viernes, 23 de abril de 2010

A PROPÓSITO DE MI PADRE

Vas por la vida tan contenta, haciendo el panoli y creyendo que todo lo que tienes a tu alrededor está asegurado. Bueno, no es que lo creas, es que no te lo planteas. Sabes que pueden pasar cosas malas, que hay cosas malas que van a pasar pero no les prestas atención. Es lógico, si te pasaras el día meditando sobre lo mal que puede ir todo, estarías paralizado ( vale, yo voy así la mayor parte del tiempo pero eso da igual ahora). El caso es que ahí estás tú, con tus absurdos 19 años y de repente te levantas un día de primavera en Los Molinos, con un pelín de resaca y sentimiento de culpabilidad porque tu madre se va a cabrear y descubres que tus padres no están en casa.

- ¿ Mamá? ¿ Papá? Oye, B..¿ dónde han ido?
- Ni idea, yo me he levantado y ya no estaban. Se habrán ido por ahí a hacer algo.
Algo va mal. Sabes que algo va mal, pero en fin..sigues con tus cosas. Te encargas de tu hermano pequeño que tiene 8 años y empiezas a preocuparte por la comida. Los hermanos mayores hacemos esas cosas.

De repente aparece un familiar y dice: “ vuestro padre no se encontraba bien, así que se han ido al hospital a Madrid, pero no pasa nada, no os preocupéis. Después de comer, recoged todo, Moli tu conduces y os vais a Madrid que ya os llamará molimadre”.

Así que nada. Sigues adelante, haces lo que te dicen. Coges el coche y vas acojonada. Te tiemblan las manos, las piernas. ¿ Qué haces haciendo de padre y madre? Llegas a casa, preparas la cena, e intentas seguir con la rutina.

En algún momento aparece molimadre y dice algo como “ infarto cerebral”…esas palabras no producen ningún resultado en tus neuronas. ¿ Qué es eso? ¿ Qué le ha pasado? ¿ Se va a morir? ¿ Cómo está?

Molimadre intenta explicárlo minimizando la impresión: Se ha levantado esta mañana y tenía medio cuerpo paralizado y no podía hablar bien, pero no os preocupéis que él está bien, incluso se reía cuando le preguntaban como se llamaba y al abrir la boca decía: envolvente. Le van a tener unos días en observación y ya está.
Pero tú sabes que no está, que algo va mal. Que el puto instinto no te falla esta vez, que tu madre está aterrorizada y tú no puedes hacer nada. Y te vas a la cama y todo lo que habías dado por supuesto hasta esa misma mañana se ha ido al garete: tus padres son vulnerables. Es una cosa que todo el mundo sabe, o que todo el mundo llega a saber en algún momento de su vida, pero eso no quita para que ese momento sea muy desagradable.

Los siguientes 15 días fueron una mezcla de “obviemos los síntomas” con “agonía suprema”. Oscilaba entre sigamos como si nada hubiera pasado y a lo mejor así nada ha pasado o pensemos en lo peor que pueda ocurrir y así estaremos preparados para lo que sea.

Y llegó el día.

- Moli, tienes que ir a ver a tu padre al hospital. Va a salir mañana y quiere verte antes de volver a casa.

Y allí que me fui. A un megahospital de Madrid de esos que deprimen solo de verlos por fuera. No sabía que me iba a encontrar, ni que tenía que decir, ni que tenía que hacer, ni como iba a comportarme..no sabía nada. Solo que me temblaban las piernas y que quería estar en cualquier otro sitio menos ahí. Pero como todo el mundo sabe…soy una tipa fuerte..asi que entré.

Y allí estaba. Sonriendo, con sus ojos azules brillantes, su bigote y su calva.

- Hola papá.
- Panes tienes aquí..jajajajaja.- ¿qué?
- Hija, papá ha perdido la capacidad de conectar lo que piensa con lo que habla, asi que ha querido decir, hola Moli pero cuando manda la orden a su boca, no se conecta.- Ah..que alivio. Bueno papá, pues mañana sales. ¿ estás contento?
- Abrizco. Quiero mis calefacter y los capilla.
- ¿Qué?

