martes, 3 de julio de 2012

EL OCIO LABORAL


No voy a hablar de vagos ni de adictos al trabajo. Voy a hablar de gente normal, como yo, como la mayoría de los que pasan por aquí y como la mayoría de los que se levantan por la mañana y se van a su curro. Muchos se sentirán identificados y otros no.

El stress laboral (cualquier stress en realidad) tiene mala fama. Cuando alguien se queja de stress laboral, de tener una ingente carga de trabajo, de no llegar, de no dar abasto, todos nos compadecemos y decimos: ¡qué putada!, trata de tomártelo con calma, ve poco a poco, es solo curro...etc. Toda una serie de consejos inútiles. Lo sentimos por él y por su situación y deseamos que consiga controlarla y salir de ella.

El ocio laboral sin embargo desde fuera se ve con envidia. Provoca frases como “qué suerte”, “ya querría yo aburrirme en el trabajo”, o cosas como “seguro que eso es porque le estás dejando los marrones a otro” o “no te quejes, peor es estar hasta arriba”.

 
El ocio laboral es una putada, puede acabar contigo como profesional primero y como persona después.

El stress laboral es espantoso pero te mueve hacia delante, aunque solo sea para intentar salir de ese momento de agobio, para superarlo. Curras y curras y curras. Vas haciendo cosas para salir de ese hoyo, para conseguir llegar a tener un respiro, para intentar solucionar esa situación. Puede que lo consigas o puede que sea una carrera sin fin, pero tú te ves obligado a moverte hacia delante. Tienes un objetivo, quieres escapar y buscar una salida. A lo mejor “petas” en el intento, pero “haces” algo, te mueves. Tienes que hacerlo.

No tener nada que hacer en el curro, sin embargo, te paraliza. En un primer momento, ese parón pasa desapercibido, lo tomas por un respiro. Siempre hay algo que hacer para lo que nunca tienes tiempo normalmente, puedes aprovechar para organizar carpetas, para ordenar, para hacer papeles, incluso para abordar ese marrón que en su día quedó aparcado. Y haces todo eso, poco a poco...y de repente te das cuenta de que ya no hay nada más, estas parado. Has ido ralentizando el ritmo, el ocio laboral te ha ido frenando hasta inmovilizarte completamente.

El stress laboral crea tensión. Primero uno piensa “no voy a ser capaz”, “no doy abasto”, “esto me supera”, pero al mismo tiempo y de manera inconsciente, uno piensa que sí será capaz y que si está en esta situación es porque “vale”, porque es responsable, porque alguien en la empresa confía en su criterio e incluso aunque sea porque te han encalomado un marronazo, uno cree que en el fondo ha sido porque le ven capaz de solucionarlo. Por supuesto también existe la tensión negativa, la tensión de “no lo voy a conseguir y me echaran o esto no hay manera de sacarlo y el marrón me lo voy a comer yo”. Aún así y como he dicho antes, estás en disposición de hacer algo, de actuar para tratar de evitar esa posible eventualidad.

El ocio laboral sin embargo es otra cosa.

Una vez que uno se da cuenta de que está ocioso, mano sobre mano, llega la incredulidad. No puede ser que no tenga nada que hacer, que solo tenga que hacer estas 3 tonterías. Uno se siente desaprovechado, infrautilizado y desmotivado.

Si la situación se prolonga, comienzan las dudas personales. Uno empieza a pensar que lo mismo es que no se sirve para nada más, que esas dos tonterías es a lo máximo que puede aspirar laboralmente. Se duda también de todo el trabajo realizado anteriormente, “lo mismo yo me creía muy listo y que hacia las cosas bien y era un paquete y por eso ahora estoy así”. Uno empieza a dudar de sus capacidades profesionales.

Después viene una etapa peor. El ocio laboral te plantea dudas sobre ti mismo. “no hago nada en el curro, pero tampoco hago nada para cambiar esta situación ¿y si lo que ocurre realmente es que soy un vago, un cobarde y un conformista? A lo mejor es que no valgo para nada” Llegados a este punto, se alcanza el mismo miedo que con el stress laboral pero sin poder hacer nada, estás atado y paralizado. No puedes ir y decir: no tengo nada que hacer o tan poco que en una hora lo he solucionado, porque entonces descubrirás que eres prescindible, enseñaras tu posición y serás vulnerable al despido (si, lo sé...todos somos vulnerables al despido hagamos lo que hagamos). No puedes hacer nada.

