Vamos a ello. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><a href="https://www.13thsteppodcast.org/" style="text-decoration-line: none;"><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">The 13th Step</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> aparecía en todas las listas de mejores </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">podcasts</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> de 2023, así que lo apunté para escucharlo en cuanto pudiera. Ese momento llegó en Navidad y con él me pasó lo que me pasa con los </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">podcasts</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> o los libros que me gustan mucho, que recuerdo perfectamente dónde estaba cuando lo estaba escuchando.</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">A lo mejor sabes, espero que por haberlo visto en muchas pelis y no por experiencia propia, cómo funcionan los grupos de Alcohólicos Anónimos con sus reuniones y su camino de 12 pasos que tienen que ir cumpliendo para conseguir superar la adicción. Se conoce como «el paso 13» al peaje que muchas mujeres, casi todas, pagan en estos grupos en forma de algún tipo de </span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">abuso/acoso sexual por parte de un hombre de ese grupo que puede ser incluso el </span><span style="color: #333333; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">sponsor</span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> o padrino. Por lo visto es muy habitual que se aprovechen de ellas contando con que están en una situación de vulnerabilidad física, mental y emocional. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Lauren Chooljian es periodista y en 2020 publicó una noticia sobre un brote de </span><span style="color: #333333; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">covid</span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> en un centro de rehabilitación. Poco después recibió un correo diciéndole que eso no era lo peor que ocurría en esos centros y en otros del mismo dueño. Comienza a investigar, a tirar del hilo, y descubre una serie de alegaciones de abusos sexuales a expacientes por parte de Eric Spofford, un exadicto creador y dueño de todos esos centros en New Hampshire. El tipo se dedica a acosarlas cuando están a punto de salir del programa y deja un rastro de mensajes, </span><span style="color: #333333; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">fotopollas</span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">... El acoso se extiende también a empleadas. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">La publicación de las noticias, muy contrastadas e investigadas, desata una serie de consecuencias muy graves que, mientras lo escuchaba, me helaban la sangre. Chooljian es una periodista extrasolvente, con una gran capacidad para narrar todo el proceso de investigación y comprobación de fuentes sin que en ningún momento el oyente se aburra o se pierda. La narración funciona de manera excelente, el guión es estupendo y Lauren consigue un tono de cercanía y confianza que va creciendo según avanza la serie. Está muy bien dosificada toda la información, todas las veces que dice «luego lo explico», cómo mete el </span><span style="color: #333333; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">fact checking</span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> y las comprobaciones internas que el oyente, aunque no lo sabe, quiere escuchar. También la presentación de ambientes cada vez que cuenta dónde se entrevistó con alguien está muy bien hecha. Quiero detenerme en esto un segundo para explicarlo: Cuando estás escuchando un </span><span style="color: #333333; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">podcast</span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, estás usando el oído pero al mismo tiempo estás </span><span style="color: #333333; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">viendo</span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> lo que te narran. Para que eso suceda, para que puedas verlo, necesitas que alguien te cuente si el entrevistado tiene 34 o 67 años, si es alto o bajo, si da la sensación de mantener la calma o tiene una risa explosiva. Necesitas saber, también, si la entrevista se ha hecho en un estudio o en la casa de la fuente o por </span><span style="color: #333333; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Zoom</span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> o dentro de un coche. Esto, que parece de cajón, muchísimas veces se olvida confiando en que, como lo estás escuchando, no necesitas esas descripciones. Aquí, como he dicho, está muy bien hecho. Además, </span><span style="color: #333333; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">The 13th Step</span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> tiene música original compuesta especialmente para el </span><span style="color: #333333; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">podcast</span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> que a veces me recuerda a </span><span style="color: #333333; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">The Retrievals</span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> y a veces a </span><span style="color: #333333; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Serial</span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">.</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Por si todo esto fuera poco, si no hablas inglés estás de suerte porque tienes disponible las </span><a href="https://www.13thsteppodcast.org/transcripts" style="text-decoration-line: none;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">transcripciones de todos los episodios.</span></a></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Es un </span><span style="color: #333333; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">podcast</span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> de la radio pública de New Hampshire, responsable también de </span><a href="https://open.spotify.com/episode/2j1HU5xuvtJxlvNJvKpxjd?si=FmlYfdwSSnSqapujno9XJA" style="text-decoration-line: none;"><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Bear Brook</span></a><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> (un </span><span style="color: #333333; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">true crime</span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> en un bosque del estado) y </span><a href="https://open.spotify.com/episode/5zhwjlSjNaZhFcNmQtegDJ?si=psrrEBtdQ3WmVX65woERMA" style="text-decoration-line: none;"><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Patient Zero</span></a><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> (sobre la enfermedad de Lyme) que me gustaron muchísimo. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Con </span><a href="https://open.spotify.com/episode/1iwx1jii9DVIeG18PhjNP4?si=YGOTpwLNQMGT3U0oa7_aGQ" style="text-decoration-line: none;"><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">The Girlfriends</span></a><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> me lo he pasado en grande. Lo cacé</span><a href="https://lifehacker.com/entertainment/the-best-true-crime-podcasts-of-2023" style="text-decoration-line: none;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> en otra lista con los mejores </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">true crimes</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> del 2023</span></a><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> pero no sé yo si lo calificaría así. Para que te hagas una idea: imagina una especie de </span><span style="color: #333333; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">crossover</span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> perfecto entre </span><span style="color: #333333; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">El club de las primeras esposas</span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, </span><span style="color: #333333; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Se ha escrito un crimen</span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> y </span><span style="color: #333333; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Las chicas de oro</span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">. Una maravilla superentretenida. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">¿Qué cuenta </span><span style="color: #333333; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">The Girlfriends</span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">? Para empezar y marcar la diferencia, la narradora es </span><a href="https://carolefisher.co/" style="text-decoration-line: none;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Carole Fisher,</span></a><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> una señora-señora, abuela, y esta es la primera vez que hace un </span><span style="color: #333333; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">podcast</span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">. ¿Y qué cuenta Carole? Pues se junta con sus amigas, que llevan juntas 40 años, para narrar la historia de Bob Bierenbaum, un cirujano plástico judío, joven y guapo que llega a Las Vegas en los 90 y se convierte en el soltero más solicitado de una ciudad donde hay pocos judíos, menos aún solteros y médicos. Allí sale con varias mujeres a las que comienza cortejando con citas de ensueño, vuelos en avioneta, viajes maravillosos, cenas, atenciones…, pero poco a poco todas se van dando cuenta de que hay algo raro en él: ataques furia, mentiras, acusaciones absurdas. Carole Fisher fue su novia por entonces, estaba en éxtasis con él, pero poco a poco se fue dando cuenta de que había algo raro. Cuando por fin lo deja, después de que él la acuse de haberle contagiado la sífilis, ella se reúne con amigas suyas que ya salieron con él y forman una especie de club en el que cotillean sobre Bob y empiezan a investigar.</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">No quiero destripar la trama porque es apasionante, como una peli de los 90 con cardados, excesos y brillos. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="color: #333333; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">The Girlfriends</span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> tiene cosas muy buenas: la idea del club de mujeres contra el malvado, la estructura a partir del tercer episodio, la dosificación de la información y que Carole te cae bien como narradora porque es como tu abuela contándote una historia en la que ella es la protagonista. No tan bueno tiene que los dos primeros episodios están estructurados de manera algo regular y sobre todo la cantidad de publicidad que tiene: he contado hasta 3 y 4 cortes de más de 3 minutos con promo cruzada de otros </span><span style="color: #333333; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">podcasts</span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> que hacen la escucha un poco incómoda. A pesar de estas pegas lo recomiendo mucho porque tiene otros grandes aciertos como el personajazo que es la hermana (no te digo de quién para no reventarlo) y la música, con un coro femenino que resulta un grandísimo acierto, da esa idea de hermandad frente al peligro que acecha a las mujeres. Y si llegas al final... pelos de punta. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Lamentablemente no tiene transcripciones.</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Breves: </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">En español, y como seguro que has visto </span><span style="color: #333333; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">La sociedad de la nieve</span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, de la que por supuesto te sabías la historia porque aquí todos tenemos más años que un bosque, te recomiendo muchísimo </span><a href="https://open.spotify.com/show/1ABQQjJIYTioUE8iSwtgDo?si=ebb5e2e878f0482f" style="text-decoration-line: none;"><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Andes. 72 días en la montaña</span></a><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, un </span><span style="color: #333333; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">podcast</span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> uruguayo que se estrenó en 2022 para conmemorar los 50 años de la tragedia. Es estupendo, completísimo y aunque creas que ya lo sabes todo de aquel suceso en sus nueve episodios hay elementos nuevos. Si te animas, me gustaría que te fijaras en la manera en la que, en el primer episodio, nombran a todos los pasajeros del avión sin hacer una lista, sin que resulte aburrido, consiguen nombrarlos a todos, los 45, y perfilarlos como personas y no como nombres solo con un par de líneas sobre ellos. Es también muy interesante el episodio final que va más allá del rescate, la fama y la gloria y se centra en los aspectos no tan bonitos de la hazaña. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Me encantó este episodio de </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">The Ezra Klein Show</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">: </span><a href="https://open.spotify.com/episode/3JGETbaRnNqZe4gwj9QrwQ?si=oiDkG8caSxe8kPlUCFiwYg" style="text-decoration-line: none;"><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">How to Discover Your Own Taste</span></a><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, con Kyle Chayka, un periodista de The New Yorker. Hablan sobre cómo construimos lo que nos gusta y lo que no. Este episodio me gustó tanto que me inspiró para escribir </span><a href="https://cosasqmepasan.substack.com/p/lo-que-nos-gusta-y-lo-que-no" style="text-decoration-line: none;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">esto</span></a><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> y </span><a href="https://cosasqmepasan.substack.com/p/flujo-de-pensamientos-y-casualidades" style="text-decoration-line: none;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">esto</span></a><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Por último, mi nueva adicción y por la que voy a hacer campaña hasta que consiga que te enganches, es </span><a href="https://open.spotify.com/show/2SPRInxtPCz2nmvKgHLWDt?si=d8c624450ae945c3" style="text-decoration-line: none;"><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Critics at Large</span></a><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> de The New Yorker. Es una especie de </span><span style="color: #333333; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">La Cultureta</span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> en inglés con tres críticos de la revista: </span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Vinson Cunningham, Naomi Fry y Alexandra Schwartz. Son tan listos, tan cultos, tan inteligentes y tan divertidos que, si no fuera porque además de todo eso tienen una química maravillosa, me darían muchísima rabia y puede que incluso los odiara. El caso es que me encantan: cada jueves, en cuanto el episodio nuevo cae corro a escucharlo. Para empezar te recomiendo éste: </span><a href="https://open.spotify.com/episode/67aEawE9G2hrj2DK9dZ0f7?si=Pj_61rDSS4q1a9rRpybsQw" style="text-decoration-line: none;"><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">The Case for Criticism</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, en el que reflexionan sobre el papel del crítico cultural, cuáles deben ser sus características y si ahora tienen sentido o no. Me encantan. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Te recuerdo que si quieres unirte al </span><a href="https://open.substack.com/pub/cosasqmepasan/p/club-de-escucha-podcasts-encadenados?r=1z9nr&utm_campaign=post&utm_medium=web" style="text-decoration-line: none;"><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Club de Podcasts Encadenados, </span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">el próximo 3 de marzo haremos la primera sesión para comentar los dos primeros </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">podcasts</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> seleccionados y que puedes suscribirte para saber qué vamos a escuchar, participar en el </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">chat </span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">en el que estamos ya comentando algunas cosas y saber cómo será nuestra primera videollamada. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Suficiente por hoy. Si escuchas algo, por favor, ven a contármelo: me hará mucha ilusión. </span></span></p>molinoshttp://www.blogger.com/profile/14776225440298083660noreply@blogger.com11tag:blogger.com,1999:blog-8244549242466085173.post-2965577622771498502024-02-12T06:30:00.001+01:002024-02-12T06:30:00.139+01:0012 de febrero. Cincuenta y un años<p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> </span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi3Fh2Pzjt6vLnjdJJf8R9Ih6c8jsxtn2lAWQywhXCN6zrEwkbBkEp9eR7cYv0Tcf5CWQfngtWpSjvwnVOHVVVu57xFhr3Uv2i5MDUekl6YI3jk0GKv87yyN_Emk719d3LuuP9byz2JTRQEzcJ4d6MHAopbL_7O1qaEp4Kh6Ex-jADGD3_FNHLBENvKv_bb/s564/8cbb0e2258fe5c953c92fb6ea773753a.jpeg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><img border="0" data-original-height="423" data-original-width="564" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi3Fh2Pzjt6vLnjdJJf8R9Ih6c8jsxtn2lAWQywhXCN6zrEwkbBkEp9eR7cYv0Tcf5CWQfngtWpSjvwnVOHVVVu57xFhr3Uv2i5MDUekl6YI3jk0GKv87yyN_Emk719d3LuuP9byz2JTRQEzcJ4d6MHAopbL_7O1qaEp4Kh6Ex-jADGD3_FNHLBENvKv_bb/w400-h300/8cbb0e2258fe5c953c92fb6ea773753a.jpeg" width="400" /></span></a></div><span style="white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Hoy cumplo cincuenta y un años. Y lo siento como si el paso que doy hoy fuera a inclinar el balancín de mi existencia hacia abajo. De alguna manera en mi cabeza mi vida aparece ahora como uno de esos columpios en los parques que son una gran viga con asientos a los extremos. Un balancín en el que, al principio, tu padre o tu madre son los que se sientan en un extremo mientras que tú, gorjeando de excitación, con apenas un par de años, disfrutas de ese súbito impulso hacia arriba provocado por su peso y del salto que das al bajar. A ese columpio vuelves después a impulsarte tú solo, a hacer el cafre con tus amigos cuando todavía eres niña y, a veces, cuando te enamoras las primeras veces y te sientes tan ligero y tan seguro de la felicidad que estás sintiendo, vas con tu novio a sentarte en ese balancín y a reír y gorjear hasta que no puedes más y corres a morrearte como si no hubiera un mañana. Y no lo hay, no hay un mañana de sentirte así de ligero… pero todavía no lo sabes. </span></span><p></p><span id="docs-internal-guid-43ec3f12-7fff-2f8d-8788-9af1e7a18d27"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">En mi cabeza, estos últimos días y mientras pensaba en este día, veía mi vida como un caminar por ese balancín. Primero trepando, casi gateando para ir subiendo hasta que mi vida tuvo bastante peso como para mantener el equilibrio, a veces a duras penas, y avanzar, sin caerme, hasta llegar al centro de ese balancín. En el último año, el cincuenta, he estado plantada en el medio. Casi puedo verme con las piernas un poco separadas, las manos en jarras y la cabeza bien alta sintiendo: «Lo logré. Aquí estoy, en el punto medio. He aprendido lo que tenía que aprender. Está hecho». </span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Y, de repente, tengo que dar el paso hacia los cincuenta y uno y la barra empieza a inclinarse hacia el otro lado, hacia abajo. Sé que es una tontería, que no es más que una proyección mental y que no tiene sentido, pero así lo siento. Cincuenta y uno es empezar a descender lentamente. Es una sensación rara porque al mismo tiempo me pasa que ocurre algo curioso, sobre todo en el trabajo. Voy a reuniones, a actos, a entrevistas y tengo que pararme y pensar conscientemente que soy la persona de mayor edad ahí. Todos los demás son más jóvenes y algunos ni siquiera habían nacido cuando yo ya sabía que la ligereza de los primeros enamoramientos se acaba. Hago un esfuerzo entonces por pensar en cómo me verán ellos. ¿Cómo veía yo a la gente de cincuenta años cuando tenía veinticinco, treinta o treinta y seis? No me acuerdo. ¿Es esto algo bueno? ¿No me acuerdo porque me parecían gente cabal, con las ideas claras y la vida más o menos entendida o no me acuerdo por que ni los veía? No lo sé. </span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Me preocupan cosas como empezar a repetir las mismas historias una y otra vez, que se me olviden otras, empezar a decir «antes todo era mejor». ¿En qué momento dejé de saber qué música era la que más se escuchaba? ¿Es porque ahora hay demasiada o porque ya no me toca saberlo? Recuerdo perfectamente cuando mi madre cumplió cincuenta, mi padre todavía vivía y tiró la casa por la ventana. Le compró un </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Rolex</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> de oro ,que era su gran ilusión, y un viaje a París a pesar de que a él no le gustaba viajar. Fuimos a El Escorial a comer y cuando le dimos el reloj mi madre se puso a llorar y no paró en toda la comida mientras nosotros cinco nos poníamos morados. Al llegar a casa, ellos dos salieron al jardín y al tiempo que nosotros cuatro les mirábamos desde la ventana mi padre le dijo que se iban a París. Más llorera sin fin por parte de mi madre que no se lo podía creer. Recuerdo cómo la veía entonces, cómo la sentía. ¿Cómo me ven ahora mis hijas? No puedo preguntárselo; eso no se pregunta porque, ahora mismo, no hay respuesta. La habrá dentro de veinte o treinta años, esté o no esté yo aquí. </span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">A lo mejor parece que me preocupa cómo me ven los demás, ahí subida en mitad del balancín con la cabeza erguida y los brazos en jarras, pero no es preocupación, es curiosidad. Muchas veces he leído o escuchado a gente mayor decir que cuando envejeces te miras en el espejo y piensas: no puedo ser esta persona, yo me siento igual que cuando tenía 15, 25 o 30. A mí no me pasa eso, más bien al contrario. Me parece increíble compararme con la persona que era antes. El otro día pensé que, pasado mañana, se cumplirán diez años desde que me divorcié. En estos diez años han pasado tantas cosas, buenas y malas, que sé que no soy ni de lejos la que era hace diez años. No soy mejor pero sí estoy mejor. </span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Han dejado de preocuparme muchísimas cosas, casi todas de hecho. Me preocupa mi salud y la de mis hijas, me preocupa que se me pase la vida sin tener tiempo para todo lo que quiero hacer, leer, aprender, escribir, para ir a todos los lugares que me apetece visitar. Me preocupa que se me hagan muy largos los catorce años que me quedan para jubilarme y que, al pensarlo ahora, creo que marcarán el momento en que gorjearé feliz al tocar el suelo en el balancín. </span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">A partir de ese momento jugaré en la arena. </span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Estoy mejor. </span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Cincuenta y un años. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><a href="https://cosasqmepasan.substack.com/" target="_blank"><br class="Apple-interchange-newline" />Suscríbete a Cosas que (me) pasan.</a> Si quieres. </span></span></p><div><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></div></span>molinoshttp://www.blogger.com/profile/14776225440298083660noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8244549242466085173.post-58584901938694422642024-02-07T06:30:00.001+01:002024-02-07T06:30:00.139+01:00Lecturas encadenadas. Enero<p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"></span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_a-0ezO2qDYWrU83ngAwmpBQAp9-fO_4a-mECen6v3vtZjmo1EBp0e4eCnb8Ro5GLQig-jcvhtUeByJ9hVaLqXhgNwxetrltygVTV5OcURZF8yPCxCFHvJKoMRMiNkHlaTev5WArH5UoxCSnDZedVlt2j6aT-43UHHWN6mNtSxj1DVdYBeGfLgtq6g8kd/s785/2b1b22911d30cb849c72355e9b1b71f7.jpeg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="785" data-original-width="560" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_a-0ezO2qDYWrU83ngAwmpBQAp9-fO_4a-mECen6v3vtZjmo1EBp0e4eCnb8Ro5GLQig-jcvhtUeByJ9hVaLqXhgNwxetrltygVTV5OcURZF8yPCxCFHvJKoMRMiNkHlaTev5WArH5UoxCSnDZedVlt2j6aT-43UHHWN6mNtSxj1DVdYBeGfLgtq6g8kd/w456-h640/2b1b22911d30cb849c72355e9b1b71f7.jpeg" width="456" /></a></span></div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Iba a empezar diciendo que, contra lo que parece ser una opinión generalizada, a mí enero no me ha parecido eterno y creo que para la mayoría de la gente, si se sienta a pensarlo despacio, tampoco ha sido así. ¿Cómo va a ser largo un mes que empieza el día 8? Pues iba a decir que no me ha parecido eterno, pero pero pero ha tenido que ser largo porque han caído cuatro lecturas encadenadas. </span><p></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><b id="docs-internal-guid-37168e53-7fff-6da5-3f62-fc96aa8e4141" style="font-weight: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></b></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Al lío. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><b style="font-weight: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></b></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">«Pienso que deberíamos bailar como si nadie nos mirara. Creo que también se aplica a la lectura».</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><b style="font-weight: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></b></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">La primera lectura del año fue </span><a href="https://amzn.to/487lSPS" style="text-decoration: none;"><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Invernando. El poder del descanso y el refugio en tiempos difíciles</span><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">, de Katherine May.</span></a><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> No sé a quién le vi este libro o quién me lo recomendó pero lo encontré en julio en la librería de Cercedilla y lo compré esperando que llegara el invierno para cogerlo. A pesar de que el invierno ha llegado muy flojito, leí </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Invernando</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> como se debe leer: con algo de frío fuera, sin prisa, en las tardes lentas de sofá, manta y chimenea y quedándome dormida a ratos de pura placidez, no de aburrimiento. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><b style="font-weight: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></b></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Katherine May es inglesa y vive en un pueblecito de costa. Está casada, tiene un hijo de seis años y el libro comienza el día que ella cumple 40 y su marido tiene que ser hospitalizado por una mala apendicitis que se complica muchísimo y hace que toda su logística familiar, mental y sentimental se tambalee. Ella decide entonces dejar su trabajo porque no puede más y, a pesar de que no lo menciona en ningún momento, parece estar sufriendo una depresión. El libro se organiza en capítulos dedicados a los meses de invierno (y otoño) desde octubre a marzo y es un recorrido curativo por la necesidad de recogerse, de refugiarse, de quedarse en casa a salvo cuando estás tan frágil que todo te duele. Esto es algo que es mucho más fácil de hacer en invierno y que, para los que nos gusta, es a la vez que sanador muy placentero. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><b style="font-weight: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></b></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Invernar como concepto, volverse hacia dentro, descansar, coger fuerzas, disfrutar de estar solo, de la oscuridad, del silencio. No quiero que pienses que es un libro sobre el invierno: es un libro sobre los procesos necesarios de invernación en los que todos vamos a estar en algún momento de nuestra vida. No se trata de luchar contra ellos, hay que pasarlos, atravesarlos y saber que forman parte de la vida. May lo explica muy bien. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><b style="font-weight: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></b></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">«Todo el mundo invierna en algún momento, los hay que inviernan una y otra vez. La invernación es una temporada en el frío. Un periodo de barbecho en la vida en el que estás desconectada del mundo, te sientes rechazada, incapaz de progresar u obligada a desempeñar el papel de extraña. Puede ser consecuencia de una enfermedad o de una experiencia vital, como la viudedad o la llegada de un hijo, puede deberse a una humillación o a un fracaso. Puede que te encuentres en un periodo de transición y hayas caído temporalmente entre dos mundos. Algunas invernaciones nos invaden más despacio, acompañando el largo final de una relación, las responsabilidades cada vez mayores de cuidar a nuestros padres según envejecen, el goteo de la confianza perdida. Algunas son espantosamente repentinas, como descubrir un día que tus capacidades se consideran obsoletas, que la empresa en la que trabajas está en bancarrota o que tu pareja se ha enamorado de otra persona. Llegue como llegue, la invernación suele ser involuntaria, solitaria y profundamente dolorosa».</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><b style="font-weight: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></b></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Katherine habla de todas estas cosas relacionadas con las sensaciones y los sentimientos y también escribe sobre el invierno en Finlandia, sobre los renos, la cultura sami, los problemas por la falta de luz o de esos grupos de gente loca, a mi modo de ver, que se junta para bañarse en las aguas heladas del mar durante todo el año. Ella misma decide hacerlo y, claro, lo encuentra curativo. Me pregunto si lo hubiera contado en el libro de haberle parecido una chorrada o si no hubiera sido capaz más que de meter un pie antes de volverse a casa. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><b style="font-weight: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></b></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">«Un día de nieve es un día salvaje, unas vacaciones espontáneas en las que se invierten las tornas [...]. Parece que el invierno está lleno de esas invitaciones pasajeras a salirnos de lo ordinario. Puede que la nieve sea bella, pero también es una estafadora. Nos ofrece todo un mundo nuevo pero, en cuanto nos tiene convencidos, desaparece».</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><b style="font-weight: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></b></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Invernando </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">es un libro bonito, trata sobre la tristeza, la sensación de sentirte de porcelana, a punto de romperte y la necesidad de recogerte. Habla del frío, la nieve, el viento y la falta de luz y cómo puede llegar a ser reconfortante. May asocia el invierno con la depresión, dándole un poso de tristeza que yo no comparto para nada porque a mí lo que me hunde es la primavera pero, en resumen, sí lo recomiendo a pesar de esto y de que al final flojea. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><b style="font-weight: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></b></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">«Nosotros, que hemos invernado, hemos aprendido unas cuantas cosas. Ahora las contamos como aves. Dejamos que nuestras voces llenen el aire».</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><b style="font-weight: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /><br /></span></b></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><a href="https://amzn.to/3OyNxme" style="text-decoration: none;"><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Los abandonos</span><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">, de Russell Banks</span></a><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">, fue mi siguiente lectura. A este autor llegué, cómo no, por Juan Tallón: «¿No has leído nada de Russell Banks?» «No, ¿por dónde empiezo?» Y entonces él me mandó un pantallazo con cuatro títulos señalados en amarillo. Esto debió de ser hace seis o siete meses, ya que a Juan, como él a mí, le hago caso siempre pero no muy deprisa, porque si no se crece y se viene arribísima. Y no hay nada peor que un amigo subido a la parra. Cuando conseguí éste, le mandé una foto y me dijo: «Yo no te recomendé ése». Menos mal que tenía la foto guardada. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><b style="font-weight: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></b></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Me ha gustado bastante aunque al final naufraga un poco y da unas cuantas vueltas innecesarias a una novela que funciona como un tiro hasta ese momento. Leonard Fife (me encantaría saber en qué momento a Banks le pareció que este nombre funcionaba) es un director de cine canadiense que se está muriendo de un cáncer terminal. Uno de sus antiguos alumnos le ha convencido para una última grabación en la que quiere que hable de su vida, su trabajo como documentalista, sus influencias, … en resumen: de su arte, para hacer una película sobre él. Con ese propósito, un grupo de 4 personas (sonido, producción, dirección y luces) se reúnen en el piso de Leonard en el que también está Emma, su mujer, y la enfermera que lo cuida. Leonard sin embargo decide salirse de lo pactado y lo que hace, frente a la cámara, es repasar su vida sin mentir, quiere que su mujer sepa quién es él de verdad, cómo llegó a Canadá desde Estados Unidos y cómo era su vida. No voy a destripar la trama, pero es impresionante el manejo de los </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">flashbacks</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> y de la voz narrativa que tiene Banks. Cómo consigue llevarte a la vida de Leonard de joven, a sus pensamientos, sus sensaciones, su manera de ver el mundo para, al pasar la página, encontrarte de nuevo con el Leonard anciano y enfermo, en su salón con las cortinas echadas y el gotero de la morfina enganchado. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><b style="font-weight: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></b></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Al terminarlo me pregunté si al hacernos viejos, si al sentir que se acerca la muerte, todos sentimos o sentiremos la necesidad de repasar nuestra vida, de recontárnosla para darle sentido a lo que hemos vivido, para cerrar ese círculo. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><b style="font-weight: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></b></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">«El final de la infancia no existe, le dice a Emma. Solo es la inocencia - la primera infancia - lo que en realidad termina. Entonces es cuando verdaderamente empieza la infancia, que es un territorio, no un límite. Y es enorme, llega hasta la vejez y la muerte».</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><b style="font-weight: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></b></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">En la Cuesta de Moyano compré un domingo </span><a href="https://amzn.to/3OyNxme" style="text-decoration: none;"><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">De ratones y de hombres</span><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">, de John Steinbeck, </span></a><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">en una edición antigua de Edhasa en tapa dura. Tenía la vaga idea de que lo había leído en su día, cuando me dió por Steinbeck por primera vez, pero apenas lo recordaba. Cuando empecé a leerlo me venían </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">flashes</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> a la cabeza, así que con seguridad ya lo había leído pero da igual: Steinbeck siempre merece una relectura. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><b style="font-weight: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></b></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Es un libro tristísimo, con una tristeza inexorable que te agarra desde las primeras líneas. Es una sensación de pena abrumadora de la que no puedes escapar. Me recordó a </span><a href="https://www.cosasqmepasan.com/2021/01/lecturas-encadenadas-diciembre.html" style="text-decoration: none;"><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">La lluvia amarilla</span><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">, de Llamazares.</span></a><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> Sabes que la desgracia será inevitable, que esos personajes solo quieren una vida mejor, no una vida grande ni lujosa ni diferente. Todos ellos lo único que ansían es una casa y gente que les quiera. Cosas que en su día tuvieron y que la vida les arrebató. Sueñan con lo mínimo y no van a tenerlo. El lector tiene un punto de vista omnisciente y lo sabe y aún a sabiendas de que no ocurrirá, lees esperando que se produzca el milagro, que todo acabe bien, que la desgracia no les alcance. Sobre </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">De ratones y de hombres</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> se dice que es una especie de ensayo de </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Las uvas de la ira</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> (que es lectura imprescindible) pero creo que también lo es en cierto modo de </span><a href="https://www.cosasqmepasan.com/2011/04/cannery-row-de-john-steinbeck.html" style="text-decoration: none;"><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Cannery Row,</span><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> </span></a><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">aunque en mi novela más favorita del mundo todo tiene un tono más luminoso, brillante, feliz casi. Aquí no, aquí solo hay una sensación de desamparo muy profunda que no hace más que acrecentarse según avanzas. No es la pobreza extrema de </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Las uvas de la ira</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> (aquí los personajes comen) ni la soledad de</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> La lluvia amarilla</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">: no están solos pero caminan hacia un destino que sabes que no les dejará escapar. Que ese destino sea las malas artes de una mujer que ni siquiera tiene nombre resulta un poco escandaloso en 2024 pero, en realidad, la mujer no es más que un instrumento, sabes que ninguno de los dos protagonistas tendrá un final feliz. Sencillamente no les toca. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><b style="font-weight: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></b></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">¿Recomiendo </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">De ratones y de hombres</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">? Por supuesto que sí. De Steinbeck lo recomiendo todo menos </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">La perla, </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">que es insoportablemente cursi. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><b style="font-weight: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></b></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">La última lectura del mes también tiene que ver con el invierno, se titula </span><a href="https://amzn.to/49kqtiI" style="text-decoration: none;"><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Ventisca</span></a><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> y es de la autora francesa Marie Vingtras. Tampoco recuerdo a quién se lo vi recomendar pero debió de ser a alguien de quién me fío porque lo pedí a los Reyes. Es una novelita bastante correcta ambientada en Alaska durante una terrible ventisca. Aquí el invierno y el frío no son los protagonistas, son más bien un escenario, un decorado para un </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">thriller</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> que se construye con capítulos muy breves protagonizados cada uno de ellos por un personaje: cinco hombres, una mujer y un sexto hombre del que nunca «escuchamos» sus palabras pero que es la razón última por la que todos están en ese día en medio del viento y la nieve. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><b style="font-weight: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></b></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Es una pena que el personaje que debería tener más peso y ser más interesante, aquel sobre el que orbitan todos, se quede bastante pobre frente a otros que crecen demasiado, como el de la mujer o el del hombre negro (Freeman se llama, un poquito obvio). </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><b style="font-weight: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></b></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">«Volveré a abrir esa puerta y volverá a ser demasiado tarde. Lo único que sé hacer es llegar siempre después, cuando lo peor ya ha pasado».</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><b style="font-weight: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></b></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Como he dicho es correcta. Es aséptica. Se lee con facilidad, entretiene y tiene un giro final que, aunque previsible, le da cierta gracia. Acabará siendo una peli seguro. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><b style="font-weight: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></b></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">No ha sido un mal comienzo del año. Ahora mismo estoy leyendo sobre una isla griega pero de eso ya escribiré en febrero, cuando el invierno esté a punto de terminar. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><a href="https://cosasqmepasan.substack.com/" target="_blank">Suscríbete a Cosas que (me) pasan.</a> Si quieres. