martes, 10 de julio de 2012

ENSAYO SOBRE LA PENA Y LA TRISTEZA

Pena y tristeza no son la misma cosa. Se parecen, pueden parecerse, incluso pueden sucederse una a la otra, pero no son lo mismo.

Tener pena, no es igual que estar triste o ser un llorica. No tiene nada que ver.

Cuando tienes una amiga con pena, con una oleada de pena suprema que la ahoga, puedes sentir esa pena.

La pena de los otros duele, la tristeza de los otros no duele, preocupa, perturba, incomoda, te mueve a intentar animarles, pero no duele.

Cuando alguien cercano a ti está apenado de verdad no puedes hacer nada. Le ves nadar contra la oleada de pena, intentar mantenerse a flote con un esfuerzo sobrehumano tanto físico como anímico, que literalmente le deja agotado. Bracea, patalea, intenta que las olas no le ahoguen…y se agota. Cuando no puede más, se deja hundir, se rinde…y es en ese momento en el único que tú puedes hacer algo, es ahí cuando tienes que tirarte al agua o meter el brazo, agarrarle y hacer que salga a la superficie. Sostenerle a flote en lo que recupera fuerzas para seguir luchando contra su pena, en esa pena que le duele por dentro y le agarrota.

La tristeza viene después.

Tras mucho nadar contra la pena, tras luchar contra las olas, el rastro que deja esa batalla es la tristeza. Ese alguien apenado consigue subirse a una balsa de madera que ha construido poco a poco y se tumba a descansar. Ya no tiene que nadar contra la corriente, ya no hay olas que lo tumben y le ahoguen. Está a salvo. Ya no va a hundirse pero no tiene ganas de remar. Ahora es un mar calmo y gris que se pierde en la distancia y sin asomo de sol. Pero ahora ese alguien sabe que hay un sol, que en algún momento habrá sol. En esta etapa de la pena, puedes subirte a su barca, charlar, contar chistes, acompañar, hacer planes para cuando salga el sol. Acompañas en la tristeza y en algunos ratos consigues que tu amigo se olvide por unos momentos de ella. Eso es, se olvidará de la tristeza por unas horas y cuando retorne a ella (porque no es tan fácil escapar) esa tristeza será menos, pensará...” Joder, ¿por qué estaba yo tan triste?..Tampoco es para tanto”. Cada rato que consigues distraerle, le quitas un poco de poder a esa tristeza.

Con la pena no pasa eso. La pena no se distrae, no se olvida, aunque lo intentes. Se irá cuando ella quiera y mientras tanto estará ahí. Si la dejas, si no luchas o si te dejas ir porque estás agotado, te invade. La pena te llena por completo. Te ahogas y crees que no puedes más, que vas a morirte de la pena, pero entonces llega el llanto. La pena verdadera agarrota tantísimo, duele tantísimo que no permite llorar. Cuando aparece el llanto es el último recurso, es la llegada del séptimo de caballería en las películas del oeste. Lloras porque ya no puedes más, lloras hasta agotarte, lloras para vaciarte, lloras para que esa pena salga por algún sitio, para que esa angustia que no te deja casi ni respirar salga de ti. Lloras desconsoladamente.

Y ahí, justo en ese momento...no lo sabes...pero has dado un paso para dejarla atrás.

La tristeza tiene un horizonte, la pena no.

La tristeza puede llegar sin motivo...aletea y se pira. La pena siempre tiene una causa.

De la tristeza se puede hablar, de la pena no.

Con la tristeza se hacen canciones…con la pena no.

Con la tristeza hay que hablar, con la pena hay que estar.

La tristeza puede ser dulce y cálida, la pena no. La pena es amarga. La tristeza te hace sentir frio y querer un sofá y una manta. La pena da miedo y quieres una manta pero para esconderte.

Para saber lo que está pasando alguien con una oleada de pena, hay que haberlo pasado antes. Hay que haberse ahogado en pena, braceado contra la corriente, sentirse morir y luego treparse a la balsa y dormir en la tristeza.