El stress laboral se exhibe “tengo mogollón de curro” “no tengo tiempo ni para respirar”. Jode infinito pero se enseña. El stress laboral da derecho a queja y derecho a ser compadecido. Derechos merecidos, sin duda.

El ocio laboral es un estigma y se esconde. Se esconde en el entorno laboral y en el personal. No puedes decir “voy para nada”. Se oculta, se disfraza, se disimula, no se habla de ello. “¿El curro? Bien...ya sabes.,..Liadillo”. Uno no se queja y no solo porque los demás no lo entiendan, sino porque a uno mismo le parece que no tiene derecho a quejarse. El ocio laboral anula.

El stress laboral puede estar bien o mal pagado, pero te pagan por usar o abusar de tu tiempo, de tus fuerzas, de tus pensamientos, de tu cabeza, de tus capacidades. El tiempo pasa rápido cuando estás estresado en el curro, las horas vuelan…

El ocio laboral siempre está mal pagado porque te pagan por perder tu tiempo, por dejarlo ir, por verlo pasar, por no usarlo. Es sentarse a ver como tus capacidades laborales son despreciadas y como tu tiempo, tu vida se desaprovecha. El tiempo se hace denso cuando estás atrapado en el ocio laboral...pesa cada hora que estás desaprovechando.

Para aguantar el stress laboral hay que ser muy fuerte. Para el ocio laboral, además, hay que tener una vida interior muy rica para no hundirte, porque sí, molaría poder mandar el ocio laboral a tomar por culo, pero lamentablemente necesitas ir a ver como tu tiempo se desaprovecha para poder pagar la hipoteca.

Y si no, siempre puedes abrir un blog.

43 comentarios:

Alma dijo...

Primer!

Vicente dijo...

Algunos ya no tenemos ese problema, ni el del ocio laboral ni el del stress (he pasado por los dos). Algunos daríamos lo que fuese por volver a tener ese problema. Algunos daríamos lo que fuese por tener un trabajo. "Primum vivere, deinde filosofare"

maría dijo...

No puedo estar más de acuerdo.

regaliz dijo...

yo, como Vicente, daría lo que fuera por volvera tener esos problemas, pero reconozco que prefiero el stress al ocio. En cualquier caso siempre podría leer el blog de Moli

Er-Murazor dijo...

Bueno, es que los extremos son malos siempre.

Yo las únicas situaciones de ocio laboral que he conocido de cerca eran previas al despido. Vamos, que querían librarse de alguien y para no pagarle indemnización lo tenían condenado al ostracismo más absoluto a ver si se agobiaba y se largaba.

m dijo...

Joder Moli, tengo la lágrima en el ojo. Lo sufro desde hace 4 años, no siempre con la misma intensidad, pero hay días que es deprimente. Lo peor es que con la que está cayendo no te puedes quejar, la verdad, cobras, pero psicológicamente es devastador. Yo he sufrido stress laboral y lo prefiero sin dudarlo.

Ana María dijo...

Como dicen más arriba, y suscribiendo lo que tú has dicho, lo peor no es tener mogollón de curro, sino estar y no tener que hacer nada. Terrorismo laboral :(

Besazo

Hermano E. dijo...

¿Eres tu la que nos espías por la Webcam? :(

Vale, confieso, "estoy liadillo" y a tener que abrirme un Blog.

Unknown dijo...

Cuanta razon tienes. El ocio laboral te mina por dentro. Y sí, tener un blog ayuda a sentirte mas util de ahi que yo casi publique a diario en los ultimos tiempo. Es triste pero mas triste es cruzarse de brazos

Oswaldo dijo...