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><br /></p>molinoshttp://www.blogger.com/profile/14776225440298083660noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8244549242466085173.post-17374351735069659472024-02-04T06:30:00.001+01:002024-02-04T06:30:00.145+01:00Tinteros y loros<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> </span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjfkEDlY_6BpFFr82YcgBFvpGhNAJRKI2KSpcIg5NSHtASPREtQ8Yl-MrEZoNnh7k-eLT2Cp24QPxEV6CrHcLjhWxtDSrJPcIwtMPBxTlSVSp8fcmxRuFRyzcw_t9a3X0yVe_jTvLiG0m5nQyg9uW6Mwk3QECUH3JC-SmUVHrFs2vRm_TIRwOVWZS172I2z/s494/65fe8750107508f1d26b5a86a0b48364.jpeg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="494" data-original-width="350" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjfkEDlY_6BpFFr82YcgBFvpGhNAJRKI2KSpcIg5NSHtASPREtQ8Yl-MrEZoNnh7k-eLT2Cp24QPxEV6CrHcLjhWxtDSrJPcIwtMPBxTlSVSp8fcmxRuFRyzcw_t9a3X0yVe_jTvLiG0m5nQyg9uW6Mwk3QECUH3JC-SmUVHrFs2vRm_TIRwOVWZS172I2z/w454-h640/65fe8750107508f1d26b5a86a0b48364.jpeg" width="454" /></a></span></div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="white-space-collapse: preserve;">El otro día me puse los dedos perdidos de tinta negra al terminar las últimas escurriduras de un tintero que compré antes de la pandemia. No es que escriba poco a mano (llevo dos plumas siempre cargadas de tinta), es que un tintero es algo que dura muchísimo, mucho más de lo que esperas. El caso es que, mientras me resignaba a pasar el resto del día con los dedos como si fuera un periodista de principios del siglo XX con visera y tirantes, pensé en cómo la percepción del tiempo es elástica y variable. Me acordé entonces, mientras enjuagaba el tintero y el lavabo se ponía casi más negro, de que los loros viven 70 años. Este es un dato que mi cabeza almacena porque cuando lo conocí hace un par de años me pareció escandaloso. No por los loros, claro (me parece bien que sean animales longevos), sino por la gente que tiene loros en casa. ¿En qué estás pensando cuando te compras un animal que va a vivir más que tú? ¿Cuánto quieres a un animal para pensar que es buenísima idea que viva 60 años en una jaula encima de tu radiador? En cualquier caso, mientras por fin el lavabo volvía a estar limpio y yo decidía si el tintero debía ir al contenedor de vidrio, a la basura o tenía que aprovecharlo para algo, los 70 años de un loro y los cuatro años que me he tirado escribiendo con tinta negra grafito me parecieron periodos de tiempo similares. ¿En qué? En que realmente no sabes lo largos que se te van a hacer hasta que llegas al final. </span></span><p></p><span id="docs-internal-guid-8738bd87-7fff-e2d1-75b8-0afb62d02f35"><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></div><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Un tintero dura muchísimo. A mí, que todos los días escribo a mano bastante, me ha llevado cuatro años terminarlo. Y confieso que ya estaba aburrida de ese tono. Llegué al </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">grafito</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> después de otros tantos años escribiendo con verde musgo y el cambio vino, claro, porque me aburrí de ese color. Podría comprarme varios tinteros con diferentes colores pero eso, lejos de solucionar el problema, lo multiplicaría: tendría varios tinteros abiertos y todos ellos, al no tener dedicación exclusiva, durarían no cuatro sino cinco, seis, siete o quizás, horror, una década. «Lo mismo se estropea». No, la tinta no se estropea y lo sé porque hace poco, para una pluma que utilizo solo en casa, abrí un tintero </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">azul turquesa</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> que me regalaron unas amigas cuando cumplí 40 años. Ahora me enfrento a un dilema. Tengo muchísimas ganas de correr a la papelería y pasar un buen rato eligiendo color. Me apetece mucho un azul oscuro que siga siendo azul y no parezca negro sobre el papel pero también tengo ganas de volver al verde o de retomar el rojo o el granate oscuro. Pero ¿queda serio, cuando escribo a mano en reuniones y demás, escribir en rojo sangre como si fuera una muchachita romántica y pasional o fingiera serlo? ¿Sigo con el negro que siempre otorga seriedad y peso a lo que escribes? Tengo ganas de eso pero, por otro lado, me puede la prisa por terminar el tintero </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">azul turquesa</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">. Pienso: si en vez de usarlo solo en casa, cargo también las dos plumas que uso para trabajar, puede que este tintero, en vez de durar cuatro años, dure 2 y entonces, libre del cargo de conciencia de tener tinteros sin terminar, podré elegir con libertad y tranquilidad un nuevo color para mis letras. </span></span></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></div><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Toda esta reflexión sobre loros y tintas se extendió a lo largo de toda mi jornada. En algunos momentos me parecía que si seguía ese hilo, a todas luces bastante estúpido, quizás llegaría a alguna conclusión brillante que me permitiera escribir algo decente. «Tiempo, tiempo, tiempo… » ¿Qué más me viene a la cabeza sobre esto? La percepción del tiempo, cómo las cosas se nos pasan volando o increíblemente lentas dependiendo de un montón de factores que no siempre tienen que ver con el famoso «si te lo estás pasando bien se pasa antes» y así, siguiendo ese caminito de absurdeces pensé en el día, hace un par de años, en el que un regidor de un concurso de televisión me dijo: «Hagas lo que hagas, no mires cuánto tiempo te queda en el marcador, concéntrate en responder las preguntas». Como la mujer de Lot, no le hice caso y no gané 30.000 €. ¿Por qué no le hice caso? Pues no lo sé, supongo que porque entré al plató convencida de que no iba a ganar y entonces ¿para qué no mirar si me quedaban 10 segundos o 14? ¿Cuánto duran 14 segundos? ¿De verdad se pueden ganar 30.000 € en ese tiempo? Lo que nunca hago, sin embargo, es mirar cuánto tiempo queda de una videoreunión. He descubierto, para mi regocijo, que los europeos con los que llevo trabajando desde junio cuando ponen una reunión de 30 minutos, tras esa media hora se despiden y terminan. Y lo mismo ocurre si duran una hora. Esto me ha pillado completamente por sorpresa porque llevo años teniendo videollamadas con españoles que o bien resultan interminables o bien acaban por el goteo de abandonos de sus participantes, cuando tras hora y media de cháchara absolutamente improductiva empiezan a decir «he de dejaros que tengo otra reunión». Con los europeos, mi táctica para no sentir el tiempo pasar tan despacio que casi me noto crecer el pelo, es no mirar nunca el reloj, mantener mi mirada lejos del reloj de la pantalla y concentrarme en cualquier otra cosa (preferiblemente el contenido de la reunión, pero esto no es siempre posible). Con esta táctica he descubierto que una hora, a veces, se me pasa en treinta y cinco minutos. La absurda sensación de ganar minutos que ya no existen me pone contenta. Las reuniones en persona desatan en mí otras sensaciones: pereza extrema minutos antes de empezar, deseo con todas mis fuerzas que el resto de participantes hayan caído presa de una virus estomacal, que me llame mi portero para explicarme que me he dejado un grifo abierto y estoy inundando al vecino o cualquier otro hecho fortuito que haga que esas horas que me esperan por delante no ocurran. Una vez que la desgracia es inevitable descubro, cada vez, que las reuniones en persona se me pasan más rápido que las videollamadas. Estoy, además, esforzándome por estar de verdad presente en ellas. Trato de no mirar el móvil, si puedo ni siquiera llevo el ordenador y me dedico solo a tomar notas si lo que se comenta es muy interesante o dibujar flores si me la sopla bastante pero quiero enterarme de lo que se cuece. He descubierto, además, que así como soy inmune a que la gente me preste atención si soy yo la que estoy hablando, lo paso mal si el que habla es otro y yo percibo que el resto de la gente está mirando instagram o contestando </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">mails</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">. ¿Por qué me pasa esto? No lo sé, supongo que es algún mal funcionamiento o </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">extrafuncionamiento</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> de mi empatía laboral. Últimamente me estoy concentrando, además, en mirar fijamente a la persona que está hablando y he descubierto que eso desconcierta muchísimo. Creo que estamos tan acostumbrados a que nadie nos preste atención de verdad, con todos los sentidos puestos en nosotros que, cuando alguien lo hace, empiezas a pensar ¿tendré una mancha? ¿Tengo un moco? ¿Se me ha desabrochado la camisa y se me ve el sujetador? ¿Va a regañarme? Prestar atención también hace que el tiempo corra más deprisa y las reuniones en persona vuelen. Eso sí, cuando salgo estoy para acostarme. </span></span></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></div><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Casi 11 años del tintero </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">azul turquesa</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">. Casi 10 años desde que me divorcié y 18 y medio viviendo en esta casa. Cada uno de esos plazos ha transcurrido de manera diferente a pesar de coincidir en el espacio y en mi tiempo, en mi vida. ¿Serán iguales los 60 años del loro encerrado en la jaula que los 60 del chaval que lo recibe por su comunión y convive con él hasta que se jubila? </span></span></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></div><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">¿Para qué vive un loro 70 años? ¿Un loro vuela? ¿Merece la pena gastarme 25 euros en un tintero de calidad si me va a durar 4 años? ¿25 € de ilusión que sé que en algún momento me aburrirá y desearé que se termine cuanto antes? ¿Tendría más sentido que solo fueran 10 euros? Si empiezo a tomar notas y a dibujar flores en todas mis reuniones quizá los tinteros se acaben antes. ¿Y si dibujo loros?</span></span></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></div><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">A quién quiero engañar: ni en 70 años sería yo capaz de dibujar un loro. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><a href="https://cosasqmepasan.substack.com/" target="_blank">Suscribete a Cosas que (me) pasan.</a> Si quieres.</span></span></p><div><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></div></span>molinoshttp://www.blogger.com/profile/14776225440298083660noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8244549242466085173.post-15638556589014804522024-01-28T06:30:00.024+01:002024-01-28T06:30:00.132+01:00Dieciseis años de Cosas que (me) pasan: las bodas de hiedra<p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"></span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgYhwlFQ10ie4191fXwcGa0pxZSxjV07LCjVhJReSgZ8DWGdw6kw_dbCH6-qKzT2ZpHa8XfRCUIkpDMB7lN7XhaDr0-aVNswJ0WrqVBFKnWqiwA-1fz0DURfl-2Ai3v7DPGx6Hbdnps5vHGM__DwB4ZWrjCjALD18OZj8Iy5vmsEAoG96BtuVgAmWq1D1il/s1100/16aniversario.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="318" data-original-width="1100" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgYhwlFQ10ie4191fXwcGa0pxZSxjV07LCjVhJReSgZ8DWGdw6kw_dbCH6-qKzT2ZpHa8XfRCUIkpDMB7lN7XhaDr0-aVNswJ0WrqVBFKnWqiwA-1fz0DURfl-2Ai3v7DPGx6Hbdnps5vHGM__DwB4ZWrjCjALD18OZj8Iy5vmsEAoG96BtuVgAmWq1D1il/s16000/16aniversario.png" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><span style="font-family: inherit;"><br /><span style="font-size: medium;">«</span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="background-color: transparent; color: #333333; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Después de dos años viviendo en nuestra nueva casa, decidimos por fin ir a ver muebles». Estas fueron </span><a href="https://www.cosasqmepasan.com/2008/01/comprando-muebles.html" style="text-decoration: none;"><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">las primeras palabras que escribí </span></a><span style="background-color: transparent; color: #333333; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">en internet, en mi </span><span style="background-color: transparent; color: #333333; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">blog</span><span style="background-color: transparent; color: #333333; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">, Cosas que (me pasan, hace hoy dieciséis años. En aquel texto contaba mi experiencia de joven madre con piso a medio amueblar que se enfrentaba a la aterradora experiencia de visitar tiendas de muebles para que nuestra casa dejara de parecer un piso de estudiantes y diera el salto a vivienda de una «joven pareja con hijas». Entonces no lo sabía, pero estaba rozando la «edad del desconsuelo» que llegaría poco después. «Tengo treinta y cinco años y creo que he alcanzado la edad del desconsuelo. Otros llegan antes. Casi nadie llega mucho después. No creo que sea por los años en sí, ni por la desintegración del cuerpo. La mayoría de nuestros cuerpos están mejor cuidados y más atractivos que nunca. Es por lo que sabemos, ahora que —a nuestro pesar— hemos dejado de pensar en ello. No es solo que sepamos que el amor se acaba, que nos roban a los hijos, que nuestros padres mueren sintiendo que sus vidas no han valido la pena. No es solo eso, a estas alturas tenemos muchos amigos o conocidos que han muerto, todos, en cualquier caso tendremos que enfrentarnos a ello, antes o después». (</span><span style="background-color: transparent; color: #333333; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><i>La edad del desconsuelo</i></span><span style="background-color: transparent; color: #333333; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">, Jane Smiley)</span></span></span><p></p><p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Poco después compramos un mueble que todavía tenemos y que, a pesar de ser color madera (ese anatema para las cuentas de decoración de Instagram), nunca he tenido la más mínima intención de pintar. Sigo viviendo en la misma casa, pero claro: ya no formo parte de una joven pareja, ni siquiera de una pareja. Han pasado muchísimas cosas en estos dieciséis años. En mi vida y en internet. Cuando empecé a escribir no había redes sociales y casi nadie escribía </span><span style="color: #333333; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">blogs</span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">. Ligar por internet se consideraba algo casi de degenerados y no había servicios de </span><span style="color: #333333; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">streaming</span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">. Cuando empecé a escribir tenía 33 años, mis hijas llevaban pañales y trabajaba en un despacho con cristaleras de techo a suelo con vistas a un polígono industrial de Toledo. Cuando empecé a escribir creía que, si planeaba mi vida, mi futuro sería como yo pensaba que tenía que ser. «Como pensaba que tenía que ser» y no como quería porque, en realidad, no sabía lo que quería; pero eso, como lo que me esperaba dieciséis años después, tampoco lo sabía. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: #333333; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Hace un rato, mientras buscaba inspiración para escribir este texto, he aprendido que las bodas de hiedra son las que se celebran en el decimosexto aniversario en un matrimonio. Me ha gustado porque la hiedra es una planta que siempre he apreciado: es verde, cubre, no hace alarde, no es espectacular, no dice «mira cómo molo» y cuando te acostumbras a ella dejas de verla. Eso sí: si alguien poda la hiedra que cubre tu casa, tu tapia, la iglesia de tu barrio la echarás de menos inmediatamente. La hiedra, por lo visto, simboliza la fidelidad por ese empeño en agarrarse a las superficies sobre las que crece, pegándose a ellas. He estado dándole vueltas a si yo soy la superficie o la hiedra y me he decidido por ser la hiedra. A lo mejor esto me queda un poco cursi pero, a estas alturas, me da igual. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: #333333; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: #333333; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Hace dieciséis años me aburría en el trabajo. Empecé a escribir sin tener ni idea de lo que estaba haciendo. (Sé que he dicho que no me importaba ser cursi pero no voy a escribir «planté la semilla de la escritura» porque mi tolerancia a la vergüenza ajena es bajísima). No sé qué buscaba aquel día, creo recordar que solo probar a ver si sabía hacerlo. No se lo dije a nadie, no estaba segura de si aquello iba a continuar o también me aburriría. No me aburrió: mis ganas de escribir crecieron y crecieron, me daba igual hacerlo bien, mal o regular, escribía de cualquier tema sin preocuparme de que alguien me leyera o que no me leyera nadie. Continué y escribir se convirtió en una rutina que poco a poco cubrió los zócalos para después ir subiendo por las paredes de mi vida, de mis pensamientos, de mi familia, mis amigos, lo que (me) pasa, hasta cubrirlo todo. Nunca me costó escribir, tampoco he pensado nunca en dejarlo, pero ahora sé que si lo dejara lo echaría muchísimo de menos, sería rarísimo, me faltaría una parte importantísima de mi día a día. Probablemente mi cabeza, liberada de esa tarea, se dedicaría a elucubrar maldades y terrores que me harían peligrosísima. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: #333333; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="background-color: transparent; color: #333333; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Escribir me hace feliz. Ahora más que antes y, por eso, y porque creo que es el momento para hacerlo (¡Redoble de tambores!) mis bodas de hiedra con la escritura las voy (vamos) a celebrar anunciando que a partir de hoy estará disponible <a href="https://cosasqmepasan.substack.com/" target="_blank">la opción de suscripción de pago a </a></span><a href="https://cosasqmepasan.substack.com/" target="_blank"><span style="background-color: transparent; color: #333333; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Cosas que (me) pasan</span><span style="background-color: transparent; color: #333333; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">. </span></a></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: #333333; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: #333333; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">¡Sorpresa! </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: #333333; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="background-color: transparent; color: #333333; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">¿Cómo va a funcionar? No empieces a hiperventilar. No voy a dejar de publicar en abierto y si decides, por la razón que sea, que no te apetece pagar seguirás recibiendo tres domingos al mes la </span><span style="background-color: transparent; color: #333333; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">newsletter</span><span style="background-color: transparent; color: #333333; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> además de, por supuesto, las «lecturas encadenadas» y los «</span><span style="background-color: transparent; color: #333333; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">podcasts</span><span style="background-color: transparent; color: #333333; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> encadenados». </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: #333333; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: #333333; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Si decides que sí, que te apetece suscribirte porque, oye, ya pagas Disney+ y HBO y no lo usas nunca ni te dan tantas satisfacciones como leer lo que escribo cada domingo, tienes dos opciones: </span></span></p><p><span style="color: #333333; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><b>Por 5 € al mes o 50 € al año: </b></span></span></p><ul style="margin-bottom: 0px; margin-top: 0px; padding-inline-start: 48px;"><li aria-level="1" dir="ltr" style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; list-style-type: disc; vertical-align: baseline; white-space: pre;"><p dir="ltr" role="presentation" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">En primer lugar, <u>mi agradecimiento infinito.</u> Yo creo que eso ya es muchísimo. </span></span></p></li><li aria-level="1" dir="ltr" style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; list-style-type: disc; vertical-align: baseline; white-space: pre;"><p dir="ltr" role="presentation" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><u>El contenido en abierto:</u></span></span></p></li><ul style="margin-bottom: 0px; margin-top: 0px; padding-inline-start: 48px;"><li aria-level="2" dir="ltr" style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; list-style-type: circle; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre;"><p dir="ltr" role="presentation" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Tres </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">newsletters</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> al mes en domingo.</span></span></p></li><li aria-level="2" dir="ltr" style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; list-style-type: circle; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre;"><p dir="ltr" role="presentation" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Las «lecturas encadenadas».</span></span></p></li><li aria-level="2" dir="ltr" style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; list-style-type: circle; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre;"><p dir="ltr" role="presentation" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">De vez en cuando, pero no de manera regular: «</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">podcasts </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">encadenados». </span></span></p></li></ul><li aria-level="1" dir="ltr" style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; list-style-type: disc; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre;"><p dir="ltr" role="presentation" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Además: </span></span></p></li><ul style="margin-bottom: 0px; margin-top: 0px; padding-inline-start: 48px;"><li aria-level="2" dir="ltr" style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; list-style-type: circle; vertical-align: baseline; white-space: pre;"><p dir="ltr" role="presentation" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><u><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Una cuarta </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">newsletter</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> en domingo</span></u><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> que tendrá como tema principal (aunque ya veré si lo voy cambiando) decirte qué cosas (me) molan mucho pero, sobre todo, las cosas que (no) molan nada. El mundo está lleno de listas con los mejores algo, con lo que no te puedes perder. Yo ofrezco lo contrario: listas de las cosas que no tienes que leer, que no tienes que ver, ni escuchar, las modas que no debes seguir y los consejos que no debes dar. Un salvavidas y un salvatiempos. </span></span></p></li><li aria-level="2" dir="ltr" style="background-color: transparent; color: #404040; font-style: normal; font-variant: normal; list-style-type: circle; vertical-align: baseline; white-space: pre;"><p dir="ltr" role="presentation" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="background-color: transparent; color: #404040; font-style: normal; font-variant: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><u>Los «despellejes».</u></span><span style="background-color: transparent; color: #404040; font-style: normal; font-variant: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> </span><span style="background-color: transparent; color: #404040; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Cualquier despelleje será de pago. Seremos pocos y selectos.</span></span></p></li></ul></ul><ul style="margin-bottom: 0px; margin-top: 0px; padding-inline-start: 48px;"><li aria-level="2" dir="ltr" style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; list-style-type: circle; margin-left: 36pt; vertical-align: baseline; white-space: pre;"><p dir="ltr" role="presentation" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><u><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Club de escucha de «</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">podcasts</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> encadenados». </span></u><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">A principios de mes enviaré un </span><span style="background-color: transparent; color: #404040; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">mail</span><span style="background-color: transparent; color: #404040; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> con un par de sugerencias de escucha de </span><span style="background-color: transparent; color: #404040; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">podcasts</span><span style="background-color: transparent; color: #404040; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">, para ayudarte a ordenar la escucha, para saber qué merece la pena. A lo largo de estos años he recomendado muchísimo y la parte buena es que los </span><span style="background-color: transparent; color: #404040; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">podcasts no</span><span style="background-color: transparent; color: #404040; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> caducan. Así que te mandaré un </span><span style="background-color: transparent; color: #404040; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">mail</span><span style="background-color: transparent; color: #404040; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> diciéndote: «este mes te propongo escuchar esto y esto». Siempre meteré algo en español y algo en inglés. Una vez serán series completas y otras episodios sueltos. Daré también algunas pistas para escuchar. </span></span></p></li><li aria-level="2" dir="ltr" style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; list-style-type: circle; margin-left: 36pt; vertical-align: baseline; white-space: pre;"><p dir="ltr" role="presentation" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><u><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Participar en la sesión del club de escucha «</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Podcasts </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">encadenados»</span></u><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">: </span><span style="background-color: transparent; color: #404040; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">el último domingo de cada mes tendremos una conversación por </span><span style="background-color: transparent; color: #404040; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Zoom</span><span style="background-color: transparent; color: #404040; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> hablando de </span><span style="background-color: transparent; color: #404040; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">podcasts</span><span style="background-color: transparent; color: #404040; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">, de los que haya enviado en el </span><span style="background-color: transparent; color: #404040; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">mail</span><span style="background-color: transparent; color: #404040; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> con sugerencias de escucha. Comentaremos juntos en esa charleta informal en la que podremos declarar nuestro amor a un </span><span style="background-color: transparent; color: #404040; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">podcast</span><span style="background-color: transparent; color: #404040; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> o despellejarlo sin compasión. A lo mejor, en algún momento, lo hacemos presencial en Madrid. </span></span></p></li></ul><div><span style="color: #404040; font-size: medium;"><span style="white-space-collapse: preserve;"><br /></span></span></div><div><b style="color: #404040; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Si te sientes rumboso, por 7 € al mes o 70 € al año, serás miembro fundador de Cosas que (me) pasan y tendrás, además de todo lo anterior:</span></b></div><div><b style="color: #404040; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></b></div><ul style="margin-bottom: 0px; margin-top: 0px; padding-inline-start: 48px;"><li aria-level="2" dir="ltr" style="background-color: transparent; color: #404040; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; list-style-type: circle; margin-left: 36pt; vertical-align: baseline; white-space: pre;"><p dir="ltr" role="presentation" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Si me das tu dirección te enviaré <u>mi agradecimiento infinito en una carta manuscrita.</u> No es que vaya a valer dinero ni nada de eso, pero ¿cuánto hace que no recibes una carta manuscrita de una desconocida? ¿Sabes dónde tienes la llave del buzón? ¿Tienes buzón? </span></span></p></li><li aria-level="2" dir="ltr" style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; list-style-type: circle; margin-left: 36pt; vertical-align: baseline; white-space: pre;"><p dir="ltr" role="presentation" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 14pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: #404040; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><u>Cualquier contenido extra</u> que se me vaya ocurriendo: diarios de viajes, explosiones de odio, de amor, despellejes de libros, recetas (jajaja). </span></span></p></li></ul><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 14pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="background-color: transparent; color: #404040; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Sé que esto es un gran cambio. Lo hago ahora porque me apetece hacerlo, porque la edad del desconsuelo quedó atrás y porque en estos años nuestra relación con internet ha cambiado. Creo que es buena idea pero es una prueba, igual que cuando aquella tarde de un 28 de enero de 2008 abrí una página de </span><span style="background-color: transparent; color: #404040; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">blogger</span><span style="background-color: transparent; color: #404040; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> y tecleé: </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">«</span><span style="background-color: transparent; color: #333333; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Después de dos años viviendo en nuestra nueva casa, decidimos por fin ir a ver muebles».</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 14pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: #333333; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">No tenía ni idea de lo que pasaría después. Ahora tampoco, pero quiero intentarlo, seguir escribiendo y que tú, si te apetece, me apoyes. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 14pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="background-color: transparent; color: #333333; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Gracias si eres de los que llevas aquí desde el principio. ¡Qué jóvenes éramos y qué bien estamos ahora! Gracias si llegaste hace poco. Gracias si me has escrito en todos estos años un comentario, un </span><span style="background-color: transparent; color: #333333; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">mail</span><span style="background-color: transparent; color: #333333; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">, un mensaje en redes. Gracias si te has cruzado conmigo por la calle, en el metro, en Correos, a la salida de un baño o a la entrada de un teatro, en un aeropuerto o en un pasillo y me has saludado diciendo «perdona, esto me da mucha vergüenza pero...». Gracias si te has convertido en amigo. Gracias por las risas. Gracias por leerme. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 14pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: #333333; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Felices bodas de hiedra. </span></span></p><p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">A partir de ahora, en el blog solo estará disponible el contenido gratuito.</span></p><p><br /></p>
<iframe frameborder="0" height="320" scrolling="no" src="https://cosasqmepasan.substack.com/embed" style="background: white; border: 1px solid #EEE;" width="480"></iframe>molinoshttp://www.blogger.com/profile/14776225440298083660noreply@blogger.com14tag:blogger.com,1999:blog-8244549242466085173.post-76934794331053884362024-01-21T06:30:00.001+01:002024-01-21T06:30:00.251+01:00Flujo de pensamientos y casualidades<p><span style="font-family: inherit;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"></span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: inherit;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8uqUZwdWxp-dZR4DqM5uXQPbfm9VEAyLg3sfAT0ERtBru2QSHj2CbRmi42lEk3e6wt4kdYAlkhpoMKWbXK3SfS-cgFSPx8r9JWLpV2maED-a5XefP9Bk8ZYe_k1DxPFq_YG8vdFDKH7wSRmoPpE90HPKq1rUn-fEE_PHYy6NH8sv5BNBGRr36yFaIo2yK/s701/59a2376a07829ee39fdca69e5a4aa8fc.jpeg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="701" data-original-width="563" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8uqUZwdWxp-dZR4DqM5uXQPbfm9VEAyLg3sfAT0ERtBru2QSHj2CbRmi42lEk3e6wt4kdYAlkhpoMKWbXK3SfS-cgFSPx8r9JWLpV2maED-a5XefP9Bk8ZYe_k1DxPFq_YG8vdFDKH7wSRmoPpE90HPKq1rUn-fEE_PHYy6NH8sv5BNBGRr36yFaIo2yK/w514-h640/59a2376a07829ee39fdca69e5a4aa8fc.jpeg" width="514" /></a></span></div><span style="font-family: inherit;">Según terminé de escribir <span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> la semana pasada, me saltó un episodio con el título </span><a href="https://open.spotify.com/episode/3JGETbaRnNqZe4gwj9QrwQ?si=5CaYz6mjTNCx4ZI9PTZjfg" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">How to discover your own taste</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, una de las casualidades que me llevaron a acordarme de </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">El cuaderno rojo</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, de Paul Auster. Recuerdo perfectamente que lo terminé una de mis últimas tardes de parque. Estaba sentada en un banco, llegué al final y sin pensarlo volví al principio para leerlo de nuevo. Me había fascinado esa serie de concatenaciones vitales que</span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> Auster recuperaba, suyas y de conocidos o amigos, escuchadas también por casualidad. Hay mucha gente que no cree en las casualidades porque considera que cuando ocurren, cuando tú ves ese hilo invisible que ha unido y conectado hechos, situaciones y personas, sencillamente lo estás forzando para darle algún tipo de sentido. Otros no creen en las casualidades porque son incapaces de prestar atención a los detalles de sus vidas, o no tienen memoria para recordar hechos, sensaciones o situaciones del pasado y pierden así la posibilidad de establecer cualquier vínculo. Veo </span><span style="color: #333333; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">La sociedad de la nieve</span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> y a los dos días, sin que tocara y sin razón aparente, escucho un episodio del </span><span style="color: #333333; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">podcast</span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> Search Engine que responde a la pregunta </span><a href="https://open.spotify.com/episode/5zrT3NPdGNQmI0yGFFLeCe?si=woT7dwc0R5OHMuQVdVhscA" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">¿Por qué no comemos carne humana?</span></a><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> Al día siguiente continúo viendo </span><span style="color: #333333; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Doctor en Alaska</span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, la sexta temporada, y llego, también por casualidad, a un episodio en el que Ruth Ann descubre que a su abuelo se lo comió el abuelo de Holly en medio de un temporal en 1897. Aún hay más, escucho </span><a href="https://open.spotify.com/episode/7nCbhqL3SzQRbVvoKOzTgD?si=ENpqIu6BRf6Sfr_EFt2OGg" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Andes. 72 noches en la montaña</span></a><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, un </span><span style="color: #333333; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">podcast</span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> sobre el accidente del avión uruguayo y ahí descubro que el colegio de los muchachos se llama </span><span style="color: #333333; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Stella Maris</span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, como el grupo de las niñas de </span><span style="color: #333333; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">La Mesías</span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, que, por cierto, no me gustó. Me aburro con Los Javis: no digo que no sean brillantes, pero son tan conscientes de su talento y hacen tanto alarde que me cargan. Es como ver un pavo real: la primera vez dices «oh, un pavo real, qué espectacular»; la segunda «anda mira, a ver si abre la cola»; la tercera «anda... otra vez»; pero cuando te das cuenta de que el pavo lo que quiere es barrerte la cara con la cola «mira qué guapo soy, mira qué chulo soy, mira cómo molo», te das la vuelta y te vas o piensas en cómo quedaría relleno de frutos secos, carne picada, pasas, orejones y un puré de manzana de acompañamiento. </span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Las casualidades no acaban ahí: comparto con mi amiga Kar una foto de los libros que me han traído los Reyes y me contesta: «Oh, a mí también me han regalado </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Cantos de sirena</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, de Chairman Clift». En </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Doctor en Alaska</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> celebran la llegada del invierno, Maggie prepara su casa para cobijarse en lo más crudo del frío y todos se felicitan cuando empieza a nevar diciendo «Bon hiver». Hace viento en Madrid, me gusta el viento. </span></span><p></p><span id="docs-internal-guid-a2d98546-7fff-cf25-8ead-66c2fd4f50f1"><span style="font-family: inherit;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit;"><i><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"></span></i></span></p><blockquote><span style="font-family: inherit;"><i><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">“There is nothing as exciting as the wind. New love— and the wind. But the wind has always been there. Even before you knew of love, you knew of the wind. The wind could excite you as a child, and it still can, and will”. (</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Winter</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, Rick Bass)</span></i></span></blockquote><span style="font-family: inherit;"><i><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"></span></i></span><p></p><span style="font-family: inherit;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit;">Camino por la calle y de refilón leo en un escaparate «Diseño de sonrisa». Me parece aterrador. ¿En qué momento de tu vida y por qué decides que no te gusta tu sonrisa y quieres que te diseñen otra? ¿Alguien de tu entorno viene y te comenta como de pasada «tienes una sonrisa espantosa» o «mejor no sonrías que das miedo»? Para solucionar eso preferiría ver en un escaparate «te diseñamos nuevas amistades». </span></span></p><span style="font-family: inherit;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">«Ella ha ido dos veces sin escolta. La gente de palacio...». Contengo las ganas de girarme para ver la pinta de la señora que está diciendo esto por la calle Goya. Veo </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Saltburn</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, me duermo veinte minutos y cuando despierto no me hace falta ir para atrás para ver lo que ha pasado. Ya conozco esta historia, ya sé que va a pasar, me da muchísima pereza. ¿Es que nadie ha visto que es Ripley en </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Retorno a Brideshead</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">? «Uy, mira, vamos a coger esas historias “que ya nadie recuerda” y le damos un toquecito cuqui y moderno y nos hacemos los transgresores». Me aburrí muchísimo, todo es vacuo, vacío, efectista y en el minuto 10 dije «lo del padre es mentira». Aún así, esta vida de ricos absurdos me llevó a una historia de mi infancia, cuando yo tenía doce o trece años, mi mejor amiga del colegio se llamaba Cristina y tenía un apellido importante, de esos que llevan un «de» en medio, porque son de alguna parte, tienen «raíces». Las suyas estaban en Asturias. Éramos muy amigas y ella era encantadora. Vivía, además, enfrente del colegio, algo que a mí me parecía mucho más envidiable que todo el dinero que tenía su familia. Algunas tardes íbamos a su casa a estudiar. Por aquel entonces tenía una habitación decorada por un profesional, con una cama-cama (yo dormía en litera, dormí en litera hasta el día antes de casarme con 28 años), tenía tocador, mesa de estudio, de todo y una foto enmarcada de un caballo. «Qué bonito», dije la primera vez que la vi antes de percatarme de que aquello era un semental y la increíble tranca del animal, algo que no he olvidado jamás. Íbamos allí muchas tardes, tenían una criada filipina que nos preguntaba qué queríamos merendar y nos lo traía en una bandeja. A mí todo aquello me parecía excéntrico, pero pensaba que todo era una especie de </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">performance y </span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">que, en algún momento, serían una familia normal. Cuando me invitó a pasar un fin de semana, a quedarme a dormir, descubrí que eso no pasaba, que esa vida con rituales, gestos y convenciones sociales eran su rutina habitual. El viernes por la noche nos sentamos a cenar en el salón. Su padre, su madre, su hermano R, su hermano P (que por aquel entonces debía tener 16 o 17 años y a mí me parecía el hombre más atractivo del mundo) y nosotras dos. Una mesa espectacular, todo muy ceremonioso pero que creí manejable, hasta que se abrió la puerta de la cocina y la chica filipila entró, vestida con cofia y guantes, a servirnos la cena. Se acercó a mi, por mi izquierda, a ofrecerme sopa de tortuga. Yo no sabía cómo había que servirse, cómo evitar tirarme todo por encima. La cena entera fue una agonía. Si servirme sopa me había parecido difícil, el segundo plato, que no recuerdo, era de los que había que pinzar con doble cubierto. Ellos charlaban,reían y comentaban sin inmutarse siguiendo una coreografía que claramente tenían interiorizada. Aquella era su vida real. Al día siguiente fuimos a su club y el domingo a casa de su abuelo que, entre otros lujos hasta entonces desconocidos para mí, tenía un pabellón de caza con una muestra de todos los animales disecados que había matado en sus muchos años como cazador. Recuerdo especialmente un oso </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">grizzly</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> erguido que medía unos tres metros. Jamás he olvidado aquel fin de semana por las ganas que tenía de que terminara y volver a una vida normal en la que cenábamos en la cocina, la fuente se ponía en el centro de la mesa y no había osos en casa de mis abuelos. Voy al cine a ver </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Los que se quedan</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, que me gusta, sin más. Es entretenida, mona, a medio camino entre </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">El club de los poetas muertos</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">El club de los cinco</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> y </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Criadas y señoras.</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> Me paso toda la película añorando vivir en un sitio en el que la nieve caiga y aguante un mes. Un sitio donde pueda decir «Bon hiver». Me he dado cuenta de que cuando estoy tumbada boca arriba cruzo siempre el pie derecho por encima del izquierdo. ¿Cuánto tiempo llevo haciendo esto? Si lo hago al revés estoy incómoda, pero me fuerzo a hacerlo para no tener manías absurdas. Me cuesta, tengo que concentrarme porque si no, en cualquier momento, cuando me despisto, mi cuerpo dice «eh, ya está distraída, volvamos a la posición que nos gusta». Cada vez veo más mujeres con uñas en punta. La última, el otro día, en una tienda a la que fui a recoger un paquete. Me dan miedo esas uñas, un miedo parecido al que me daba Diana, la mala de </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">V</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">. Es casi físico el miedo que me da enfrentarme a algo que no comprendo y que parece que puede hacerme daño.</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="white-space-collapse: preserve;"><i></i></span></p><blockquote><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="white-space-collapse: preserve;"><i>"I think a lot about the difference between what in my head is the push internet and the pull internet... the internet where things are pushed at you and the internet where you have to do some work...you have to pull it towards you"</i>. Ezra Klein</span></p></blockquote><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">En el episodio sobre cómo construímos nuestro gusto, dice Ezra Klein que él cree que hay dos clases de </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">internet</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, el </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">pull</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> y el </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">push</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, que podríamos traducir como el de </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">emp</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> y el de </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">est</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">. (Esto, claro, me lleva a mi tebeo favorito de Mortadelo y Filemón, en el que los dos agentes de la TIA tienen que ir a buscar las joyas de la corona que alguien ha robado. Siguen la pista de las joyas hasta un ladrón que las ha colocado en unos enanitos de escayola, de esos de jardín, que ha vendido en distintas regiones de Alemania. Uno de esos enanitos está en la región de los avaros, que no recuerdo ahora mismo cuál es. Llegan a la estación de tren, piden dos billetes y les pregunta el taquillero: «¿Cuál quieren? ¿</span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Est </span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">o </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">emp</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">?». Eligen </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">est</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> pensando que serán «estupendos», pero pronto descubren que lo que han comprado es «estirar». Tiran con fuerza de una cuerda para mover al tren mientras se lamentan de no haber comprado </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">emp</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> sin saber que en la parte final del tren otros pasajeros están empujando el convoy). Volviendo a Klein, me gustó su reflexión: te puedes enfrentar a </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">internet</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, y a casi todo, limitándote a ver lo que te ofrece, lo que te muestra; o puedes usarlo para buscar lo que te interesa, lo que te provoca curiosidad. </span></span></p><span style="font-family: inherit;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Las casualidades son una mezcla de </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">push</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> y </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">pull</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">: </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Push</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> porque la vida te pasa aunque tú no quieras y </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">pull</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> si haces el esfuerzo de encontrarlas. </span></span></p><span style="font-family: inherit;"><br /></span><br /></span>