Sólo cuando has pasado todo eso, desarrollas la empatía suficiente para decirle a tu amigo...” Sé lo que estás sintiendo, sé que duele infinito y sé que nada de lo que te diga va a servir…pero confía en mi…al final se pasa”.

Sólo cuando has pasado todo eso, sabes que lo nunca hay que decir es: venga, que no pasa nada, anímate.

Eso es como atarle un peso a los pies y dejar que se hunda.



Para dos amigas con pena infinita.

38 comentarios:

Anusky66 dijo...

” Sé lo que estás sintiendo, sé que duele infinito y sé que nada de lo que te diga va a servir…pero confía en mi…al final se pasa”.
realmente es lo único que se puede decir ante la pena y lo único que puede aceptar quien la está sufriendo , todo lo demás suena a falsedad y causa más pena.
Unbesazo

Anusky66 dijo...

¿he sido primer????? que alegría mas tonta me ha dado

sin más palabras dijo...

Nunca llueve eternamente....Mucho ánimo para tus amigas.

Burbuja dijo...

Estoy con Anusky66, no se puede decir otra cosa y que sea tan de verdad...

Un beso fuerte para tus amigas :***

TXABI dijo...

... mi problema es que yo no me dejo subir a la barca,braceo hasta el infinito y ka pena se va. Lo que slí hago es subir mucha gente a la barca y hablarles poco, quizá porque al Txabi apenado no le gusta que je hablen,,y mucho menos que le digan "no pasa nada": he estado al borde del asesinato por esto dos veces al menos
(espero que esto tuyo de hoy haya sido esto, un ensayo, y no una situación personal actual)
Sabes que esta semana estoy por ahí, por si necesitas que no hablemos...)

N(II) dijo...

”Sé lo que estás sintiendo, sé que duele infinito y sé que nada de lo que te diga va a servir… pero confía en mi…al final se pasa”

Me ha encantado tu frase... realmente es lo único que puede reconfortarte cuando estás pasando por esa oleada de pena.

A mí me ha servido leer esa frase, aunque no seamos amigas, aunque no nos conozcamos... pero me ayuda saber que hay gente que sabe lo que estoy sintiendo, que sabe lo que duele todo esto y que sentirse así no es un capricho o una rabieta de niña pequeña...

Gracias por tu post... me ha encantado y sobre todo, me ha ayudado!

Mil gracias!

Susana dijo...

Yo distinguiría entre angustia y depresión. La angustia se produce por algo concreto, pero la depresión es un estado permanente, cuando ya no puedes con ello. He sufrido ambas cosas y realmente me molesta mucho que me digan que no es para tanto. Un beso.

Anónimo dijo...

Hola...
Siempre te leo, y nunca comento, soy de esas anónimas cobardes que aunque se rían a morir, meneen la cabeza dándote la razón o enarquen una ceja pensando...¿Pero que esta diciendo hoy?... Nunca comento nada...
Pero hoy el tema me ha tocado de cerca.
Solo gracias por describirlo tan bien.
Besos
S.

Anónimo dijo...

Hola...
Siempre te leo, y nunca comento, soy de esas anónimas cobardes que aunque se rían a morir, meneen la cabeza dándote la razón o enarquen una ceja pensando...¿Pero que esta diciendo hoy?... Nunca comento nada...
Pero hoy el tema me ha tocado de cerca.
Solo gracias por describirlo tan bien.
Besos
S.

Anónimo dijo...

Como bien dices la pena siempre tiene una causa, y aunque el dolor parezca insoportable, al final se supera.

Sin embargo no estoy de acuerdo en que la tristeza de los otros no duela. Quizás mi situación actual no me haga ser objetivo, pero cuando una persona muy próxima esta terriblemente triste, sin ninguna causa que a tu modo de ver lo justifique (es decir, está deprimida) y tú no puedes hacer nada por animarla, te puedo asegurar que duele. Ver llorar a alguien a quien quieres, sin saber que puedes hacer o con miedo de que cualquier cosa que le digas aún puede empeorar las cosas, es algo terrible. Te crea un angustia insoportable, y lo peor de todo es que sabes que el dolor que tú experimentas es una centésima de lo que ella siente.

Abraza fuerte a tus amigas.

