miércoles, 28 de agosto de 2013

MATERNITY (CXXI): Historia de una regresión.

Un buen día escuchas la palabra “piojos” en una conversación casual entre padres o enun anuncio en la televisión de algún supuesto producto milagroso que los elimina o los previene o los convierte en larvas de mariposa o lo que sea y tienes un sobresalto:

¿Piojos? ¿todavía existen? No me puedo creer que desde mi más tierna infancia no hayan inventado nada contra los piojos”. Piensas eso y te acuerdas de lo cruel que podías ser en el colegio, con tus compañeros de clase,  con algún otro que tenia piojos (como todos) y que había sido elegido para cargar con el insulto de “piojoso” asociado a guarrete o lo que fuera. 

Tras ese pequeño sobresalto, miras a tus churumbeles y te quedas tan tranquilo. Los demás niños puede que tengan piojos por la razón que sea pero los tuyos no tienen piojos porque  son altos, bajos, rubios, morenos, tienen el pelo corto, largo, pelirrojo, llevan coletas, trenzas o comen en casa.  Puede que incluso te aferres a una razón aún más estúpida que todas las anteriores: los tuyos no tienen piojos porque tu jamás los tuviste. 

Poco después, muy poco después, tan poco después que te consuelas pensando que te estás sugestionando, ves a tus churumbeles rascarse la cabeza con bastante dedicación. La sospecha ha llegado a tu vida. Como un relámpago un pensamiento te atraviesa: ¿se rascará porque tiene piojos? 

Intentas volver a la falsa tranquilidad de antes pero ya es imposible. Las razones (idiotas) que poco antes te habían parecido tan convincentes y seguras se te revelan como lo que son: memeces. Los piojos no tienen criterio y el pelo de tus hijos es tan maravilloso que hasta a ti te molaría vivir en él. 

El siguiente paso es la siempre tentadora pero poco eficaz negación de los síntomas. Vigilas a tu descendencia con un ojo, de refilón mientras intentas convencerte de que no se están rascando, simplemente les pica una rama, una hojita, la goma del pelo o, quien sabe, a lo mejor se están rascando porque han tenido una idea genial y están intentando centrarse...pero nada más.

Normalmente a estas alturas del proceso es cuando empiezas a rascarte. “La sugestión poderosa arma es” (Yoda dixit).

Lamentablemente y a pesar de lo a fondo que te estás empleando en ignorar los síntomas, es evidente que tus hijos se están rascando como mandriles. No te queda más remedio que asumir tu adultez y comprobar que todo es sugestión y que efectivamente tus hijos no tienen piojos porque es IMPOSIBLE. 

Es imposible y además en un nanosegundo visiones terroríficas llegan a okupar tu cerebro: te ves en la bañera con tus hermanos sumidos en un olor a vinagre espantoso mientras tu madre te daba horribles tirones de pelo, escuchas amenazas de “la próxima vez os rapo a todos”.  Luego visualizas lavadoras y lavadoras con sábanas, toallas y ropas y colchones desinfectados Después recuerdas todos los libros que has leído sobre la IIGM y soldados y prisioneros comidos por los piojos y después, como sigues rascándote (por sugestión obvio) piensas en qué pasaría si en tu reunión del curro el picor no te deja concentrarte y tienes que rascarte y alguien sospecha que tú eres el “piojoso guarrete”.
Respiras hondo, piensas en positivo como dicen los gurús, llamas a tus hijos y te pones a mirar con cuidado entre su pelo para comprobar que efectivamente NO tienen piojos y que todo es sugestión (piensa en positivo)

¡¡DIOS MÍO!

Llega el descubrimiento. Descubres que no sabes nada de piojos. En tu fuero interno, en tu subconsciente “piojoso”, los piojos eran unos seres microscópicos, casi casi invisibles, casi casi como motitas de polvo. Esperabas (no) ver algo pequeño y casi esférico y lo que te has encontrado al separar el precioso pelo de tu descendencia es un bicharraco con patas que está bailando la conga con unos colegas en la cabeza de tu hijo. ¡¡¡Connnnga!

La impresión es tan fuerte y te da tantísimo asco que te separas de la cabeza de la sangre de tu sangre con un brinco y miras a tu alrededor a ver si viene alguien, los marines, el séptimo de caballería, tu madre o incluso tu suegra a hacerse cargo de la situación. 