<iframe frameborder="0" height="250" scrolling="no" src="https://cosasqmepasan.substack.com/embed" style="background: white; border: 1px solid #EEE;" width="420"></iframe>molinoshttp://www.blogger.com/profile/14776225440298083660noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8244549242466085173.post-61939663405584533482024-01-14T06:30:00.001+01:002024-01-14T06:30:00.146+01:00Lo que nos gusta y lo que no<p style="text-align: center;"> <img height="393" src="https://lh7-us.googleusercontent.com/gmSVZi3dxvhWQaze2WFdNniOXnU1P5_CTva5y9d57oCEqnl7nksmB8WtLOTZ8FkHBg-YAx0cfCw7-tbNXRQRJAGgvKIB8pFV2rEkqFU9gAqY9Q3NOnOFbLyguY00KXwpVNhJCoGR5OIWz2vVXMEFEks" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; margin-left: 0px; margin-top: 0px; white-space-collapse: preserve;" width="602" /></p><span id="docs-internal-guid-c086e2a4-7fff-ae25-4be5-9380c20ab21e"><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">El otro día mientras brujuleaba por internet, revisando lecturas pendientes y demás, me encontré con un artículo titulado </span><a href="https://flashbak.com/snapshots-of-london-going-mad-for-christmas-in-the-1980s-465296/" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">“London, going mad for Christmas in the 1980s”</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">. Dejando de lado que ese «volverse loco» de los 80 era de una sobriedad casi conventual comparado con el festival lumínico, ornamental y hortera que sufrimos ahora en casi cualquier parte y desde noviembre, esta fotografía tan terrorífica hizo clic en mi cabeza.</span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Fue así: «Muñecas. Uf, qué horror... Un momento, se parecen un poco, lejanamente, a unas muñecas que ilustraban unas pegatinas, unos </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">stickers</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> diríamos ahora, con los que jugaba en los pasillos del colegio cuando tenía 8 o 9 años. Nos sentábamos en el suelo de los pasillos, unos suelos de falso granito rojo y jugábamos a darles la vuelta golpeándolas con la mano ahuecada». ¿Dónde están aquellas pegatinas? ¿Las tiré? ¿Estarán en alguna caja en Los Molinos? Me encantaban aquellas pegatinas: las ilustraciones de niñas con mofletes colorados, vestidas con delantales blancos impolutos sobre faldas marrones o azules, el pelo rubio, los grandes ojos, siempre rodeadas de algún gato o cachorro, o unas bolas de navidad, o flores o libros, me proporcionaban una sensación de hogar, de calor, quería vivir en el mundo de aquellas pegatinas. Me encantaban. </span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">El siguiente salto mental que di fue: ¿Por qué dejan de gustarnos las cosas que en un momento dado nos encantaron? Llegados a una cierta edad todos sabemos que algo o alguien que nos gusta mucho, muchísimo, que nos parece casi perfecto puede, en un futuro, dejar de gustarnos. Sabemos incluso que aquello que ahora nos parece perfecto llegaremos, quizá, a considerarlo desagradable, insoportable. </span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">No me inquieta el porqué dejan de gustarnos las cosas. Eso, lamentablemente, puede tener explicación: nos aburrimos, nos acostumbramos, nuestros gustos evolucionan por la cultura adquirida, por la experiencia, llegan otros gustos que apartan a los anteriores. Me pregunto qué mecanismo hace que cuando estamos en ese punto de gustarnos algo mucho, muchísimo, seamos incapaces de pensar que en algún momento ese lo que sea nos será indiferente, lo olvidaremos. No importa la experiencia que tengas, las veces que te haya pasado, siempre crees que si este libro, esta canción, esta mayonesa, este trabajo, esta casa, estas vistas te gustan ahora te gustarán para siempre, que es imposible que esa magia se acabe, se pase. Y vuelve a ocurrir. Una y otra vez, una y otra vez. ¿Por qué lo olvidamos? Pensándolo ahora supongo que es algún tipo de motivo psicológico que nos permite vivir ilusionándonos. (Por cierto, el otro día leí a una influencer en Ig «la ilusión es el combustible del alma» y, POR FAVOR, no seas una persona que dice este tipo de frases. Y sobre todo, no seas como ella que, ENCIMA, se la atribuía a Cervantes). </span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">¿Por qué nos gusta algo? Nunca en mi vida me había parado a pensarlo hasta ahora mismo. ¿Será porque lo que sea que es de nuestro agrado ha conectado con otro «algo» interno nuestro? (¿Es este texto el que tiene más «algos» de la historia? Creo que sí). Y ese gancho interno que nos conecta con lo que nos gusta, ¿cómo funciona? Porque, obviamente, caduca. O quizá tenemos muchos de esos ganchos a lo largo de nuestra vida. Unos son perennes, otros son temporales y van brotando en distintas etapas de tu vida. Algunos de esos florecen para convertirse en permanentes y otros se secan, mueren y se caen. Los hay que pueden rebrotar con el estímulo adecuado. Algunos de mis ganchos perennes son, por ejemplo, con Los Molinos o con Bruce Springsteen, los canelones, el membrillo, la lluvia, la noche, el frío, el invierno, el escribir con pluma, leer o el chocolate blanco. Entre los temporales que surgen a lo largo de la vida creo que uno muy común, compartido por mucha gente, que es el amor por las verduras. De niños pocos son los que adoran comer judías verdes o brócoli o crema de puerros; sin embargo con cuarenta la cosa cambia, no es solo que te gusten, es que tú, que preferías no comer a tomar coliflor, tienes ahora guardadas en el móvil 25 recetas para cocinarla. De estos ganchos surgidos en mi mediana edad, yo llevo como bandera mi completa devoción por Brad Pitt ahora, no cuando tenía 20, ni 30, ni 40... y me parecía blandengue y poco atractivo. ¿Cuánto me durará? Entre los ganchos que brotaron, florecieron, se secaron y se convirtieron en ceniza podría mencionar a los Hombres G, los tebeos de Esther, escuchar Todopoderosos o La Cultureta, esquiar, las fiestas de Los Molinos, el whisky con coca-cola, pero tengo especialmente grabado mi gusto por Hello Kitty: es uno de esos recuerdos que se te queda pegado a las paredes de tu memoria, flotando como una tela de araña que cuando menos te lo esperas se te pega a la cara. Cuando tenía once o doce años una de mis abuelas me dió 5.000 pesetas por mi cumpleaños. Era la primera vez que me daban dinero en lugar de un regalo y tener que tomar la decisión de en qué gastármelo me parecía muchísima responsabilidad. ¿Y si me equivocaba? Paseé por tiendas con mi madre hasta que al final decidí comprarme una carpeta de gomas, un bolígrafo y un cuaderno. La carpeta me gustó tanto tantísimo que durante meses la tuve guardada en un cajón decidiendo para qué podía usarla para que estuviera a la altura. No recuerdo más. Obviamente es mucho mejor que el gancho que me unía a Hello Kitty sea ya cenizas pero hoy, que me he puesto a pensar en esto, me sorprende que este gusto, como tantos otros pasados, desapareciera sin más. ¿De cuántas cosas que me encantaron no guardo el más mínimo recuerdo? </span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Volviendo al principio: Las muñecas diabólicas del escaparate me parecen horrorosas, no entiendo que le gusten a alguien ¿Por qué los gustos de otros nos son tan ajenos? A mí me resulta incomprensible que a la gente le guste </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">El Hormiguero</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">La Isla de las Tentaciones</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, Aquaman, los zapatos destalonados con los que no se puede caminar, la lengua de ternera, el calor del verano, el pollo en pepitoria, la primavera, ir al parque con sus hijos, las canciones de Siempre Así, la Feria de Abril, la cerveza sin alcohol, la cara que se te queda cuando te pinchas bótox por encima de tus posibilidades, viajar a países calurosos, </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">First Dates</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, las alcachofas, o escritores, músicos, actores o personalidades que levantan pasiones y que yo no consigo entender. Por supuesto, mis gustos son incomprensibles para otros. </span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">“The first principle is that you must not fool yourself and you are the easiest person to fool”</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">― Richard Feynman</span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">También sé que el hecho de desengancharse de personas lo tenemos mucho más interiorizado. Como decía antes, cuando estamos en el pico de oxitocina de un enamoramiento o en el momento dulce de una amistad no pensamos que esa sensación de felicidad absoluta se pasará, pero que no lo pensemos no quiere decir que no lo sepamos. Preferimos ignorarlo y nos engañamos a nosotros mismos pensando que esta vez será diferente, que no pasará, que lo vamos a hacer bien para que esa desafección no ocurra como las otras veinticinco veces anteriores porque, como decía Richard Feynman, es facilísimo engañarse a uno mismo.</span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">¿Dónde estarán mis pegatinas de muñecas? ¿Y mis tebeos de Esther? ¿Y el disco de Hombres G con Jerry Lee Lewis en la portada? ¿Dónde está esa fe inquebrantable en que mi primer novio era “el amor de mi vida”? ¿Qué pasó con todo lo que adoraba y dejó de gustarme? Cuando tenía 33 descubrí que me gustaba escribir. ¿Y si deja de gustarme? Y ¿me quedarán cosas nuevas, ganchos nuevos, por descubrir y entusiasmarme con ellas? Espero que sí. </span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /><br /></span><pre class="frontend-publish-settings-EmbeddableFormElement-module__codeBlock--anBRL" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: rgb(59 130 246 / 0.5); --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border-radius: var(--border-radius-6); box-sizing: border-box; color: var(--color-primary) !important; font-size: 19px; margin: var(--size-32) 0; padding: var(--size-16); position: relative; word-break: break-all;"><br /></pre><br /></span>
<iframe src="https://cosasqmepasan.substack.com/embed" width="420" height="250" style="border:1px solid #EEE; background:white;" frameborder="0" scrolling="no"></iframe>molinoshttp://www.blogger.com/profile/14776225440298083660noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-8244549242466085173.post-34050592957914868112024-01-08T19:00:00.002+01:002024-01-08T21:10:15.484+01:00Despelleje: Globos de Oro 2024<p style="text-align: left;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 11pt; white-space-collapse: preserve;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdanlUEH_lfr4mhppD1pZMm7wG3UJxG1oTrpzeLXNDwBkQrjtRDfvWpvY6qbc8fINiCr5kn5ab_6qx7wJ_0WMOMUa-ng-MuL6hRFj37zbVK5OhRcSf_5KU46SobBFdPDJilzTDFqlkWbQrQ7-6tVrELTZX-8ahYDUTTLuF9-OvuotQJ7OaDt9RmmAyRvQj/s800/the-2021-golden-globes-to-be-bicoastal-for-the-first-time-729751412.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="480" data-original-width="800" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdanlUEH_lfr4mhppD1pZMm7wG3UJxG1oTrpzeLXNDwBkQrjtRDfvWpvY6qbc8fINiCr5kn5ab_6qx7wJ_0WMOMUa-ng-MuL6hRFj37zbVK5OhRcSf_5KU46SobBFdPDJilzTDFqlkWbQrQ7-6tVrELTZX-8ahYDUTTLuF9-OvuotQJ7OaDt9RmmAyRvQj/w400-h240/the-2021-golden-globes-to-be-bicoastal-for-the-first-time-729751412.jpg" width="400" /></a></div><span id="docs-internal-guid-c9341c82-7fff-c77c-ed17-ac4cdd1f5289"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Acabo de comprobarlo: Hace casi 3 años que no hago un despelleje. Llegó la pandemia, dejaron de hacerse saraos y después yo di mi triple mortal laboral que me dejó sin tiempo para empaparme de frivolidad y tontería. Hoy, en una carambola inesperada provocada por un insomnio rayando con el trasnochar, me he permitido volver a este género tan ridículo a la par que divertido. Muchas cosas han cambiado desde 2021: ahora Instagram está lleno de gente comentando los modelos con criterio, referencias y mucha intelectualidad. Aquí no hay nada de eso. Hago esto por las risas. A ver qué tal sale. </span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Ayer se celebraron los Globos de Oro y ganaron muchos que me gustan, así que muy bien. También ganaron otros que no sé ni quienes son y otros que sí conozco y me caen mal. Lo que viene siendo un día cualquiera en la vida. Vamos a ello. </span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Voy a empezar por alguien que necesita, con urgencia, una intervención de sus amigos. Tiene que llegar a casa y encontrarse a la gente que más la quiere en su salón, sentados muy serios y con una pancarta que diga: </span><a href="https://www.imdb.com/awards-central/golden-globes-red-carpet-2024/rg2266667776/mediaviewer/rm3773714177/?ref_=ext_shr_lnk" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">«Margot, te queremos muchísimo pero STOP creerte Barbie».</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> El color del vestido me da ganas de mascar chicle de fresa ácida: ¿se siguen fabricando? </span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><a href="https://www.imdb.com/awards-central/golden-globes-red-carpet-2024/rg2266667776/mediaviewer/rm2448314113/?ref_=ext_shr_lnk" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Emma Stone camuflada</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> y transparente. </span><a href="https://www.imdb.com/awards-central/golden-globes-red-carpet-2024/rg2266667776/mediaviewer/rm502157057/?ref_=ext_shr_lnk" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Elizabeth Debicki </span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">sigue la misma tendencia aunque con los brazos más largos que he visto en mi vida, qué envidia, seguro que no le pasa como a mí, que con cualquier chaqueta que me compro parezco el Espantapájaros de Oz. </span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Si hablamos de ellos, digamos que </span><a href="https://www.imdb.com/awards-central/golden-globes-red-carpet-2024/rg2266667776/mediaviewer/rm1676627713/?ref_=ext_shr_lnkaWqbEe7w=/1960x0/cloudfront-eu-central-1.images.arcpublishing.com/prisa/NAEKCZSJGNEOHOAN47BVC2675M.jpg" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Jeremy Allen White</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> tiene el mismo problema que la mayoría de los tíos que conozco: no sabe llevar traje, se le pone cara de estar incómodo. Él no debía saberlo porque para sumar elementos a su incomodidad se ha puesto una camisa transparente que, lo siento, pero es un NO como una casa. </span><a href="https://www.youtube.com/watch?v=dCbM009btVI" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Mejor así</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, aunque tenga pinta de no bajar la tapa: una cosa no quita la otra. Y ganó y yo me alegro porque </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">The Bear</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> es maravillosa. </span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Precioso homenaje al </span><a href="https://www.imdb.com/awards-central/golden-globes-red-carpet-2024/rg2266667776/mediaviewer/rm2599309057/?ref_=ext_shr_lnk" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Calippo</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">.</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">¿De qué vas? </span><a href="https://www.imdb.com/awards-central/golden-globes-red-carpet-2024/rg2266667776/mediaviewer/rm3941355265/?ref_=ext_shr_lnk" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">De «desequilibrio».</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> Prueba a mirar la foto y no sentir la tentación de girar la cabeza. Selena va escorada como el </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Titanic</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">.</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><a href="https://www.imdb.com/awards-central/golden-globes-red-carpet-2024/rg2266667776/mediaviewer/rm1911508737/?ref_=ext_shr_lnk" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Transparenta que algo queda.</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> Me hace gracia porque si miras muy fijamente su vestido se te pone exactamente la misma cara que tiene Sarah Snook en la foto. (Ganó por su papel de cabrona en </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Succession</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, bien por ella) </span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><a href="https://www.imdb.com/awards-central/golden-globes-red-carpet-2024/rg2266667776/mediaviewer/rm2246921985/?ref_=ext_shr_lnk" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Kevin también tiene mirada</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> de «en qué coño estaba pensando cuando me dejé teñir el pelo de beige». Por lo demás va hecho un príncipe y hasta lleva reloj (si se hubiera quitado la pajarita aún mejor; pero, chico, viene de la época de </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">El guardaespaldas</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, de lo más duro de los 90, no le vamos a pedir milagros). </span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><a href="https://www.imdb.com/awards-central/golden-globes-red-carpet-2024/rg2266667776/mediaviewer/rm451825409/?ref_=ext_shr_lnkub1RhfybAlkT1I=/1960x0/cloudfront-eu-central-1.images.arcpublishing.com/prisa/ML5RBAN6JBDW5IASD3AVZGHH2M.jpg" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Kieran Culkin</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> me hace muchísima gracia. Siempre parece enfurruñado, como si no supiera salir de su papel en </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Succession</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">. </span><a href="https://www.imdb.com/awards-central/golden-globes-red-carpet-2024/rg2266667776/mediaviewer/rm4075572993/?ref_=ext_shr_lnk" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Matthew</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> tampoco ha sabido salir de su papel: el traje le está grande de hombros, va sin peinar y sin afeitar, pero lleva cara de decir: «¿Y qué si me he quedado con la empresa? Fuck off!».</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><a href="https://www.imdb.com/awards-central/golden-globes-red-carpet-2024/rg2266667776/mediaviewer/rm200101633/?ref_=ext_shr_lnk0pDuho9sGzluMNx3a6I=/1960x0/cloudfront-eu-central-1.images.arcpublishing.com/prisa/IRUHCCPEJBEN7JRYDHC6PCWTXY.jpg" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Ayo Edebiri todo bien.</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> El vestido es maravilloso, los zapatos perfectos y, sobre todo, ella va con la pinta que tendría alguien normal en esa tesitura: «no sé muy bien cómo he terminado aquí, a ver si no la pifio». No ha caído en la tentación de añadir mil quinientas joyas ni un peinado extravagante ni un bolso ridículo e inservible. De faltarle algo, le faltan bolsillos porque no sabe qué hacer con las manos. </span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><a href="https://bintano.com/wp-content/uploads/2024/01/79735385-0-image-m-75_1704690493240.jpg" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Muy bien Jodie (y su santa).</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> Fatalísimo lo de sus zapatos. Creo firmemente que la moda del calzado con plataforma está durando demasiado. El traje de Alexandra me lo pido. </span><a href="https://www.imdb.com/awards-central/golden-globes-red-carpet-2024/rg2266667776/mediaviewer/rm401493761/?ref_=ext_shr_lnk" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">No, mejor el de Annette.</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> O los dos. </span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">También me pido el </span><a href="https://www.imdb.com/awards-central/golden-globes-red-carpet-2024/rg2266667776/mediaviewer/rm2330808065/?ref_=ext_shr_lnk" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">traje de lentejuelas de Meryl</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, aunque con ese modelo yo parecería una bolsa de basura. Me pregunto si Meryl lleva unas </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">converse</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> debajo de esa falda. También me pregunto qué temperatura hace en ese evento para que Meryl lleve dos cosas de manga larga y el resto vaya en tirantes. Como Meryl es siempre la mejor, voy a apostar por que hace un frío polar y ella es la más lista. </span><a href="https://www.imdb.com/awards-central/golden-globes-red-carpet-2024/rg2266667776/mediaviewer/rm1475104513/?ref_=ext_shr_lnkDPKE3dfml2sjnQ=/1960x0/cloudfront-eu-central-1.images.arcpublishing.com/prisa/YPIYOFAQRFEZDDZST6T2EFG4JA.jpg" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Helen también lleva abrigo,</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> así que definitivamente hace frío. Ojalá, en algún momento de mi vida, llevar un abrigo así de extravagante y absurdo... </span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><a href="https://www.imdb.com/awards-central/golden-globes-red-carpet-2024/rg2266667776/mediaviewer/rm1340886785/?ref_=ext_shr_lnkedGX2N78KE=/1960x0/cloudfront-eu-central-1.images.arcpublishing.com/prisa/GIR6MPQH4ZGBHGY24IRS5M2LCA.jpg" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Con tirantes y tacones pero sin vestido,</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> ni color, ni alegría de vivir. </span><a href="https://www.imdb.com/awards-central/golden-globes-red-carpet-2024/rg2266667776/mediaviewer/rm216944385/?ref_=ext_shr_lnk" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Elizabeth tampoco tiene alegría de vivir ni el coñ… para ruidos.</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> No me extraña nada con ese despropósito de molde de escayola de clase de dibujo del colegio: «Hoy vamos a dibujar un capitel corintio». </span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><a href="https://www.imdb.com/awards-central/golden-globes-red-carpet-2024/rg2266667776/mediaviewer/rm2498645761/?ref_=ext_shr_lnk" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">La diva más diva de la noche</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">: Me fascina la de horas que es capaz de echar Jennifer para prepararse. Me pongo a llorar solo de la pereza que me da pensarlo, pero va divina. Frigo podía haber patrocinado la noche, me ha entrado nostalgia del </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Frigopié</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">. </span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Karen Gillan </span><a href="https://www.imdb.com/awards-central/golden-globes-red-carpet-2024/rg2266667776/mediaviewer/rm2666417921/?ref_=ext_shr_lnk" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">de mandala desenfocado</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> pendiente de colorear. Me mareo. </span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Tengo una foto en mi comunión llorando en la que tengo exactamente la misma cara que </span><a href="https://www.imdb.com/awards-central/golden-globes-red-carpet-2024/rg2266667776/mediaviewer/rm166612737/?ref_=ext_shr_lnk" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Natalie Portman en la alfombra roja.</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> Cara de «no quiero estar aquí, me quiero ir a mi casa». El vestido es bastante chulo pero da la sensación de que va a deshacerse en cualquier momento, como pasaba con los padres de Michael J. Fox en la foto en </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Regreso al futuro</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">. </span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Cosas a las que hay que aprender a decir que no: </span><a href="https://www.imdb.com/awards-central/golden-globes-red-carpet-2024/rg2266667776/mediaviewer/rm4092350209/?ref_=ext_shr_lnkL_CRScbAC6jhA1ucm86I=/1960x0/cloudfront-eu-central-1.images.arcpublishing.com/prisa/BPN6G4MVD5EWHGBW4DJVKGPMFY.jpg" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">los corsés en medio de un traje de muñequita.</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> Más cosas a las que</span><a href="https://www.imdb.com/awards-central/golden-globes-red-carpet-2024/rg2266667776/mediaviewer/rm753684225/?ref_=ext_shr_lnk" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> hay que decir que no:</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> mucho encaje, mucha transparencia, zapatos de plataforma y un tocado con forma de manzana. He leído por aquí que es todo de muchísimo nivel y muy Dior y que, además, ella llevaba el tocado porque la semana pasada se cayó esquiando y se hizo muchas heridas (me lo creo regulinchi, aunque lo dejo pasar) pero no me gusta nada. Está a medio camino entre una diva de </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">El crepúsculo de los dioses</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> y una </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">madame</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> de burdel de una mala película del oeste.</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><a href="https://www.imdb.com/awards-central/golden-globes-red-carpet-2024/rg2266667776/mediaviewer/rm2381139713/?ref_=ext_shr_lnkLykGEqF9_y8bqzM=/1960x0/cloudfront-eu-central-1.images.arcpublishing.com/prisa/OWB4ZXR33NA5DMZP6PXVXXE2HA.jpg" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Jennifer requetebién.</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> Me chifla la falda. </span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><a href="https://www.imdb.com/awards-central/golden-globes-red-carpet-2024/rg2266667776/mediaviewer/rm3152891649/?ref_=ext_shr_lnk" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Dua Lipa requetemal.</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> Parece un adorno navideño de la casa de José Luis Moreno. Algo que grita lujo y dinero pero que no quieres mirar. </span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><a href="https://www.imdb.com/awards-central/golden-globes-red-carpet-2024/rg2266667776/mediaviewer/rm736907009/?ref_=ext_shr_lnk" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Este color nunca favorece a nadie.</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> Jamás os compréis nada de este color. No os compréis nunca nada de un color del que tengáis dudas para nombrar. </span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Lo que yo nunca seré: </span><a href="https://www.imdb.com/awards-central/golden-globes-red-carpet-2024/rg2266667776/mediaviewer/rm401428225/?ref_=ext_shr_lnk" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">lánguida y traslúcida. </span></a></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><a href="https://www.imdb.com/awards-central/golden-globes-red-carpet-2024/rg2266667776/mediaviewer/rm2280476417/?ref_=ext_shr_lnk" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Orlando ha esponjado. </span></a></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><a href="https://akns-images.eonline.com/eol_images/Entire_Site/202407/rs_634x1024-240107193700-634-carey-mulligan-2024-golden-globes.jpg?fit=around%7C634:1025&output-quality=90&crop=634:1025;center,top" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Carey como siempre con carita de pena.</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> Es la tercera a la que veo con esa melenita que yo llevaba hasta el día antes de cumplir 24 años. Todo vuelve, incluídos los vestidos con los que no puedes caminar. </span></p><br /><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><a href="https://www.imdb.com/awards-central/golden-globes-red-carpet-2024/rg2266667776/mediaviewer/rm3840691969/?ref_=ext_shr_lnk" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Deshilacharse,</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> deshacerse, desaparecer… seguramente arder en 3 segundos si le acercas una cerilla o le cae electricidad estática de alguno de los 300 vestidos de terciopelo. </span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Super fan del vestido </span><a href="https://www.imdb.com/awards-central/golden-globes-red-carpet-2024/rg2266667776/mediaviewer/rm351096577/?ref_=ext_shr_lnkes-red-carpet-2024/rg2266667776/mediaviewer/rm3085782785/?ref_=ext_shr_lnk" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">«atasco en la trituradora de dirección general» de Keri Rusell.</span></a></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">A la nieta de Elvis su decisión de ir </span><a href="https://www.imdb.com/awards-central/golden-globes-red-carpet-2024/rg2266667776/mediaviewer/rm2129612545/?ref_=ext_shr_lnk" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">vestida de velo de novia virginal</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> no le convence para nada. (La serie </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Todos quieren a Daisy Jones </span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">está muy bien).</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><a href="https://www.imdb.com/awards-central/golden-globes-red-carpet-2024/rg2266667776/mediaviewer/rm3069005569/?ref_=ext_shr_lnk" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">John, John, John...</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> Ni Dwight se hubiera puesto eso. Emily lleva un collar maravilloso y esto es lo único bueno que puedo decir de ella. </span><a href="https://goldenglobes.com/wp-content/uploads/2024/01/GF1_3351.jpg?w=2000" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">De Christina Ricci</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> lo único bueno que puedo decir es: SU MARIDO.</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><a href="https://www.imdb.com/awards-central/golden-globes-red-carpet-2024/rg2266667776/mediaviewer/rm2632863489/?ref_=ext_shr_lnk" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Nicolas Cage</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">. Otro con tinte equivocado homenajeando a Lauren Postigo. </span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><a href="https://www.imdb.com/awards-central/golden-globes-red-carpet-2024/rg2266667776/mediaviewer/rm3790360321/?ref_=ext_shr_lnk" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Lenny cree</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> que está tan bueno que se puede permitir esto. Yo creo que no. </span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><a href="https://www.imdb.com/awards-central/golden-globes-red-carpet-2024/rg2266667776/mediaviewer/rm183389953/?ref_=ext_shr_lnk" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Requetenó a Rachel.</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> La Sra. Maisel estaría disgustadísima y a su madre le hubiera dado un ictus.</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><a href="https://www.imdb.com/awards-central/golden-globes-red-carpet-2024/rg2266667776/mediaviewer/rm3874377473/?ref_=ext_shr_lnk" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Fantasia Barrino</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> no está convencida. Yo tampoco: la entiendo tanto... Te pruebas algo en la tienda, crees que sí, tienes dudas pero dices «tengo que arriesgarme, salir de mi zona de confort». Lo compras, llega tu día, te lo pones y piensas: ¿por qué cojones no le hice caso a mi instinto? Todas hemos sido Fantasia alguna vez. </span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Todos en pie: </span><a href="https://www.imdb.com/awards-central/golden-globes-red-carpet-2024/rg2266667776/mediaviewer/rm3538636545/?ref_=ext_shr_lnk" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Gillian Anderson maravillosa.</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> He leído por ahí que el bordado del vestido son vulvas. Lo que queráis, como si llevara grabadas porterías de fútbol, me da igual. Ella está fantabulosa. Por ponerle una pega: Gillian, ¿para qué el bolsito ridículo? </span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><a href="https://www.imdb.com/awards-central/golden-globes-red-carpet-2024/rg2266667776/mediaviewer/rm1206865665/?ref_=ext_shr_lnk" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Brie Larson.</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> Qué mona de embudo de esos que le pones a tu perro para que no se rasque cuando le han operado. Me encantaría que con ese vestido solo pudiera estar de pie, que no pudieras sentarte, como si fuera un vestido de Barbie. Perdón: de Margot. </span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><a href="https://www.imdb.com/awards-central/golden-globes-red-carpet-2024/rg2266667776/mediaviewer/rm2045529857/?ref_=ext_shr_lnk" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Heidi compite en otra liga</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">. Qué cabrona. </span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Ni una gala sin su representante de la tendencia </span><a href="https://goldenglobes.com/wp-content/uploads/2024/01/GF1_2348.jpg?w=2000" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">«no quiero ser como la masa, quiero ser original, diferente, divertido, rompedor»</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> y cagarla.</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><a href="https://www.imdb.com/awards-central/golden-globes-red-carpet-2024/rg2266667776/mediaviewer/rm3857469185/?ref_=ext_shr_lnk" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">The mamarrachest. </span></a></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Ya estaba tardando en salir </span><a href="https://www.imdb.com/awards-central/golden-globes-red-carpet-2024/rg2266667776/mediaviewer/rm518868737/?ref_=ext_shr_lnkFR1uw=/1960x0/cloudfront-eu-central-1.images.arcpublishing.com/prisa/5FOGPSQZFVBGBLJCPUIO3FXDNE.jpg" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">la malvada de Disney.</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> ¿A quién se le ocurre </span><a href="https://www.imdb.com/awards-central/golden-globes-red-carpet-2024/rg2266667776/mediaviewer/rm518868737/" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">llevar algo así?</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> Te agachas y le sacas el ojo a alguien. O la gente se pasa la noche tirándote cosas a ver si </span><a href="https://www.imdb.com/awards-central/golden-globes-red-carpet-2024/rg2266667776/mediaviewer/rm49106689/" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">aciertan a encestar. </span></a></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><a href="https://www.imdb.com/awards-central/golden-globes-red-carpet-2024/rg2266667776/mediaviewer/rm3807268609/?ref_=ext_shr_lnk" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Issa Rae</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> deslumbrante de </span><a href="https://image.tmdb.org/t/p/original/ddzcKLZsz1Z3eGvSTrFYxFfCiJq.jpg" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">El gran Gatsby</span></a><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">.</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Justin se suma a la tendencia de llevar reloj (algo que aplaudo muy fuertemente) pero no consigue compensar los 3000 puntos negativos </span><a href="https://www.imdb.com/awards-central/golden-globes-red-carpet-2024/rg2266667776/mediaviewer/rm1307266817/?ref_=ext_shr_lnk" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">por el traje color dulce de leche</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> o virus estomacal de estos días en España. </span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">No sé quien es Rachel Smith pero me encanta </span><a href="https://imagenes.elpais.com/resizer/P_ujJCQhD7ZH6pwYEvqkgVtOtD4=/1960x0/cloudfront-eu-central-1.images.arcpublishing.com/prisa/67RJVSXYOJDPHAWQLANXYVSDR4.jpg" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">su vestido de flores barrocas.</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> Y a ella también. Y </span><a href="https://www.imdb.com/awards-central/golden-globes-red-carpet-2024/rg2266667776/mediaviewer/rm2230144769/?ref_=ext_shr_lnk" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Matt Bomer también me encanta. </span></a></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Y chimpún. Ha sido divertido. Tengo que recuperar los despellejes. Por las risas y las tonterías.