Ana María dijo...

Toda la razón. Un besazo, Moli

lorena dijo...

Lo has descrito perfectamente. Me quedo con tu frase, es perfecta y lo resume muy bien. Algunas veces solo hay que estar y arropar, sin decir ni una palabra. Un beso.

Oswaldo dijo...

¡Qué bien lo haces, Moli!
Escribir, digo, y describir "lo interno" hasta moverle el piso a uno; aunque no se tenga idea de los detalles de "el caso".

Anónimo dijo...

No es fácil de comprender pero le das suficientes ejemplos como para hacerlo.

Desafortunadamente, además, me toca vivirlo en primera persona.

JP dijo...

Que bien lo has expuesto Moli,estoy apenas saliendo de una pena y me he sentido identificado. Nadie ha sido capaz de expresarlo de ese modo aunque he tenido apoyo técnico valioso y de lujo.
Ojalá tuviese a mi lado alguien que supiese verlo de ese modo. Pero me ha gustado mucho como lo has expuesto. tus amigos deben ser gente afortunada.
Gracias.

Anónimo dijo...

Al final se pasa..y vuelve a suceder. A veces, te mueres de pena.

Tita dijo...

Siempre pensé que la pena tiene principio y fin, y la tristeza es más infinitamente indefinida si no te ayudan a salir...en todo caso es un post maravilloso, eres impresionante, y tus amigas tienen suerte.

Besos

Pd ¿y la canción de Pena penita pena, qué? ;)

Hans dijo...

La hostia, qué exactitud.
Ni una palabra más ni una menos.
Y el párrafo antepenúltimo es la jodida realidad.
Chica, no dejas de pasmarme. La empatía se llama Moli.

Anónimo dijo...

Lo bueno es que sé que estás ahí. Lo malo, no saber cuándo saldré de esto
Gracias maja, x todo
E

Anónimo dijo...

Hay dos gustos en la heladería, a unos les va la depre y a otros la ansiedad, el deprimido se ahoga de angustia, el ansioso estalla en plano de vibraciones quietas; el deprimido tiene su tristeza, el ansioso tiene su miedo y los dos sabores están esperando en el mostrador de la heladería. Cuando te has empachado de helado, no sabes donde está la puerta.
Pero el deprimido tiene sus amigos, y el ansioso tiene furia, sólo su furia.

There´s ita dijo...

No se puede explicar mejor... la pena se te agarra al estomago, y parece como si tirara de tus amígdalas para no dejarte respirar y finalmente acabas llorando ante tanta angustia
Tratas de racionalizar y piensas que si todo tiene un principio también tiene un final y que en algún momento saldrás de eso.

Y es cierto que hay un momento en el que esa pena no duele tanto, y sólo se agarra con dos deditos a tu estómago y aprendes a vivir con ella; y aunque no deje de doler a veces te deja sonreir y todo. Así que supongo que si se nota cada día que pasa duele menos, es que finalmente, algún día se marchará.

Vuchita dijo...

Cuanta razón!
Me ha encantado este post, aunque me he puesto un poco meláncolica.
Un abrazo fuerte para tus amigas.

Sol Elarien dijo...

"Con la pena hay que estar." Esa frase lo dice todo. La pena necesita un apoyo para no zozobrar por completo, alguien que te sostenga para mantenerte a flote sin que te arrastren las olas y te ahoguen. Un hombro en el que sujetarse y sobre el que luego poder llorar abrazado a alguien que haga las veces de balsa hasta que se tengan fuerzas suficientes para construirse una propia. Tu entrada no ha podido ser más oportuna. Mil gracias.

indio chivato dijo...

Es muy expresivo y llega bastante el texto. Pero existe algo que me descuadra.
Yo es que siento mucho la pena de los demás y siento también su tristeza y su soledad incluso puedo decir que siento hasta el mismo tuétano de mis huesos su desgracia y es mas incluso podría hacer un esfuerzo y decir también que me cambiaría por esa persona ahora lo que no puedo asimilar es que me haga sentir culpa.
yo no tengo ninguna culpa
yo no soy culpable
y yo no me siento culpable.
Es algo que no llegare a entender jamas.
Yo intento enfrentarme a la pena y a la tristeza con alegría y constantemente pero no tengo ninguna culpa.