No viene nadie. Nadie va a venir. 

Te rindes a la evidencia. Tu descendencia tiene piojos. Ya no vale la falsa tranquilidad. Las razones idiotas te parecen completamente idiotas. No puedes obviar los síntomas porque los “síntomas” están bailando un dirty dancing en el cuero cabelludo de tu hijo y jugando a las lianas en su melena. De repente eres dolorosamente consciente de que si uno de ellos tiene piojos...el resto de tu descendencia también los tendrán. Y después viene lo peor, te visualizas los últimos días dándoles besos en la cabeza, acariciándoles el pelo, compartiendo almohada por las mañanas y la misma toalla en el baño. 

Ya no es sugestión. Eres un mandril y tienes piojos. Welcome back a los 8 años.   


¡Connnnga! 

39 comentarios:

javi dijo...

Filvit champú, filvit mamá, una vez a la semana, y los piojos no vendrán. ¿Se sigue vendiendo?

Lo mas odioso era el cepillo aquel de púas que te pasaban para quitar las liendres. ¡Aún me duele!

anonima porteña dijo...

te digo que tardaste bastante en esa regresion! yo entre sobrinos y luego hijo no me salvo de los visitantes por lo menos una vez al año!

Inés dijo...

"Pios quiero un pioco, piastante, piuchísimo, pioquísimo, piabsolutamente nada."

Y dirás, ¿qué diantres dice ésta? Pues una frase de un libro infantil que me encantaba ("Devolvedme mis piojos") en el que el prota decía esa frase (mágica) y amaestraba sus piojos (hasta jugaban al fútbol).

No sé a ti, pero si las princezaz se hartan de los tratamientos y las liendreras, igual les mola. Aunque no sé cómo de fácil será de encontrar (era de la colección Altea Benjamín, una joya desaparecida long ago).

En cualquier caso, ánimo.

PS: Igual a la princeza azul le mola ver alguno por el microscopio (si tenéis uno por casa -- y sí, nosotros lo hicimos; con un piojo y con una liendre).

MSole dijo...

Lo peor de todo es cuando no te das cuenta de la existencia de okupas en la cabeza de tu hijo/a porque crees que se han extinguido y resulta que se va de finde a casa de la abuela (suegra)y cuando la recoges el domingo por la tarde te dice "la nena tiene piojos ahi tienes el champú...";se te queda la cara a cuadros...al rato comienzas a rascarte la nuca...y hasta aqui puedo escribir...Resumiendo que es penoso que en el siglo XXI no se hayan extinguido esos malditos bicharracos...será que son inmortales???

Anónimo dijo...

He empezado a rascarme la cabeza...

Inés dijo...

El libro está totalmente descatalogado en español, pero está en francés (idioma original), incluso online:

http://pageperso.3eme.free.fr/Rendezmespoux.htm

Y sí, los dibujos son parte de lo que lo hace memorable (aunque igual las princezaz son un poco mayores para el libro)

Tita dijo...

Hace dos temporadas los trajo la grande, y los contagió a la chica, que tenía 14 meses. Me libré pero el vértigo de recordarlas a ambas en mi almohada, y a mi compañera buscándome piojos en el baño del trabajo (yo ya se lo había hecho a ella en otras temporadas...) no tiene nombre.

Una vez que matas los primeros lo difícil es quitar tooooooooodas las liendres, con que nazca alguna, se reinfectan, es el ciclo sin fin. Lo peor es que del cole traigan de alguien todos los días, que fue lo que nos pasó a nosotros, en 2 meses todos los días cazábamos.

Me gasté un dineral con repelentes (no compres uno de filvit, que les engrasa el pelo y van asquerosas...pero si aún así lo quieres probar, te lo regalo, lo tengo entero)

Yo quería algo que pudiera usar cada día y que no les estropeara el pelo, para poder matar cada día a cualquier "superviviente"

La peluquera me vendió un champú muy suave, de uso diario, que los mata por asfixia, es una marca rara pero te puedo decir donde comprarla cerca (15 euros un bote enano, pero cunde mucho, hace mucha espuma, y aún me dura)

Mano de santo, su pelo intacto y desaparecieron.

También me dijo la peluquera que las niñas se contagian más porque tienen más contacto, que hay pelos que gustan más a los piojos por determinado ph o lo que sea, y que para dificultar contagios es mejor dos coletas apretadas.

