lunes, 21 de febrero de 2011

MATERNITY ( LXVIII): Comparándome con Molimadre

Puntos negativos como madre.

1.- No sé contar cuentos. No sé me da bien, lo he intentado pero no es lo mío. Puedo leer cuentos perfectamente, y además pongo voces, pero no sé contar cuentos, ni aunque sean grandes clásicos. No me pidas que te cuente Caperucita o El flautista de Hamelin porque lo cuento fatal. He estado pensando que a lo mejor es porque no admiten ironía, ni sarcasmo ni humor negro que es lo que mejor se me da. Si pudiera contar algo así.."Caperucita era una niña presumida que estuvo dándole la brasa a su madre para que le hiciera una capita roja para salir al bosque, que ya ves tú la falta que le hacía la capita roja, ganas de llamar la atención, cuando todo el mundo sabe que al bosque hay que ir de color pardo. Pues no, ella de rojo, la típica que quiere dar el cante. No contenta con eso, se las dio de buena y le dijo a su madre que le prepara una cesta con comida para la abuela que estaba sola. Hala, a dar la brasa a la abuela que seguro que estaba tan a gusto ella sola. Así que nada Caperucita se fue al bosque y allí como además de cursi y una notas era tonta se puso a hablar con el lobo...cuando todo el mundo sabe que no hay que hablar con desconocidos...y menos en un bosque, otra cosa hubiera sido en un bar, apoyada en una barra y con una copa en la mano. Pero no, ella se puso a hablar con el lobo y a hacerse la misteriosa..” uy..No puedo quedar contigo...tengo cosas que hacer. ¿Cosas que hacer? Pringada debió pensar el lobo, con esa capita roja tan hortera. Pero claro, el lobo era de esos que había dicho...me voy a poner aquí a acechar detrás de este árbol y la primera que pase me la cepillo...porque ya se había dado cuenta de que con La Bella Durmiente no tenía nada que hacer, asi que mejor rebajar sus expectativas. ” Pero claro...así no los puedo contar.

Por supuesto tampoco sé inventarme cuentos ni historietas. No tengo imaginación y la poca que tengo la empleo en elucubrar historias que son siempre para mayores de 18 años y a veces para mayores de 18 años y con nombre y apellidos. Desde luego no son para las princezaz.

2.- Jamás en la vida ni aunque viva 100 años, me den una subvención de la Comunidad de Madrid, deje de trabajar y dedique toda mi existencia a ello, seré capaz de construirles una casita de muñecas para ellas. Sí, para ellas, a tamaño natural...esto es...quepo yo de pié con mis 38 años dentro, con puertas, ventanas con contraventanas azules y una valla blanca como las de las pelis. Es más, aunque el futuro de la humanidad dependiera de ello...lo más que podría construir yo sería un refugio de homeless con cartones en el que no querría vivir nadie, ni siquiera un homless. Soy el cerdito que hace la casa de paja.

3.- Refunfuño mogollón cuando me hacen levantarme 6 veces de la butaca de leer. No soy una madre de mejillas sonrosadas para nada. “¿otra vez?? ¿Qué queréis ahora? ¿No veis que estoy ocupada? Estoy pensando que refunfuño mogollón siempre.

4.- Se me nota muchísimo cuando me piro de viaje/fiesta/ farra o incluso al trabajo después de las vacaciones que estoy feliz de perderlas de vista un rato. Estoy pensando que es posible que a molimadre le pasara lo mismo pero que disimulaba mejor…mmm...

5.- Tengo la misma autoridad que una ardilla de dibujos animados. No les doy nada de miedo con lo cual para que me hagan caso tengo que transformarme en una especie de ser a medio camino entre una hidra del infierno y Clarita la de Heidi...para ver si por una acertada mezcla de susto y pena consigo que me hagan caso.


Puntos positivos.

1.- Jamás les daré de comer puré de lentejas. Jamás les he puesto un verdugo. No les hago coletas tan tirantes que se les salten las lágrimas. Jamás las disfrazaré de Carmen Miranda con frutas clavadas en la cabeza.

2.- No me hago cosas raras en el pelo. Es decir, a laz princezaz jamás les ocurrirá que yo llegue a buscarlas y se pongan a llorar porque no me reconozcan cómo me pasó a mí un día que molimadre llegó a buscarnos a la guardería y se había hecho una permanente espantosa y con la que no parecía ella.

3.- Cuando voy a buscarlas al colegio, llego a mi hora y llevo merienda. No las tengo esperando una hora en el patio del colegio para que les de tiempo a verse como niñas abandonas y huerfanitas tipo Annie. A veces creo que sería buena idea porque al verme llegar me querrían más solo del susto de pensar que las había abandonado. Sospecho que esa era una de las intenciones de molimadre.