Anónimo dijo...

Gracias x este post! Es fantastico saber q alguien q recorrio este camino de tristeza y pena te dice q hay un sol en el horizonte... Aunque las tormentas no nos dejen verlo...
A ese persona apenada, solo decirle q aqui tiene otra manta para cobijarse/balsa para agarrarse...
M.

El blog de las seis dijo...

Ahora toca entonces, un ensayo sobre la risa y la alegría. Creo que por analogía, podemos considerar simétricos a la pena y la tristeza. Reirse no es lo mismo que estar alegre, igual que llorar no es igual que estar triste. Ambos sentimientos son consecuencia unos de otros. Se me ocurren muchos términos parecidos; la soledad y estar solo, el amor y la pasión...en fin. Mis felicitaciones por esta reflexión tan interesante...

rocio dijo...

Vaya Moli, qué bien escrito, qué bien explicado, maravillosa la metáfora. Y sí, es así. Y sobre todo, el final, que para poder entenderlo hay q haberlo sentido antes. Yo siempre lo digo con todo, para poder decir "te entiendo" hay q ser capaz de ponerse en los zapatos del otro, y eso es sólo posible cuando ya tú has pasado por ahí.
Y sí, se sale, termina, todo pasa, y a veces el único consuelo es saber q tienes esa mano q te agarra fuerte y te sostiene cuando dejas de respirar.
Un besote

(me guardo el escrito con tu permiso)

Juliet dijo...

Yo creo que he sentido mucha tristeza, pero nunca pena. Todavía no me ha pasado nada tan importantemente malo como para sentir pena. Me aterra pensar que es inevitable que algún día la sienta.

NáN dijo...

Acabo de oír a Rajoy que nos va a empobrecer más porque necesitamos dinero para pagar a los funcionarios. Todos sabemos que ha sido que lo ha hecho obligado para que le presten el dinero para tapar agujeros de la CAM y Caja Madrid, cuyo agujero asciendo a 30.000 millones, dirigidas por políticos de las comunidades de Madrid y Valencia.

Ningún ajuste a los sueldos y prebendas de los políticos, ninguna subida de impuestos a las grandes fortunas y corporaciones.

Tanta mentira para justificar tanto dolor, supera mi pena, deja atrás mi tristeza y me lleva a una rabia furiosa.

el chico de la consuelo dijo...

La pena se arrulla con el silencio complice, la tristeza se empayasa con risas de animo.
Si llegas a poner doce diferencias entre pena y tristeza no me ves mas el pelo.
Santoñeando de mediodia como preludio a hacerlo de tarde con blogamigos de verdad y no con escaqueadas cobardes.

S. dijo...

Lo peor de todo es la impotencia de intentar animar a esa gente, subirse a la barca... Y que no te dejen.

Anónimo dijo...

A veces las casualidades asustan.

Has puesto definido lo que yo no puedo.

Judit.

inmexin dijo...

Gracias por poner por escrito lo que siento...

Anónimo dijo...

Estaba escuchando esta canción:
http://www.youtube.com/watch?v=DDrWc7sFWrw
Y leí tu post. Sin comentarios

Paloma P dijo...

No sé si hayas escrito el post pensando en tu padre, pero sin duda me hiciste recordar al mío. Leerte es un lujo. Un beso.

Majo dijo...

Moli

hacía tiempo q no pasaba, me emocionó mucho tu post, tan cierto para mí, en transición, que por dolerme me duele hasta el aliento parafraseando a Miguel

un abrazo fuerte y un gracias inmenso

Majo UR

Una astrofísica por el mundo dijo...

Yo tuve que luchar para no ahogarme de pena, al final aparqué mi tristeza y volvió la luz... y me encontré diciendo: ”Sé lo que estás sintiendo, sé que duele infinito y sé que nada de lo que te diga va a servir…pero confía en mi… al final se pasa”.

No lo hubiera podido explicar mejor.
Gracias

Leonard dijo...

Buen texto. Gracias.