Que os sea leve...

annajr dijo...

Me pica todoooo

bruixaveriada (antes Silvia) dijo...

Que sepas que me estoy rascando. Si lo sé, no vuelvo!!!!!

Yo ya pasé por esto y, en su momento, una loción para abrillantar el pelo de la Klorane (la de Cidrat) funcionaba para alejarlos y que no llegaran....

Evidentemente, ya no fabrican la loción porque yo creo que no han desaparecido porque son un negocio PARA LAS FARMACEUTICAS!!!!!!

Anónimo dijo...

Necesito el nombre de ese champú!!!!

El peine eléctrico es una buena alternativa. Electrocuta a los piojos y mata las liendres. No duele pasarlo, pero en según qué cabezas, puede ser un tanto lento.

Y gracias... A mi también me pica Todooooo

Anónimo dijo...

Jajaja... Llegas a familiarizarte con ellos!

Anécdota: recuerdo una vez en la consulta del neurólogo con mi hija mayor y mi hijo pequeño. El pequeño se cansó de esperar, y empezó a aburrirse. Le propusimos buscar moscas o arañas en las ventanas ( había alguna y le encantan los bichos...) como también se cansó ( más de dos horas de espera) le ofrecimos con mucha parafernalia un piojo ( mi hija a veces los tiene...) y aceptó encantado. Lo guardó en una cajita y lo llamo " pequeño timi". Jugó con él, le contó cosas, le sacó a trepar.... Y como nos empezó a dar noséqué, se lo liberamos y a partir de ahí no dejó de buscar y buscar. Pequeño Timi!! Pequeño timi!!...nos daba la risa y pena al mismo tiempo, hasta que le tocó el turno a mi hija y la enfermera se interesó por la búsqueda del pequeño. Nos dio tantísima risa, que el neurólogo nos miraba como si viera visiones....¿Cómo ibamos a decirle a nadie que se nos había perdido UN PIOJO??

Maribel dijo...

Mis hijos sólo han pillado una vez (lógicamente, los dos a la vez), y en casa fue todo un drama. Y yo...bueno...incluso me lavé el pelo con vinagre, y eso que no soporto el olor. Creo que la psicosis que se coje es casi peor que tenerlos. Un apunte: la esencia concentrada de aceite de té fue todo un milagro. Un abrazo !

Michelle Grey dijo...

En realidad no es tan horrible!! Sólo cuando se resisten y vuelven y vuelven, sino, sólo es un mal trago momentáneo (aunque muy asqueroso, sí, pero es más mental que otra cosa). Mis hermanos siempre tuvieron y yo no, nunca tuve... pero, un buen día, con 21 años, me los pegaron. Ni me picaba la cabeza ni nada, simplemente los vi. Y nada, matanza máxima, vigilancia unos días y adiós! Ánimos!! :)

Ameliaqp dijo...

Pues yo nunca los tuve, ni ahora a pesar de que la mitad de la tropa de sobrinos/as sufre la cooooongaaaa desde hace meses ;) Debe ser el color... que les asusta.

lÁnimo y a por ellos...

Nisi dijo...

Yo supongo que alguna vez los tuve, pero la verdad es que no lo recuerdo. Eso sí, ahora me pica todo...

Anónimo dijo...

De arbol de te, si, eso ye oido yo tambien.

Anónimo dijo...

Aun recuerdo cuando tenía trabajando de monitora en la Escuela de Verano, con 27 años cogí piojos y tuvimos que dar una nota informativa.
Las madres cuchicheaban en la puerta intentando averiguar que niño era el que los tenía.
Y yo pensaba: "Como se enteren que la de los piojos me van a hacer raparme"

Bibitxu dijo...

Este año mi churumbel empieza el cole, así que me temo el momento "piojo".
Como el año pasado ya tuvo que ir a la guarde, conozco el aceite del árbol del té.
10 gotas en el champú del enano y otras tantas en mi champú y en el del ingeniero,
(sí, tb convivo con una hoja excell ambulante) y de momento los bichos no han hecho acto de presencia.
Por cierto, el mejunje en herboristerías.

PAQUI dijo...

Jajaja ja que plaga , eso mismo nos esta pasando en casa y es de traca ,mis hijos y yo . No salgo de mi asombro ,por primera vez y con 43 tacos .
Todo el día con el peine ....que horror .
Pero vamos ganando jejeje.
)

Anónimo dijo...