Abres un blog y escribes, o juegas interminables solitarios, o diseñas la casa de tus sueños, o escribes una novela. Cualquiera de esas cosas que sueñas con hacer cuando estás sepultado en trabajo.
En un momento cualquiera de un día cualquiera entra tu jefe a tu espacio, sea cubículo, oficina o simple escritorio contra la pared.
Invariablemente será en un momento en el que estés haciendo algo inadecuado, como roncar sobre las teclas o mirar chicas de poca ropa en internet. Claro, tampoco es que sea culpa tuya... pero el susto casi te liquida ahí mismo. ¡Ya...!¡Ahora sí...!¡Me despidieron...! Y ahora, ¿Cómo pago los giros al banco? Pero... ¡no! El jefe te mira con cara inescrutable y lo que hace permite que tu corazón siga andando. ¡Viene a darte algo qué hacer! Alguna labor "importantísima" que harías en una hora. Y te tardarás tres. Para que parezca más útil y también porque has perdido tu ritmo con tanto ocio. Y agradeces a Dios porque hoy no. Hoy no caíste al paro. La crisis, mal que bien, te esquiva un día más y a fín de mes volverás a cobrar...

La clave Kármica del asunto está en la insustanciosa sensación de SER prescindible; condición común, en realidad, a todos los humanos. La vida SIEMPRE continúa. Pero en el caso del ocio laboral es un grito insoslayable en plena cara...

Yamane dijo...

Exactamente como me sentía yo hace un mes en mi ex empresa: no valorada, menospreciada, desesperada, aburrida... intentando aparentar que hacía algo cuando mi jefe sabía perfectamente que no tenía NADA que hacer.

Una puta mierda, vaya.

NáN dijo...

Como ha dicho Er, el ocio laboral es mobbing puro y duro, casi siempre.

En mi caso fue más chungo. Hacía un trabajo que solo yo podía hacer (que solo una persona en cada país estaba capacitada para hacer), pero como salía "caro", en N.Y. decidieron que no se podían facturar globalmente tantas horas y redujeron la cuota de ese trabajo al 10%. Por otro lado, no nos querían despedir (no era nuestra culpa). Así que en cada país una persona (yo en España), terminaba su labor en 64 minutos). Me dediqué a navegar por Internet, advirtiendo a mis jefes de que eso es lo que iba a hacer, así que si se acercaban a mi mesa y estaba leyendo "Cosas que (me) pasan", les decía tranquilamente: "es un blog muy divertido, tendrías que leerlo".

Pasado el tiempo (año y medio), estaba tan repodrido que solicité un despido negociado (el mayor error de mi vida), me dijeron que no (qué suerte), porque 4 meses después la matriz despedía a todos los mayores de 58 (no ejecutivos) con 45 días por año trabajado.

Pienso que de seguir, estaría de siquiatra.

Pero hay que aguantar, a ver quién se cansa antes.

NáN dijo...

Se me olvidó decir que lo chungo, la ineficacia como de vudú de las Corporaciones, es que "no se podía facturar tanto", pero se nos podía mantener como coste y éramos bien tratados.

Tita dijo...

Habiendo estado en las dos partes, sin duda me quedo con la sobrecarga de trabajo: llegar, agachar la cabeza, levantarla y darte cuenta que "llegas tarde" para salir.

De la otra opción se me quedó la utilísima capacidad de calcular el tiempo sin reloj haciendo media entre lo rápido que pasa cuando estás ocupada, y lo despacio cuando no tienes absolutamente nada que hacer... (solo fallo 15 minutos arriba o abajo) si, lo mismo no se entiende...yo tuve muchas horas para pensarlo, calcularlo, y practicar hasta no fallar casi...

Qué pena

Perri M. dijo...

Me siento identificada plenamente. Yo también pasé por el ocio laboral, de ahí a la pasividad general y a la autoestima por los suelos. Así que decidí dejar el trabajo. Con proyecto en mente, claro.
Ahora sufro ocio del parado, que es exactamente igual al laboral, mismas consecuencias y secuelas solo que encima de tener mi curriculum mucho más "completo" fruto de 2 intensos años de preparación hacia la vida docente no cobro un puto euro desde hace más de un año.
.................
Pena, penita

Anónimo dijo...

Yo he sufrido las dos, stress laboral y ocio laboral y estoy totalmente de acuerdo con lo que dices...

Ahora mismo, por desgracia o más bien por injusticia, no sufro ni una ni otra y lucho por encontrar un trabajo, en el que tener temporadas de stress laboral y temporadas de ocio laboral, pero tras estos meses en casa, créeme que la visión de ambas situaciones cambia y prometo tomarme ambas de distinta manera la próxima vez que tenga que sufrirlas...

Me encanta tu blog!