</span></p><div><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></div></span></span><span id="docs-internal-guid-0674897a-7fff-2804-03b6-8b2e217d869a"><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-family: inherit; font-size: medium; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-family: inherit; font-size: medium; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Si quieres recibir los próximos en el correo, <a href="https://cosasqmepasan.substack.com/" target="_blank">te puedes suscribir aquí</a>.</span></p><div><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></div></span>molinoshttp://www.blogger.com/profile/14776225440298083660noreply@blogger.com12tag:blogger.com,1999:blog-8244549242466085173.post-46655241922886291462024-01-07T06:30:00.001+01:002024-01-07T06:30:00.146+01:00Jeff y la vida deseada<div style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: left;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1cxmBSuCXkwP4vgYGEuAxglz5uDBqqvDlM8AHcuf3tP-gkKrHW-Njl7mVMTBWOGXWA56kXgpNuabG2Y5pLuMSzqZz7pEHntsk1ZVsWAXsjIjOpET74nryY3YL9r7qVsRV8NuyozKZhzAmpuLCdfG7VJo2l8kiMnMNj5YjcWdQSItByT1iGR0jB66rvMgM/s600/her-room.jpg!Large.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="600" data-original-width="456" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1cxmBSuCXkwP4vgYGEuAxglz5uDBqqvDlM8AHcuf3tP-gkKrHW-Njl7mVMTBWOGXWA56kXgpNuabG2Y5pLuMSzqZz7pEHntsk1ZVsWAXsjIjOpET74nryY3YL9r7qVsRV8NuyozKZhzAmpuLCdfG7VJo2l8kiMnMNj5YjcWdQSItByT1iGR0jB66rvMgM/w486-h640/her-room.jpg!Large.jpg" width="486" /></a></div><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Se terminan las vacaciones y puedo decir, con orgullo y un poco de asombro, que he hecho las vacaciones muy bien, fenomenal, de matrícula de honor. Si a mi alrededor hubiera jueces, como los que se sientan alrededor del tapiz en las pruebas de gimnasia o de una pista de hielo en los concursos de patinaje (únicos deportes que me interesan), me darían un 9.2 en ejecución y un 9.8 en dificultad y piruetas. Ha sido espectacular: sin prepararlo, sin comerlo ni beberlo, he tenido mis vacaciones ideales. Muchas veces leo artículos o </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">newsletters</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> de gente lamentándose de que en las vacaciones llevan las vidas que quisieran llevar, en sitios con vistas al mar o perdidos en el monte o en una playa en la que siempre hace calor y se puede ir todo el día descalzo o en París, Londres, Roma o Buenos Aires. A mí también me ha pasado. Quiero ser francesa o tener una cabaña en la península de Olympia o un chamizo en un lugar perdido de Grecia... pero en estas vacaciones he descubierto que yo donde quiero estar es en mi casa. </span></span></div><div style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: left;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span id="docs-internal-guid-eebfbcea-7fff-d5af-3499-5be4d9de7803"><span style="white-space-collapse: preserve;"><br /></span></span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">He tenido dos semanas de vacaciones completas y se me han hecho eternas. No «eternas» de demasiado largas, ni aburridas, ni pesadas. Para nada. «Eternas» en el sentido de que cada día, al despertarme, pensaba: «Madre mía, pero si todavía es martes… Me quedan muchísimos días y me parece que llevo ya un mes». Los días han transcurrido a su debido ritmo, he experimentado cada una de sus veinticuatro horas deslizándose por mi vida despacio, con cada uno de sus sesenta minutos escurriéndose segundo a segundo hasta completar la vuelta entera y volver a empezar. Al principio fue raro; tan raro que estaba alerta, pensando que en algún momento se dispararía algún tipo de gatillo que me catapultaría de golpe al día de hoy, 7 de enero, y sin saber cómo mis vacaciones habrían transcurrido en un suspiro, sin enterarme, sin aprovecharlas y sin descansar. A partir del día 26 ya me relajé y, ahora mismo, el día 26 me parece casi tan lejano como octubre, como el primer día que me puse abrigo en ese otoño «aprimaverado» tan absurdo que tuvimos.</span></span></div><span id="docs-internal-guid-eebfbcea-7fff-d5af-3499-5be4d9de7803"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">26, 27, 28, 29, 30, 31, 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7: 13 días de vacaciones, un cambio de año, nueve horas de sueño cada día y dos o tres de lectura, paseos, películas, siestas a las cuatro de la tarde y a las siete y media, series después de comer y después de cenar, escribir a cualquier hora, ordenar, ordenarme, planificar, planear, comer roscón, compota de manzana con yogur y peladillas, escuchar </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">podcasts</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> a deshora y reorganizar la base de datos, desayunos tranquilos, silenciosos, tardes eternas de sofá, manta y libro, el móvil sin batería perdido por la casa. Llevar diez días los mismos vaqueros, repetir calcetines y sacar los jerseys del armario sin mirar porque me da igual de qué color sea. No he hecho nada que no quisiera hacer. No he ido a ningún sitio, ni al cine, ni al teatro, ni a cenar. No he visto a nadie que no quisiera, no he tenido ningún compromiso forzado.</span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">«No me importa quedarme en casa. Entiendo que para mucha gente es una limitación brutal de su libertad, pero a mí me va de maravilla. El invierno es una casa tranquila a la luz de una lámpara, un paseo por el jardín para ver las estrellas brillando en una noche despejada, el rugido de la leña ardiendo en la chimenea y el olor a madera quemada [...]. Es leer tranquilamente y pasar el crepúsculo viendo películas, llevar calcetines gruesos y envolverme en una chaqueta de punto». (</span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Invernando. El poder del descanso y el refugio en tiempos difíciles</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, de Katherine May)</span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">En medio de esta relajación, casi lujuriosa por el placer infinito que me ha proporcionado, un buen día por casualidad me encontré en televisión con la película </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">El amor tiene dos caras</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, de Barbra Streisand. Me tumbé en el sofá, me tapé con la manta y me puse a verla. Es una peli maravillosa en la que Jeff Bridges está guapísimo y Barbra está divina, COMO SIEMPRE. Jeff y Barbra se conocen porque él está harto de tener relaciones en las que todo se basa en el sexo y en la pasión arrolladora de las feronomas, esas en las que te pasas semanas, meses con la piel súper tersa y con el corazón en la boca todo el tiempo, en un continuo sobresalto de emoción y hormonas que luego se desinflan y te dejan en un sinvivir de angustia. ¿Quién no ha sido Jeff alguna vez? Él decide entonces poner un anuncio en el periódico buscando una pareja para una relación basada en la conversación, la complicidad… una relación para estar a gusto y tranquilo. ¿Quién no ha sido Jeff alguna vez y ha anhelado algo así? El caso es que, resumiendo mucho, la hermana de Barbra contesta por ella al anuncio y ellos acaban conociéndose y todo va fenomenal porque se lo pasan en grande juntos, les gustan las mismas cosas, charlan, charlan, charlan, se hacen compañía, se cuentan sus vidas sin la tensión del ¿le gustaré? ¿no le gustaré? ¿le pareceré un idiota? ¿le pareceré una merluza?... ¿Quién no ha sido alguna vez Jeff y Barbra? Y entonces, como están tan bien, hacen una cosa absurda que es casarse. ¿Quién no ha sido alguna vez estos dos? </span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Después de casarse llega el follón, claro. Barbra está que se sube por las paredes de no consumar por fin y en una escena terrible, cuando ya están los dos metiéndose mano hasta los codos, Jeff en pleno caletón brutal la deja tirada en el suelo del cuarto porque le entra un agobio absurdísimo de que si tienen sexo se acabará esa complicidad que tienen. Jeff es memo. ¿Quién no ha sido Jeff alguna vez? Y está guapísimo pero no es idiota: tiene razón en querer mantener lo que tienen hasta ahora que es una relación estupenda, de complicidad, compañía y conversación en la que todo funciona. Que sí, que les falta el sexo que es fundamental y por eso Barbra está que se sube por las paredes, pero yo, desde mi sofá, entiendo a Jeff y su querencia por un amor tranquilo. Por supuesto, todo se resuelve bien, Barbra se marcha a casa de su madre, que la machaca (yo creo que el guionista se basó en </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Apegos feroces</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, de Vivian Gornick, para retratar esa relación, aunque también podría haberse inspirado en mí y en mi madre si me hubiera conocido) y decide no hablar más con Jeff mientras ella se somete a eso que ahora llaman un «cambio físico». Con ese cambio, mi Pepita Grillo feminista de 2023 se pone a gritar indignadísima: «¡Esto no podemos tolerarlo! ¡El patriarcado y la esclavitud de la imagen nos oprimen! ¡Esta peli es horrible!», pero de un manotazo ahogué a Pepita debajo de la manta porque no era el momento para ponerse reivindicativa. De acuerdo con que el cambio podría ser considerado poco feminista PERO Barbra al terminar se ve estupenda, le da calabazas a un Pierce Brosnan de 20 años y deja a Jeff plantado y con la boca abierta mientras ella se siente como una diosa. ¿Cómo va a ser malo algo que la hace sentir tan fabulosa? </span><a href="https://www.youtube.com/watch?v=l-CgH9KBhoU" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">La peli acaba bien</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, evidentemente, con una escena maravillosa en una calle de Nueva York: él grita desde la calle, ella baja corriendo con un pijama divino, de raso, pero se pone encima su batamanta rosa guateada, de su época anterior, como diciendo «estoy divina, pero sigo siendo la misma». Ella dice «háblame» y él le dice «te quiero» y suena </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Turandot</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> mientras se besan y bailan. </span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Todo bien en la peli y todo bien en mis vacaciones. Han sido tan perfectas que, como Jeff Bridges, no quería que nada las enturbiara: cada mañana, al despertar, pensaba que no podía ser, que seguro que algo inesperado las chafaría. </span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Mi vida ideal no está lejos, ni en el mar ni rodeada de lujo y caprichos. No quiero una vida diferente a la que tengo: lo que quiero es sumergirme en la que vivo, liberada de las obligaciones laborales y sociales. Yo quiero esta vida, tranquila y cómoda como la quiere Jeff y con batamanta como Barbra. </span></span></p><br />Si quieres recibir las entradas en el correo <a href="https://cosasqmepasan.substack.com/" target="_blank">te puedes suscribir aquí.</a> </span>molinoshttp://www.blogger.com/profile/14776225440298083660noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8244549242466085173.post-8914084794104258612024-01-03T06:30:00.001+01:002024-01-03T06:30:00.144+01:00Lecturas encadenadas. Diciembre. <p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> </span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjs6MlAWR58Rghjb9n8rNMBWjgUwxchG1UAibkj5bVushGcQVyB-wENleG3gJHqkERkjlYjPdH7lXX2_cRbJbw74xsaA9YS_k2S1LRQOuOvaaPbj_u5vsNLRqSlbsI4XnT-GiyJhSw13D-wRsrEs0_tHPF3ezmQwLT0cl4awu2UIIG9Y5xIoizytxjtdtSP/s550/c52cf79729503841a651c62f2dd5ad19.jpeg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="550" data-original-width="400" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjs6MlAWR58Rghjb9n8rNMBWjgUwxchG1UAibkj5bVushGcQVyB-wENleG3gJHqkERkjlYjPdH7lXX2_cRbJbw74xsaA9YS_k2S1LRQOuOvaaPbj_u5vsNLRqSlbsI4XnT-GiyJhSw13D-wRsrEs0_tHPF3ezmQwLT0cl4awu2UIIG9Y5xIoizytxjtdtSP/w466-h640/c52cf79729503841a651c62f2dd5ad19.jpeg" width="466" /></a></span></div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="white-space-collapse: preserve;">He terminado el año en un estado de placidez casi absoluto. Poco a poco he ido frenando el frenesí de los últimos meses hasta llegar casi a la inmovilidad. Los días han vuelto a tener 24 horas en las que puedo encajar todo lo que quiero hacer y no tengo prisa para nada. En este estado de paz y tranquilidad han encajado muy bien mis lecturas de diciembre. Ha sido un buen final de año lector.</span></span><p></p><span id="docs-internal-guid-df1bf5d8-7fff-d86d-55c4-1e0f5dabc108"><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></div><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Al lío:</span></span></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></div><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">En noviembre estuve en Milán trabajando. En el único momento de ocio que tuve paseé por la plaza del Duomo y por la Galleria Vittorio Emanuele II. Allí entré en la librería Rizzoli con la intención de ver que autores españoles tenían traducidos al italiano para poder recomendarlos a una de las personas con las que había ido a reunirme en Milán. No encontré nada interesante que recomendar (me niego a recomendar a Juan Gómez Jurado: tengo un prestigio que defender) pero, en la sección de libros en inglés, me di de bruces con la nueva novela de Paul Auster, </span><a href="https://amzn.to/4aGALv1" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Baumgartner</span><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">.</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> Con Paul he tenido una relación muy tumultuosa a lo largo de mi vida. Lo descubrí tarde, con treinta años, cuando mi amigo Fede me dijo: «¿No has leído a Paul Auster? Tienes que leer </span><a href="https://amzn.to/3tJDCmj" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">La música del azar</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">». Lo compré y lo leí del tirón, me hipnotizó y hasta pasé miedo. De ahí, y como hacía en mis tiempos, me lancé a leer toda su producción. </span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Me sumergí en la </span><a href="https://amzn.to/48Cpni9" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Trilogía de Nueva York</span></a><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, en </span><a href="https://amzn.to/48CliKL" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Creía que mi padre era Dios</span></a><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, en</span><a href="https://amzn.to/3S2BPlT" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> Leviatán</span></a><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">. Después llegaron </span><a href="https://amzn.to/3NLKWEZ" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">La noche del oráculo</span></a><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, </span><a href="https://amzn.to/3S1XpXt" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">El libro de las ilusiones</span><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> </span></a><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">y </span><a href="https://amzn.to/41KodyS" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Brooklyn Follies</span></a><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">.</span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> Guardo un especial recuerdo para </span><a href="https://amzn.to/48Bu5ga" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">El Palacio de la Luna </span></a><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">por la mejor descripción que he leído nunca sobre una buena conversación: </span></span></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></div><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="color: #333333; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">«Poco a poco me fui relajando y entrando en la conversación. Kitty tenía un talento natural para hacer hablar a la gente y resultaba fácil charlar con ella, sentirse cómodo en su presencia. Como me había dicho el tío Victor hacía mucho tiempo, una conversación es como tener un peloteo con alguien. Un buen compañero te tiraba la pelota directamente al guante de modo que es casi imposible que se te escape: cuando es él quien recibe, coge todo lo que lanzas, incluso los tiros más erráticos e incompetentes. Esto es lo que hacía Kitty».</span></span></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></div><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Y luego llegó el desamor. Paul escribió </span><span style="color: #333333; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Invisible</span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> y yo, después de leerla, tuve que escribirle </span><a href="https://www.cosasqmepasan.com/2010/02/querido-paul.html" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">una carta</span></a><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> diciéndole que lo nuestro se había acabado. Decidí que si quería que lo nuestro quedara por lo menos como un buen recuerdo no iba a leerle más. Pero, pero, pero… Paul publicó después el maravilloso </span><span style="color: #333333; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Diario de invierno</span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> </span><a href="https://www.cosasqmepasan.com/2012/11/querido-paul-ii.html" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">y volvió a enamorarme.</span></a><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> No volvió a ser como antes pero, por lo menos, nos seguíamos gustando en la distancia. Ese gustarnos a distancia fue lo que me llevó a comprar </span><a href="https://amzn.to/4aGALv1" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Baumgartner</span></a><span style="color: #333333; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> </span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">y ha sido un reencuentro maravilloso. </span></span></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></div><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Baumgartner es el protagonista de la novela. Tiene unos 70 años, es profesor y escritor y vive solo desde que hace diez años se quedó viudo. En la novela no pasa nada más que el recuento de sus días llenos de nimiedades, pensamientos, deseos, recuerdos, ilusiones, pequeños problemas, indisposiciones físicas poco importantes pero molestas, recados y preocupaciones. Nada grave, nada especial pero todo importante porque esos pequeños detalles construyen quiénes somos, cómo somos y la vida que vivimos. La maestría de Auster está en saber contarlo y hacerlo interesante, casi apasionante. Justo ahora, mientras escribo esto, pienso que de alguna manera esta novela se parece a </span><span style="color: #333333; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">La luz difícil</span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, que leí hace nada, por eso mismo, por la construcción de una vida a partir de detalles cotidianos. Las dos tienen ese peso casi táctil que hace que como lector veas las casas, sientas la luz que entra por la ventana o la temperatura del agua que sale del grifo de la cocina, escuches la tarima del suelo crujir. Los dos libros comparten también el tener como protagonista a hombres mayores con vidas llenas de ilusiones y proyectos que los mantienen pensando en el futuro, enfrentados a la idea generalizada que tenemos de la vejez los que aún no hemos llegado allí. Baumgartner está justo en ese momento, pero se da cuenta de que no es así: todo sigue importando. </span></span></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></div><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">“Does an event have to be true in order to be accepted as true, or does belief in the truth of an event already make it true, even if the thing that supposedly happened did not happen?” </span></span></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></div><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Este año volveré a Auster. </span></span></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></div><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="color: #333333; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Un amor cualquiera</span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, de Jane Smiley, llegó a mi casa por un envío de Sexto Piso Editorial. Después de lo muchísimo que me gustó</span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> </span><a href="https://www.cosasqmepasan.com/2022/02/lecturas-encadenadas-enero.html" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">La edad del desconsuelo</span></a><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> quería reconciliarme con ella después de que </span><a href="https://www.cosasqmepasan.com/2022/11/lecturas-encadenadas-octubre.html" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Heredarás la tierra</span></a><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> me gustara regular. </span></span></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></div><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="color: #333333; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><a href="https://amzn.to/3TL1noF" target="_blank">Un amor cualquiera</a></span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> se encadena con</span><span style="color: #333333; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> Baumgartner</span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> en que aquí también nos encontramos con la narración de las menudencias del día a día, las pequeñas cosas que pasan en una vida y que para un observador externo no significan, pero que a cada uno, en su vida, le sirven para entender, entenderse y construir la convivencia con los demás. La protagonista de esta novela es Rachel, tiene 52 años y cinco hijos, dos de ellos gemelos. Hubo un tiempo en el que vivió alejada de ellos porque al confesarle a su marido una infidelidad él se los llevó a Inglaterra, lejos de ella. Los dos días que retrata la novela están llenos de las interpretaciones que Rachel hace de los gestos de sus hijos, de cómo ella sabe si están contentos, tristes, preocupados o a punto de saltar. Sabe lo que callan, o cree saberlo, y lo que calla ella por amor o para evitar un dolor o una discusión. Ese difícil equilibrio de comunicación entre madres e hijos, ese amor complejo, que oscila entre el infinito y el desprecio, ese saber y no poder decir, todo eso está muy bien descrito por Smiley. Y eso es lo que más me gusta de ella: que, en ninguna de sus novelas, se ahorra el asomarse a lo que más nos escondemos a nosotros mismos en nuestras relaciones con los que queremos: los momentos en los que no los queremos. </span></span></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></div><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">«Tengo 52 años, que es la edad en la que, al parecer, tus hijos y los amigos de tus hijos de pronto quieren usurpar toda la sabiduría y experiencia que, en su día, no creyeron que tuvieras y que ahora les resulta de gran utilidad».</span></span></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></div><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Leed a Smiley pero, repito, empezad por </span><span style="color: #333333; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">La edad del desconsuelo</span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> y luego éste. </span></span></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></div><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Terminé el mes y el año releyendo </span><span style="color: #333333; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Winter</span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, de Rick Bass, </span><a href="https://cosasqmepasan.substack.com/p/el-libro-que-me-hubiera-gustado-escribir" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">el libro que me hubiera gustado vivir y escribir. </span></a><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">He vuelto al Valle del Yaak para encontrarme con el invierno que aquí no tenemos y que mi cuerpo pide a gritos. Las últimas tardes del año las pasé en ese valle, preparándome para el invierno y esperando la nieve. </span></span></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></div><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">«I´ll never get used to snow —how slowly it comes down, how the world seems to slow down, how the world seems to slow down, how time slows, how age and sin and everything is buried. I don´t mind the cold. The beauty is worth it» </span></span></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></div><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Dicen las predicciones que el Día de Reyes nevará en Los Molinos, no quiero hacerme ilusiones. </span></span></p><br />Si quieres recibir las entradas en el mail, puedes <a href="https://cosasqmepasan.substack.com/">suscribirte aquí. </a></span>molinoshttp://www.blogger.com/profile/14776225440298083660noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8244549242466085173.post-3389004668625140112023-12-31T06:30:00.000+01:002023-12-31T06:30:00.133+01:00Mil palabras para recordar el 2023<div style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: left;"><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhANU4f_Y4R7zMGNcaOZRF5mI7ZlKsH9TZZvkPz2vBWyEsdJGocTQST-YgnDQ5llqXW7jISEsuWubHKB8IuZEH5BsXRVCaCfCrme6gZWTfovA1690U7C58xU-aWCq_zxomGDGNr8DS7NavzgFYO1cGQz1Q4qcQr8D__GsOHr1h1OfYa46pMX0eKm06rua2O/s2047/IMG_5266-COLLAGE.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2047" data-original-width="2047" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhANU4f_Y4R7zMGNcaOZRF5mI7ZlKsH9TZZvkPz2vBWyEsdJGocTQST-YgnDQ5llqXW7jISEsuWubHKB8IuZEH5BsXRVCaCfCrme6gZWTfovA1690U7C58xU-aWCq_zxomGDGNr8DS7NavzgFYO1cGQz1Q4qcQr8D__GsOHr1h1OfYa46pMX0eKm06rua2O/w640-h640/IMG_5266-COLLAGE.jpg" width="640" /></a></div><span style="font-size: medium;">En 2023 subí a La Peñota dos veces y volví a México veinticinco años después.</span></span><span style="font-size: medium;"><a href="https://open.substack.com/pub/cosasqmepasan/p/decir-adios-a-tus-perros?r=1z9nr&utm_campaign=post&utm_medium=web&showWelcome=true" style="font-family: inherit; text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> Se murieron Tuca y Turbón</span></a><span style="font-family: inherit; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> y todavía, casi seis meses después, me sorprendo cerrando la puerta del jardín «por si se escapan los perros». Vi por primera vez </span><span style="font-family: inherit; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">El cazador</span><span style="font-family: inherit; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> y releí </span><span style="font-family: inherit; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Crimen y castigo</span><span style="font-family: inherit; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">. En 2023 me volví una madre con dos hijas mayores de edad. </span><a href="https://cosasqmepasan.substack.com/p/12-de-febrero-cincuenta-anos" style="font-family: inherit; text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Cumplí 50 años</span></a><span style="font-family: inherit; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> y celebré un fiestón espectacular, en febrero en el jardín, con chimeneas y estufas de calor que casi no hicieron falta cuando nos pusimos a bailar. Cerré la fiesta bailando y cantando con mis hijas </span><span style="font-family: inherit; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">American Pie</span><span style="font-family: inherit; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, la canción que cerraba siempre El Pilón cuando tenía la edad que tienen ahora ellas. Por fin me hice con mi trabajo nuevo, llegué al momento en que dejó de ser nuevo y se convirtió en algo de estar por casa que no aprieta, no incomoda y en el que sé cómo moverme. Escribí un texto para una exposición.He subido cinco veces a Cicely y he descubierto que mucha gente cree que mi pueblito perfecto se llama así, de modo que ya sé que hay mucha gente con poca cultura televisiva de los 90. </span><a href="https://cosasqmepasan.substack.com/p/breve-pequenos-placeres-sin-importancia" style="font-family: inherit; text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Empecé a ver </span><span style="color: #1155cc; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Doctor en Alaska</span></a><span style="font-family: inherit; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> y ya estoy en la cuarta temporada. Entre medias he visto </span><span style="font-family: inherit; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Slow Horses</span><span style="font-family: inherit; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, </span><span style="font-family: inherit; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">The Bear</span><span style="font-family: inherit; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, </span><span style="font-family: inherit; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Blue Lights</span><span style="font-family: inherit; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> y poca cosa más: cada vez veo menos televisión. Fui a ver </span><span style="font-family: inherit; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Barbie </span><span style="font-family: inherit; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">y me pareció un truño aburridísimo, sobrevalorado y una tomadura de pelo, pero me encantó Ryan Gosling, por supuesto. Vi la última de Indiana Jones y me lo pasé bien. He leído treinta libros y si tuviera que recomendar sólo tres serían </span><span style="font-family: inherit; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">La luz difícil</span><span style="font-family: inherit; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, </span><span style="font-family: inherit; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">In.</span><span style="font-family: inherit; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> y </span><span style="font-family: inherit; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Volver la vista atrás</span><span style="font-family: inherit; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">. Lloré en la toma de posesión de Mónica como ministra. Estuve en la fiesta de Marcelo en San Pablo de los Montes y tomamos cava de Almendralejo en un mirador con vistas al Parque Nacional de Cabañeros. Di una charla en el Liceo Francés y otra en Kinépolis para mil adolescentes que se titulaba «Tú no lo sabes pero quieres ser editor de audio». Organicé una reunión de socios europeos en nuestras oficinas, que duró tres días y en la que yo era la persona de mayor edad. Viajé a Milán, Roma y Bruselas y no paré de hablar en inglés. </span><a href="https://www.instagram.com/p/Cp-Qc_kDvkA/" style="font-family: inherit; text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Llevé a mis hijas a París. </span></a><span style="font-family: inherit; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Y con ellas y con Juan </span><a href="https://www.instagram.com/p/CwnJzwtNcHY/" style="font-family: inherit; text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">volví a La Provenza </span></a><span style="font-family: inherit; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">ocho años después para hacer/ver las mismas cosas pero de una manera diferente. Llevé a unos americanos a Segovia y al Museo del Prado. Casi me mato en un canchal lleno de nieve pero no me puse histérica y estoy muy orgullosa de ello. Casi me mato en un canchal sin nieve, pero tampoco me puse histérica. Dos canchales diferentes. Vi </span><span style="font-family: inherit; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Old boy</span><span style="font-family: inherit; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, la película con el malo más malvado que he visto nunca. Odié </span><span style="font-family: inherit; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Mirafiori</span><span style="font-family: inherit; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, </span><span style="font-family: inherit; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Fortuna </span><span style="font-family: inherit; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">y </span><span style="font-family: inherit; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Aftersun</span><span style="font-family: inherit; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, muy aclamadas por un público con el que claramente no comparto criterio. En mi calle reventaron las aceras y el asfalto tres veces en diferentes ocasiones a lo largo del año para obras variadas que, por lo visto, a nadie se le ocurrió hacer de golpe. Empecé a ir en bici al trabajo y ya casi no me da miedo. Se murió nuestra vecina y nos enteramos dos meses después. Dije adiós a la etapa colegial de mis hijas casi con más alivio y alegría que cuando fui yo la que dejó el colegio. Discutí con Juan por la monarquía, los referéndums y la manera de colocar las cosas en el maletero. He comido cinco veces en uno de mis restaurantes favoritos; tantas, que ya me dijeron «vienes tanto que ya es difícil sorprenderte». </span><a href="https://cosasqmepasan.substack.com/p/dieciocho-anos" style="font-family: inherit; text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Clara cumplió 18</span></a><span style="font-family: inherit; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> y le escribí 50 cartas para celebrarlo. Me operaron para quitarme un bulto que tenía en la espalda y me compré ropa nueva con mi nueva talla de pecho. Publiqué </span><a href="https://elpais.com/smoda/belleza/como-me-deje-el-pelo-blanco-y-consegui-la-seguridad-que-nunca-tuve.html" style="font-family: inherit; text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">en SModa,</span></a><span style="font-family: inherit; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> en </span><a href="https://elpais.com/babelia/2023-12-23/los-mejores-podcast-de-2023.html" style="font-family: inherit; text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Babelia</span></a><span style="font-family: inherit; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> y en </span><a href="https://elpais.com/estaticos/newsletter/recursos/elpais/ejemplo/Sonograma_05_12.html" style="font-family: inherit; text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">EL PAÍS</span></a><span style="font-family: inherit; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">. «¿Tú eres Molinos, verdad?», me dijo Pepa Bueno al encontrarse conmigo en el estudio de Miguel Yuste. Salí en la lista de quinientas mujeres más influyentes de España entre Ana Rosa Quintana y Nuria Roca. Ja. Soñe varias veces con jubilarme y aún más frecuentemente con ir desnuda por la calle. Voté por correo una vez y otra acompañé a mi hija en sus primeras elecciones. He hecho ejercicio por la mañana una media de 4 días a la semana y lo he odiado todas y cada una de las veces. Una seguidora me regaló una camiseta con la frase «Desde tan abajo no explico» y le estoy dando vueltas a hacer una tanda de camisetas para vender/regalar. Llegué a la fiesta de Carlos y me dijeron «esta noche te van a acosar», me asusté pero luego resultó que el «acoso» era amigable y venía por parte de dos fans de </span><span style="font-family: inherit; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Cosas que (me) pasan</span><span style="font-family: inherit; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> que me leen desde Luxemburgo. Me encontré con otra fan en el aeropuerto de Bruselas y otra más en la oficina de Correos de mi barrio. En Bruselas di un taller en inglés sobre monetización de </span><span style="font-family: inherit; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">podcasts</span><span style="font-family: inherit; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> y un desconocido me regaló tres bombones por responder a todas sus preguntas. Escribí el diario del viaje a París y el de La Provenza. </span><a href="https://www.instagram.com/p/Cy-hKnOs3m6/" style="font-family: inherit; text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Le regalé a Juan Tallón</span></a><span style="font-family: inherit; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> un libro con dos escritores famosos en bolas en la portada y </span><a href="https://www.elperiodico.com/es/opinion/20231224/desnudo-portada-libros-articulo-juan-tallon-96171122" style="font-family: inherit; text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">aprovechó para sacar de ahí una columna</span></a><span style="font-family: inherit; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">. Yo he sacado este texto de copiarle a él la idea. Nos fagocitamos o, mejor, nos inspiramos. Sobre todo cuando no estamos discutiendo. Estuve en Viso del Marqués y en Calatrava la Nueva. </span><a href="https://open.substack.com/pub/cosasqmepasan/p/apuntes-si-no-cuentas-tu-historia?r=1z9nr&utm_campaign=post&utm_medium=web" style="font-family: inherit; text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Me hice un perfil genético</span></a><span style="font-family: inherit; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">. Pinté la piscina enterita y volví a sentir la emoción del primer llenado del verano. Casi me baño en bolas en un torrente glaciar, casi. En un </span><span style="font-family: inherit; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">podcast </span><span style="font-family: inherit; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">trabajé con argentinos y de ellos aprendí la palabra enrostrar. Dejé un cuaderno y una pluma en mi mesilla y casi cada noche he anotado algo en él. </span></span></div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; white-space-collapse: preserve;">Mil palabras para recordar el 2023.</span></div></span></div><span id="docs-internal-guid-9df8c782-7fff-e766-447d-f84068758124"><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></div></span>molinoshttp://www.blogger.com/profile/14776225440298083660noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8244549242466085173.post-80772018507225948742023-12-27T06:30:00.001+01:002023-12-27T06:30:00.167+01:00Podcats encadenados: lo mejor del año <p><br /></p><p><span style="font-family: inherit;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: inherit;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgd6XRVqfCa0AuWGM7GSeTYlav1YquSOO11EGrFWk1i6Dd55uICZHF1NLd0EFuzrK4tX1lCkMSTKZMmR5Yciw27q346ec6nMVpJwAazqrVOB0Ju7yJaVSDJXeD790gvPSvoOjbO7SQgIlppkBjlqtsWXY3HrxIikaOmOkR3x4AGyXvO-0Jv0YGF1ZPzYgXM/s1500/azul.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="500" data-original-width="1500" height="214" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgd6XRVqfCa0AuWGM7GSeTYlav1YquSOO11EGrFWk1i6Dd55uICZHF1NLd0EFuzrK4tX1lCkMSTKZMmR5Yciw27q346ec6nMVpJwAazqrVOB0Ju7yJaVSDJXeD790gvPSvoOjbO7SQgIlppkBjlqtsWXY3HrxIikaOmOkR3x4AGyXvO-0Jv0YGF1ZPzYgXM/w640-h214/azul.jpeg" width="640" /></a></span></div><span style="font-family: inherit;"><span style="white-space-collapse: preserve;"><br /></span></span><p></p><p><span style="font-family: inherit;"><span style="white-space-collapse: preserve;">Estamos en mi época favorita del año, la «semana muerta», esos días que van de Navidad a Reyes en los que todo (si has hecho bien la vida social) se para y puedo estar en casa tranquila, sin obligaciones ni prisas. El año pasado escribí esto sobre estos días: «La semana muerta me protege, crea un tiempo y un espacio en el que lo que predomina es la tranquilidad, tanta que adormece. Al principio, la mañana del veinticinco, es raro acostumbrarse a esa ola de calma que lo envuelve todo y me cuesta habituarme pero, después de la comida de Navidad, ya estoy hecha a respirar dentro de la ola y deslizarme casi como si nadara, sin rozar con la rutina diaria y sus esquinas. Incluso las tareas de la casa (cocinar, limpiar, tender, planchar) en la semana muerta me resultan acogedoras. </span></span></p><span id="docs-internal-guid-c23ed11b-7fff-9e46-d7e0-93651b5393d8"><span style="font-family: inherit;"><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Acolchada. Eso es. En la semana muerta el tiempo, el espacio, mi casa, mis relaciones, el trabajo, todo está acolchado, mullido».</span></p><br /><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Aprovecho esta semana para publicar mi lista de mejores </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">podcasts</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> del 2023 en inglés. Si quieres leer mi lista de mejores </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">podcasts</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> en español del año, l</span><a href="https://elpais.com/babelia/2023-12-23/los-mejores-podcast-de-2023.html" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">a publiqué en Babelia</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> y no voy a repetirla aquí, que me aburro. Si no hablas inglés, no importa: puedes leer la lista entera solo para entretenerte y hacerme feliz: ¿Acaso tienes algo mejor que hacer en la semana muerta? Sé que a lo mejor no escuchas </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">podcasts</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, que quizás no hablas inglés, pero me encantaría conseguir que leyeras esto hasta el final, como cuando yo leo críticas de restaurantes a los que sé que jamás iré, o de películas que jamás veré, solo porque el que escribe me hace pasar un buen rato.</span></span></span><div><span><span style="font-family: inherit;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></span></span></div><div style="text-align: left;"><span id="docs-internal-guid-1981e5ae-7fff-3af5-3b1d-0df22608e420"><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><a href="https://open.spotify.com/show/6EvG4iL7sOi8L4UrzLopmE?si=b083bb67bef5426f" style="text-decoration-line: none;"><span style="font-family: inherit;"><span style="color: black; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">1.- </span><span style="color: #1155cc; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">The Retrievals</span></span></a></p></span><p><span><span style="font-family: inherit;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">He dado tanto el coñazo con este </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">podcast </span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">que ya me da hasta vergüenza. Es de Serial y </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">The New York Times.