La esencia del árbol del te, es un antiseptico pero no los mata, sólo es preventivo. Si ya tienes "inquilinos" no te salvas de utilizar algún producto farmacéutico antipiojos y la liendrera.

Mi hija los tuvo una vez y fue un horror, era bien pequeña y nos recuerdo a las dos cabreadas como monas por él peinecito de marras. Yo jurando que o me dejaba pasarle la liendrera o le cortaba el pelo, y ella diciendóme que fuera a torturar a otro y que le dejará todos los piojos.

una vez que los elimines, mezcla unas gotas de esencia del árbol del con él champú una vez al mes como prevencion.

Suerte con la conga.

Misia dijo...

Una compañera que se tenía que recorrer todos los campamentos urbanos de la ciudad en verano se cogía el pelo en una coleta tirante-moñete y se untaba el pelo con gomina/espuma. Decía que era la mejor manera de que todos aquellos niños no le pasaran los piojos, que a los bichos les gusta el pelo limpio y suelto.

Mara dijo...

Moli, sobre este apasionante tema escribí hace tiempo... El post se llama "Como todos los veranos"... Creo que puede ayudarte y si tienes alguna duda, dimelo... soy una profesional!!!

Un beso

Unknown dijo...

Hola, ayer comence a leerme tu libro y no paré de reirme. es genial . parece que estas en mi cabeza.
Respecto a los pipis (así lo llamaba mi madre) como todos los años volvemos a tener , curiosamente en verano . Comienza mi hija y luego el peque y por supueso yo. La verdad es que ya lo asumo como algo normal.
besos . es fantastica esta página.

Oswaldo dijo...

Si yo alguna vez tuve unos pocos piojos fueron unos despistados que escaparon de la cabeza de mi hermana buscando nuevos horizontes. No les prestó el medio o no les gustó el escenario (Tal cómo SÍ les fascina mi sangre a los mosquitos) pero el hecho es que no recuerdo trauma mío de ninguna especie.
Mis hijos varones, los dos mayores y pioneros en surcar las aulas casi siempre infestadas de piojos ajenos, jamás tuvieron invasores y de ninguna manera nos prepararon para la larga guerra que viviríamos con (o más bien EN) la preciosa cabellera rubia de mi hija, la menor.

Largos años de lucha con TODAS las armas posibles. Champús, todos. Desde uno llamado "avispa" hasta dos o tres personalizados, preparados "con receta", pasando por marcas que presentan champú y además loción para después del lavado.
Hervíamos las sábanas y toallas; toda la ropa de dormir y buena parte de la de uso diario y, por supuesto, peines, peinitos y cepillos.
Cambiábamos almohadas y colchones y con paciencia, lográbamos ganar batallas. Especialmente en vacaciones. Al poco rato de comenzar las clases comenzaba la guerra de nuevo.

Siempre ha resultado imposible encontrar, con certeza plena e incontestable, al "piojoso guarrete" original. Así que por ese camino hasta llegamos a ser llamados a reunión con algún funcionario del colegio donde, con cierta vergüenza de nuestra parte, se nos solicitaba, amable pero firmemente, que no enviáramos la niña a clases hasta no haber controlado la colonia de parásitos que construía urbanismos en la linda e inocente rubiecita.

Digo sólo "cierta vergüenza" porque teníamos la conciencia limpia de haber hecho todo lo que estaba a nuestro alcance, exceptuando solamente haber sumergido la cabeza de la niña en un galón de insecticida. Cosa que más o menos hizo alguna vez una amiga nuestra, en medio de su desesperación, tratando de erradicar los piojos de su hija, que, por cierto, iba a una escuela diferente a la nuestra, al rociar insecticida en spray por toda su cabeza. (Cosa que no aconsejo, porque aparte del evidente peligro, tampoco funcionó bien)

Tampoco funcionaron los aceites. De bebé, de oliva, de maíz...

Tal cómo no lo hizo el vinagre y ni siquiera algunas veces que llegamos hasta a echarle KEROSENE...

Como dato curioso aprendimos que los piojos utilizan alguna forma de camuflaje ya que, siendo la niña rubia, sus piojos eran claros, casi blancos, rubios pues, y las liendres solitarias eran casi imposibles de ver.

El único consuelo que yo puedo dar es que apenas la niña pisó la adolescencia los piojos huyeron como por arte de magia de una vez y para siempre.