4.- Bailo y canto con ellas en la cocina todo tipo de música. Negaré haber dicho esto pero mis fabulosas interpretaciones de “pobres almas en desgracia” y “ Le poison”…de La Sirenita son ocasiones estelares a la hora de la cena en mi casa.

5.- He ido a todas las funciones y a todas las absurdas reuniones de padres, incluidas las multitudinarias pobladas de padres lobotomizados con preguntas tan interesantes como: ¿le abrirás el actimel a mi hijo? Es que fue prematuro y no sabe….” Y las particulares con las profesoras que suelen ser a las 3 de la tarde para decirte absolutamente nada.

6.- Yo tengo un blog que cuando lo lean dentro de unos años les servirá para sentir vergüenza ajena y como justificante de sus neuras. “Mi madre era una loca y escribía un blog


Mira que bien. He ganado.

28 comentarios:

Psycoloca dijo...

Con lo del verdugo conmigo has ganado 100 puntos... Eso sí que es una tortura! XD

Anónimo dijo...

¡¡¡GENIAL!!!

Como siempre...

Seguiré siendo anónimo.

Inés dijo...

Me encanta tu versión de Caperucita. Y bueno, piensa que siempre será mejor que las versiones clásicas, tan gores. ¿Te busco alguna o ya sabes de lo que hablo? Bah, seguro que lo sabes.

Y me identifico tanto contigo con lo del pelo de las madres. La mía me dio el shock dos años seguidos. Cuando tenía cuatro años, apareció por el colegio con una permanente que hacía que su cabeza fuera del doble de tamaño. Y al año siguiente, cuando yo tenía 5 y ya me había acostumbrado al look afro-piramidal, apareció con el pelo corto, cortísimo.

Traumada me quedé. Está claro.

Anniehall dijo...

Pues con Molimadre no sé, pero conmigo andamos ahí ahí. Bueno, lo del puré de lentejas lo estuve valorando la semana pasada. A lo mejro me ganas. Ya te contaré.

Anónimo dijo...

Yo tampoco se contar cuentos ohhhhhhhh, tampoco se lo que un verdugo(bueno sí, pero nunca se lo pondría encima a un niño),no piso la pelu hasta q mi madre me obliga...me encanta el puré de lentejas y bailo a tope los 40 infernales con mi churumbel.
¿ Empate ? cara-cola.

Carmen dijo...

¿Y lo de saber coser (de verdad, no pegar un botón o pergeñar un bajo de pantalón de urgencia)? Puf, eso desarma. A cambio, yo empato en los bizcochos y seguro que tú, con las restricciones varias (¿qué tal el envenenamiento? ¿seguimos progresando adecuadamente?), ganas por goleada!!!

Carmen dijo...

Y coincido: nada de verdugos, ni de cuellos altos, ni de coletas ni trenzas que ríete tú del botox.

Alber dijo...

Me sumo a la condena del verdugo. Con esa cosa en la cabeza eras una pobre VICTIMA, no un verdugo..habráse visto cosa más espantosa!! Compensas el no saber contar cuentos con echarte unos bailes en la cocina, estareis las tres como para haceros un cuadro...imagino la cara de resignación del pobre ingeniero, como diciendo: quien me mandaría a mi....!! Como siempre, Moli mola mil

B dijo...

Oh, el verdugo era genial, pregúntale a mi hermano lo que molaba que tu hermana de cinco años te lo ponga quieras o no!!

Por qué no les das puré de lentejas? A mí me encanta

Speedygirl dijo...

Dentro de nada esa versión de Caperucita sí se las vas a poder contar XDDDDDD

Pétalo dijo...

Oh, me siento super identificada con lo de esperar abandonada en el coche, en el cole, en el parque...y con lo del peinado. Una vez mi madre fue a la peluy creo que les dijo que le hicieran lo que quisieran. Resultado, le tiñeron la cabeza a lunares. A lunares. Parecía un leopardo. Pero creo que lo llevaba peor ella que yo, la verdad, yo solo hacia comentarios comparativos con felinos, con toda la buena intención del mundo, claro.

Pikifiore dijo...

Me has ganado a mí también con lo del verdugo!! se me caen lagrimones y todo. Por Dior, qué gorro tan puñeteramente feo, incómodo y humillante...
No creo que las prinzezas echen de menos que no sepas contar cuentas si eres capaz de cantar y bailar haciendo el ganso. Seguro que eso las engancha,jajaja.
Por cierto, tendrías que hacer una versión de los cuentos clasicos, made in moli. Seguro que a más de uno y una les ancantaría leerlos. Y me incluyo, por supuesto.
Un beso

Elena Rius dijo...