_Xisca_ dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Burbuja dijo...

Yo también he pasado por las dos épocas. En mi anterior trabajo, hacia el final, era ocio laboral totalmente (creo que fue por esa época en la que empecé a leerte, allá por 2008). Diez horas con el culo pegado a la silla y con muy poquito por hacer... Así que prefiero el estrés laboral mil veces.

De todas formas, como ya han comentado por aquí, viendo la que está cayendo, aguantaremos tanto una cosa como otra.

JP dijo...

Y cuando te pasa siendo autónomo es mortal. que dices bueno es que tu trabajo es buscar trabajo, pues si pero no siempre va así y vaya si jode, sobretodo si tu pequeño mundo depende de ti. Joder que si dudas de ti como trabajador, de ti como persona dudas de ti hasta en situaciones en las que no estás, conjeturas que serias menos que nada hasta en otra reencarnación, cosa en la que ya de paso no crees, pero como te aburres ahí estas así que. si odias a alguien y quieres joderlo bien deseale un largo lapsus de tiempo inactivo sin por ello perder el empleo. que cuasndo acabe su calvario se va a cagar en todos tus difuntos.

Susana dijo...

Hay gente que parece que lo disfruta. El otro día haciendo una gestión en el ayuntamiento, uno solo trabajaba, mientras cinco perdían el tiempo, y había cola. Yo también me pregunté si no se aburrían soberanamente dejando el día pasar. Un beso.

Lola dijo...

En mi trabajo tengo algunas temporadas así, y realmente has descrito perfectamente cómo se siente uno!, pero intento documentarme con cosas relacionadas con el curro, y a veces funciona...pero sólo a veces.

Afortunadamente son temporadas y en seguida vuelve el stress.!! casi nunca estoy bien. Pero lo que más odio del curro en si mismo es estar en la oficinaaa con algunos compañeros....voy a congelar a una, a ver si me funciona.

Si te está psando a tí Moly, Mucho ánimo!! tú vales muchísimo así que no te creas nada de esos malos pensamientos!!

Lola dijo...

Lo mejor de mi curro, es comer con PBA! jajaja!

El niño desgraciaíto dijo...

Lo conozco perfectamente. Destroza y lo peor es que te acostumbras y luego, cuando hay que hacer algo te quejas porque a ver por qué vas a tener que ser tú el que lo haga...

El niño desgraciaíto dijo...

Por cierto que estrés es una palabra que existe en el diccionario desde hace un porrón de años, se puede usar...

B dijo...

El ocio laboral se agradece la primera semana, sobre todo cuando vienes de lo contrario, la segunda te revuelves y a la tercera te da algo.

Y sí, más o menos en esa época es cuando yo me abrí un blog.

Hans dijo...

Existe una mezcla aún más aberrante: estar hasta arriba de trabajo de mierda cincuenta niveles por debajo del que ha sido tuyo hasta hace nada, sin catar tan apenas las cosas que te gustan de verdad (pues tu trabajo te gusta. O te gustaba). Eso compendia lo más nauseabundo de ambos mundos.

Adaldrida dijo...

Yo lo sufrí y es demoledor.

Anónimo dijo...

Mi día a día lo resumes aquí:

"El ocio laboral siempre está mal pagado porque te pagan por perder tu tiempo, por dejarlo ir, por verlo pasar, por no usarlo. Es sentarse a ver como tus capacidades laborales son despreciadas y como tu tiempo, tu vida se desaprovecha."

Yo soy una de esas que se han topado con reducción de actividad laboral y que le "sobran" horas. :/

Y con internet capado no se puede ni disimular mirando al ordenador.

Buen resumen :)
Un saludo

G.

Gonzalo Viveiró Ruiz dijo...

Bueno, tu tienes vida interior suficiente para soportalo. Son fases, ni el estres ni el ocio son eternos.
Y fuera hace mucho frio...

Pablo dijo...

Como dice Gonzalo.... fuera esta nevando como si no costara...

pero.... Y si el inutil no eres tu? Y si el inutil fuera tu responsable que no sabe planificar y esta desaprovechando recursos?

Un beso

NáN dijo...

Esta vez me he leído todos los comentarios. Es tremendo que nos haya sucedido a tantos. Más tremendo todavía es que muchos de los comentaristas, además de haber conocido los "dos lados oscuros del trabajo", ahora estén en el paro.