Anónimo dijo...


http://entretejiendoinstantes.blogspot.com.es/2012/08/piojoso-verano.html

¿Todo lo que escribes es igual de oiginal?

molinos dijo...

Anonimo...no conocia ese post.

Las reacciones con los piojos son todas iguales...esa era la idea del post.

eva dijo...

Mis hijos de peques también tuvieron piojos y como Oswaldo probé infinidad de productos, desde champus especiales a "home remedies", con mi hijo fué facil, corte de pelo al #1, y árbol de té, pero mi hija, con la melena que tiene no había manera, y mis dos últimas opciones eran, rape al 0, (pero demasiado traumático)o tenyirle el pelo, y eso es lo que hice, compré el color mas parecido al suyo natural y al final no se noto nada, ya sé que era muy pequenya y no es bueno, pero al menos los bandidos murieron todos imagino que sofocados con la amonia y el peróxido

Hele dijo...

pues a mi lo de que me lavasen la cabeza con vinagre me gustaba.

en mi caso es al revés, mi madre es maestra y cuando tiene algún caso en la clase siempre me pide que le mire la cabeza por si acaso.

anda que como me pegue piojos mi madre..

Nemo dijo...

Es mi temor. Dentro de nada viviré esa primera vez en que tenga que enfretarme con esos bichos en la cabeza de mi melona y me sentiré como tú, apartándome de ella de un salto y deseando que venga mi mamá (la suegra también me valdría) para solucionarlo.

Qué ascazo de bichos, por dios!!!

Anónimo dijo...

Yo en este momento tengo piojos, los tiene mi hija y mi sobrina. En las colonias de verano es una locura. me gusta pasar la liendrera y cazarlos, aplastarlos con las uñas y que crujan, es asqueroso. Hay una página web muy buena y con bastante información, se llama "Madres contra piojos"

Soy lamprea

Esther dijo...

A mi cuando empezó a picarme el pelo hace unos cinco años no sabía que era. Como no me encontré ninguno terminé por ir al médico que tampoco encontró nada y decidió que como madre de dos pequeños trabajadora lo que estaba era nerviosa y me mandó un ansiolítico.
Con dos cojones.
Días después se los vi a mi hijo y desde entonces soy una experta, todos los años un par de veces.

Anónimo dijo...

Oh! En entretejiendoinstantes post parecido y dibujito.....EXACTO!

Como se explica esta coincidencia?

Habrá un "negro" trabajando el doble?

Será telepatía?

Habrá un desdoblamiento?

Será cosa de agosto.

Pero es una coincidencia muy interesante!

Un saludo.

Anónimo dijo...

Debo ser la única en casa de quién no hay contagio. Mi hijo mayor este año ha traido piojos 3 veces. Somos 5 en casa. Hay 3 niños, todos menores de 6 años. Y logicamente, se pasan el día amontonados. Pues nadie más los tuvo. Milagro ?

NáN dijo...

La negación de la evidencia (de cualquier cosa desagradable) es el verdadero tema de este post. Ahí caemos todos atrapados en la red: lo que no nos apetece, ¡no existe!

Y si no, pregúntale a Rajoy por Bárcenas.

Anónimo dijo...

(No tiene nada que ver con esta entrada pero) Moli, nos tienes que hablar de esto, por Dios... http://www.elmundo.es/elmundo/2013/09/01/madrid/1377988303.html

Anónimo dijo...

Yo también lo he pensado en cuanto he leído la noticia esta mañana. Se impone un post del brutathlon de Los Molinos. Con datos, marcas conseguidas y medallistas.

RS dijo...

Joder, me echo a temblar. Mi trol empieza el cole la semana que viene... Arrrggg.

Anónimo dijo...

El horror se ha instalado en tu casa y no es fácil que la abandone. Este verano el churumbel y yo hemos pasado exactamente por lo que has contado, con el agravante de que obvie los síntomas porque ERA IMPOSIBLE ...durante unas semanas....cuando quise ver ...teníamos tribus, poblados, generaciones, batallas, parlamentos....en nuestra cabeza!!!
Tres tratamientos fueron necesarios, tres semanas cohabitando con aquellos y sabiéndolo, El Horror.
Caracola

Pañales Bogotá dijo...

Me pareció muy valiosa toda la información que nos compartes, un gran trabajo.