</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> Empieza así: “</span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">The women are seeking fertility treatment for a variety of reasons. They’ve had a couple of miscarriages, and they’re pushing 40. They don’t have fallopian tubes, or they need sperm. All of them wind up at the fertility clinic at Yale University”</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">. La voz de la narradora Susan Burton llega a tus oídos de golpe, sin sintonía y sin presentarse. Lo que Susan nos está contando, en un relato en presente (suelo estar en contra de narrar en presente) crudo, aséptico y frío es la historia de esas mujeres, primero con su voz, como ya he dicho, limpia de cualquier juicio o interpretación; y luego a través de los testimonios de esas mujeres, de esas pacientes. Ellas narran cómo fueron las extracciones (</span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">the retrievals</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">) de sus óvulos y el insoportable dolor que soportaron, un dolor inimaginable. Un dolor que las deja dobladas y llorando durante días. Un dolor que las hace sentir débiles, no válidas, quejicas y, sobre todo, incomprendidas; porque cuando lo verbalizan la respuesta que reciben es incredulidad en el mejor de los casos y desprecio en el peor: «eres una floja». No lo cuentan, no se quejan, porque les dijeron que «esto no duele»; así que no se sienten autorizadas para decir «esto ha sido el dolor más terrible que he sentido en mi vida». Llegan al punto de dudar de lo que sienten porque les han dicho que no podían sentirse así. Por supuesto, tenían razón al quejarse, al decir que les dolía muchísimo. Una de las enfermeras de la clínica de Yale, adicta al fentanilo, había estado robando la droga y sustituyéndola por suero. Es decir, las estaban clavando una aguja gigante en el útero ¡sin anestesia! Desde ahí el </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">podcast</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> abre un montón de hilos que van más allá de este caso particular. Se habla de, y sobre todo se siente, esa incomprensión médica hacia el dolor femenino. Se habla de racismo y de rabia, de la presión que el hecho de ser madre supone para muchas mujeres. Lo más impresionante de este </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">podcast</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, más allá de la historia (que es brutal), es que si lo diseccionas nada está dejado al azar: tanto manera de introducir el relato como la elección del tono de la narradora (crudo, completamente aséptico); el momento justo en el que se menciona por primera vez «las mujeres» y cómo poco a poco vamos sabiendo más detalles de las vidas de cada una de ellas… Cada porción de información está colocada en el lugar preciso y en el momento justo, construyendo una narración perfecta. Nada está dejado al azar y tú, como oyente, quizá no percibas esa construcción; pero si eres un poco </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">friki</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, como yo, y te tomas la molestia de analizar cómo te sientes en cada momento de la narración, qué piensas o qué recuerdas al terminar el episodio, verás esa estructura maravillosamente diseñada. No sé las horas y horas y horas de trabajo que hay detrás de lo que nos llega a los oídos. Mención aparte merecen la música y el arte que han escogido. Es un producto redondo: huele a hospital, a dolor, a rechazo, a soledad, a vergüenza, a rabia. Si solo vas a escuchar una cosa en inglés este año, que sea </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">The Retrievals</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">. </span></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><a href="https://open.spotify.com/show/1m3UPsQ15YU45XSw3flPik?si=398cdf1d7fac4f3d" style="text-decoration: none;"><span style="font-family: inherit;"><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 700; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">2.- </span><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 700; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Field trip</span></span></a></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Otro que he recomendado hasta volverme cansina. Los parques naturales de Estados Unidos son algo tan impresionante que cuesta describirlos. Ninguna fotografía o vídeo que puedas ver por la red hacen justicia a la realidad. En imagen puedes percibir una mínima parte de su belleza, pero las sensaciones que tienes cuando los visitas son indescriptibles: la inmensidad, lo salvaje, la naturaleza con todo su poderío e indiferencia hacia nosotros, la soledad. Digo que son indescriptibles o eso pensaba yo hasta que este verano escuché este podcast producido por </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">The Washington Post</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">. Lillian Cunningham, periodista, nos lleva de viaje por cinco parques naturales de Estados Unidos, explicando en cada uno de ellos un problema al que se enfrentan estos espacios protegidos. Tenía mis reservas al empezar a escucharlo porque me daba miedo que fuera un canto al ecologismo, algo demasiado buenrollista y que fuera aburrido. Como siempre digo, hay que saltar por encima de las reservas que uno tiene porque, muchas veces, te mantienen alejado de cosas que merecen muchísimo la pena. No me esperaba lo que Cunningham ha conseguido hacer: transportarme a cada uno de esos parques, estar allí, sentir el viento en Yosemite, la arena caliente del White Sands National Park, ver a los bisontes en Glacier Park, agobiarme por la humedad en los Everglades y disfrutar del frío cortante en Gates of the Artic en Alaska. Es un </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">podcast </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">espectacular y bonito. De él me ha gustado todo. Por ejemplo,</span><a href="https://open.spotify.com/episode/0v1hXhKk8BepJAP3Pe3Wnw?si=mR8uab5KRgKX7jlROuRCFg" style="text-decoration: none;"><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> el último episodio, en Alaska</span></a><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">, comienza con la llegada de la periodista al parque. Se escuchan las hélices del hidroavión que la ha dejado allí y las gotas de lluvia que caen en su impermeable. «Algo de lo que me doy cuenta después de unos minutos es que mi oído ha empezado a cambiar. En vez de filtrar el ruido, busco el sonido». Se escuchan sus pasos, la llamada de un pájaro, «la inmensidad hace que sea más fácil fijarse en los detalles». Es una escena construída con el sonido, sutil, y la escritura. Es perfecta. Después, mientras se sigue escuchando la lluvia, introduce al personaje que la acompañará en el episodio con estas palabras: «John tiene pinta de poder estar aquí todo el día sin inmutarse. Lleva puesto un grueso impermeable amarillo pero no se ha puesto la capucha. Sus hombros están relajados. Mirándole parece que esta lluvia fría es una ducha caliente». Y después silencio mientras seguimos escuchando la lluvia. No sabes cómo es John, si es alto, bajo, gordo, flaco, si tiene 25 o 50 años… pero con esa descripción, lo ves. </span><a href="https://open.spotify.com/show/1m3UPsQ15YU45XSw3flPik?si=3828710452de4d42" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Field Trip</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> es un viaje sonoro y mental precioso. Cada uno de los episodios es un auténtico placer, un regalo de escucha. Es además un </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">podcast</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> al que volver porque se siente como un lugar feliz. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><a href="https://open.spotify.com/show/6KYrgw8jSGu4IyPOSaaDol?si=cef7d927bab14905" style="text-decoration: none;"><span style="font-family: inherit;"><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 700; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">3.- </span><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 700; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Ghost Story</span><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 700; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> </span></span></a></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span id="docs-internal-guid-cf02e5f7-7fff-a5da-201a-39f24e7168f1"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">De primeras, este</span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> podcast</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> de Wondery y Pineapple Street me resultaba poco atractivo: cualquier cosa que se estrene pegado a Halloween y tenga que ver con terror, fantasmas, miedo o fantasía me da casi tanta pereza como ver cantar a Rosalía. Pero me lancé a él y me lo pasé tan bien. ¿De qué va? Pues el narrador, </span><span style="color: #1e1e1f; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Tristan Redman, no cree en fantasmas, como yo, como (espero) tú y como cualquiera con dos dedos de frente; pero recuerda que en la casa en la que vivió en Londres hace muchos años, en su habitación, pasaban cosas raras por las noches: las cosas se movían de sitio y él tenía siempre una sensación extraña. Un buen día, años después, cuando va a esa casa con su novia, ésta pregunta si puede invitar a su abuelo que está en la ciudad. Cuando el abuelo llega, dice: «anda, qué curioso, nosotros vivíamos en la casa de al lado cuando yo era niño. En esa casa mi tío mató a mi madre y luego se suicidó cortándose el cuello». De todas las casualidades que te pueden ocurrir en la vida creo que ésta debería estar en el </span><span style="color: #1e1e1f; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">top 3.</span><span style="color: #1e1e1f; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> La cuestión es que tiempo después, mucho, cuando Tristan lleva ya años casado con esa novia, vuelve a esa historia porque se encuentra con un vecino que le comenta que otras familias que vivieron después en esa casa también le hablaron de experiencias extrañas en esa habitación. Con todo esto, Tristan decide investigar la historia de su familia política, saber qué ocurrió aquella noche de noviembre de 1937 cuando la bisabuela de su mujer fue asesinada de dos tiros en los ojos por su hermano, veterano de la I Guerra Mundial. </span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">El personaje fundamental de la historia es el viudo, John Dancy, conocido en la familia por el apodo de “Feyther”, que es para toda la familia una especie de héroe inspirador y legendario. ¿Puede ser el asesino? El </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">podcast </span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">se desarrolla en ocho episodios con constantes giros de guión que obligan al oyente, a ti, a cambiar de idea. Pasas de estar convencido de que es el asesino a pensar que no, que es imposible, admiras a </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Feyther </span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">para luego creer que a lo mejor oculta algo, tienes dudas, vas, vienes y, lo importante, por el camino estás entretenidisimo. Además, como buena serie poblada de personajes ingleses, es fascinante ver cómo se aferran a las creencias ancestrales, a la tradición; y que para ellos es una debacle contemplar la posibilidad de que algo de su pasado no sea tal y como ellos creen. </span></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span><span style="font-family: inherit;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit;"><b><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">4.-</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> </span><a href="https://open.spotify.com/show/7IM5F1J2sZgLyyxoGUXCUm" style="text-decoration: none;"><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: italic; font-variant: normal; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Svetlana! Svetlana!</span></a><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> </span></b></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span id="docs-internal-guid-9d9f1c11-7fff-2eba-75af-90963daaee3b"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Este </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">podcast</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> tuvo un éxito sin precedentes cuando lo recomendé en mayo, así que aunque tiene algún que otro fallo tenía que estar en esta recopilación. Es de iHeartMedia y está presentado por Dan Kitrosser. Antes de escucharlo yo sabía que Stalin tenía una hija, pero no sabía que se llamaba Svetlana ni nada más sobre ella. Escuchando a Kitrosser descubrí que la vida Svetlana Stalin fue increíble: su trayectoria vital, los viajes, las relaciones; sus reacciones son tan descabelladas que si te las presentaran en un guión de cine dirías: «¡Anda ya!». Dan Kitrosser es dramaturgo y llegó a la historia de Svetlana a partir de un libro que cayó en sus manos y que trataba de la vida dentro del grupo Taliesin Fellowship. ¿Qué es esto? Una especie de comuna, reunión u organización que se creó en torno a Frank Lloyd Wright. ¿Qué tiene que ver Svetlana con esto? Pues es que no os lo puedo contar porque os reventaría la historia, pero a partir de ahí Kitrosser reconstruye toda la vida de la llamada «princesa soviética», desde su tierna infancia en Moscú hasta su muerte en 2011 a los 85 años de edad. Kitrosser es una especie de Boris Izaguirre: es inteligente, divertido, ingenioso, con un sentido del humor muy punzante y una fantástica ironía. Es también un poco histriónico y creo que su tono es el contrapunto perfecto para la historia de Svetlana. Son 10 episodios de unos 30 minutos y, aunque es verdad que los dos últimos podrían haberse resumido en uno solo, para cuando llegas allí ya le tienes tanto cariño a los dos (al </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">host</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> y a la protagonista de la historia) que te quedas hasta el final. </span></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span><span style="font-family: inherit;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><a href="https://open.spotify.com/show/1og7ui5cXgJj4wXOGUhscE?si=ecc3d82c66aa4611" style="text-decoration: none;"><span style="font-family: inherit;"><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 700; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">5.- </span><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 700; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">People Who Knew Me</span></span></a></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span id="docs-internal-guid-67715129-7fff-bc43-1e16-ab060456c47a"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Voy a meter esta ficción en la lista porque cinco meses después de escucharla sigo recordándola y eso la hace merecedora de estar aquí. </span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Es un contenido bastante adictivo, parecido a las películas de sobremesa de fin de semana o una serie de televisión de esas con una trama un poquito increíble pero a la que te enganchas con fervor</span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">.</span><a href="https://open.spotify.com/show/1og7ui5cXgJj4wXOGUhscE?si=cb45e0573f4b41a1" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> </span><span style="color: black; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">People Who Knew Me</span></a><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> </span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">es una ficción de la BBC protagonizada por </span><a href="https://celebmafia.com/wp-content/uploads/2018/12/rosamund-pike-a-private-war-screening-in-london-4.jpg" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Rosamund Pike </span></a><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">(sí que sabes quién es: pincha y lo ves) y </span><a href="https://cdn.britannica.com/54/129954-050-072C0E25/Hugh-Laurie-2008.jpg" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Hugh Laurie</span></a><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> (sí, el Dr. House) basada en una novela. Tiene diez episodios de 15 minutos de duración que, si te animas a escucharlos, puedes devorar del tirón y no como yo, que agonicé durante cinco semanas para tener mi dosis semanal de drama. La historia que cuenta es la de Connie, una mujer que finge su propia muerte en el 11S y se lanza a tener una nueva vida. No he destrozado nada porque esto se cuenta en los primeros 30 segundos del episodio. Desde esa nueva vida, en la que pasan cosas, claro, descubrimos quién era Connie antes y por qué tomó esa decisión tan radical. Hay pocos personajes, la trama se sigue sin problema, hay amoríos (obvio) y no contiene grandes efectos sonoros que te distraigan. Es adictiva, entretenida, engancha y es perfecta si quieres escuchar una ficción que sencillamente te distraiga. Los actores, además, están estupendos. </span></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span><span style="font-family: inherit;"><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">6.-</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 700; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> </span><a href="https://open.spotify.com/show/3HmSbXPy9Ype5VXhAcQ6gd?si=fc7bb3dea66e4ef5" style="text-decoration: none;"><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 700; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Think Twice: Michel Jackson</span></a></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span id="docs-internal-guid-e6e1b581-7fff-42d3-4e9b-e108e526a957"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">A este </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">podcast</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> llegué por devoción al medio, porque Jackson es un personaje que jamás me gustó. Mi amiga Almudena era devota del llamado “rey del pop”, tenía su cuarto lleno de pósteres, se sabía todas las canciones y lo adoraba, mientras que a mí siempre me dió repelús. Por eso, decidirme a escuchar este </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">podcast</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> de Audible y Wondery fue una cuestión de fe, profesionalidad y confianza en unos de los </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">hosts</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, Leon Neyfakh, al que ya conocía de otros trabajos. Es un</span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> podcast </span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">muy serio, muy bien escrito y equilibrado. Nos cuentan la historia de Jackson empezando por la mitad, cuando en 1993, a punto de empezar a rodar una película de terror con Stephen King, las primeras acusaciones de abusos sexuales saltaron a la prensa. Desde ahí, Leon Neyfakh y Jay Smoot, el </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">cohost</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, recorren la vida de Jackson a través de múltiples testimonios de periodistas, policías, amigos del cantante, gente que trabajó para él, que trabajó con él, testimonios de la época. He dicho que recorren su vida pero también, y esto es fundamental, nuestra vida. Quiénes éramos como sociedad, sobre todo en los 80 y los 90. Merece especial mención la difícil narración a dos voces, siempre compleja, que Neyfakh y Smoot llevan con especial suavidad y cadencia sin que rechine en ningún momento. Por supuesto si, como yo, conocías la historia de Jackson por titulares y cuatro vaguedades, este </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">podcast</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> es una manera fantástica de conocer toda su vida con una perspectiva muy poliédrica, mostrando todos los hechos. </span></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span><span style="font-family: inherit;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><a href="https://open.spotify.com/show/2lWjnV8wYnTKcixTn7wbaa?si=b4e3b083b94249ab" style="text-decoration: none;"><span style="font-family: inherit;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 700; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">7.- </span><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 700; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Frontlines of Journalism</span></span></a></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span id="docs-internal-guid-f0084e86-7fff-cd0b-403d-8a7f884b67d9"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Otro </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">podcast</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> que traigo porque desde que lo escuché no he dejado de pensar en él. No se parece a ningún otro de esta lista porque es un </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">podcast</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> de metaperiodismo. No cuenta una historia, es una reflexión sobre qué y cómo deben contar los periodistas en estos tiempos en los que han dejado de tener el monopolio de la información, en el que cualquiera con un móvil puede ser noticia y copar portadas y atención, en el que su oficio ha caído en descrédito (a menudo por su culpa) y mucha gente desconfía de los medios de comunicación. Jeremy Bowen, periodista de Internacional de la BBC reflexiona a lo largo de 10 episodios de 10 minutos sobre cosas como: ¿Qué es la verdad? ¿Se puede ser neutral? ¿Ser imparcial debe ser el objetivo del periodismo? ¿Qué peso debe tener tu historia en lo que cuentas? ¿Quién paga la información? Es un </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">podcast</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> imprescindible si eres periodista y también si no lo eres. Hay que saber qué está ocurriendo con el periodismo en la sociedad en la que vivimos. </span></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 700; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">8.- </span><a href="https://open.spotify.com/show/3zaHNdVeLiqOSXwxdoWcij?si=77480be5b4c34708" style="text-decoration: none;"><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 700; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Wiser Than Me with Julia Louis-Dreyfus</span></a></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span id="docs-internal-guid-b8abe385-7fff-4c56-5a17-530e0dedae30"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">En general no soy muy fan de los </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">podcasts</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> conversacionales (prefiero dedicar mi tiempo a los narrativos), pero </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Wiser Than Me</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> tenía que salir en esta lista. Es un conversacional con un tema y está enfocado en su planteamiento: eso ya lo diferencia del 99% de los conversacionales tanto en inglés como en español. El enfoque es entrevistar a mujeres mayores que la actriz de </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Seinfeld</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, que tiene ya 62 años. En esta primera temporada han pasado </span><a href="https://cosasqmepasan.substack.com/p/breve-estar-en-todas-partes-y-no" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">por aquí Jane Fonda, </span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Fran Lebowitz, Isabel Allende, Amy Tan, Rhea Perlman… Escuché todos los episodios y en todos me encontré sonriendo, asintiendo o sorprendiéndome, cosas que es rarísimo que me pasen escuchando entrevistas. Aprendí con Diane von Furstenberg que mejor que preguntar «¿cuántos años tienes?» es preguntar «¿cuánto has vivido?». Estoy deseando que empiece la segunda temporada. </span></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span><span style="font-family: inherit;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit;"><span style="background-color: transparent; color: #333333; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 700; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">9.- </span><a href="https://open.spotify.com/show/4QUghdPRA0clPj7g9U22Xn?si=cc1e0b9b1a974b5d" style="text-decoration: none;"><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 700; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Holy Week</span></a></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">De toda la lista este es el </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">podcast </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">más serio. Me parece una obra maestra. De Martin Luther King Jr. yo solo sabía que fue asesinado, que poco después mataron a Bobby Kennedy y que en su honor en Estados Unidos es festivo el tercer lunes de enero. Escuchando </span><a href="https://www.theatlantic.com/podcasts/holy-week/" style="text-decoration: none;"><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Holy Week</span><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">, de The Atlantic</span></a><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">, aprendí tantísimo que dio vergüenza la enormidad de mi ignorancia; y eso que el </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">podcast</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> solo se centra en una semana: los siete días siguientes al asesinato de King el 4 de abril en 1968. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span id="docs-internal-guid-b1329a9a-7fff-bfe8-03cd-04f3dda3a949"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">No es un </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">true crime</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">. De hecho, sobre el asesinato no se cuenta apenas nada: solo cuándo ocurrió. ¿Qué sucedió cuando mataron a King? ¿Qué fuerzas se desencadenaron? ¿Qué problemas políticos? ¿Qué esperanzas desaparecieron? El primer episodio es una obra maestra, llevándonos a esa semana, a ese día, cuando había otras noticias importantes que, sin embargo, desaparecieron por la magnitud del asesinato. La música, el tono, el guión, los testimonios… Todo está enfocado al propósito de transmitir una idea: ¿qué hubiera pasado si no le hubieran matado? Toda la narración, esos siete días, se construyen con las historias particulares de personas normales y corrientes que no sabían que estaban viviendo un momento histórico y que los detalles de su vida (qué llevaban puesto, cuándo vieron por última vez a un ser querido o con quién hablaban por teléfono cuando se enteraron de la noticia) formarían parte de su memoria de esos días. Esta manera de tejer el sustrato de la información ya lo trabajó igual el equipo de </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Holy Week</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, incluido su </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">host </span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Vann R. Newkirk II (mis respetos a alguien que pone el «</span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">II»</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> siempre en su nombre), en </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Floodlines</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, otro </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">podcast</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> de The Atlantic </span><a href="https://www.cosasqmepasan.com/2020/05/podcasts-encadenados-xi.html" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">que ya recomendé con entusiasmo hace algunos años</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">. No voy a engañar a nadie: es un </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">podcast</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> «para mayores». Es un </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">podcast</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> perfecto en el que no quiero dejar de señalar una cosa: en los ocho episodios los efectos de sonido son casi inexistentes, pero todo está construído a partir de una música que recrea el ambiente, que lleva al oyente a aquellos días, a la tensión, la sensación de incertidumbre, el vértigo y la incredulidad, las protestas, la desilusión y el fin de la esperanza. La música es de </span><a href="https://open.spotify.com/album/4nTbxYMIHUWSa5VUNiwj6G" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Julius Eastman</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> interpretada por Wild Up y no fue creada por el podcast lo que hace aún más impresionante el encaje perfecto entre narración y música. </span><a href="https://www.theatlantic.com/podcasts/holy-week/" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">El arte y la web son también magníficos</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> y hay transcripción de todos los episodios. </span></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span><span style="font-family: inherit;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit;"><a href="https://open.spotify.com/episode/2uyHyOqMc03pLW9szQiyp8" style="text-decoration: none;"><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 700; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">10.- Nightwalk.</span></a><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> Termino esta lista con un podcast pequeño y más experimental: una miniserie de 4 episodios del podcast Constellation Prize que es una monería. Es original en el buen sentido de la palabra (y no como cuando tu prima decide que en su boda en segundas nupcias su vestido va a ser del mismo color que el de su marido porque eso les parece «original y divertido», cuando no es más que hacer el mamarracho), interesante, profundo e intenso, también en el buen sentido de la palabra (y no como cuando tu amiga del colegio, después de divorciarse, decide hacerse coach emocional para sanar vidas). </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit;">Bianca Giaever tiene un abuelo y una abuela. Tendrá más, pero estos son los que aparecen. El abuelo tiene más de 90 años, nunca ha sido religioso, no cree en nada y para él la vida es sencillísima: no puedes evitar nada de lo que te va a pasar, así que no hay que preocuparse. La abuela vive sola en Eslovaquia y, cuando Bianca la visita por primera vez, lleva diez años sin salir del apartamento en el que vive porque las rodillas la matan de dolor. La abuela, además, no habla inglés; pero tiene la casa llena de fotos de Bianca y su hermano, que nacieron en Seattle y son estadounidenses. Bianca tiene como foto favorita una en blanco y negro de su abuela diciéndole adiós desde la ventana el día que se fue. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit;">¿Qué papel juegan los abuelos en Nightwalking? Poco, no son importantes para la trama, si es que hay alguna, pero quería traerlos aquí porque los cuatro episodios están llenos de detalles así que, si no estuvieran, no se echarían de menos pero que, al estar, dan una textura y complejidad a la historia que la enriquece y la diferencia. ¿De qué va entonces el podcast? Pues Bianca, en plena pandemia, se aburre como todos. Pero ella tiene la suerte de, en el verano de 2020, poder salir de Brooklyn e irse a pasar el verano a una cabaña en Vermont con su compañero de piso. Allí se aburre igual, pero está en el campo y, como es joven, entra en una crisis existencial del tipo: ¿Quién soy? ¿En qué creo? ¿Me voy a quedar toda la vida sola? Sé que todo esto suena de pereza máxima PERO, contra lo que todo parece indicar, Bianca no es una petarda y cae bien. Por una serie de cosas que no voy a reventar, acaba compartiendo un reto con una poeta famosa: Terry Tempest Williams. Durante catorce noches saldrán a dar un paseo nocturno y, al volver a casa, escribirán una carta que se mandarán por correo electrónico y, obvio porque esto es un podcast, también se grabarán leyendo. A partir de esta idea, tan de pandemia, Bianca teje cuatro episodios llenos de reflexiones, anécdotas, historias y dudas; con un diseño sonoro muy interesante y que funciona como he dicho al principio: como una monería, como esa pieza de cerámica que compras en un viaje y te da gusto mirarla en tu estantería. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><b id="docs-internal-guid-3bcdc948-7fff-4ed6-5aa1-04c573f8aca9" style="font-weight: normal;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></b></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">El otro día, cuando me saltó el resumen anual en mi aplicación de </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">podcast</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">, descubrí que en 2023 he escuchado 268 </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">podcasts</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> diferentes y 1166 episodios (enteros 1103). La verdad es que me asusté: es una barbaridad. Lo bueno es que tanta escucha me permite recomendar con criterio o, al menos, pretender que lo tengo. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><b style="font-weight: normal;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></b></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Entrando aquí está en Spotify la lista de</span><a href="https://open.spotify.com/playlist/7qEU5fs4AGKMnyG32jpbaA?si=TkNF1WOpTLC5jOQMtC9FjQ" style="text-decoration: none;"><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> Podcasts encadenados.</span></a></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit;">Si escuchas algo de todo lo que he comentado, ven a contármelo: me hará ilusión.</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit;">Y si quieres recibir las entradas en el buzón, <a href="https://cosasqmepasan.substack.com/" target="_blank">puedes suscribirte aquí. </a></span></span></p><div><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial,sans-serif; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap; white-space: pre;"><br /></span></div></div>molinoshttp://www.blogger.com/profile/14776225440298083660noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-8244549242466085173.post-82035659059186532772023-12-24T06:30:00.033+01:002023-12-24T06:30:00.139+01:00La misma Nochebuena<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEQabgAkr4ogcMbegNO3pGu47ewryypUUuDU_jpE1GESc0OF6I5c68Z8uSxSAJxYZst5aUp44eQjHk0otGYfLsWz0Or7KNuhmGNfl_DlpHp_Dp7dL-dMEritkl7KhmxJfzJUPs6fyVHGUOJwvyhtk2aaFcYiYxnrXvDetlQ4y83UvMayDVj_CIzHUcMiPE/s798/24be864e63b00ac42318332f4a71c358.jpeg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="798" data-original-width="564" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEQabgAkr4ogcMbegNO3pGu47ewryypUUuDU_jpE1GESc0OF6I5c68Z8uSxSAJxYZst5aUp44eQjHk0otGYfLsWz0Or7KNuhmGNfl_DlpHp_Dp7dL-dMEritkl7KhmxJfzJUPs6fyVHGUOJwvyhtk2aaFcYiYxnrXvDetlQ4y83UvMayDVj_CIzHUcMiPE/w453-h640/24be864e63b00ac42318332f4a71c358.jpeg" width="453" /></a></div><br />«No obstante, cuando me siento en la cama y me quito las medias y masajeo mis pies de cincuenta y dos años, caigo en la cuenta de que yo también he hecho justo lo que menos quería hacer. Les he dado a mis hijos los dos regalos más crueles: la experiencia de una felicidad familiar perfecta y la absoluta certeza de que tarde o temprano se acaba» <div><br /><div><i>Un amor cualquiera</i>. Jane Smiley. </div><div><br /></div><div> La semana pasada terminé esta novela. Apunté esta frase que me ha estado rondando por la cabeza y que hoy, víspera de Navidad, resuena aún más. Llevo 50 años cenando en Nochebuena con la misma gente (menos los dos años de pandemia de los que ya nadie se acuerda), mi madre lleva 75 y mis hijas 18 y 20. Cuando yo era pequeña íbamos a cenar a casa de mis abuelos maternos. Todas las navidades, en algún momento especialmente emocional, vuelvo mentalmente a estar sentada en la parte trasera del «131» de mi padre, con un vestido a juego con el de mi hermana, atravesando Madrid mientras descubrimos las luces navideñas de camino a casa de mis abuelos. Recuerdo cómo me sentía, cómo pensaba que tenía muchísima suerte y que no había un sitio mejor en el mundo para estar en ese momento que ese coche, ese momento, esa familia. Cuando mis abuelos murieron, hace ya casi treinta y cinco años, mi madre y sus hermanos decidieron que seguiríamos cenando todos juntos en Nochebuena, pero cada año sería en casa de uno de ellos. </div><div><br /></div><div> Este año toca aquí, en esta casa. Las mesas ya están colocadas por todo el salón; hay que sentar a 30 personas que hablan alto, que se quieren, que cuentan chistes y que, después de cenar, cantarán villancicos y competirán en juegos de ingenio con premios maravillosos como el panettone de 1 euro del AhorraMás. La casa huele a consomé, lombarda, tartaletas de manzana, horno caliente; y suena a bandejas, copas y cubiertos chocando entre ellos mientras ponemos la mesa siguiendo las estrictas instrucciones de mi madre. Se queja todo el tiempo pero es incapaz de delegar. Mejor dicho: es incapaz de confiar. Ayer preparé una crema de pimientos, zanahoria y cebolla y me sentí más juzgada que si hubiera estado en Master Chef. Me quedan horas de cortar fruta, preparar aperitivos, colocar bandejas, preparar bebidas, ultimar adornos, aguantar reproches, esquivar discusiones y reírme a carcajadas con mis hermanos y mis hijas. Luego vendrá la hora valle, esas horas muy cortas que transcurren entre que todo esté preparado y empiecen a llegar los invitados. Entrarán todos por la puerta de la cocina, gritando que hace mucho frío, que dónde dejan los abrigos y protestarán cuando les hagamos sacar un número de una bolsa que se corresponderá con el sitio en el que les toca sentarse en la mesa. Mis hermanos y yo apenas cenaremos, nos levantaremos continuamente a la cocina retirando piezas de vajilla sucias, rellenando fuentes, trayendo el siguiente plato, buscando un poco más de pan, de vino, de salsa, quizás hasta un salero porque alguien habrá insinuado que la lombarda está sosa o que con la carne quiere un poco de pimienta. Al terminar la cena recogeremos las mesas, plegaremos algunas de las que nos han prestado y cantaremos villancicos. Siempre los mismos, los clásicos de siempre con incorporaciones que los más jóvenes aportan cada año. Mi sobrino Pablo, este año, ha aprendido “We wish you a merry Christmas” en lenguaje de signos y sospecho que lo interpretará como poco media docena de veces. Llegarán después los juegos. Este año, aparte de nuestros clásicos, he preparado uno especial. Hace un mes pedí a todos mis familiares que me enviaran historias propias que nadie conociera, ni sus parejas ni sus hijos. Hubo protestas en el chat familiar: «eso es imposible», «nos las sabemos todas», «no se me ocurre nada». No les hice ni caso y durante semanas he tenido un goteo continuo de historias a cual mejor. Las risas van a ser espectaculares y lo que es aún mejor, nos servirán para aumentar el acervo familiar de anécdotas. Historias recurrentes que añadiremos a la lista interminable que repetimos cada vez que nos juntamos. Tomaremos vino, cerveza, champán y alguna copa. Seguro que vodka: desde que mi prima María llegó de Krasnoyarsk hace ya 18 años, cada año hay chupitos de vodka y alguien pone la voz de Val Kilmer en El Santo: «Camaradas, compatriotas, rusos todos». Pasarán las horas, seguiremos charlando hasta que alguien anuncie que son las mil y empiece el desfile y entonces nos quedaremos los que vivimos aquí. Comenzará entonces el zafarrancho para intentar dejar todo lo más recogido posible porque somos de la filosofía de “mejor acostarte tarde y reventado pero con la casa recogida a irte a la cama y a la mañana siguiente levantarte y enfrentarte al caos”.</div><div><br /></div><div>La certeza de que todo ocurrirá así me parece maravillosa. Como decía Robert Kincaid en «En un universo de ambigüedad, este tipo de certeza llega solo una vez y nunca más, sin importar cuántas vidas viva». Hace años pensaba en esta frase en relación a enamorarse pero la recordé ayer, unida a la frase de Jane Smiley. En las próximas horas mis hijas andarán intentando escaquearse de encargarse del turrón, las bebidas o el hielo; pasarán vergüenza ajena en algún momento y protestarán cuando les lance mi mirada de «haced el favor de levantaros a recoger». Se reirán, cantarán muy bajito porque les dará vergüenza, intentarán ganar al juego de los meses y los acontecimientos y cuando todo el mundo se marche dirán que están agotadas y subirán a acostarse. </div><div><br /></div><div>Dormirán hasta mañana pensando que esta Nochebuena ha sido como todas y darán por supuesto que la del año que viene y la siguiente y la siguiente y muchas otras después serán como ésta. Ojalá a ellas también esta Nochebuena les dure cincuenta años. Ojalá esa certeza permanezca. </div><div><br /></div><div> Feliz Navidad.
