viernes, 30 de enero de 2015

Lecturas encadenadas. Enero

Lo único bueno de mis 20 días de enfermedad han sido los desvaríos y la cantidad de tiempo que he tenido para leer. Lo malo es que este post va a ser larguísimo pero como sé que un 60% de los descerebrados entran y dicen “Mierda, libros. Paso que me agobio con todo lo que lee / Paso que no coincidimos en gustos”

El otro 40% es público entregado y sé que va a leer el post entero. 

Pero os quiero a todos igual. No, mentira. A los que leen estos posts, un poco más. 

Empecé el año con Clea, el último tomo de El Cuarteto Alejandría de Lawrence Durrell. Sobre esta tetralogía ya lo dije casi todo en el post anterior de lecturas encadenadas. Al terminarlo he pensado que es evidente la influencia de esta obra en Modiano y su “Café de la juventud perdida”. Ambas historias cuentan con múltiples puntos de vista caleidoscópicos y con una ciudad, Alejandría en el caso de Durrell y París en el de Modiano, que es un personaje más de la historia. 

Me ha encantado releerlo y desde luego lo recomiendo. 

“Recuerda, si a una chica no le gusta bailar y nadar, jamás sabrá hacer el amor.” 
 “- ¿Me tienes miedo?  - No, ni a ti ni a mi. -  ¿Imaginaste esto alguna vez?-  Los dos debemos de haberlo imaginado. De lo contrario no hubiera ocurrido jamás.” 

En una noche de insomnio y enfermedad, tras pelearme conmigo misma un par de horas, decidí que era mejor pelearme con un libro. El que tenía más a mano era A cuento de nada de Rafa Pons. No sé si me lo regaló cuando fui a su concierto (yo le regalé el mío) o si lo compré. Lo tengo dedicado.

Confieso que empecé a leerlo con pereza extrema y con todos los prejuicios del planeta metidos en la cama conmigo. ¿Un cantautor que escribe? O es un llorón o una colección de chistes malos. Resultó ser una colección de relatos, unos de varias páginas y otros microcuentos, con historias de parejas, de soledad, de amor y de desamor. Negaré haber dicho esto pero pronto me encontré doblando muchísimas esquinas para copiar párrafos en mi cuaderno a pesar de que mi ego se rebelaba contra la idea de identificarme con un cantautor. 

Voy a ser sincera, Rafa Pons no es Proust, ni Steinbeck ni Vargas Llosa, pero los relatos están llenos de frases que me han dejado del revés. Es un libro pequeño, menudo, ideal para llevar en el bolsillo del abrigo mientras se pasea o se espera a alguien y releer alguno de los relatos hasta aprenderlos de memoria igual que se tararea una canción que has escuchando mil veces pero que te sigue diciendo “algo”. (Además he entrado en un bucle adictivo con su música, pero ese es otro tema.)

“Me estoy empezando a preocupar. Creo que no consigues olvidarme”

 “Hoy tu y yo, desnudos en esta playa medio desierta fumando y cabalgándonos bajo la luz de la luna emulamos esa felicidad y casi casi lo logramos. Que putada crecer. Qué mierda que solo podamos ser plenamente felices cuando somos absolutamente libres." 

Los Surcos Del Azar de Paco Roca. El primer comic del año, me lo trajeron los Reyes. Se parece a Maus en la historia y a los comics sobre Berlin de Jason Lutes en el dibujo. Es la historia de los españoles que tras la Guerra Civil y después de tener que huir a África en unas condiciones espantosas, acabaron enrolados en el ejército francés y combatiendo contra los nazis confiando en que las potencias aliadas luego les ayudarían en España. 

Paco Roca cuenta la historia al estilo de Spiegelman, desde el presente mirando al pasado a través de la historia de Miguel. Me ha gustado muchísimo y he aprendido cosas sobre la historia después de la Guerra Civil. Todos a leerlo. 

 “- Eso es algo que me parece increíble. Personas que se separan en un momento dado y después de pasar mil aventuras se reencuentran en un lugar perdido. - Parece mentira pero pasaba (pasa). Los surcos del azar que decía Machado.” 

Marcos Ordoñez y su niñez contada en Un Jardín Abandonado Por Los Pájaros. Antes de seguir leyendo, compradlo. Ya. Ahora. 

Es un libro maravilloso que te sorprende, te acoge, te acompaña y te lleva de la mano por historias, recuerdos y personajes, su propia familia que comprendes y acabas queriendo. Marcos Ordóñez tiene, además, un sentido del humor inteligente y crítico muy difícil de encontrar hoy en día. Por si todo esto fuera poco escribe tan maravillosamente bien que le odias un poco. 
“Mi madre contribuía al menú traumático con un plato de nombre ensoñador, esfericidad sospechosa y contenido intrigante: buñuelos de Paris. Más datos de cata: óptimo rebozado (léase astuto camuflaje), textura blandilocuente con cenagosa viscosidad central; retrogusto indefinible con turbias notas agridulces. No estaba yo en la edad de pillar la alusión diáfana de la frase “De lo que se come se cría” que mi madre repetía empujando el tenedor hacia mis prietos labios, ni para columbrar el sentido profundo de la leyenda que asegura que los niños vienen de la capital francesa. Otro gallo me hubiera cantado, porque los buñuelos aquellos eran criadillas, vulgo cojones de carnero, que por algo era (y es) mi signo zodiacal."
Por sino os he convencido hablé de este libro en mis desvaríos.