Riendo, se señaló las zapatillas de hospital y el pijama y deduje que quería algo de ropa..asi que empezamos un intercambio absurdo para conseguir comunicarnos:

- ¿ quieres otras zapatillas?
El movia la cabeza negando.
- ¿ Calcetines?
Negaba otra vez..
- ¡¡ zapatos!!!
Gran sonrisa.
- Vale, los calefacter son los zapatos. Ahora por “el capilla”
- ¿ camisa?..Gran sonrisa
- ¿ Azul? ¿ roja? Ah no, que así no podemos jugar. Vale, traeré tu favorita.
Me sentía como en esa escena de " El jovencito Frankestein".." 3 sílabas...¡¡¡cal man..te!! ......pues eso.




Era acojonante. Un tio de 49 años, ingeniero industrial, dueño de su propia empresa y no podía ni decir su nombre, ni escribir, ni leer. Acojonante. Empezó entonces un proceso de rehabilitación alucinante. Era increíble ver a tu padre haciendo palotes como si tuviera 4 años, y mirándose en un espejo para aprender a vocalizar las letras. Era tan increíble que te daban ganas de reir, pero no podías reírte porque querías que saliera bien, que aunque aquello te pareciera ridículo tenía que funcionar. Y funcionó. Aprendió a leer, a escribir, a contar, a sumar, a restar, a dividir, a hacer integrales, funcionó tantísimo que al cabo de un año pudo volver a trabajar en lo suyo: diseñando instalaciones eléctricas. Creo una nueva empresa y se dedicó a ello con toda su alma.

Durante ese proceso y pasado el acojone inicial, nos reímos mucho. Era divertido hablar con él, nunca sabías donde iba a saltar la palabra nueva. Estabas en la mesa y decía: “ por favor Leoncia, pásame el vasallo”..Leoncia era cualquiera y el vasallo era la sal. O le mandabas a comprar el pan, le dabas una moneda de 100 pelas y te decía: eso es poco, dame millones.

También le cambió el carácter. Siempre había sido divertido y animado, pero siempre había estado preocupado por el curro. Nunca había tiempo para hacer cosas divertidas, todo sería “más adelante”. Después de esto, todo tenía que ser “Ahora”. Aprendió que la vida es ahora, no lo que te ha pasado ni lo que crees que te pasará, asi que si quieres hacer algo o te apetece hacer algo, hay que hacerlo ahora. No se puede dejar para más adelante, porque más adelante no hay nada.

El tiempo para hacer lo que quieres hacer es ahora. El tiempo para pasar con quien quieres es ahora. No vale esperar. Y si algo no te gusta o quieres cambiarlo, hay que hacerlo ahora.

Hicimos miles de cosas, viajamos más que nunca: fuimos a Suiza de vacaciones, fuimos a Inglaterra en un viaje completamente disparatado, fuimos a la playa con él y ¡ se bañó en el mar!, fuimos a esquiar todos juntos, le preparamos un viaje sorpresa a mi madre que se pasó llorando 2 días, fuimos al cine, a exposiciones, volvió a disfrutar de leer, aprendió, cuando nadie sabia, a manejar internet y a programar, recuperó el tiempo para sus amigos, nos reimos como nunca y disfrutó con mi hermano pequeño todo lo que no había hecho con los mayores…
Fue un lujo.

A los 5 años, se acabó, pero eso ya lo contaré otro día.

Esta historia, no es una historia triste, ni de dar pena, ni tiene moraleja, ni nada de eso.

Es una historia que explica como soy.


Mi padre (I) y mi padre (II), por si alguien no sabe de quien hablo.

38 comentarios:

Unknown dijo...

Si tiene moraleja, Tenemos que vivir el AHORA y nos olvidamos con demasiada frecuencia de que el tiempo transcurrido no regresará jamás.

Besos.

toayita dijo...

Cada vez que escribes sobre tu padre me tocas algo por dentro y no puedo evitar acordarme de el mío.
Mi padre se puso malito un 7 de Enero de 1986, yo tenía 8 añitos y mis hermanos 13, 11 y 9...se fue del cole a mediodía (era profe)porque estaba "destemplao" y a los dos días la gripe resultó ser un cáncer de pulmón, 42 años...duro hasta el 4 de Mayo.
De esos 4 meses de enfermedad, que pasó practicamente en el hospital porque se ahogaba, cada vez que le daban el alta lo único que quería es que estuvieramos todos en casa...y cuando estábamos allí nos hacía creer que todo estaba bien, aunque no tuviera pelo y se pasara el rato tosiendo me decía "el pelo crece y cuando toso es para ponerme bueno", y yo me lo creía, aunque a veces a la media hora se lo tuvieran que volver a llevar.
Cuando se puso malito estaba estudiando informática, su ilusión era llevar la informática a los colegios, a mi hermano y a mi nos enseñaba a programar en basic.
A veces pienso lo que disfrutaría ahora mismo con todo lo que ha avanzado la informática desde entonces, y guardamos el Toshiba MSX de 63k como una reliquia.
Y, como tú, es una historia que explica como soy....sin trsitezas y sin penas.