No sé si conoces los "Cuentos infantiles políticamente incorrectos" de James Finn Garner. Van en la dirección que tú apuntas en tu versión de Caperucita y el hombre se hizo de oro con ellos(creo que vendió como 2 millones de ejemplares en USA). Así que, ya ves, no sólo sabes contar cuentos sino que incluso les podrías sacar algún partido.

Pilar Abalorios dijo...

Si los piensas despacio los negativos no lo son, o al menos todos, mis cuentos son siempre con un punto de irónia y porqué no reconocerlo, cierto rintíntin, pero a mis hijos/sobrinos/hijosdeamigos, siempre les han ecantados, los clásicos, ya se los cuentan todos, si te vas conenta entenderán que eres algo más que mamá y te valorarán por ello, si refunfuñas, quizás aprendan a ser un pelín más autónomas, sobre tus habilidades como arquitecta, algo tendrás que dejarle al padre ¿no?, y de la autoridad no hablemos, que no se si vamos o venimos pero siempre metemos la pata. Y sin duda las buenas son muuuuuuuy buenas.
Ánimo, ser madre es complicado pero al final todas dicen (cruzo los dedos) que acaba saliendo bien.

Anónimo dijo...

Caperucita, embutida en un verdugo rojo que picaba furiosamente cual sujetador mal escogío, fue abandonada por su madre, que había quedado con el lobo, en el patio del cole. Y se montó un blog.
Me repatean los cuentos de hadas, es que no me sé ni uno, como te entiendo.

Susana

Be dijo...

jeje, mola mucho más tu versión de caperucita!

Chirly dijo...

¿"Pooobres almas en desgracia"? ¿y lo pones como punto a favor? Algun día, cuando estén con sus amigas notarás que callan en cuanto te sienten llegar y ponen cara de temor infinito y no entenderás porqué. Ellas estarán pensando por dentro "yo a ésta le he visto alguna vez cantar Pobres almas en desgracia y no, que no lo haga ahora por DIos, ¡¡¡¡que no lo hagaaaa!!!!"

Gonzalo Viveiró Ruiz dijo...

¡Oh Dios el verdugo!!!!
¿Y algún día les enseñaras el blog?...cielos...

Newland23 dijo...

Nunca, pero nunca, nunca, nunca, ni el el mayor momento de debilidad les enseñes el blog, eres su madre, no necesitan saber qué piensas.

El post mola, y ya me has dejado fastidiado, porque si yo me tengo que comparar con mi padre no tengo ni un punto en el que ganarle, me siento un padre fracasado. Y mo hijo lo sabe, ¿con quién quieres ir al parque?, con yoyo, ¿quién quieres que te lleve al cole?, yoyo, ¿quién es el más hipermegaguay del mundo?, yoyo. En fin...

Babunita dijo...

Dice mamy que es capaz de comerse un puré de lentejas e incluso de ponerse de nuevo un verdugo con tal de asistir a uno de tus perfomances de Mª Antonia Iglesias, ups, digo ¡¡¡Úrsula!! en "PobreZ almas en deZgracia"

Carmen dijo...

Y también, que seguro que lo conoces, "Cuentos en verso para niños perversos" de Roald Dahl.

Babunita dijo...

Hay, si, de Dahl sobre todo, recordamos:

"Sigo teniendo un hambre aterradora, tendré que merendarme a otra señora" de Caperucita.

y

"Cuando murió la madre de Blanquita, dijo su padre, el rey, esto me irrita" de Blancanieves.

Patito dijo...

alguien, please, dígame ¿qué es un verdugo? ¿Donde es que lo usa un niño? No entiendooooooo!

Anónimo dijo...

Intuyo que un verdugo es lo que por aquí llamamos pasamontañas...pero no estoy segura...a mí también me encantan los Cuentos en verso para niños perversos de Roald Dalh

Inma (shaunsheep1973)

JuanRa Diablo dijo...

¡Quiero la versión de Molimadre!
¡Dale el teclado para que se defienda!

PD. Molaria mil que de vez en cuando escribieras los cuentos clásicos en versión Moli.

jota dijo...

Algo no me cuadra. Mis hijos siempre si les das a elegir, sin contar burger o pizzas, eligen puré de lentejas....que raro.

Tochi dijo...

Juas, pues yo le pongo verdugo al pequeño y en mi casa tooodos los sábados se comen lentejas (sin puré, eso si). A cambio soy la máquina contando cuentos y voy a la peluquería, con suerte, una vez al año.

Alber dijo...

Decia yo que me sonaban los nombres de los protagonistas de la peli esta de Once y he caido, coño. Son esos que fuiste a ver el concierto que tanto te gustó. Los busqué en Spotify (inmediatamente) y me parecieron interesantes, tanto ellos como pareja como cantando en "The Frames". Buscaré la peli y ya te diré. Gracias molasmil