Londres bajo tierra de Peter Ackroyd llevaba años en mi lista y lamentablemente ha sido una desilusión. Londres es una gran ciudad con todo un mundo en subsuelo: ruinas de templos, de iglesias, escondites, catacumbas, ríos encauzados y tapados, alcantarillas, túneles del metro. De todo esto habla Ackroyd pero el libro es casi una enumeración de todas estas cosas con poca explicación o historia. Además, como no lleva mapa, el lector se encuentra leyendo sobre zonas, nombres, situaciones geográficos que no le dicen nada. Creo que puede ser un buen libro para viajar con él a Londres y pasear siguiendo los sitios que va contando pero para leer en casa ha sido una desilusión.

El malentendido de Irene Némirovsky, también regalo de Reyes. El malentendido es su primera novela y se publicó en 1930. Todo lo que luego desarrollaría en sus mejores novelas está presente en ella y todo lo que es superfluo o cursi en esta historia desaparece después a favor de la crueldad, la ironía y el humor negro.

Es la historia de un amor idealizado y dependiente entre dos personajes que no caen bien pero que están perfectamente trazados. Está un poco en el estilo de Zweig en Carta de una desconocida aunque con muchísimo más crueldad.

Se lee rápido, entretiene y tiene el encanto de las historias de amor cotidianas ambientadas hace casi un siglo. Como decía mi abuela es un poco de “amor y lujo”. Y tiene la gracia de transcurrir en parte en Hendaya y el País Vasco, resulta curiosa la visión que de esas zonas tenía una expatriada rusa que vivía en París.

 “Y en cuánto al amor…debía de ser una sensación de paz, de calma, de infinita serenidad…El amor debía de ser el descanso, si es que eso existía.”

Y con esto y un bizcocho hasta los encadenados del mes de febrero en los que para empezar hablaré de espías de la II Guerra Mundial.

El cuadro es de Christopher Stott. 

20 comentarios:

Diva Gando dijo...

Prime!! y es cierto... no coincidimos en gustos.

Diva Gando dijo...

Aún así me lo leo todo.

La hierba roja dijo...

Que sepas que soy de las que se leen estas entradas enteras. Siempre. Aunque no siempre coincidimos, tengo apuntado el cuarteto y me acabo de anotar "Los surcos del azar", no eres la primera que habla maravillas de él.

El libro de Ordoñez lo voy a dejar estar de momento... que al final no doy para tanto.

Un besazo.

Anónimo dijo...

Me lo leo entero y lo agracezco siempre aunque a veces no comente
Nati

Anniehall dijo...

Leído. Me llaman todos menos el de Londres por lo que cuentas.

Tengo un reencuentro casi increíble. Uno de mis abuelos pasó la guerra en un hospital. En la pedida de mano de mi madre se reencontró, unos treinta y cinco años después, con el farmacéutico de aquel hospital. Era el primo del que iba a ser su consuegro, o sea, de mi otro abuelo.

B dijo...

Leído, claro. He leído mucho al otro Durrell y me ha creado el prejuicio de su hermano estirado y aburrido, no sé si me decidiré a cambiar de hermano.

Amor y lujo es bien. Me lo pido. He leído maravillas sobre el último de Marcos Ordóñez, está en la lista infinita de libros pendientes.

Albert dijo...

Inexplicablemente, no sé cómo no he leído aún el de Marcos Ordóñez. No suelo perderme ninguno de sus artículos y, en cambio he ido posponiendo este libro. A ver si con tu acicate pongo remedio. Los surcos del azar es una gozada. La historia de La 9 me fascina hace años y la manera en que la ha recreado, tomando como protagonista a uno de sus miembros más míticos, es magnífica.
Me dejas con muchas ganas de saber de tu próxima lectura. Suerte que febrero es más corto !

vizcondesadesaintluc dijo...

Buenos días Molinos,

Yo soy de las que leo los posts enteros pero rara vez comento.

Un saludo afectuoso,
La Vizcondesa de Saint-Luc

Anónimo dijo...

Me apetece el de Marcos Ordóñez un montón.
Bonito cuadro.
Sonia.

Anónimo dijo...

Leído... Como siempre. Gracias a estos post descubrí a Auster.... Gracias

lo+ dijo...