Si raro fue que leyera todos los comentarios, más lo es que esta vez solo culpo al Gobierno de haberse puesto del lado de los que crearon la crisis, pero no del paro que tenemos.

Fue la creación de la burbuja la que trajo esto. Toda burbuja económica, con su recalentón, lleva tachada una advertencia: "Esto explotará y las alegrías se volverán pena negra.

Por suerte, el "paro cabrón" no lo he conocido. Solo quería deciros que, de verdad de la buena, me duele la situación de los que estáis en él. Las cifras son abstractas, pero es más duro cuando conoces a las víctimas, aunque sea por un nick.

Anónimo dijo...

¡Justo en la diana! Desde hace un par de años, vengo a leer a la oficina... ¿Hora de escribir un blog?

Anónimo dijo...

Dios mío...No puedo sentirme más identificada con este post. La frase "El ocio laboral siempre está mal pagado porque te pagan por perder tu tiempo, por dejarlo ir, por verlo pasar, por no usarlo" lo resume todo a la perfección. Y es que al final te cansas de leer, de mirar en internet, de no hacer nada, básicamente.

Lo bueno es que descubres blogs como éste, que te animan y del que al final te haces seguidora anónima :)

Por cierto..me encanta tu blog, hace años!

Un beso

Amalia.

nimal dijo...

qué gozada esos días que surge algo y te lleva unas horas..
y ves que solo te queda media jornada que rellenar!!

(Y empiezas a pensar que en europa tienen razón con lo de la ineficacia española...)

XEIA2410 dijo...

Me quedo alucinada, y triste. No me ha pasado nunca...y desconocía su existencia. Duro, muy duro.
Yo puedo aportar una visión mixta: Con trabajo hasta las cejas (y más), "empleo" tiempo en "desconectarme" leyendo en internete (y cada vez nos capan más cosas..), sabiendo que me tendré que quedar hasta más tarde para "acabar", que es un decir, pues no acabo nunca. Pero NO soy capaz de concentrarme un par de horas seguidas para acabar antes!!!!...Antes sólo leía a la hora de comer, para distraerme un rato, ahora no. Mi empresa lleva más de 8 meses llevando a cabo un "plan de productividad" del que sólo sabemos que hay y habrá prejubilaciones y traslados. Estamos en tierra de nadie, pero hay que hacerlo TODO (y más tabajo que ha caído, of course, cada vez más controles sobre todo y TODOS MANUALES, viva el excel!!!!!!) siendo la mitad. Estamos ya todos histéricos, al borde del colapso nervioso. Y no damos pie con bola, de ahí mi desconecting....
Una mierda el mundo laboral de éste país.
Disculpar el ladrillo, pero es un tema......

Anónimo dijo...

Abrir un blog? o rajar por twitter o facebook no me extraña que capen el internete en las empresas.
Todavía recuerdo cuando a la flamante ministra de Defensa, Chacon, se le ocurrió quitar el Marca de los ordenatas de los cuarteles...país

Camilo

pendergast dijo...

hace mucho tiempo que me encuentro en situación de ocio laboral, y salvo agradecerle a mi jefe que en parte parece la "ultima ONG" que me siga pagando a mi y a mis compañeros (si tienes ocio laboral y tus compañeros no, es que algo no marcha en tu cabeza como es debido)la verdad es que es una situación infernal. Lleno el resto de mi vida de muchas cosas, pero pasar varios días mano sobre mano y a tu alrededor todos igual, provoca que pierdas "habilidades" profesionales y agilidad mental, a parte de un tiempo precioso. Solo faltaría que encima capasen internet,.....pa suicidarse

Anónimo dijo...

Acabas de describir mi situación actual (bueno, desde hace ya varios meses...). Y estoy ociosa porque no hay trabajo, y como no hay trabajo mi empresa cierra el 31 de diciembre (peazo de preaviso de cese laboral). Así que bueno, viendo la parte buena, vengo al trabajo a buscar trabajo.

Quelitas

gamusina dijo...