</div></div>molinoshttp://www.blogger.com/profile/14776225440298083660noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8244549242466085173.post-37248605435285997132023-12-17T06:30:00.005+01:002023-12-17T06:30:00.139+01:0017 de diciembre. Veinte años<p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"></span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjzntl6zDc9DCfhsaxhgyfiuGWDf_FnEYCwmrc0wo2SZi21NxIZaKu4IMICZp8If3_X9CgwFtbUlkYP4Pzn_IghfXuujKJc3FV1yBN2rq0bl74-OgbixR35efH47YOJdZCqTTJJN3P1gwAr-UfyOGlxosBwuNcHcNCq6go4WFMgVurYRE2EeO3Adxz54cZ/s4032/WhatsApp%20Image%202023-12-16%20at%2022.39.34.jpeg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4032" data-original-width="3024" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjzntl6zDc9DCfhsaxhgyfiuGWDf_FnEYCwmrc0wo2SZi21NxIZaKu4IMICZp8If3_X9CgwFtbUlkYP4Pzn_IghfXuujKJc3FV1yBN2rq0bl74-OgbixR35efH47YOJdZCqTTJJN3P1gwAr-UfyOGlxosBwuNcHcNCq6go4WFMgVurYRE2EeO3Adxz54cZ/w480-h640/WhatsApp%20Image%202023-12-16%20at%2022.39.34.jpeg" width="480" /></a></span></div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">«Ellos vienen de visita de vez en cuando. Y son, sorprendentemente, unas personas totalmente encantadoras. Te cuesta creer la suerte que tienes de conocerles. Te hacen reír. Hacen que te sientas orgullosa. Los quieres con locura. Han sobrevivido a ti. Y tú has sobrevivido a ellos. Se te pasa por la cabeza que, a ciertos niveles, pasaste horas, días, meses, años sin prestarles suficiente atención pero no le das más vueltas. No sirve de nada. Se ha acabado. </span></div></span><div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Todo menos la preocupación. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">La preocupación dura siempre. »</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Nora Ephron: </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">El cuello no engaña</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium; white-space-collapse: preserve;">Sábado por la tarde. Acabas de salir por la puerta. Has quedado a merendar y luego a cenar con la familia de tu padre. Ayer fuiste a la universidad por la mañana y por la noche tuviste cena con el equipo de fútbol. Esta madrugada me he despertado al escuchar, por el patio interior, el sonido del ascensor. He sentido que eras tú volviendo a casa, pero aún así he cogido el móvil para mandarte un mensaje: «¿dónde andas?» «en el ascensor». Has entrado, me has dado un beso y te has acostado hasta la hora de comer. No te veré hasta mañana. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Me siento a escribir por tu cumpleaños. Es más difícil cada año que pasa. <a href="https://www.cosasqmepasan.com/2008/12/5-aos.html" target="_blank">La primera vez fue en 2008</a>, cumplías cinco años y escribí esto: «</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Los 5 años de María se me han hecho eternos. No sé si soy mejor persona que antes de que naciera, puede que hasta sea peor, pero por lo menos soy más consciente de todos las taras que tengo como madre e intento disimularlas. A ella eso le da igual, porque le parezco la mejor madre, la más guapa y la más lista… y además sé conducir, que no sé por qué, pero le fascina».</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Tus veinte años no se me han hecho eternos, tampoco se me han pasado rápido. No puedo decir eso que es común escuchar de «un día los coges en brazos, parpadeas y ya se han ido de casa». Creo que la mejor medida del paso del tiempo me la da nuestra relación: los años juntas han durado lo que tienen que durar. En estos veinte años tú has pasado de ser una niña que pensaba que yo era «la mejor madre, la más guapa y la más lista» a ser una mujer que me ve como lo que soy, con sus cosas buenas y sus cosas malas. En estos veinte años yo he pasado de ser una pipiola de treinta años, inexperta y agobiada, a ser una señora que se lo toma todo con muchísima calma, pero sigo sin acostumbrarme a ser tu madre. </span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Creía que me acostumbraría a esa identidad, la de madre, pero no: me sigue pareciendo tan ajena como cuando llegué a casa llevándote en brazos y no sabía muy bien qué hacer contigo.</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> </span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Por supuesto que he desarrollado habilidades y, no te voy a engañar, ahora es muchísimo más fácil que cuando las dos teníamos veinte años menos; pero en el fondo, que me pidas ayuda ahora, que recurras a mí cuando tienes un problema, que te rías conmigo, me sorprende siempre. ¿De verdad crees que puedo ayudarte? Esto es retórico, ya sé que sí que lo crees y que la mayoría de las veces cumplo esa expectativa pero, de verdad, me deja sin palabras. </span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline;">«Trato de aceptar el misterio de mis hijos, las inexplicables formas en que se alejan de las expectativas paternas, de cómo, por mucho que los conozca o los recuerde, algo en ellos no termina de encajar del todo». (Jane Smiley: </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline;">Un amor cualquiera</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline;">.)</span></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">No puedo explicarte lo que siento cuando te veo desde fuera, cuando te miro como si no te conociera y pienso que tienes algo que ver conmigo. La semana pasada, por ejemplo, ibas conduciendo, yo iba detrás, mirándote, y me fijé en tus manos blanquísimas, en tus dedos tan largos llevando el ritmo de la música mientras, al mismo tiempo, cantabas </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Bohemian Rhapsody</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">. «Es mi hija, es mi hija», pensé. Tengo la misma sensación cuando te veo interactuar con otras personas fuera de nuestro círculo más íntimo: con tus amigas de la universidad, con adultos que no son de la familia, con extraños; me fascina ver cómo te relacionas hacia fuera. Esto es otra cosa que he aprendido en estos veinte años, la multitud de facetas que tienes y de las que yo solo puedo ver algunas. Este año has empezado a trabajar: ¿Cómo eres en tu trabajo? No lo sé. ¿Cómo te ve la gente que trabaja contigo? No lo sé. Es una inmensidad nueva, una puerta en tu vida que yo no veo, que no veré y eso está bien, no pasa nada, pero no lo había pensado hasta este año. </span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Nos cruzamos por casa, en el desayuno y en la cena. Cada día me pides que te despierte y, cada día, cuando entro a despertarte, te enfadas. Por la noche, cuando cenamos, estás dicharachera, charlatana, bastante comunicativa; pero luego, rápidamente, te apagas porque estás muerta de sueño. Creo que este año has batido tu récord de sueño, y eso que ya era bastante imbatible. Nos vamos separando, vas cogiendo vuelo, otros caminos, nos cuesta encontrar momentos de encuentro pero los buscamos. Como las Gilmore quedamos a comer, a cenar, para acurrucarnos y ver una peli en el sofá. Hemos viajado juntas a París, a La Provenza, a los Pirineos. Hemos ido al cine, al teatro, a alguna exposición y hemos hablado de política, de amor, de economía, de dinero, de trabajo. Hemos discutido y, otra vez, has llorado de rabia y por esa herida interna de la que no quieres hablar y a la que yo no me puedo acercar hasta que me dejes. Nos hemos reído mucho, sobre todo con Clara, y hemos escuchado muchísima música. Bailando conmigo por mi 50 cumpleaños descubriste a </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">The Police</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">. No lo sabes, no te acuerdas, pero hace también muchos años, al escuchar </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Everything she does is magic</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, te escribí esto: «</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">María es etérea y es increíblemente fuerte. Parece frágil y sin embargo aguanta cosas que yo no sería capaz. María es introvertida y sin embargo te lo cuenta todo sin la menor malicia. Sufre pero disimula. Siempre es consciente de todo lo que le rodea. Sufre y disfruta y todo se le nota. La miras y no te la crees». </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium; white-space-collapse: preserve;">1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20. Hoy cumples 20 años, soy yo la que me quedo fascinada viéndote conducir y cuando te miro sigo sin poder creer que seas mi hija. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Feliz cumpleaños, Princesa de los Ojos Azules. </span></span></p></div>molinoshttp://www.blogger.com/profile/14776225440298083660noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-8244549242466085173.post-84590409537910609592023-12-10T06:30:00.001+01:002023-12-10T06:30:00.175+01:00Flujo de pensamientos inconexos (o no)<p><span style="white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"></span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi2db1gWVGnOGqnWNitkJvwXPVBXNRfSZ-5UnlpdrVGnfpXlZOnrYq8P5JWy4mjvWs1D1xX37rbZ53V8cyG9_xwBzCvfM2Q5MrKsU8rPOcUx0NDsRX2kRD4gkJfnJrF4yaXYhsqnL14kRjZ4pSBkWGNz-uGc637dgxpHqZ7taPVsFbeO2sOFP-idl7c9K6z/s665/38eb8781a3dd184fa75c8e03d311adb9.jpeg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="665" data-original-width="564" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi2db1gWVGnOGqnWNitkJvwXPVBXNRfSZ-5UnlpdrVGnfpXlZOnrYq8P5JWy4mjvWs1D1xX37rbZ53V8cyG9_xwBzCvfM2Q5MrKsU8rPOcUx0NDsRX2kRD4gkJfnJrF4yaXYhsqnL14kRjZ4pSBkWGNz-uGc637dgxpHqZ7taPVsFbeO2sOFP-idl7c9K6z/w542-h640/38eb8781a3dd184fa75c8e03d311adb9.jpeg" width="542" /></a></span></div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Baumgartner, el protagonista de la última novela de Paul Auster, hace una pausa en la escritura del libro que está terminando y baja a la cocina a por un zumo. Estando allí se da cuenta de que hace un día precioso de finales de septiembre y sale al jardín a sentarse y dejar que sus pensamientos pululen. Llevo tres días en Cicely haciendo eso: dejar que mi mente divague, pulule y salte de idea en idea para ver si se concretaba en algo. Me ha pasado como a Baumgartner, que mi cabeza ha picoteado ideas, recuerdos, preocupaciones y bobadas sin concretar nada. Me he encontrado pensando: ¿Y qué hago con esto? ¿Por qué le estoy dando vueltas a esta idea o volviendo a este recuerdo? No he sacado nada en claro, nada coherente, con sustancia, peso ni consistencia pero sí un montón de principios, o de finales, esbozos, esquemas, notas que, a lo mejor, en un futuro posible pero ni cercano ni lejano, tienen la posibilidad de crecer con un sentido o con un propósito. No esperes orden, ni concierto, ni sentido, ni chispazos de genialidad. A veces hay que desatascar el desagüe para que vuelva a fluir. </span><p></p><span id="docs-internal-guid-5f0d58f1-7fff-6c1b-3de9-f8389abdb5b7"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">En este planeta hay sitio para más población, más coches, </span><a href="https://cosasqmepasan.substack.com/p/idiotas-con-infulas" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">más idiotas con ínfulas</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> y, si me apuras, más plástico. Pero no cabe ni una sola receta de calabacín más.</span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Es facilísimo perder un calcetín y dificilísimo llegar al final de la vida útil de una pareja de calcetines completa. Si no se han separado durante el trayecto cuesta la vida llegar conscientemente al momento: estos calcetines a tirar. Siempre estás en un ciclo infinito con ellos, se empiezan a desgastar y cuando se rompen nunca te acuerdas de tirarlos; los echas a lavar, vuelven al cajón y cuando te los pones y te das cuenta de que están rotos es, casi siempre, cuando tienes más prisa y dices «bah, no importa». Yo tengo unos calcetines de Garfield que me regaló un ligue hace veinticinco años. Fue, además, el primer ligue que me acercó al mundo del acoso porque un buen día, en Los Molinos, al ir a coger mi coche al salir de un bar me encontré una cajetilla de </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Marlboro</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> prendida en el limpiaparabrisas. La única persona que conocía que fumaba </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Marlboro</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> era él. Cuando le llamé a preguntar me dijo: «fui hasta Los Molinos a ver qué hacías». Quizás debería tirar esos calcetines pero ya digo que no es fácil. </span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Dejar las cosas a medias es un talento. No digo olvidarlas, digo estar a la mitad de algo y decir: hasta aquí, no merece la pena, me aburro, no quiero esforzarme más. Si tienes ese talento, cultívalo. </span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">No nieva, pero a cambio en la noche sin nubes se ven las estrellas con una nitidez que casi hace daño. </span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Cada mañana al ir a ducharme me agarro a la barra de la ducha. Me da miedo caerme. ¿ A qué edad empiezas a pensar que puedes caerte, tropezar en cualquier momento? Es curioso cómo eres mucho más consciente del peligro de las caídas físicas pero sabes que no caerás en muchas de las trampas emocionales. No te librarás de todas, claro... pero sí de muchas, porque las verás venir y saltarás alegremente sobre ellas o las esquivarás con un elegante arabesco lateral o un «que te den por culo». A mi me compensa lo de tener que agarrarme a la barra de la ducha. </span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">El yogur de oveja es absurdamente caro. Y riquísimo.</span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Cuando alguien está cocinando, te está cocinando algo, no hay que acercarse a mirar fijamente para luego decir: ¿Lo vas a cortar así? ¿No vas a bajar el fuego? ¿No crees que hay que echarle más aceite? Eso no se hace. Es muy desagradable. Piensa: ¿Si estuviera fregando el baño también irías a corregir arriesgándote a que te dijera «toma, limpia tú»? No, ¿verdad? Pues eso. Si te cocinan, te sientas y haces compañía y te comes lo que te den, pero no corriges.</span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Enrostrar. Editando un </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">podcast</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> argentino he aprendido un montón de expresiones que me han encantado, pero mi favorita, sin duda, es «enrostrar». Nada de echar en cara: enrostrar. Me encanta. Estoy deseando poder enrostrar algo a alguien. En mi despacho tengo una figura de Obélix con un bocadillo de texto (en el original venía una frase en francés) en el que yo he puesto: «Yo tenía razón». Es un Obélix de enrostrar.</span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Las tiendas de bolsos, abanicos, gorras, carteras o cinturones de corcho son centros de blanqueo de capitales. Lo sabemos todos, ¿no? Igual que las tiendas con barriles gigantes, decoradas como barcos piratas, que venden chuches gigantes cero apetitosas. </span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">“She died on the cutting-room floor”. Aprendo esta expresión también en la novela de Auster. Es una expresión que se utiliza para explicar la desaparición de un personaje que, en una peli, grabó sus escenas pero luego no aparece en el montaje final de la película. También pasa en la vida real. ¿Cuánta gente que en tu vida tuvo un papel importante no aparece ya nunca en ninguno de tus pensamientos? ¿Cuánta de esa gente, si algún día alguien escribe la historia de tu vida, habrá desaparecido en el cuarto de montaje? </span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">«Me gano la vida viendo pelis. Es un poco más complicado pero es a lo que me dedico». Le he dicho a mi hija que esta era la frase que tenía en mi perfil en una </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">app</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> para ligar. He tenido que contárselo porque me ha preguntado si tenía puesto «Me gusta vivir la vida intensamente» y no podía permitirme que pensara que soy una cursi. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span id="docs-internal-guid-0156985c-7fff-b350-1098-0f1baa887915"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">“Porque no hay una forma adecuada de planificar la vida ni tampoco de vivirla: sólo un montón de formas inadecuadas” (Francamente Frank, Richard Ford)</span></span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">No sé si pedirle a los reyes </span><a href="https://remarkable.com/store/remarkable-2" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">este artilugio</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">. No me da miedo que no me guste, me da miedo que me guste demasiado y entonces dejar de escribir con pluma y tinta de colores. ¿Y si lo uso solo para trabajar?</span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Estoy en Cicely con mi madre y con mi hija, con la que hacía seis años que no venía por aquí. Mi madre compró esta casa cuando tenía más o menos mi edad actual. Dentro de esos mismos años habré cumplido 76. ¿Tendré ya mi propia casa? ¿Seremos aún los dueños de ésta? Se ha apagado la chimenea. No queda leña menuda así que tengo que salir a buscar alrededor del pueblo. Fantaseo con venirme aquí un mes, yo sola. Pienso que me levantaría y, antes de ponerme a trabajar (es una fantasía asequible de un mes de teletrabajo, no una fantasía loca de ganar la lotería y retirarme), salir a dar un paseo y admirar el paisaje. Volvería a salir al terminar, solo a recorrer el pueblo (que apenas tiene dos calles) antes de volver a encerrarme y disfrutar del silencio. Estoy pensando que, a lo mejor, si hiciera eso, viviría en un estado de paz tan absoluta y tan fuera del mundo que no se me ocurriría nada para escribir. Nada de lo que pueda pasar en el futuro me desasosiega como lo hubiera hecho hace cinco, diez o quince años. Vuelvo continuamente a una frase que escuché </span><a href="https://pca.st/c8q3ubek" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">en un </span><span style="color: #1155cc; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">podcast</span><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> hace unos meses</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">: “Life is really a series of random events. So, that's it. There's no point in worrying about it”.</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">No hay más por hoy. El desagüe ha quedado limpio, espero que vuelva a correr la inspiración. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Si quieres recibir las entradas en el mail, <a href="https://cosasqmepasan.substack.com/" target="_blank">te puedes suscribir aquí.</a></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><br /></p></span>molinoshttp://www.blogger.com/profile/14776225440298083660noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8244549242466085173.post-68947217589999441452023-12-06T06:30:00.001+01:002023-12-06T06:30:00.134+01:00Lecturas encadenadas. Noviembre<p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"></span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiesL0fO4_e4zBnPd7zK0gOaFHGAtD525jsqQICvwTW_9hXK9f7JvC2s6N3vV-DAvQREa1INmL2XDL_wslS4Wuip19V5We2_f7136b1PJy5MTNRZIlJ_Zmu1lG7I7KGj4jBcickL-P0uhb0k5iRyL0NwKMyUqs16TZlRT7ieAvKmUvuEx1ZJdHHsYeA8fbo/s782/982100f6475cae2b27422a0294037acd.jpeg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="782" data-original-width="564" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiesL0fO4_e4zBnPd7zK0gOaFHGAtD525jsqQICvwTW_9hXK9f7JvC2s6N3vV-DAvQREa1INmL2XDL_wslS4Wuip19V5We2_f7136b1PJy5MTNRZIlJ_Zmu1lG7I7KGj4jBcickL-P0uhb0k5iRyL0NwKMyUqs16TZlRT7ieAvKmUvuEx1ZJdHHsYeA8fbo/w462-h640/982100f6475cae2b27422a0294037acd.jpeg" width="462" /></a></span></div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Paloma, la madre de mi amigo Juan, olvida todos los libros que lee. Tiene la casa forrada de estanterias, a veces con ejemplares comprados hasta tres veces. No es una cuestión de edad: le ha pasado siempre. Mis hermanos, más jóvenes que yo, tampoco recuerdan lo que han leído. Cuando les pregunto por alguna lectura me dicen: «recuérdame de qué iba». Hasta hace poco yo presumía de recordar todos los libros que he leído, pero en los últimos meses me he dado cuenta de que ya no es así. Se me olvidan las lecturas. No las que me han gustado mucho o las que leí hace veinte años, pero no consigo recordar la trama o la historia de novelas que, a lo mejor, leí hace cinco o seis años. ¿Por qué se me olvida lo que leo y no la frase, de la que todavía me avergüenzo, que dije en una reunión en octubre de 2016? No sé si es la edad, los efectos secundarios de la medicación que en su día tomé para la depresión o que acumulo tantísimas lecturas que mi cerebro tiene que hacer una selección y dejar espacio solo para lo que le parece memorable. Esto me asusta y me alegra a partes iguales. Me asusta que lo que leo no me deje huella y me alegra pensar que ahora mismo, por ejemplo, me puedo lanzar a releer todas las novelas de Patricia Highsmith, las de Amos Oz o <span style="background-color: transparent; color: black; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Los gozos y las sombras, </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> que sé que en su día me deslumbraron. </span></span><p></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><a href="https://amzn.to/3RsTgM5" style="text-decoration: none;"><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 700; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Volver la vista atrás</span><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 700; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">, de Juan Gabriel Vásquez</span></a><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 700; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">,</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> se vino en mi maleta la última vez que estuve en casa de Tallón. En el fragor de la fiesta y mientras recorría sus estanterías a ver qué le robaba, me dijo: «¿Has leído éste? Llévatelo. Te va a encantar». No sabía si me lo decía para evitar un robo o porque en realidad lo pensaba, pero me lo traje y ya veré si se lo devuelvo. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Me ha gustado muchísimo. A veces, cuando escribo estas frases tan sencillas y tan simples (que no es lo mismo) para dar mi opinión sobre un libro, pienso que debería sonar más sesuda, más profunda, más «inteligente»… pero esto no va de hacer crítica literaria de altura sino de dar mi opinión sobre lo que leo, así que lo repito: </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Volver la vista atrás</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> me ha maravillado por lo que cuenta y cómo lo cuenta. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Vásquez cuenta en esta ¿novela? la historia del director de cine Sergio Cabrera y su familia, especialmente la de su padre, Fausto Cabrera. El primer novio que tuve era muy cinéfilo, o se lo hacía, y por esa razón (y porque no teníamos a dónde ir a pasar las tardes aparte de mi coche y un parque) íbamos mucho al cine. </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">La estrategia del caracol</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">, la película de Cabrera más famosa, la vi con él y, al contrario de lo que me pasa con los libros, la recuerdo con detalle. Quizá fue porque me sorprendió muchísimo o porque fue una de las primeras películas que vi producidas en Latinoamérica.. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">La maestría de Vásquez es deslumbrante. Escribe como si no costara esfuerzo, como si el relato de esas vidas fuera sencillo de hilar, como si todo fluyera sin vueltas ni vericuetos. Si tuviera que ponerle una etiqueta a esta novela diría que </span><a href="https://amzn.to/3RsTgM5" style="text-decoration: none;"><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 700; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Volver la vista atrás</span></a><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> es una novela de aventuras: la infancia de Fausto, la Guerra Civil, Francia, Costa Rica, Venezuela, Colombia, China, París, de nuevo España. Familia, amor, traiciones, política, cine, televisión, odios, penas, injusticias, muerte, revolución… todo. Es una saga familiar llena de ideas y de amor por esas ideas, por unos ideales que se persiguen con ahínco y con pasión, que se pelean hasta donde hay que pelear por ellos, hasta el momento en que te das cuenta de que estaban equivocados o de que ya no te representan y te rindes. Hay más valor y más inteligencia en saber abandonar unos ideales que en perseguirlos hasta la muerte, creo yo. </span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: large; white-space-collapse: preserve;">«Sergio se justificó: Si uno desprecia la política, acaba gobernado por lo que desprecia». </span></p><p style="text-align: justify;"><b style="font-weight: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></b></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">«</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Volver la vista atrás</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> es una obra de ficción, pero no hay en ella episodios imaginarios», dice Vásquez en la página 473. Me mareo solo de pensar en cómo afrontar la escritura de algo así, en cómo hacer de unas vidas reales una novela creíble, que funciona sin un pero, una historia que te atrapa y de la que no quieres salir. Quieres seguir con Sergio, acompañarle, ayudarle, espiar a toda la familia. Me parece tan impresionante que me dan ganas de llorar. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Apunté este poema de Manuel Altolaguirre:</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Hubiera preferido</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">ser huérfano en la muerte, </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">que me faltas tú</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">allá, en lo misterioso, </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">no aquí, en lo conocido. </span></span></p><p style="text-align: justify;"><b style="font-weight: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></b></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Hay que leer </span><a href="https://amzn.to/3RsTgM5" style="text-decoration: none;"><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 700; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Volver la vista atrás</span></a><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 700; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">.</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> Ya. Hoy. Corre. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Ahora que me siento a escribir me doy cuenta de que mi otra lectura del mes,</span><a href="https://editorialdieciseis.com/producto/fragmentos-mara-mahia/" style="text-decoration: none;"><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> </span><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 700; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Fragmentos</span><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 700; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">, de Mara Mahía,</span></a><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> es también una novela con un poso de realidad. ¿Cuánto? No lo sé. De Mara ya había leído </span><a href="https://www.cosasqmepasan.com/2021/02/lecturas-encadenadas-enero.html" style="text-decoration: none;"><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Secretos</span></a><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> y </span><a href="https://www.cosasqmepasan.com/2021/05/lecturas-encadenadas-abril.html" style="text-decoration: none;"><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">La dueña del Plaza</span></a><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">, sus dos novelas anteriores que junto con </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Fragmentos</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> conforman una trilogía que recorre, o no, partes de la vida y de los recuerdos de Mara.</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><a href="https://amzn.to/41d2dwb" style="text-decoration: none;"><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 700; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Fragmentos</span></a><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> recupera personajes de las novelas anteriores y está construída con parches, con trozos, con escenas y con muchos párrafos de 102 palabras porque este número obsesiona ¿a la narradora? ¿A Mara? Me pasé las primeras doscientas páginas intentando separar el grano de la paja, tratando de adivinar qué era verdad y qué era mentira, hasta que me di cuenta de que me estaba saboteando a mí misma y que ese detalle no era importante. Pensé entonces que cuando leí </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Secretos</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> y </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">La dueña del Plaza</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> no conocía a Mara y no me importaba cuánto había de realidad y cuánto de ficción. Con </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Fragmentos</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> lo que había cambiado es que ya conocía a Mara. Nos encontramos en persona en enero de 2022, cuando viajé a Berlín y la avisé. Me contestó: «Ana, me encantaría que nos viéramos pero no voy a engañarte: estoy pasando una época oscura y no puedo hacer planes». Le respondí que lo entendía perfectamente y que hiciera lo que le apeteciera. Le apeteció y encontró las fuerzas y nos abrazamos con ganas en una mañana de un domingo ventoso y gélido en una plaza berlinesa antes de irnos a comer a un vegetariano en el que no paramos de hablar. Por eso sé que a Mara, como a su protagonista, le apasiona nadar, pasear a su perro y que vivió en Nueva York... Lo demás da igual.</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">«Ya entendí que arrepentirse es una emoción pesarosa, sin más utilidad que hundirse un poco más».</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><a href="https://amzn.to/41d2dwb" style="text-decoration: none;"><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Fragmentos</span></a><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> suma historias de varias mujeres, porque las protagonistas de Mara siempre somos nosotras con nuestras complejidades, vericuetos y diferencias. Está ella o su </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">alter ego</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">, su madre, su abuela, Rosalinda (la dueña del Plaza), Juno, Marie y la tía Leonor. Lo que más me ha gustado, como en las anteriores, es el retrato de Nueva York en los noventa, cuando sé que Mara vivió allí. Esa mezcla de sorpresa, miedo y continuo descubrimiento que, poco a poco, se va transformando en rutina, en sentirte en casa y en descubrirte a ti mismo al mismo tiempo que las calles de la ciudad se van volviendo tu paisaje favorito, aquel que sientes más tuyo, más suyo en su caso. Llegar a un lugar, o a una edad, en el que descubres quién eres, qué quieres y a quién quieres querer. La parte que menos me ha gustado son las cartas de la tía Leonor: el género epistolar es complicado y es muy fácil deslizarse hacia lo obvio, hacia lo demasiado bonito para ser creíble. Ahora que lo pienso, puede que sea porque cuando escribimos cartas ordenamos nuestras vidas para hacerlas inteligibles al otro, al destinatario, y encajamos las piezas para que todo tenga sentido para un observador externo. No quiero decir que las cartas de Leonor no sean creíbles: la sensación que tuve fue la de haber atravesado una puerta y encontrarme en un mundo de fantasía expulsada con brusquedad de la parte más cruda, más real, del relato de Mara. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Mi consejo es leer </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Fragmentos,</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> pero antes ir a por </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Secretos</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> y </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">La dueña del Plaza</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> y regocijarse en esta trilogía. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">No he leído nada más. Bueno sí, New Yorkers atrasados, ahora mismo estoy con el del 3 de octubre. Ahora que lo pienso ¿se me olvidarán los artículos que leo? ¿Me acordaré de estos dos libros dentro de seis meses? En cualquier caso, me alegro de llevar quince años escribiendo sobre lo que leo, quién sabe dónde estaría mi memoria si no hiciera estas lecturas encadenadas. </span></span></p><p><br /></p>molinoshttp://www.blogger.com/profile/14776225440298083660noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8244549242466085173.post-44529433884511775272023-12-03T06:30:00.001+01:002023-12-03T06:30:00.153+01:00Una noche romana<p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: large; white-space-collapse: preserve;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPuPyVcEmTdw8K7IVfZxR5Q3l9Ga4Bme3V6_Ag_cGbVBJh7KUU6WGKeMAssulxP3vfrSHB_zmh-2yGt3YGsIZmEPCuCFZq6qQHYvZ50_3mEDhJOn2MucYFSKV9HR6dkKavQXd3EyIaLsFXc1VfL7qsDExGmr0sjLjM0LoABlbtAeKmXcKTPagR-KlV-PzD/s4032/20231130_233545.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4032" data-original-width="3024" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPuPyVcEmTdw8K7IVfZxR5Q3l9Ga4Bme3V6_Ag_cGbVBJh7KUU6WGKeMAssulxP3vfrSHB_zmh-2yGt3YGsIZmEPCuCFZq6qQHYvZ50_3mEDhJOn2MucYFSKV9HR6dkKavQXd3EyIaLsFXc1VfL7qsDExGmr0sjLjM0LoABlbtAeKmXcKTPagR-KlV-PzD/w480-h640/20231130_233545.jpg" width="480" /></a></div>Exterior noche. Una gran luna, aunque no llena, asomando entre nubes e iluminando el Coliseo y los enormes pinos romanos que hay por toda esa zona. Justo enfrente, en uno de los edificios con vistas al Coliseo, solo hay dos ventanas iluminadas. Dos grandes ventanales rasgados, sin cortinas, a través de los cuales se ven los altos techos de esa casa y las paredes cubiertas de librerías altísimas. «Por vivir en esa casa y poder leer con estas vistas me casaría con su dueño», dije en alto pillando por sorpresa a mis acompañantes. «No tengo pensado volver a casarme, pero por vivir ahí me caso».<p></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: large; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span id="docs-internal-guid-750ea5bc-7fff-c8bf-e463-742216fcde19"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><i><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"></span></i></span></span></p><blockquote><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><i><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">«Parece que la ciudad está a punto de colapsar sobre sí misma, dejando entrever una ciudad anterior. Luego, otra ciudad más antigua que esa. El viejo Pórtico de los Argonautas, detrás del Altar de la Patria. El anfiteatro de Calígula, desaparecido durante siglos, en vez del Palazzo Borghese. Si la lluvia continuara, podríamos apostar a que los viejos dioses tomarían de nuevo posesión del lugar Pero el mensaje real es otro. Todas las ciudades, tarde o temprano, acabarán destruidas por la lluvia. Que no se engañen Londres o París. Llamadlo lluvia. Todo el mundo sabe que el fin del mundo llegará. Pero el saber, en el hombre es un recurso frágil. Los habitantes de Roma llevan en la sangre la conciencia de las últimas cosas, y está tan asimilado que ya no genera ningún razonamiento. Para los que viven aquí, el fin del mundo ya ha ocurrido, la lluvia solo tiene el molesto efecto de derramar de la copa un vino que en la ciudad se bebe sin parar». (</span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">La ciudad de los vivos</span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, Nicola Lagioia)</span></i></span></blockquote><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><i><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"></span></i></span><p></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Esta semana me he enamorado de Roma como no lo hice la primera vez que fui hace veintidós años, cuando pasé allí un fin de semana por el vigesimoquinto cumpleaños de mi hermana. De aquel viaje tengo un recuerdo de sol radiante cayendo a plomo en las calles, mi hermana y yo intentando saber cuánto eran 8.000 liras en pesetas para saber cuánto nos iba a costar una botella de agua a la entrada del Coliseo. Recuerdo no parar de caminar para intentar ver lo máximo posible. Nos tomamos un café en la plaza del Panteón de Agripa, entramos a ver el Moises de Miguel Ángel, el Coliseo, paseamos por Piazza Navona y nos encontramos, por casualidad, con nuestros tíos por la calle y nos invitaron a cenar. Cuando volvimos al hotel mi hermana se quedó dormida sentada en el váter, con los pies en remojo en el bidé mientras me contaba lo mucho que había disfrutado el día. Todo eso lo hicimos sin reservar entradas en ningún sitio, sin </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Google Maps</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> y sin teléfono móvil. Aquella versión de nosotras mismas quizá sobreviviría a un apagón tecnológico ahora mismo. Sobre nuestra versión actual tengo serias dudas. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Esta semana en Roma tampoco he usado </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Google Maps</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">. Esta vez he ido a trabajar con gente que vive allí y por la que me he dejado guiar para todo. Por eso me he enamorado. Aparte de un par de vistazos rápidos y como de pasada al Coliseo y el inevitable encontronazo con iglesias en cada esquina, no he hecho nada turístico, es como si hubieran corrido un telón y hubiera podido vivir la versión secreta de la ciudad. Apenas han sido cuarenta y ocho horas pero ha sido suficiente para irme con tristeza y pensando en que tengo que volver; en que, si puedo, organizaré todas las reuniones de este proyecto en Roma, como cuando encontraba mil excusas para pasar por delante del tío que me gustaba aunque esas excusas tuvieran una lógica que solo existía en mi cabeza. Así va a ser. «- Hay que organizar una reunión para discutir propiedad intelectual. - Lo hacemos en Roma, que al final y al cabo todos venimos del Derecho Romano». «- Hay que discutir sobre el contenido del siguiente </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">podcast</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> entre franceses y polacos. - Fenomenal: en Roma, que así no discutimos porque alguno juega en casa». </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Estos días en Roma me han dejado un regusto diferente. A lo mejor ha sido por la época: a las cinco y media de la tarde es noche cerrada, mi momento favorito del año. A lo mejor ha sido pasear sin preocuparme por perderme o llegar tarde porque otros se encargaban de elegir dónde íbamos, dónde nos reuníamos, dónde cenábamos y hasta pedí consejo para pedir la cena. Caminar al otro lado de ese telón me ha dado la sensación de viajar en el tiempo. Es difícil de explicar, pero por la zona que me he movido, en la oscuridad de la noche o en las primeras luces del amanecer cuando me despertaba, me sentía como si en vez de 2023 estuviera quizás hace veintiún años, viviendo la ciudad secreta. Era como estar en otra época: los restaurantes con camareros muy mayores y que llevan chaleco, los cafés con gente gritando lo que quiere, las tazas pequeñas de loza blanca o doradas con filo rosa, los señores viejos enfadados apostados a la puerta de los bares charlando y fumando, los brocados granates de las cortinas de mi habitación y las tapicerías doradas de las sillas del salón del desayuno y el dueño de un garito que fumaba apoyado en la puerta y que parecía llevar allí desde 1997 saludando a todo el que pasaba por la calle porque conoce a todo el que pasa, siempre ha estado ahí. Por supuesto he visto patinetes, turistas en Termini y americanos en pantalón corto, pero no he visto franquicias: ni un </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Zara</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">, ni un </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Mango</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">, ni un </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Starbucks</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">. No idealizo, sé que este enamoramiento viene del efecto «pensar en guiri», que consiste en imaginar siempre una vida mejor, más bonita en casi cualquier sitio que conoces y que te gusta. Viajé en metro y lo odié igual que odio el de Madrid, mi </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">crush</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> con la ciudad no ha sido tanto como para no pensar que si viviera ahí me compraría una moto antes que someterme a la decrepitud mugrienta del metro.</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">El jueves cenamos en un restaurante a prueba de turistas. No había ni una concesión al de fuera. Las mesas apiñadas, las camareras enfadadas (la que nos atendió a nosotros me recordaba a Chipolata de </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Astérix en Córcega</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">), la carta mínima sin </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">poke</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">, salsa de soja ni pollo </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">teriyaki</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">; vino en frasca y el pan en una bolsa de papel. De </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">antipasti</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> tomamos acelgas rehogadas, romanesco e hígado con alcachofas. A la mesa, tres italianos, ninguno de Roma, dos españoles y un húngaro que a los diez años planificó su vida para llegar a ser profesor de Historia en un instituto sueco. Nos reímos pensando que esta cena romana era un extraño vericueto para lograr ese sueño, pero brindamos porque lo consiga en algún momento. Al salir, paseamos por las calles desiertas, espiando ventanas y elucubrando precios de alquiler en esa zona. Roma tiene ese caos de trastero en el que en cada esquina que doblas hay algo: una vista, una puerta, una ventana, una parra creciendo entre dos edificios, unas plantas en una ventana, un portal a través del que puedes ver un patio prometedor, en el que puede haber un tesoro o solo un trasto polvoriento y feo que alguien debería haber tirado pero que sigue ahí por costumbre, por pereza o porque es su lugar en el mundo: si no estuviera en Roma no existiría. Eso tiene esa ciudad que está llena, todo se amontona sobre lo inmediatamente anterior formando capas que se entrelazan y en las que se va asentando ese poso que la hace única, que enamora. Caminando llegamos a un bar pequeñísimo, un estrecho pasillo con una barra en el lado derecho y el espacio justo para pedir una copa y un par de banquetas en las que se sentaban dos hombres aburridos de vivir que nos miraron solo para saber si merecíamos la pena. El pasillo desembocaba en una habitación un poco más ancha con un par de gradas para sentarse seis personas y un mini escenario en el que se amontonaban un pianista, un contrabajista y un batería que improvisaban </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">jazz</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">. A ellos se sumaban alternativamente un trompetista, un saxofonista y un oboísta. No sé cuánto tiempo estuvimos ahí. Al principio me dediqué a fijarme en cada detalle: la luz mínima, el cartel de una consumición obligatoria por cada sesión, intenté calcular la edad del batería y si sería, con suerte, un par de años mayor que María. Me fijé en los dedos del contrabajista, extrañamente romos como si el roce constante con las cuerdas de su instrumento le fueran limando las puntas y en algún momento fuera a perder la primera falange. Del pianista solo veía la espalda: tocaba como si le pesara el mundo, como si sus hombros quisieran, también, tocar las teclas y no limitarse a mover las manos. En algún momento de esa observación entré en una especie de trance del que salí, por sorpresa, cuando la música terminó y mis compañeros me tocaron el hombro y se levantaron porque ya nos íbamos. Fue casi un despertar, un «¿dónde estoy?» No dije nada pero volviendo al hotel me sentía como cuando regresaba a casa de madrugada y todo parecía diferente, como preparado para que al día siguiente algo hubiera cambiado. Los adoquines brillantes, los coches aparcados en cualquier esquina, el musgo en algunas paredes, las sirenas estridentes de los coches de policía, en algunas ventanas luces de navidad que alguien había olvidado apagar al irse a dormir y mucho cielo, mucha noche. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Me he enamorado de Roma. Quizá porque era lo único más viejo que yo con lo que me he relacionado en estos días. Para ella, soy una jovenzuela. A lo mejor le gusto. Tengo que volver para ver si lo nuestro va en serio o si me puedo casar con el dueño de la casa de la librería con ventanas al Coliseo. </span></span></p><p><br />Si quieres recibir las entradas en el blog puedes <a href="https://cosasqmepasan.substack.com/" target="_blank">suscribirte aquí. </a></p>molinoshttp://www.blogger.com/profile/14776225440298083660noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8244549242466085173.post-6443788657752401672023-11-26T06:30:00.001+01:002023-11-26T06:30:00.149+01:00 Elegía por la improvisación<p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"></span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj04cVlGM-wefV1zG29TqLF4mN_S3jvuDvqrYL7pWdNnhnFoxPSrxGZgBH5McM9-lEwRKQnYXsZg-Tllpn28WuyfpJqaQQts-epJk_yrwsYyghL-70AaM_WuZPewIkHWLukLo8XVQxYjAuKXh1qrbjJ9rcOot33xLIppKCd7ex5wMmO5a8EpT46H1RxNDCR/s320/bb2c060e1b36b019b22d8fbf5e7fda2e.jpeg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="320" data-original-width="206" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj04cVlGM-wefV1zG29TqLF4mN_S3jvuDvqrYL7pWdNnhnFoxPSrxGZgBH5McM9-lEwRKQnYXsZg-Tllpn28WuyfpJqaQQts-epJk_yrwsYyghL-70AaM_WuZPewIkHWLukLo8XVQxYjAuKXh1qrbjJ9rcOot33xLIppKCd7ex5wMmO5a8EpT46H1RxNDCR/w413-h640/bb2c060e1b36b019b22d8fbf5e7fda2e.jpeg" width="413" /></a></span></div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br />Cada vez que uso la palabra elegía tengo otra vez catorce años, llevo una falda de tablas marrón, una camisa beis y un jersey de pico, también marrón. Estoy sentada en una clase de mi colegio y, fuera, el cielo es gris. ¡Qué tiempos aquellos en los que en Madrid había nubes <a href="https://www.cosasqmepasan.com/2022/11/otono-con-pocas-ganas.html" target="_blank">como en los cuadros de Amalia Avia!</a> No sé si le pasa a todo el mundo pero la palabra elegía me lleva a Jorge Manrique, la EGB, los anuncios de Tulipán que hacía Guillermo Fesser y las meriendas leyendo <span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Astérix</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">. </span></span><p></p><span id="docs-internal-guid-406f04c1-7fff-92e9-012e-9dd3b088970e"><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><i><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Y pues vemos lo presente</span></i></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><i><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">cómo en un punto es ido</span></i></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><i><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">y acabado</span></i></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><i><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">si juzgamos sabiamente, </span></i></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><i><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">daremos lo no venido por pasado.</span></i></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><i><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">No se engañe nadie, no, </span></i></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><i><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">pensando que ha de durar</span></i></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><i><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">lo que espera</span></i></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><i><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">más que duró lo que vió</span></i></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><i><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">porque todo ha de pasar</span></i></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><i><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">por tal manera.</span></i></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Como nunca había tenido cincuenta años hasta ahora, no sé si este lamento mío es algo que se arrastra por generaciones o es algo nuevo. En realidad, no importa. Cada generación, cada uno de nosotros, tiende a creer que lo que le pasa es nuevo o, al menos, diferente de lo que le ocurre a otros. No lo sé. No sé si hace treinta años mi madre, por ejemplo, empezó a pensar que ya nada se podía improvisar en su vida, que todo había que planearlo porque la improvisación, el «¿por qué no hacemos esto esta tarde, mañana, pasado?» era ya imposible. </span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">En Madrid, la ciudad en la que vivo, ya no se puede improvisar absolutamente nada. No puedes salir un sábado a dar un paseo pensando «ya comeré por ahí» a no ser que quieras que «por ahí» sea el Burger King después de haber hecho veinte minutos de cola (estoy a favor de comer hamburguesas industriales cuando te lo pida el cuerpo, pero ya me entiendes) o comprarte cualquier cosa en un supermercado que pilles abierto y sentarte en un banco a comer. Las palabras que más escuchas, ahora mismo, en un restaurante no son: «¿qué va a tomar» o «aquí tiene su cuenta». Son: «¿tiene reserva?» Todo hay que reservarlo: el restaurante, un museo, una exposición, el cine, el teatro, todo. No me ha pasado nunca pero supongo que ahora eso tan cinematográfico de llegar al aeropuerto o a la estación de tren y decir: deme un billete para el primer avión/tren que salga hacia París, son imposibles. Supongo que el encargado me diría: ¿ha hecho su reserva </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">online</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">?</span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">No son solo los lugares los que no admiten la improvisación. También nos pasa a nosotros. Haz la prueba y llama a tres amigos, a dos, con uno basta, y dile que quedáis mañana a lo que sea, desayunar, comer, cenar, dar un paseo, ir al cine. «Puff, ¿mañana? imposible. Lo tengo todo ya ocupado». Y no es una cuestión de la inmediatez de mañana. Si propones algo la semana que viene, o incluso en los tres próximos fines de semana, es muy muy probable que también sea imposible. Todo el mundo, yo también, tiene su vida organizada con muchísima antelación. Me pasa con mis hijas, ya lo conté, pero ahora somos como las chicas Gilmore, para comer o para cenar, no digamos para pasar un fin de semana juntas, necesitamos planearlo y organizarlo porque de otra manera los planes de las tres chocan y colapsan cualquier intento de improvisación.</span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Además nos ocurre otra cosa. Nos da miedo molestar, nos parece que improvisar, que proponer algo de manera súbita, de repente, es de mala educación, intrusivo como dicen los cursis. ¡Si hasta nos parece agresivo llamar por teléfono! Cuando yo era joven (qué frase más horrible pero qué inevitable es) me presentaba en casa de mis amigos sin avisar, porque estaba por allí, porque me aburría o porque me apetecía verles. Unas veces estaban, otras no, unas veces era bien recibida y esa visita improvisada podía convertirse en horas de convivencia, en otras ocasiones sus padres podían estar en un estado de ánimo un poco hostil (quizá no les gustaba esa improvisación y yo no lo percibía) y tras un rato me marchaba. Asumía todas esas posibilidades pero nunca pensaba que mi amigo iba a sentirse atacado por esa improvisación, por esa visita inesperada. Ahora sí lo pienso. Es más, ni siquiera contemplo la posibilidad de, ahora mismo, cuando acabe de escribir esto, plantarme en casa de un amigo sin avisar. Lo que siento es un poco el síndrome del impostor de la amistad que no es exactamente del impostor pero se le parece, ese «joder, pero y si le molesto y piensa que soy una plasta», que no es real porque es mi amigo, me quiere y me acepta con todo, y un poco de «seguro que no está, que tiene planes» porque todos tenemos planes todo el rato. </span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Es agotador este vivir en un continuo consultar la agenda y los compromisos para ver si puedes encajar algo. Es agotador tener que pensar con dos semanas de antelación a qué exposición te va a apetecer ir dentro de dos sábados y dónde querrás comer después porque todo hay que reservarlo. Para mí, que soy un tobogán emocional constante (hoy puedo estar eufórica y expansiva y mañana decidir que me cae mal el planeta y que no voy a salir de casa ni a tirar la basura), tener que planear todo me obliga a plegar mi estado de ánimo a lo que mi yo del pasado decidió hace dos semanas, un mes o cuatro o a hacer esos planes sin ganas. No sé por qué está todo lleno todo el tiempo. No quiero que se me entienda mal: me parece maravilloso que los restaurantes estén llenos, que vaya más gente a exposiciones y teatros, que cualquier evento triunfe… pero echo de menos improvisar. </span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Esta semana he hecho, por sorpresa, cuatro planes improvisados que el domingo pasado no existían. Han sido cuatro planes APAM, Aquí te Pillo Aquí te Mato, y todos han sido geniales. Me he sentido bien improvisando en mis días programados y llenos, cenando en casa de amigos que no habían podido preparar nada o llevando yo misma la cena. Ha sido un continuo «vale». Mañana, pasado, el viernes a las siete y media. Ni siquiera están apuntados en mi agenda. </span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Echo de menos cuando improvisábamos, cuando teníamos sorpresa, cuando acababa pasando la tarde con una amiga sin haberlo planeado o cenaba en un restaurante que simplemente me había llamado la atención. Cuando un viaje en viernes se planeaba un jueves, cuando un domingo por la mañana podía ir a visitar la exposición sobre la que había leído esa misma mañana en el periódico e íbamos a cenar a donde pilláramos porque nos apetecía salir. Cuando un amigo me decía: «¿Estás en casa? Voy para allá». No sabía que aquello podía acabarse, que se terminaría en algún momento. ¿Cuándo fue? No lo sé pero ahora parece una época pasada a la que es imposible volver. </span></span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Quiero improvisar. Quiero no volver a decir «si me hubieras avisado con tiempo».Quiero más </span></span><span style="font-size: large; white-space-collapse: preserve;">planes APAM. </span><span style="font-family: inherit; font-size: large; white-space-collapse: preserve;">Es un poco como volver a jugar, como volver a hacer los planes que hacía cuando iba de uniforme y los sábados, en Los Molinos, salía a hacer la ruta de las casas de mis amigos a ver quién había, a ver a cómo íbamos a pasar la tarde.</span></p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Improvisa. Atrévete. </span></span></p><div><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></div></span>molinoshttp://www.blogger.com/profile/14776225440298083660noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8244549242466085173.post-19535897114789719352023-11-19T06:30:00.001+01:002023-11-19T06:30:00.146+01:00Podcasts encadenados: de fantasmas, silencios y tumbas<p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></p><p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhfSpK1sOk8DpNDCmWoCpyzfTUeHCAykNKeG5iiA7C2-Avn9elo2inSEGFoPmOMlU_c59OtRVDcg9k8T-f_oSGgVjr8MPFiiy_MNutnk4QXyo-PNDJ2DsKT93COEdBpkts-1bypJbp4DXD1GtgqGp1Lai5YJ7RUVVc64K7_WbGd-Uk8Fmu8l6hqLKLHt-Ho/s1500/azul.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="500" data-original-width="1500" height="214" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhfSpK1sOk8DpNDCmWoCpyzfTUeHCAykNKeG5iiA7C2-Avn9elo2inSEGFoPmOMlU_c59OtRVDcg9k8T-f_oSGgVjr8MPFiiy_MNutnk4QXyo-PNDJ2DsKT93COEdBpkts-1bypJbp4DXD1GtgqGp1Lai5YJ7RUVVc64K7_WbGd-Uk8Fmu8l6hqLKLHt-Ho/w640-h214/azul.jpeg" width="640" /></a></span></div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="white-space-collapse: preserve;"><br /></span></span><p></p><div class="OutlineElement Ltr SCXW91045695 BCX0" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: white; clear: both; cursor: text; direction: ltr; margin: 0px; overflow: visible; padding: 0px; position: relative; user-select: text;"><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit;">Bueno, bueno, hace dos meses que no escribo de podcasts por aquí*. Cuando, hace dos años, me cambié de trabajo para dedicarme profesionalmente al mundo del podcast, mucha gente me dijo: «ya verás, le vas a perder el gusto a escucharlos por placer». Eso no ha ocurrido, al contrario, ahora disfruto mucho más de todo lo que escucho por gusto, sin relación con mi mundo laboral. He convertido esos momentos de escucha por placer en ocasiones especiales, los preparo casi como citas: «no, este episodio lo guardo para el viernes cuando tengo dos horas de coche en soledad» o «este para el avión, cuando esté sin cobertura y pueda disfrutarlo abstraída de todo». Escuchad por placer, os lo recomiendo. Hoy traigo unas cuantas recomendaciones para esos momentos. </span></span></p><p class="Paragraph SCXW91045695 BCX0" paraeid="{a7b5fbd2-e9ba-4672-92bb-7520d15c6157}{16}" paraid="1510483257" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: transparent; color: windowtext; font-kerning: none; margin: 0px; overflow-wrap: break-word; padding: 0px; user-select: text; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><b id="docs-internal-guid-3c5d314f-7fff-48ed-7922-c7f43fc4a11f" style="font-weight: normal;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></b></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Cuando tenía 8 o 9 años pasé unos días durmiendo en casa de mi abuela paterna. No recuerdo el motivo. </span><a href="https://cosasqmepasan.substack.com/p/no-merece-la-pena" style="text-decoration: none;"><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Por aquel entonces me gustaba mi abuela </span></a><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">(porque no sabía que podía no gustarte) y pasar tiempo con ella. Me contaba historias y hacía las mejores patatas fritas del mundo. En su casa, yo dormía en un cuarto, al fondo del pasillo a la izquierda, en el que había una cama y muchos armarios. Una noche me desperté en mitad de la noche y sentí que había alguien allí. «¿Abuela?» dije. No era ella. A los pies de mi cama había alguien arrodillado,una especie de enano. No era un enano como los de Tolkien, era más bien como un duende élfico, del tamaño de un niño de 10 o 12 años. Se recortaba contra la luz que entraba por la ventana. No sé cuánto tiempo estuve mirándolo. Pasé muchísimo miedo, tanto que todavía me acuerdo. ¿A qué viene esto ahora? te estarás preguntando. Pues viene a colación de que me lo he pasado en grande con </span><a href="https://open.spotify.com/show/6KYrgw8jSGu4IyPOSaaDol?si=cef7d927bab14905" style="text-decoration: none;"><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Ghost Story </span></a><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">de Wondery y Pineapple Street. De primeras me daba pereza, cualquier cosa que se estrene pegado a Halloween y tenga que ver con terror, fantasmas, miedo o fantasía me da casi tanta pereza como ver cantar a Rosalía. No puedo con ello. En este caso, le di al play porque mi amiga Meropi me dijo: «escucha el primer episodio que está muy bien, el segundo ya es aburrido y hay que dejarlo ahí». Le hice caso solo al 50%. Escuché el primer episodio pero no abandoné en el segundo, continué y continué porque me lo estaba pasando fenomenal. ¿De qué va </span><a href="https://open.spotify.com/show/6KYrgw8jSGu4IyPOSaaDol?si=cef7d927bab14905" style="text-decoration: none;"><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Ghost Story</span></a><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">? Pues el narrador, </span><span style="background-color: transparent; color: #1e1e1f; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Tristan Redman, no cree en fantasmas, como yo, como (espero) tú y como cualquiera con dos dedos de frente pero recuerda que en la casa en la que vivió en Londres hace muchos años, en su habitación, pasaban cosas raras por las noches: las cosas se movían de sitio y él tenía siempre una sensación extraña. Un buen día, años después, cuando va a esa casa con su novia, ésta pregunta si puede invitar a su abuelo que está en la ciudad. Cuando el abuelo llega dice: «anda, qué curioso, nosotros vivíamos en la casa de al lado cuando yo era niño. En esa casa mi tío mató a mi madre y luego se suicidó cortándose el cuello» De todas las casualidades que te pueden ocurrir en la vida creo que ésta debería estar en el top 3. La cuestión es que años después, muchos, cuando Tristan lleva ya años casado con esa novia vuelve a esa historia porque se encuentra con un vecino que le comenta que otras familias que vivieron después en esa casa también le hablaron de experiencias extrañas en esa habitación. Con todo esto, Tristan decide investigar la historia de su familia política, saber qué ocurrió aquella noche de noviembre de 1937 cuando la bisabuela de su mujer fue asesinada de dos tiros en los ojos por su hermano, veterano de la I Guerra Mundial. </span></span></p><p class="Paragraph SCXW91045695 BCX0" paraeid="{a7b5fbd2-e9ba-4672-92bb-7520d15c6157}{16}" paraid="1510483257" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: transparent; color: windowtext; font-kerning: none; margin: 0px; overflow-wrap: break-word; padding: 0px; user-select: text; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><b style="font-weight: normal;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></b></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit;"><span style="background-color: transparent; color: #1e1e1f; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">El personaje fundamental de la historia es el viudo, </span><span style="background-color: transparent; color: #292b2e; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">John Dancy, conocido en la familia por el apodo de “Feyther” que es para toda la familia una especie de héroe inspirador y legendario. ¿Puede ser el asesino? El podcast se desarrolla en ocho episodios con constantes giros de guión que obligan al oyente, a ti, a cambiar de idea. Pasas de estar convencido de que es el asesino a pensar que no, que es imposible, admiras a Feyther para luego creer que a lo mejor oculta algo, tienes dudas, vas, vienes y, lo importante, por el camino estás entretenidisimo. Además, como buena serie poblada de personajes ingleses es fascinante ver cómo se aferran a las creencias ancestrales, a la tradición y para ellos es una debacle contemplar la posibilidad de que algo de su pasado no sea tal y como ellos creen. Recomendadísimo. </span></span></p><p class="Paragraph SCXW91045695 BCX0" paraeid="{a7b5fbd2-e9ba-4672-92bb-7520d15c6157}{16}" paraid="1510483257" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: transparent; color: windowtext; font-kerning: none; margin: 0px; overflow-wrap: break-word; padding: 0px; user-select: text; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><b style="font-weight: normal;"><span style="font-family: inherit;"><br /><br /></span></b></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit;"><span style="background-color: transparent; color: #292b2e; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Pasé doce años de mi vida en un colegio de monjas en Padre Damián. Doce años en los que cada día pasaba por delante de un enorme descampado. Al principio no me llamaba la atención pero cuando, más adelante, aprendí el valor del terreno en el centro de Madrid, muchas veces me preguntaba por qué no construían ahí un edificio de lujo. Otra vez te estarás preguntando a qué viene esto. Pues porque escuchando el primer episodio de la nueva temporada de</span><a href="https://open.spotify.com/show/2GXXx3CNGH7pOxIeH8ak7U?si=135c10a920da44c0" style="text-decoration: none;"><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> (</span><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">De eso no se habla)** </span></a><span style="background-color: transparent; color: #292b2e; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> descubrí que en ese descampado se encontraba una de las residencias del Patronato de Protección a la Mujer, una institución creada durante la II República para proteger a las mujeres transformado durante el franquismo en un organismo para encerrar y “corregir” a mujeres descarriadas.</span></span></p><p class="Paragraph SCXW91045695 BCX0" paraeid="{a7b5fbd2-e9ba-4672-92bb-7520d15c6157}{16}" paraid="1510483257" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: transparent; color: windowtext; font-kerning: none; margin: 0px; overflow-wrap: break-word; padding: 0px; user-select: text; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><b style="font-weight: normal;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></b></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit;"><span style="background-color: transparent; color: #292b2e; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">En</span><a href="https://open.spotify.com/show/2GXXx3CNGH7pOxIeH8ak7U?si=135c10a920da44c0" style="text-decoration: none;"><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> (</span><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">De eso no se habla)</span><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">, c</span></a><span style="background-color: transparent; color: #292b2e; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">omo su propio indica las historias que se cuentan tratan de silencio, de las cosas que no se dicen en voz alta pero que todo el mundo sabe que están ahí. En esta nueva entrega los episodios nos son autoconclusivos, se desarrollan en una cara A y una cara B que se complementan. En estos dos primeros episodios escuchamos a </span><a href="https://open.spotify.com/episode/4F1Fja5I8VBlMFfn7eak4G?si=a2122995dd80438f" style="text-decoration: none;"><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Consuelo</span></a><span style="background-color: transparent; color: #292b2e; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> y Dolores, que estuvieron bajo la tutela de ese Patronato y cuyas historias se clavan como agujas. Escuchando el de Dolores, sobre todo, </span><a href="https://open.spotify.com/episode/7tBFMHAXHnqda2WWUO6kFv?si=fe85ea6ecff248cc" style="text-decoration: none;"><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">la parte B</span></a><span style="background-color: transparent; color: #292b2e; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">, mientras cocinaba un sábado por la mañana hace unos días, solo podía pensar ¿cómo es posible? ¿cómo es posible? No puedo recomendaros más que os sumerjais en </span><a href="https://open.spotify.com/show/2GXXx3CNGH7pOxIeH8ak7U?si=135c10a920da44c0" style="text-decoration: none;"><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">(</span><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">De eso no se habla)</span></a><span style="background-color: transparent; color: #292b2e; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">. Como siempre, las historias están contadas con el personal y reconocible estilo de este equipo. Con exquisita delicadeza, con un guión ajustado al máximo y con un diseño sonoro muy sobrio y elegante. </span></span></p><p class="Paragraph SCXW91045695 BCX0" paraeid="{a7b5fbd2-e9ba-4672-92bb-7520d15c6157}{16}" paraid="1510483257" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: transparent; color: windowtext; font-kerning: none; margin: 0px; overflow-wrap: break-word; padding: 0px; user-select: text; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><b style="font-weight: normal;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></b></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit;"><span style="background-color: transparent; color: #292b2e; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">También ha vuelto </span><a href="https://open.spotify.com/show/5c26B28vZMN8PG0Nppmn5G?si=05dbb3b8b15e4648" style="text-decoration: none;"><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Heavyweight</span></a><span style="background-color: transparent; color: #292b2e; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> que es de mis podcasts más favoritos del mundo mundial y que he recomendado miles de veces pero me da igual. </span><a href="https://open.spotify.com/episode/37LqKifjaPlVCtFT3lIPOT?si=Jf6LHN6TRbOL15T0XbvovA" style="text-decoration: none;"><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Lenny</span></a><span style="background-color: transparent; color: #292b2e; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">, el episodio con el que comienza la nueva temporada, es maravilloso. Es una historia personal del propio narrador del podcast, Jonathan Goldstein, un tío cuya voz me pone muchísimo y con el que no voy a cometer el error que he cometido otras veces de buscarlo en internet a ver qué pinta tiene. Prefiero que en mi cabeza siga siendo atractivo y guapo y no lleve sudaderas. Lenny es amigo de la infancia de Jonathan, a los diez, once años eran inseparables, Lenny estaba presente en las primeras grabaciones de Jonathan, cuando empezó a descubrir el poder de la voz. Después se separaron, cada uno tomó un camino y retoman el contacto porque los padres de ambos siguen siendo cercanos. Ahora no tienen nada en común pero Jonathan siente una deuda con Lenny y quiere recuperar algo de lo que los hizo amigos, muy amigos, cuando eran niños. Se llaman por teléfono y se cuentan cosas y, al mismo tiempo, Goldstein reflexiona sobre su vida, sus decisiones, el peso de la infancia. Es un episodio precioso, duro y que hay que escuchar cuando tienes ya esa experiencia vital, la de dejar amigos atrás y al encontrarlos de nuevo hacer un ejercicio para recuperar aquello que te unió y si no lo encuentras ser capaz de valorar lo que esa amistad te dio en su momento y el peso que tiene en lo que eres ahora. En fin, recomiendo todo</span><span style="background-color: transparent; color: #292b2e; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> </span><a href="https://open.spotify.com/show/5c26B28vZMN8PG0Nppmn5G?si=666b5835d9b344d1" style="text-decoration: none;"><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Heavyweight,</span></a><span style="background-color: transparent; color: #292b2e; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> </span><span style="background-color: transparent; color: #292b2e; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">de nuevo. Hazme caso para que no tenga que volver a repetirlo.</span></span></p><p class="Paragraph SCXW91045695 BCX0" paraeid="{a7b5fbd2-e9ba-4672-92bb-7520d15c6157}{16}" paraid="1510483257" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: transparent; color: windowtext; font-kerning: none; margin: 0px; overflow-wrap: break-word; padding: 0px; user-select: text; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><b style="font-weight: normal;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></b></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit;"><span style="background-color: transparent; color: #292b2e; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Me gustan los podcasts “pequeños”, los que parece que no van de nada, que son historias sin fuste. No son grandes investigaciones, ni desvelan crímenes, ni secretos ni sus protagonistas son famosos. Historias pequeñas, del día a día, que bien contadas me hacen pensar, fijarme en situaciones, ideas, sentimientos que no había contemplado. Recientemente he estado escuchando </span><a href="https://open.spotify.com/show/4dgAW9FpFvwEXMHA19Q6ez?si=be432a42accc447d" style="text-decoration: none;"><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">The unmarked graveyard </span></a><span style="background-color: transparent; color: #292b2e; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">en el feed de Radio Diaries. Este podcast, que lleva mil años, cuenta historias en primera persona, muchas veces le dan a alguien una grabadora para que registre su historia y luego los productores y el host, Joe Richman, hacen un trabajo alucinante de edición para que la historia se cuente casi sola, con una presencia mínima del narrador. En esta serie especial los protagonistas son personas enterradas en el mayor cementerio público de Estados Unidos, situado en Hart Island, una isla cerca de Nueva York. Todo surgió de esta web, </span><a href="https://hartisland.net/" style="text-decoration: none;"><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">The Hart Island project</span></a><span style="background-color: transparent; color: #292b2e; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">, que te animo a explorar. Ahí puedes encontrar la tumbas y los nombres de muchas de las personas enterradas ahí, algunas en fosas comunes, otras en tumbas identificadas. En Radio Diaries decidieron buscar la historia de algunas de esas personas. ¿Quienes eran? ¿Qué vidas vivieron? ¿A quién han dejado atrás? ¿Alguien les recuerda? Los episodios son breves, unos quince minutos, y una vez que empiezas a</span><a href="https://open.spotify.com/episode/7pqXK4JH3Vx8SdKfeuuYL2?si=qytM83IyRjuSpV15uh0oWQ" style="text-decoration: none;"><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> escuchar el primero </span></a><span style="background-color: transparent; color: #292b2e; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">que empieza con una madre leyendo la carta que su hijo le escribió con once años, ya no puedes parar. </span></span></p><p class="Paragraph SCXW91045695 BCX0" paraeid="{a7b5fbd2-e9ba-4672-92bb-7520d15c6157}{16}" paraid="1510483257" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: transparent; color: windowtext; font-kerning: none; margin: 0px; overflow-wrap: break-word; padding: 0px; user-select: text; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><b style="font-weight: normal;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></b></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: #333333; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit;">“ My hero is my mom because she has always been there for me. She always brings me and my friends to Taco Bell and Pizza Hut. I remember when we didn’t have a home or any money, and we were living with my aunt. After a while, she got a job and we got a home. And that’s why my mom is my hero”.</span></span></p><p class="Paragraph SCXW91045695 BCX0" paraeid="{a7b5fbd2-e9ba-4672-92bb-7520d15c6157}{16}" paraid="1510483257" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: transparent; color: windowtext; font-kerning: none; margin: 0px; overflow-wrap: break-word; padding: 0px; user-select: text; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><b style="font-weight: normal;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></b></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit;"><span style="background-color: transparent; color: #292b2e; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Una historia pequeña pero no tanto es el eje de la nueva temporada de Las raras que también han vuelto. Se llama</span><a href="https://open.spotify.com/show/7hBH9nlz59X9pErdalYchr?si=ca8a26b6453841c8" style="text-decoration: none;"><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> Te Busco</span></a><span style="background-color: transparent; color: #292b2e; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> y en ella, durante ocho episodios, Catalina May reconstruye la historia del atropello que sufrió hace veinte años en una avenida de Santiago de Chile. ¿Qué ocurrió exactamente? ¿Fue por su culpa? El Macguffin de la temporada es tratar de encontrar a la persona que l</span><a href="https://open.spotify.com/episode/7c9G35k4qg6DB2OCz2Pe9m?si=ZqbTeWvpRjC-Oc4bI38fKg" style="text-decoration: none;"><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">a atropelló aquella noche</span></a><span style="background-color: transparent; color: #292b2e; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> dejándola malherida, casi al borde de la muerte. Durante veinte años Catalina no quiso saber nada de aquello pero cuando se pone a investigar, poco a poco va reconstruyendo aquella noche, hablando con sus amigos, su familia, testigos, peritos, investigadores tratando de comprender y de entender lo que ha significado en su vida y en quién es ella. Doy por supuesto que conoces Las raras pero si no es así, estás de suerte también porque tienes muchísimo para escuchar. </span></span></p><p class="Paragraph SCXW91045695 BCX0" paraeid="{a7b5fbd2-e9ba-4672-92bb-7520d15c6157}{16}" paraid="1510483257" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: transparent; color: windowtext; font-kerning: none; margin: 0px; overflow-wrap: break-word; padding: 0px; user-select: text; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><b style="font-weight: normal;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></b></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: #292b2e; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit;">Breves: </span></span></p><p class="Paragraph SCXW91045695 BCX0" paraeid="{a7b5fbd2-e9ba-4672-92bb-7520d15c6157}{16}" paraid="1510483257" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: transparent; color: windowtext; font-kerning: none; margin: 0px; overflow-wrap: break-word; padding: 0px; user-select: text; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><b style="font-weight: normal;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></b></p><ul style="margin-bottom: 0px; margin-top: 0px; padding-inline-start: 48px;"><li aria-level="1" dir="ltr" style="background-color: transparent; color: #292b2e; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; list-style-type: disc; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre;"><p dir="ltr" role="presentation" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit;"><span style="background-color: transparent; color: #292b2e; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Hoy se celebran elecciones en Argentina y, como sucede últimamente en muchos países, hay un hombre peligroso con posibilidades de ser elegido presidente. En El País Audio en colaboración con Anfibia Podcast hemos hecho </span><a href="https://open.spotify.com/episode/4EqBrBPCOmA5iPLG7rSlGl?si=Ex69GoLpSuGQ8iX3UEQyFA" style="text-decoration: none;"><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Sin control. El Universo de Javier Milei</span></a><span style="background-color: transparent; color: #292b2e; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">, un documental sonoro para conocer la figura de MIlei, un desconocido economista estrella de la televisión por su histrionismo y sus opiniones polémicas que puede ser elegido para gobernar un país. Está a favor de acabar con el Banco Central, con el libre comercio de armas y órganos humanos, cree que es un enviado de Dios y, a través de una telépata de perros, habla con su mascota muerta hace siete años que le da indicaciones. No es porque yo haya trabajado en él pero está muy bien. </span></span></p></li><li aria-level="1" dir="ltr" style="background-color: transparent; color: #292b2e; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; list-style-type: disc; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre;"><p dir="ltr" role="presentation" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit;"><span style="background-color: transparent; color: #292b2e; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Otra vez recomiendo un episodio de otro podcast de historias pequeñas: </span><a href="https://open.spotify.com/episode/3SXAkToWUQlQ7MKrQetBHf?si=xgxI5rwZQMyyZjQ2zTr99A" style="text-decoration: none;"><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Susan on the tracks </span></a><span style="background-color: transparent; color: #292b2e; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">de Rumble Strip. </span></span></p></li><li aria-level="1" dir="ltr" style="background-color: transparent; color: #292b2e; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; list-style-type: disc; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre;"><p dir="ltr" role="presentation" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit;"><a href="https://open.spotify.com/show/5Zoq7RRztAb639G8jCIRgz?si=ac20a477f3ac486d" style="text-decoration: none;"><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Weight for it </span><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">con Ronald Young Jr</span></a><span style="background-color: transparent; color: #1e1e1f; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> fue uno de los podcasts premiados en el Festival de Tribeca. ¿De qué va? De ser gordo, de vivir en una sociedad en la que existen un rechazo hacia las personas obesas que no se compensa con campañas como el body positive porque mucha veces el propio rechazo se instala en la cabeza de las personas con sobrepeso y se encuentran atrapadas en un laberinto mental difícil de gestionar. Ronald Young Jr cuenta su propia experiencia lidiando con esta situación y recomiendo especialmente </span><a href="https://open.spotify.com/episode/1DaW0u6iErflcyNwGXYhS7?si=9vH2YUVJTEODgndCg6LDHw" style="text-decoration: none;"><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">el segundo episodio</span></a><span style="background-color: transparent; color: #1e1e1f; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> cuando cuenta cómo, en la universidad, se avergonzaba de salir con una chica gorda. La historia no va por donde crees y tiene un giro final interesante. </span></span></p></li></ul><p class="Paragraph SCXW91045695 BCX0" paraeid="{a7b5fbd2-e9ba-4672-92bb-7520d15c6157}{16}" paraid="1510483257" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: transparent; color: windowtext; font-kerning: none; margin: 0px; overflow-wrap: break-word; padding: 0px; user-select: text; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><b style="font-weight: normal;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></b></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: #1e1e1f; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit;">Al empezar a escribir tenía la intención de ser breve, de terminar rápido. Ninguna de las dos cosas ha ocurrido. Como siempre, si escuchas algo, ven a contármelo. Me hará muchísima ilusión. </span></span></p><p class="Paragraph SCXW91045695 BCX0" paraeid="{a7b5fbd2-e9ba-4672-92bb-7520d15c6157}{16}" paraid="1510483257" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: transparent; color: windowtext; font-kerning: none; margin: 0px; overflow-wrap: break-word; padding: 0px; user-select: text; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><b style="font-weight: normal;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></b></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit;"><span style="background-color: transparent; color: #1e1e1f; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Y te recuerdo que tienes todas mis recomendaciones en esta lista de Spotify, </span><a href="https://open.spotify.com/playlist/7qEU5fs4AGKMnyG32jpbaA?si=632675736c8e4aa0" style="text-decoration: none;"><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Podcasts encadenados. </span></a></span></p><p class="Paragraph SCXW91045695 BCX0" paraeid="{a7b5fbd2-e9ba-4672-92bb-7520d15c6157}{16}" paraid="1510483257" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: transparent; color: windowtext; font-kerning: none; margin: 0px; overflow-wrap: break-word; padding: 0px; user-select: text; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><b style="font-weight: normal;"><span style="font-family: inherit;"><br /><br /></span></b></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">*Escribo cada semana en</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> </span><a href="https://elpais.com/estaticos/newsletter/recursos/elpais/ejemplo/Sonograma_11_23.html" style="text-decoration: none;"><span style="background-color: transparent; color: #1155cc; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration-skip-ink: none; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Sonograma</span></a><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">, la newsletter de audio de El País. </span></span></p><p class="Paragraph SCXW91045695 BCX0" paraeid="{a7b5fbd2-e9ba-4672-92bb-7520d15c6157}{16}" paraid="1510483257" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: transparent; color: windowtext; font-kerning: none; margin: 0px; overflow-wrap: break-word; padding: 0px; user-select: text; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: #292b2e; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit;">**Doy por hecho que ya escuchaste la primera temporada estrenada en 2020 pero si no es así, estás de suerte. Tienes un podcast maravilloso para descubrir. </span></span></p></div><div class="OutlineElement Ltr SCXW91045695 BCX0" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: white; clear: both; cursor: text; direction: ltr; margin: 0px; overflow: visible; padding: 0px; position: relative; user-select: text;"><p class="Paragraph SCXW91045695 BCX0" paraeid="{bd8f7c45-7bf1-4a26-aeb5-5a74ff6c7422}{15}" paraid="1545209826" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: transparent; color: windowtext; font-kerning: none; margin: 0px; overflow-wrap: break-word; padding: 0px; user-select: text; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit;"><span class="TextRun EmptyTextRun SCXW91045695 BCX0" data-contrast="auto" lang="ES-ES" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; font-variant-ligatures: none; line-height: 18.3458px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;" xml:lang="ES-ES"></span><span class="LineBreakBlob BlobObject DragDrop SCXW91045695 BCX0" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; line-height: 18.3458px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"><span class="SCXW91045695 BCX0" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; text-wrap: nowrap; user-select: text;"> </span><br class="SCXW91045695 BCX0" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; margin: 0px; padding: 0px; text-wrap: nowrap; user-select: text;" /></span><span class="TextRun EmptyTextRun SCXW91045695 BCX0" data-contrast="auto" lang="ES-ES" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; background-color: transparent; font-variant-ligatures: none; line-height: 18.3458px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;" xml:lang="ES-ES"></span><span class="EOP SCXW91045695 BCX0" data-ccp-props="{"201341983":0,"335559739":160,"335559740":259}" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-user-drag: none; line-height: 18.3458px; margin: 0px; padding: 0px; user-select: text;"> </span></span></p></div><span id="docs-internal-guid-3f4ec8b9-7fff-1e56-b200-da36c1abd260"><div><span face="Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #292b2e; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></div></span>molinoshttp://www.blogger.com/profile/14776225440298083660noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-8244549242466085173.post-32791984393175948622023-11-12T06:30:00.001+01:002023-11-12T06:30:00.147+01:00¿Ha visto usted mis tetas? No, pero me gustaría verlas<p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="background-color: transparent; color: #333333; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"></span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhrWIx_R0YT_94QqdJUee3TqeRK3SaH4wwGVTMs3Erpz-L2T49s_bcehWYT1TcUQSEosLI7f0ydY25QhocW9pDE7E2KP9Ak6iP1T7REqAJtTKRGqvRVyYr3NB816zOq6jsRDlouaBct6CF-NScaXTtax_ZJwcsOaAGlB5shpZmT-jRi008stvvG_vfmXRrp/s833/4035ebc9f6e22e31d7c8705858b38a5d.jpeg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="833" data-original-width="564" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhrWIx_R0YT_94QqdJUee3TqeRK3SaH4wwGVTMs3Erpz-L2T49s_bcehWYT1TcUQSEosLI7f0ydY25QhocW9pDE7E2KP9Ak6iP1T7REqAJtTKRGqvRVyYr3NB816zOq6jsRDlouaBct6CF-NScaXTtax_ZJwcsOaAGlB5shpZmT-jRi008stvvG_vfmXRrp/w434-h640/4035ebc9f6e22e31d7c8705858b38a5d.jpeg" width="434" /></a></span></div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">"Dibujo mis propias debilidades"<span style="background-color: transparent; color: #333333; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">. Sempé. </span></span><p></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: #333333; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: #333333; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Era una camiseta de color fucsia oscuro o un rosa oscuro que alejaba al color rosa de cualquier asociación con algo cursi. Además, a mí nunca me había gustado el color rosa y aquella camiseta me encantaba. Tenía un dibujo en la espalda de una especie de pato amarillo como de caricatura y alguna leyenda, pero no la recuerdo. Sí recuerdo que esa camiseta me pareció lo más maravilloso que había tenido nunca. Lo mejor que tenía no era el color, ni el pato, ni la leyenda: lo mejor es que era grande. Necesitaba ropa grande porque aquel verano, el de los doce años, de repente me habían crecido las tetas. Muchísimo. Aquello ya no eran pechitos de niña sino algo completamente fuera de lugar, gigante, que me convertía en una simple portadora de pechos. Era horrible. Espantoso. Me dolían, me picaban los pezones, me pesaban. Pero nada de eso era lo peor: lo peor era ver cómo mis amigos de toda la vida ya no podían apartar la mirada de esas cosas que me habían crecido de un verano para otro. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: #333333; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: #333333; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">La camiseta llegó para salvarme la vida y joderme la postura para siempre. Era grande, me quedaba holgada, así que si echaba los hombros hacia delante y el pecho para atrás, las descomunales protuberancias se disimulaban y estaba a salvo de las miradas penetrantes. Esto solucionó un problema y creó otro: mi madre se pasaba el día diciéndome «ponte derecha», «ponte derecha», «que te estires». Al final del verano comprendí que por mucho que llorara, por mucho que lo soñara, aquellas cosas no iban a desaparecer nunca y que tenía que aprender a vivir con ellas para siempre. Las odiaba. Aprendí a vivir con los hombros encorvados y un poquito de chepa. Aprendí que no podía comprarme ropa de tirante fino porque los sujetadores que yo necesitaba llevaban siempre unos tirantes de dos dedos de ancho; aprendí que cualquier ropa interior que se anunciara en televisión, marquesinas o revistas no era para mí, no había para mi talla. Aprendí que tenía que resignarme a bañadores o bikinis pensados para señoras de 60 años y que pesaran 30 kilos más que yo. «Ay, es que claro, con tanto pecho pareces muy grandota pero luego eres finita. No tenemos nada que te vaya bien».</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: #333333; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: #333333; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Odiaba mis tetas.Tenía un complejo impresionante que pude más o menos sobrellevar gracias a que mi adolescencia transcurrió en la época en que las hombreras lo petaban y cuanto más grandes mejor. Hombreras y jerséis y camisas grandes. Le robaba la ropa a mi padre. «Vas siempre como si llevaras un saco». Surfeé el colegio; surfeé la vergüenza de los veranos con 14,15, 16, 17, 18, 19 y los bañadores de señora; surfeé no encontrar ropa. Operarse del pecho era algo que no hacía nadie, ni siquiera sabía cómo se hacía: tenía una ligera noción de que era algo que costaba mucho dinero e implicaba un cirujano estético. ¿Cómo se lo planteaba a mi madre? No hubiera sabido ni cómo decírselo. Después de las experiencias traumáticas yendo a comprar sujetadores con ella, estaba claro que entre mis tetas y mi madre tenía que mantener la mayor distancia posible. </span></span></p><p><span style="color: #333333; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Los veinte fueron algo mejor. Supongo que me acostumbré o me resigné. Esto era lo que había y chimpún. Tuve novios, le di uso a mis tetas, las disfruté, me dejaron los novios, llegaron otros, y así hasta que me casé. Bueno, pues entonces, en algún momento esos cántaros gigantes iban a tener alguna utilidad. Me quedé embarazada y, cuando creía que aquello no podía ser más grande, descubrí que estaba equivocada. Aquello era inmanejable. Tengo marcado el día en que al mirarme al espejo me vi monstruosa y me puse a llorar. Llegó El Ingeniero y me encontró desconsolada. «No te preocupes. Cuando nazca el bebé, lo miramos y te operas». </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: #333333; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Nació María. Nació Clara. Y no me operé. Una conocida mía, vital, divertida, fantástica, había decidido operarse con tan mala suerte que en quirófano sufrió una parada cardíaca y murió 3 días después. ¿Cómo iba a operarme de algo que parecía frívolo y tonto solo para resolver un complejo, una inseguridad, cuando podía morir y dejar a mis hijas huérfanas? Eso sí que sería frívolo.. Me resigné otra vez. La ropa había mejorado un poco y, bueno, me hice mayor y me importaba menos. Nunca dejó de importarme pero ya no era algo traumático. Era molesto, incómodo, desagradable, feo… pero podía vivir con ello. Hasta que el año pasado pensé que ya no tenía que pedir permiso a nadie, no necesitaba justificarme y, sobre todo, tenía el dinero y el ánimo para hacerlo. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: #333333; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: #333333; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Pregunté a mi ginecólogo, que me dijo: «Es buenísima idea. A tu edad, cuando te llegue la menopausia, crecerán aún más y se caerán más». Esos dos «más» me parecieron aterradores y físicamente imposibles, pero me convencieron aún «más» para seguir adelante. Me recomendó una cirujana y fui a verla. Le pedí a mi hermana que me acompañara. En cada paso del proceso estaba preparada para que algo me impidiera seguir adelante: «tus tetas no se pueden operar», «van a quedar mal»… cualquier cosa. Cuando la cirujana me preguntó cuándo había empezado a pensar en operarme, le contesté: «la mañana del día en que con 12 años me levanté y me di cuenta de que tenía unas tetas enormes». «Ah, eso es dismorfía primigenia», creo que dijo. «Se llama así cuando desde el primer momento no estás a gusto con tus pechos». Me contó todo el proceso y, después, me pidió que me desnudara. «Vaya, es que disimulas mucho, vestida no parece tanto». «38 años disimulando, soy casi como Mortadelo y sus disfraces. Si me empeño mucho te puedo hacer creer que tengo una 85B».</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: #333333; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: #333333; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> «Opero lunes, miércoles y viernes, elige el día que quieras».</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: #333333; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="background-color: transparent; color: #333333; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Elegí día y hace poco más de un año, exactamente un año y quince días, me quité tetas. 750 gramos fuera de mi cuerpo. Salí del hospital con dos drenajes, un vendaje, muchos puntos que no me veía y una sonrisa en la cara. Ha pasado un año y quince días y ya no tengo drenajes ni vendaje y las cicatrices han ido desapareciendo. Sigo sonriendo casi todo el tiempo. Me acuerdo muchísimo de la niña de la camiseta fucsia y de sus hombros caídos. Pienso en que tenía que haberlo hecho antes para luego darme cuenta de que antes no hubiera podido ser: fue cuando tocaba. También le doy vueltas a las veces que he dicho que la cirugía estética no me gusta y que nunca me pincharé bótox o me rellenaré los pómulos o los labios. No tengo planes de hacer ninguna de esas cosas porque no tengo problemas con mi cara. ¿Podría tener menos arrugas? Sí. ¿Me importa? No. A mí me importaban mis tetas. Sabía que estaría mejor con ellas más pequeñas. Lo supe desde aquel verano en que no me quité la camiseta fucsia. </span><span style="color: #333333; white-space-collapse: preserve;">«Las que se ponen a veces se arrepienten. Las que se quitan no se arrepienten nunca», me dijo la doctora que me hizo las mamografías previas. No lo sé, no me importa nada lo que otras mujeres hagan o dejen de hacer. Yo sabía que no iba a arrepentirme. He tardado un año y quince días en escribir esto. No tenía por qué escribirlo, lo sé. Podía ser una de esas cosas que (me) pasan de las que no escribo nunca pero hoy, al releer mis cuadernos y encontrarme con esa cita de Sempé, he pensando: hoy es el día. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="color: #333333; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></span></p><div style="text-align: left;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Estoy en Cicely con mis amigos pasando unos días. «¿Qué haces? Escribir la </span><span style="color: #333333; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">newsletter</span><span style="color: #333333; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">. ¿De qué vas a escribir? De mis tetas. Por favor, por favor, escribe: “¿Ha visto usted mis tetas?" A</span><span style="color: #333333; white-space-collapse: preserve;">quí estoy con las mismas personas que estaban conmigo cuando cumplí 13 años y me cayó un complejo encima. Ahora me ven erguida, con camisetas estrechas y, si quiero, sin sujetador.</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="color: #333333; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="color: #333333; white-space-collapse: preserve;"> </span><span style="color: #333333; white-space-collapse: preserve;">«Estás feliz».</span></span></div><p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Si quieres recibir las entradas en el correo, <a href="https://cosasqmepasan.substack.com/">te puedes suscribir aquí.</a> </span></p>molinoshttp://www.blogger.com/profile/14776225440298083660noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-8244549242466085173.post-17733786427421618342023-11-05T06:30:00.001+01:002023-11-05T06:30:00.148+01:00Lecturas encadenadas. Octubre<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> </span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZU2X8Hlvx0XmajCEdpuCUEnuLX-llml85_HuZoy4_8aYuFPlh7cJaBg4lOLIe1QDtPqxJI0x9L8N2cM_j7DF1AR0kr2hRZZUM3auhEZoEbMu3TdfcfbtvFzqrwrBixhNWYA-QbbSKE0RZlyYEs_Bii26WrJRg0Lx-8ZEAqRdWLdtCE4yiRCwLTpbChFbM/s543/a4eb62cbc7bfbe0302d2cdbb93b37a4f.jpeg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="543" data-original-width="400" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZU2X8Hlvx0XmajCEdpuCUEnuLX-llml85_HuZoy4_8aYuFPlh7cJaBg4lOLIe1QDtPqxJI0x9L8N2cM_j7DF1AR0kr2hRZZUM3auhEZoEbMu3TdfcfbtvFzqrwrBixhNWYA-QbbSKE0RZlyYEs_Bii26WrJRg0Lx-8ZEAqRdWLdtCE4yiRCwLTpbChFbM/w472-h640/a4eb62cbc7bfbe0302d2cdbb93b37a4f.jpeg" width="472" /></a></span></div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">El mes de octubre comenzó con un fin de semana de cumpleaños en una casa en los Montes de Toledo. Fue un fin de semana luminoso, de inesperados pantalones cortos en octubre, de vino, risas, pies en la piscina y muchísima comida. Fue un fin de semana en el que en algunos ratos parecíamos </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Los amigos de Peter</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, en otra una partida de colonos británicos en la sabana africana con nuestras mesas de picnic y nuestras copas de cava y, en otros, una discoteca de los noventa con coreografías imposibles y bocatas de calamares para matar el hambre que la diversión da. </span></span><p></p><span id="docs-internal-guid-9eb434db-7fff-6806-abd0-2797b2f29737"><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></div><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">A la terraza de esa casa, inmensa y con vistas a los tejados del pueblo y al campo, asociaré para siempre la lectura de </span><a href="https://pressgazette.co.uk/podcasts/the-economist-podcasts-paywall-subscriptions/" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">La luz difícil</span><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, de Tomás González.</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> Me levantaba pronto y subía a la terraza a leer mientras disfrutaba de mi desayuno. Más pronto de lo que a mí me hubiera gustado los demás habitantes de la casa iban apareciendo, con lo que la lectura se hacía imposible; pero el hecho de estar desayunando con un libro entre las manos provocó miradas de curiosidad y preguntas. «¿Qué lees?» «¿De qué va?» «¿Qué tal está?» No me gusta nunca contar de qué va un libro porque me parece siempre una responsabilidad inmensa. En esas dos o tres frases te juegas el que la otra persona decida leerlo o, por lo menos, apuntárselo en el </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">chat</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> de whatsapp que tiene consigo mismo o que diga: «bah, a mí ese tema no me interesa». Si pienso en cualquiera de mis libros favoritos e intento responder a la pregunta «¿de qué va?» la respuesta que podría dar es tan pobre que creo que ni yo misma me animaría a leerlos. «</span><a href="https://www.cosasqmepasan.com/2010/04/el-ultimo-encuentro-sandor-marai.html" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Va de dos amigos que eran muy amigos y se enfadaron por una cuestión y se reencuentran cuando ya son ancianos»</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">. «Pues trata </span><a href="https://www.cosasqmepasan.com/2011/04/cannery-row-de-john-steinbeck.html" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">de un pueblo de California donde viven una serie de personajes desarrapados </span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">cada uno con sus peculiaridades, y en realidad no pasa nada». «Va de </span><a href="https://www.cosasqmepasan.com/2014/06/lecturas-encadenadas-mayo-i-parte.html" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">dos matrimonios neoyorkinos </span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">y cómo crecen según se van haciendo mayores con sus glorias y sus mierdas». «</span><a href="https://www.cosasqmepasan.com/2021/01/lecturas-encadenadas-diciembre.html" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Va del último habitante de un pueblo pequeño del Pirineo aragonés»</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">. Yo nunca pregunto de qué va un libro, ni siquiera leo la contraportada. Llego a ellos por recomendaciones o preguntando a la persona a la que veo leyéndolo «¿por qué estás leyendo ese libro?» </span></span></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></div><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Dicho esto, </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">La luz difícil </span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">llegó a mis manos porque me lo enviaron desde la editorial Sexto Piso. Contra lo que alguien pudiera creer a mí no me mandan muchos libros, casi ninguno de hecho, porque siempre advierto a las editoriales que si no me gusta lo diré. Entiendo que es un riesgo que no quieran correr y, además, yo prefiero comprarme lo que me apetece sin tener compromisos lectores. No sabía nada de Tomás González ni de su libro y lo primero que descubrí es que es una reedición: se publicó por primera vez en 2011. </span></span></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></div><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Me gustó muchísimo. Es un libro tristísimo, casi al nivel del que «va del último habitante de un pueblo pequeño del Pirineo aragonés». Los dos temas principales son el amor y la muerte pero, sobre todo, el amor: a una pareja, a los amigos, a los hijos; pero, sobre todo, al hecho de estar vivo. Tiene una intimidad casi táctil. ¿Qué quiero decir con esto? Pues que cuando lo estás leyendo estás en la casa en la que transcurren unas horas agónicas que marcan la vida del protagonista, David. Hueles la comida que preparan, el jabón que usan para lavarse las manos, los cojines y las mantas del sofá donde se reúnen a charlar, los olores de una casa que los que viven en ella no detectan. Sientes el tacto de los muebles que han acumulado capas de vida familiar y ves cambiar la luz que entra por las ventanas que dan a un pequeño cementerio en Manhattan. La acción transcurre en dos lugares alejados entre sí: el presente del protagonista, David, que es un anciano viviendo en Colombia en una casa en el campo y en donde también sientes el verde de la vegetación, el eco de su vida solitaria, los sonidos de la lluvia tropical... y Nueva York, a donde nos lleva con lo que está escribiendo para recordar o, mejor dicho, para no olvidar. </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">La luz difícil</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> se lee con todos los sentidos alerta, esperando un momento que sabe que va a llegar pero que no sabes cuándo será. Sientes la misma anticipación agónica de los personajes. Quieres que pase cuanto antes para dejar de sufrir la espera y al mismo tiempo quieres que la espera no termine nunca. </span></span></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></div><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">No quiero contar nada más sobre lo que ocurre porque creo que es un libro al que hay que entrar como se entra a casa de unos amigos queridos: abrir la puerta y encontrarte con ellos. Me ha gustado muchísimo pero cuando he vuelto a él a ver cuantas esquinas había doblado, he descubierto que ninguna y me ha parecido bien. No es un libro con frases relumbrantes que resuman en tres líneas una verdad vital. Su mayor logro, el mayor acierto de González es que leyendo </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">La luz difícil</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> se tiene la sensación de estar conociendo una vida que se está viviendo, paladeando, encajando y disfrutando y sufriendo a partes iguales, pero con la consciencia de lo increíble que es estar vivo. </span></span></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></div><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Salid ahora mismo a comprarlo o sacarlo de la biblioteca. </span></span></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></div><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Ahora viene la parte difícil. ¿Cómo le dices a alguien que te cae fenomenal, que te parece adorable y brillante, que su nueva novela te ha parecido espantosa? ¿No se lo dices? ¿Mientes? Llevo un mes pensándolo pero es que yo no sirvo para mentir (en esto) y además creo que mi opinión va a ser una gotita de agua en un mar de halagos, cumplidos y loas de gente que ha encontrado la novela maravillosa. Quién sabe, a lo mejor soy yo la equivocada. Lo mejor es hacerlo por carta. </span></span></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></div><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">«Querido Manuel, </span></span></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></div><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Sabes que te aprecio. Nos conocemos por amigos comunes y todas las veces que hemos coincidido ha sido un placer charlar contigo, intercambiar algunas risas y una vez te libré de presentar un libro horrible. Podría decirte, como hacen los cursis y los cobardes, que esto me duele más a mí que a ti, pero no es verdad. Sinceramente creo que a ti tampoco te va a doler porque estás teniendo un éxito impresionante del que me alegro sobremanera y no creo que mi opinión sincera vaya a perturbarlo. Espero, además, que agradezcas mi sinceridad o que, por lo menos, la próxima vez que nos veamos no me escupas. </span></span></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></div><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Mirafiori</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> no me ha gustado nada. Nada de nada. Me he enfadado muchísimo mientras la leía porque quería que me gustara, quería poner en </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Instagram</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> que me había chiflado y recomendarla para que la gente corriera a comprarla, pero no ha habido manera. No me he creído nada, ni a él, ni a ella. Miento: el capítulo en el que él, loco de celos, entra en una espiral de espionaje en redes digna de Jason Bourne sí me lo creí. ¿Por qué? Porque todos hemos estado ahí, todos hemos hecho eso. Tú eres más joven, pero yo incluso hice algo así en un mundo pre redes sociales. Ese agujero negro de obsesión es uno de los lugares más terribles al que nos lleva el final de una relación y uno de los más vergonzosos. Que lo hayas dejado escrito en </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Mirafiori</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> sabiendo que todo el mundo, o mucha gente, va a pensar que es algo en cierta manera autobiográfico es un mérito que te reconozco. ¿El resto? Para mí es terrible. No quiero ahondar en lo que menos me ha gustado (la escena en la catedral de Santiago, en fin) porque creo sinceramente que eres un tío con muchísimo talento. A lo mejor alguien me acusa de tener favoritismos, de no recrearme en esta crítica como me recreé en otras. Y tendrán razón, no me recreo porque te aprecio y porque esto es mi </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">newsletter</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> y despellejo lo que quiero. Enhorabuena por tu éxito, me alegro muchísimo. Siempre asociaré tu libro al aeropuerto de Barajas, sé que no es una asociación preciosa pero tiene su encanto.»</span></span></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></div><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Con </span><a href="https://amzn.to/3MvrxHB" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">El violín de Lev, una aventura italiana</span><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, de Helena Atlee,</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> terminé octubre. De esta historiadora inglesa leí hace unos años </span><a href="https://www.cosasqmepasan.com/2018/03/lecturas-encadenadas-febrero.html" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">El país donde florece el limonero,</span><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> </span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">un libro de viajes e historia por Italia para comprender el cultivo de cítricos, sus orígenes y su importancia histórica, social, económica y artística. En </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">El violín de Lev </span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Atlee nos lleva de nuevo al país transalpino pero esta vez vamos siguiendo la pista de un viejo violín. ¿Será un violín de los conocidos como «viejos italianos», fabricado en Cremona por Amati, Stradivari o Guarini del Gesú? Por supuesto yo no sabía absolutamente nada de violines, creo que ni siquiera soy capaz de distinguir un violín de un viola, y no había pensado que pudieras enamorarte del sonido de un violín, que no sonaran todos más o menos iguales (Ya he hablado alguna vez de mi completa ausencia de oído musical). Del libro de Atlee sales conociendo muchísimo de la historia de los violines, te lleva a los talleres, a los bosques en los que se talan los pinos con los que se fabrican, a conocer a los </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">luthiers </span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">que los crean, los reparan y los miman; a los comerciantes que, en su día, los hicieron famosos fuera de Italia; a los expertos y hasta a los </span><span style="background-color: white; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">dendrocronólogos </span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">que los datan. Es una historia apasionante en la que al final te da igual si el violín de Lev es uno de esos viejos italianos o no, es la excusa para sumergirte con Atlee en un mundo desconocido lleno de pequeños detalles. ¿Lo recomiendo? Por supuesto que sí, es una delicia de viaje. Eso sí, creo que me gustó más el limonero. </span></span></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></div><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Han llegado las noches tempranas, a ver si consigo aprovecharlas para encerrarme en casa, no ver a nadie y leer muchísimo. A ver si hay suerte. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Si quieres recibir las entradas en el correo <a href="https://cosasqmepasan.substack.com/" target="_blank">puedes suscribirte aquí. </a></span></span></p><div><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></div></span>molinoshttp://www.blogger.com/profile/14776225440298083660noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-8244549242466085173.post-39612111103881624652023-10-29T06:30:00.001+01:002023-10-29T06:30:00.152+01:00Banda sonora de una semana cualquiera de otoño<div style="text-align: left;"><span style="font-family: inherit;"> <div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhMIByQYENicAyM8Em9GWNhqIirO_hOs01wOPjO-LB_pBpEE3LtngehwY1HzSoEDV9rJjQ5nv6ENUIWyx3rKNSUHNhoQ9vbCOXXQNSACnUilyMT5gdZNzV0ibiAJgvt1X68-XrL38_P2ihW5KYCmrw4MVA3oB6hbn_hkAD5xjynSbMAlRDGLZOQkoul0Q_E/s1600/WhatsApp%20Image%202023-10-25%20at%2010.40.46.jpeg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhMIByQYENicAyM8Em9GWNhqIirO_hOs01wOPjO-LB_pBpEE3LtngehwY1HzSoEDV9rJjQ5nv6ENUIWyx3rKNSUHNhoQ9vbCOXXQNSACnUilyMT5gdZNzV0ibiAJgvt1X68-XrL38_P2ihW5KYCmrw4MVA3oB6hbn_hkAD5xjynSbMAlRDGLZOQkoul0Q_E/w480-h640/WhatsApp%20Image%202023-10-25%20at%2010.40.46.jpeg" width="480" /></a></div><span style="font-style: italic; white-space-collapse: preserve;">Autumn leaves are falling like the rain<br /></span></span><span style="font-family: inherit; font-style: italic; white-space-collapse: preserve;">And it falls on me, once again<br /></span><a href="https://open.spotify.com/intl-es/track/5OsQW2NKnrhS4RjDRLUfje?si=8d095f8b8b494c92" style="text-decoration-line: none; white-space: pre;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; text-wrap: wrap; vertical-align: baseline;"><span style="font-family: inherit;">Sylvie</span></span></a></div><span id="docs-internal-guid-01b9f167-7fff-42fe-ef98-105b641008c8"><span style="font-family: inherit;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">El jueves descubrí esta canción en la </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">newsletter</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> de la cabaña de Eva Morell. La añadí automáticamente a mi lista de canciones que me gustan y que nunca encuentro el momento de volver a escuchar pero hoy, sábado, mientras </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">in extremis</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> escribo esto, me he acordado de ella y aquí ando, con mis súper auriculares, absorta en la canción y tratando de que la concentración no me abandone hasta llegar al final. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Esta semana ha sido como otra cualquiera. El sábado pasado escuché un </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">podcast </span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">sobre las razones por las que el tiempo pasa más rápido cuando te vas haciendo mayor y la periodista que lo contaba decía que ella tenía en la pared de su cuarto un calendario gigante formado por 90 líneas de 52 cuadrados cada una. Cada domingo tachaba uno de esos cuadrados: era una manera de ver su vida pasar, de ser consciente de que otra semana que nunca volvería a vivir acababa de terminar. Hablaba también de que para que el tiempo pase más despacio hay que ser consciente de lo que te pasa, hacer cosas distintas. </span></span></p><span style="font-family: inherit;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit;">Get away from me,</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit;">Just get away from me</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit;">This isn't gonna be easy</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><a href="https://open.spotify.com/intl-es/track/5LWAKsLepei5ZR0WsOWoRW?si=9e3d17284a464595" style="text-decoration-line: none; white-space: pre;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; text-wrap: wrap; vertical-align: baseline;"><span style="font-family: inherit;">Counting Crows</span></span></a></p><span style="font-family: inherit;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit;">Esta canción que suena ahora me duele como cuando me dolía el amor… esa angustia emocional en la que creías que te ibas a ahogar. No sé si esta semana he hecho cosas distintas, pero pensar en todo lo que (me) ha pasado me da la sensación de que ha sido provechosa o, al menos, aprovechada. </span></span></p><span style="font-family: inherit;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit;">Trying to make it real compared to what</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit;">President's got his war</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><a href="https://open.spotify.com/intl-es/track/32hdwm17L8lc2OfBxfarsJ?si=aa1e9b7dc1004e97" style="text-decoration-line: none; white-space: pre;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; text-wrap: wrap; vertical-align: baseline;"><span style="font-family: inherit;">Compared To What </span></span></a></p><span style="font-family: inherit;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">El jueves comprobé que el vino me emborracha más que cualquier otra cosa. Me encanta y me emborracha. Entre tres nos bebimos dos botellas, arreglamos el mundo y luego, como en los buenos tiempos, nos quedamos en el coche hablando hasta que se hizo indecentemente tarde, tan tarde que al acostarme solo pude pensar «menos mal que mañana teletrabajo». He ido en bici a trabajar cuatro días y ya me atrevo a ir hasta la puerta del curro subiendo por la Gran Vía. Me han regalado un casco para que me juegue un poquito menos la vida. Me encanta ir en bici atravesando El Retiro. Lo único malo es que no puedo escuchar </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">podcasts</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">. No entiendo a la gente que no ve lo peligrosísimo que es ir en bici por Madrid aislado acústicamente de todo lo que ocurre a tu alrededor. Otro efecto colateral de mi nueva faceta ciclista es que los bolsos han desparecido de mi vida: voy a todas partes con una mochila con la que, sin llegar al nivel de </span><a href="https://amayaascunce.substack.com/" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">mochila del fin del mundo de Amaya Ascunce,</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> podría sobrevivir una temporada: cuadernos, estuche, cartera, neceser, bolsa de táper, gafas, llaves, casco. Me falta una muda y casi parece que me he escapado de casa por amor. </span></span></p><span style="font-family: inherit;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit;">Me sigues gustando</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit;">Te sigo soñando</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit;">Es esta la forma </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit;">que tengo, cariño,</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit;">de demostrarlo. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><a href="https://open.spotify.com/intl-es/track/1wyUCUuGYv9MLLL171n8mU?si=1cbf969593264351" style="text-decoration-line: none; white-space: pre;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; text-wrap: wrap; vertical-align: baseline;"><span style="font-family: inherit;">Luz Casal & De Pedro</span></span></a></p><span style="font-family: inherit;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">«Qué maravilla, qué trabajo más fino te han hecho», me dijo la enfermera que me revisó la cicatriz de la operación de la semana pasada. Debe de ser preciosa, una obra maestra, pero yo no la veo porque está en medio de la espalda y lo único que sé es que cuando me giro por las noches me tiran los puntos. He pasado ocho horas en un estudio de sonido montando episodios de </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">podcasts</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> con un hombre muy guapo, muy encantador y muy joven que se distrae con el vuelo de una mosca y al que llegó un momento en que le dije: «venga, chaval, que cuando terminemos te doy un </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">gomet</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> verde». Le pregunté a mis amigos del vino si era posible que un hombre mucho más joven (no es el técnico de sonido, no nos hagamos líos) que yo estuviera flirteando conmigo o eran imaginaciones mías. Me aseguraron que era muy posible. No sé muy bien qué hacer con esa información, la he dejado en un cajón. </span></span></p><span style="font-family: inherit;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit;">See this ancient riverbed</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit;">See where all my folly's led</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit;">Down by the water, and down by the old main drag</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><a href="https://open.spotify.com/intl-es/track/6YkVFN2td2TOgkNTqMpATZ?si=32862ae5d6e14035" style="text-decoration-line: none; white-space: pre;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; text-wrap: wrap; vertical-align: baseline;"><span style="font-family: inherit;">The Decemberists</span></span></a></p><span style="font-family: inherit;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">He triunfado totalmente regalándole a un amigo un libro que tiene en la cubierta la fotografía de dos famosos escritores en la playa, desnudos con las colas al aire. «El día que yo pueda poner una foto mía con la chorra a la vista en una portada será que el mundo ha vuelto a ser un lugar sensato, libre e inspirador». Le debía un regalo por su cumpleaños y él me lo estaba reprochando a pesar de que dice que no le gustan los cumpleaños, que le dan igual. Paseando por Bruselas encontré este libro que para mí tiene un significado muy especial y </span><a href="https://www.cosasqmepasan.com/2014/03/granada-octubre-1998.html" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">fue una de esas carambolas existenciales </span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">que justifican por qué le debía el regalo desde febrero. </span></span></p><span style="font-family: inherit;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit;">I only wanted to be some kind of friend, hey</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit;">Baby, I could never steal you from another</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit;">It's such a shame our friendship had to end</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="color: #1155cc;"><span style="white-space-collapse: preserve;"><i><u>Purple rain, purple rain</u></i></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit; white-space-collapse: preserve;"><a href="https://open.spotify.com/intl-es/track/54X78diSLoUDI3joC2bjMz">Prince</a></span></p><span style="font-family: inherit;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit;">Me he comprado un traje de chaqueta de cuadros azules y grises con el que espero que, cuando lo lleve, me digan «pareces un payaso». También me compré tres cuadernos finos de Muji para usar en el trabajo y tratar de aligerar la mochila. He comprado pan de centeno por primera vez en mi vida y flores para un amigo que ahora anda hecho un lío intentando encontrar un jarrón adecuado. He hecho ejercicio cinco mañanas antes de desayunar y sigo odiando las zancadas. Me he sorprendido a mí misma limpiando los rodapiés de mi casa y me he enfadado muchísimo, así que me he levantado y he dejado de hacerlo inmediatamente. ¿A quién le importan los rodapiés? </span></span></p><span style="font-family: inherit;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit;">Sometimes I feel like throwing my hands up in the air</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit;">I know I can count on you</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit;">Sometimes I feel like saying: “Lord, I just don't care”</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><a href="https://open.spotify.com/intl-es/track/244AvzGQ4Ksa5637JQu5Gy?si=846f79153af74d66" style="text-decoration-line: none; white-space: pre;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; text-wrap: wrap; vertical-align: baseline;"><span style="font-family: inherit;">Florence + The Machine</span></span></a></p><span style="font-family: inherit;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">He hablado con gente que estaba en Chile, México, Italia y Argentina y el lunes me embarqué al llegar a trabajar en el increíble trabajo de preparar lasaña de calabaza, avellanas, pasas y bechamel de gorgonzola. Cuando llevaba una hora y media en la cocina pensé: «¿qué cojones estoy haciendo?» Pero, al contrario que los rodapiés, esto no podía dejarlo a la mitad y acabé tan agotada que no cené. «Está buena pero sabe dulce», me dijeron las brujas con las que vivo después de todo mi esfuerzo. He terminado la tercera temporada de </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Doctor en Alaska</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, que sigue siendo un lugar feliz, un sitio en el que quiero quedarme a vivir. He abierto una cuenta corriente remunerada y me he sentido casi tan adulta como la primera vez que fui al cajero a sacar dinero. He llevado a la tintorería una alfombra que, en teoría, tenía que haber llevado mi hija en junio. Algo que no ha sucedido porque «me da vergüenza ir por la calle con una alfombra». Estuve un rato esperando a que apareciera un italiano llamado Andrea que, cuando apareció, resultó ser una chica encantadora casi tan friki de los </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">podcasts</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> como yo y que al día siguiente me mandó un </span><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">mail</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> con uno de las cosas más bonitas que me han dicho nunca: «qué suerte tiene la gente que trabaja contigo». Creo que esto es lo que más ilusión me ha hecho de toda la semana, mucho más que salir en la lista de 500 mujeres más influyentes de España entre Ana Rosa Quintana y Nuria Roca. </span></span></p><span style="font-family: inherit;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit;">Ain't got no home, Ain't got no shoes,</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit;">Ain't got no money, Ain't got no class,</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit;">Ain't got no skirts, Ain't got no sweater,</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit;">Ain't got no perfume, Ain't got no love,</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit;">Ain't got no faith</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><a href="https://open.spotify.com/intl-es/track/0p9kp28VdoiuIxgzkzhZLU?si=e8ba7f84a1ab4766" style="text-decoration-line: none; white-space: pre;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; text-wrap: wrap; vertical-align: baseline;"><span style="font-family: inherit;">Nina Simone</span></span></a></p><span style="font-family: inherit;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: inherit;">El miércoles Leontxo García me preguntó si estaba bien, si estaba feliz. Le sonreí y le dije: «Pues sí, Leontxo. Bastante». «Me alegro mucho», me contestó. </span></span></p><span style="font-family: inherit;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Ha empezado el horario de invierno. Empieza </span><a href="https://open.spotify.com/intl-es/track/340t55txxJWQmTFK7wARZh?si=82502f39d26d400e" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">mi mejor momento del año</span></a><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, las semanas que más me gustan. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Si quieres recibir las entradas en el correo <a href="https://cosasqmepasan.substack.com/">puedes suscribirte aquí. </a></span></span></p><br /><br /><br /></span>molinoshttp://www.blogger.com/profile/14776225440298083660noreply@blogger.com5