Yo siempre leo los encadenados, me gustan mucho y los agradezco.....pero mes a mes se amplia mi lista de futuras lecturas y ya tengo que anotarlas en un cuaderno...de este post anoto mas...el de Ordoñez, el de los surcos del azar...siempre llevo un librito en el coche y a lo mejor intento el del cantautor..puf..a este paso lleno el cuaderno!,
Gracias Moli!,

Tita dijo...

El del jardín cae, seguro.
Besos

Anónimo dijo...

Yo no me los leo cuando los publicas pero si cuando me interesa conocer libros nuevos (una vez cada dos o tres meses aprox. O sea que al final me los acabo leyendo si o si jeje.

NáN dijo...

Los de Durrell, Modiano y Némirovski ya los leí. De los otros es el de Marcos Ordóñez el que más me apetece, aunque por razones que conoces no lo podré leer durante un largo tiempo.

Ha sido un buen mes lector para ti. Me alegro que El Refugio siga funcionando.

molinos dijo...

Gracias Diva, aunque no coincidamos....pero el de Marcos Ordoñez te gustaría.

Hierbaroja, Los Surcos del Azar te gustará, es una especie de Maus a la española pero está muy bien. A mí me ha encantado.

Gracias Nati.

Anniehall el de Londres es una pena, le tenía muchísimas ganas pero ha sido una desilusión. Si te gusta Rafa Pons animate a escucharlo....próximamente en concierto en Madrid. Y esas coincidencias son alucinantes.

Bichejo, Gerarld pone a su hermano a caldo y es verdad que a su lado es un cursi pero El cuarteto es maravilloso. El de Nemirovsky te gustará pero ya te digo que amor y lujo absurdo. Y el úlimo de Marcos Ordoñez, Big time, no lo he leído pero este me ha encantado.

Albert, no dejes el de Marcos Ordóñez para más adelante, es maravilloso. Estaba terminado un libro sobre los superespias de la II GUerra Mundial que tejieron el engaño para el dia D. Muy entretenido y con una parte de la historia de la guerra que no conocía.

Vizcondesa, gracias.

Sonia, ya me dirás si te gusta.

Anónimo, ¡como me alegro del descubrimiento! Espero que sean muchos más.

Lo+,el de Rafa Pons para el coche es perfecto. ¡Ya me dirás!

Tita, pues ya me contarás.

Anónimo, gracias... me alegra que vuelvas a ellos buscando inspiración.

Nán, ¿que te pareció el de Nemirovsky?

Unknown dijo...

Los surcos del azar me encantó. Lo que más me ha gustado de Paco Roca hasta ahora.

Artur Sixto dijo...

No conocía este blog. Alguien se refirió a tu entrada sobre el Empotrador en una broma y me pasó el enlace, así que leí ambas entradas.

Veo que hablas de autores extranjeros conocidos y, al hablar de las obras de Durrell y Modiano en las que la ciudad es personaje, me has hecho pensar en "El cafè de la granota", de Jesus Moncada. No sé si conoceréis a éste autor catalán, que retrata de forma hilarante el pueblo de su niñez. Se trata de Mequinensa. El pueblo de su niñez dormita bajo las aguas del embalse. Se construyó una nueva Mequinensa pero ya nunca fue el pueblo de su niñez. Junto con las aguas, la transformación que empezaba a producirse en toda España dejó atrás para siempre aquella vida de pueblo digna de una novela de García Márquez. Lees a Moncada y es realismo mágico.

ps: no estoy seguro si Mequinensa está en Cataluña o Aragón. Allí se habla en catalán pero diría que es del lado aragonés. Si algún aragonés me lee espero que no se mosquee (en Aragón hay un clima político grotesco en relación con Cataluña, hasta el extremo de negarse a llamar catalán a la lengua de toda la zona de frontera con Cataluña, que oficialmente se llama ahora LAPAO). Total, que si Moncada era aragonés de nacimiento que no se me enfade nadie. Como autor en lengua catalana que se sentía miembro de una comunidad cultural más que política, en Cataluña se sentía en su casa y mucha gente debe ignorar que fuera de hecho aragonés.

Cosmina dijo...

Que pereza Durell! Ojala tuviera todas las neuronas conmigo para poder leerlo!
Me decanto de momento por Pons, que parece corto.
Un beso

Blanco Humano dijo...

¿En serio te has leído todo esto? Empiezo a sospechar que todos los que no son yo de lo de los libros, eres tú cambiando de nick.

Por cierto, una de los libros no he podido leer tu opinión porque me lo tengo pedido ya para reseñar allí, a ver si adivinas cuál sin mirar en el drive ;)

marvel dijo...

Hola. Cada cierto tiempo busco libros nuevos que leer en tus comentarios. O para tachar. Je.
Coincido en muchas cosas. Y me río también.
Gracias por darme a conocer mucho. En este caso, te agradezco a Rafa Pons. El libro aún no lo tengo. Hablo de sus canciones. Me llama la atención que no te gustara el concierto demasiado. En fin, ahora estoy Rafitadicta.
Un beso.