Me he sentido totalmente identificada. Tengo un contrato de 6 meses que se acaba en dos semanas, llevan 1 semana sin mandarme trabajo (supongo que pensando que lo dejaré a medias antes de irme).
Cuando empecé tenía muchas cosas que hacer y tenía mucho stres, como dices las horas pasaban volando, a partir del 4 mes la cosa se relajó y ahora vengo al trabajo a hacer NADA esperando que llegue mi último día (como una sentencia).
Y me he sentido infravalorada y hasta pensando que igual soy una vaga y tengo que ser más proactiva (que gran vocablo que se usa mucho en las empresas últimamente) y buscarme el trabajo yo sola (que he llegado a hacerlo).

Al final me he rendido, la empresa pasa porque sabe que me voy y desde el principio me dijeron que eran 6 meses y a la calle, así que nada, aquí estoy leyendo tu blog en horario laboral y ayer me descargué un libro y lo acabé a lo largo de la mañana (al menos la empresa fomenta mi cultura, que no se diga)

gamusina dijo...

Me he sentido totalmente identificada. Tengo un contrato de 6 meses que se acaba en dos semanas, llevan 1 semana sin mandarme trabajo (supongo que pensando que lo dejaré a medias antes de irme).
Cuando empecé tenía muchas cosas que hacer y tenía mucho stres, como dices las horas pasaban volando, a partir del 4 mes la cosa se relajó y ahora vengo al trabajo a hacer NADA esperando que llegue mi último día (como una sentencia).
Y me he sentido infravalorada y hasta pensando que igual soy una vaga y tengo que ser más proactiva (que gran vocablo que se usa mucho en las empresas últimamente) y buscarme el trabajo yo sola (que he llegado a hacerlo).

Al final me he rendido, la empresa pasa porque sabe que me voy y desde el principio me dijeron que eran 6 meses y a la calle, así que nada, aquí estoy leyendo tu blog en horario laboral y ayer me descargué un libro y lo acabé a lo largo de la mañana (al menos la empresa fomenta mi cultura, que no se diga)

Di dijo...

Todo muy muy cierto!!!! Yo lo llevo muy mal, lo del ocio laboral... ahora ya no tengo ese problema: no hay mitad laboral
Pero es cierto que la gente no lo entiende y que te vas sintiendo cada vez peor y peor
Mil veces mejor el estres!!

eu93 dijo...

El ocio laboral es lo peor que puede pasarte, cuando sabes que no tienes nada que hacer, que nadie te va a dar la oportunidad de demostrar que puedes hacer cosas, y además no puedes decir nada porque no te van a despedir, solo tú puedes tomar la decisión de irte y nadie en tu familia ni tu entorno lo entendería, es lo peor.

Arabella dijo...

Yo lo sufrí durante más de cuatro años, con alguna que otra pequeña etapa de loco stress por el medio y que me sentaba de P.M. El stress me hacía espabilar, sentirme viva, útil y despierta.Me hacía sentir valorada (por los demás y por mí misma) Cuando estás ocioso, cuanto menos haces, menos tienes ganas de hacer. Todo te da pereza, la desidia y el aburrimiento te invaden y progresivamente te vas convirtiendo en un profesional de puta pena.

Como decían en uno de los primeros comentarios, la etapa del ocio laboral casi siempre precede al despido (en el mejor de los casos), aunque en demasiadas ocasiones tus jefes lo que quieren es quemarte, amargarte para que te largues solito y no tener que pagarte ni un duro.

Yo soy de las que se largaron. Afortunadamente no tenía hipoteca, ni hijos ni otras cargas. Me vine a casa de mis padres a ayudarles; no cobro pero sí ocupo mi tiempo y no me siento una completa inútil.

Mientras "trabajé" en el Purgatorio (mi ex-empresa) hice de todo para ocupar mi tiempo:
*leer decenas y decenas de libros descargados de internet
*escribir diarios
*en dos meses me repasé todo el inglés del instituto, que lo tenía bastante olvidado
*buscar trabajo (sin éxito)
*esconderme con el coche donde mis jefes no me vieran vagueando (no era mi culpa)
*gastar gasoil tontamente para que lo poco que tuviese que hacer lo pudiese hacer más despacio.

Lo de andar escondiéndome fue lo que me acabó de matar. Me dije: sólo te queda una pizquita minúscula de dignidad, lárgate e intenta salvarla. Y eso hice.

A todo esto, después de más de año y medio sigo parada.