Pau dijo...

Pasamos por miles de estupideces y nos quejamos por nimiedades, sin ver que lo realmente horrible es descubrir que no son indestructibles.
Aunque ha quedado en un susto no imaginas lo que significa leer esto ahora mismo.

javi dijo...

Me seco las lagrimas y te repito, una vez mas, que me encanta leerte.

Diva Gando dijo...

No había oído nunca de algo así, que alguien tuviera que recomenzar y aprenderlo todo. Como tú dices debía de ser desconcertante y a la vez divertido (hasta un punto). Por lo que escribes debiais de estar muy unidos.

Mamá (contra) corriente dijo...

Es una historia de superación, me ha encantado leerla.

Kotinussa dijo...

Yo tuve la suerte de tener a mi padre hasta los 48 años (míos). Cuando se puso malo todo fue muy rápido. No sufrió por deteriorarse poco a poco, nunca necesitó que nadie ajeno a nosotros le cuidara y hasta pocas semanas antes de morirse estuvo haciendo su vida normal, sus cuentas, conduciendo, paseando...

No sólo yo tuve mucha suerte, él también.

Peque dijo...

carpe diem

JuanRa Diablo dijo...

Molinos, eres muy grande. Y hoy me has emocionado.

Oriana dijo...

uff impresionante...ya lo creo. Yo no lo he vivido; paso algo asi con mi abuelo a los 48 años. Le dio una embolia, y mi padre tenia 18, el mayor de siete hermanos que paso a ser el cabeza de familia...me lo ha contado miles de veces. Compaginó la facultad con negocios y se vio angustiado porque vencia tal credito o tenia que hablar con nosequien....Aunque en silla de ruedas tambien aprendio de nuevo a escribir, incluso se puso a estudiar ingles!! llego a conocer a mi madre pero no a mi...ocho años despues de la embolia, se acabo ...
Muy fuerte por enfrentarse asi a eso y por contarlo. un bso

Gonzalo Viveiró Ruiz dijo...

Nunca se que comentar en estos post. Supongo que es algo demasiado intimo como para que lo valoremos desde fuera. Supongo también que son duros de escribir.
Me gusta como los escribes.

lolo dijo...

Gracias, Moli.

peibol dijo...

Precioso el post; da muy buen rollo a pesar del transfondo triste :)

Rocco Lampone dijo...

Impresiona.
Yo tengo a mis padres bien (toc, toco mi cabeza), pero mi abuela, la única que me queda, sufrió un ictus en agosto.
Mismos efectos que a tu padre. También divertida al hablar, como cuando le dijo a una enfermera:
pasame los condones de la mesa (y eran las gafas), o cuando dijo que la había visitado "..Benito vestido de morcilla..", que es mi hermano, vestido de guardia civil.

Solo que en vez de 49 años tiene 85, y no se ha recuperado, y no lo hará.

Es duro, pero hay que seguir, aunque no sabemos cómo, ni cuanto durará esto.

Er-Murazor dijo...

Nunca sé que decir en estos posts. Pero me ha encantado.

Yo sí le saco moraleja. Varias, de hecho. Una de ellas, que cada vez me gusta más el blog. Otra que no sabemos lo que tenemos, pero ahí está gente como tú para recordárnoslo aunque no quiera.

Y otra, confirma que no te pareces bastante a la imagen que tengo de ti.

Sara dijo...

Triste pero entrañable :) Gracias por regalarnos tus recuerdos.

Bss.

Anónimo dijo...

"Autenticidad" es la palabra que más le va a lo que escribes.
Me gusta leerte, Moli. Sigo siguiéndote...
Emma

Anónimo dijo...

¿Como eres?
Maravillosa

Sara dijo...

Moli

Siempre que escribes de tu padre, se me hace un nudo y se me saltan las lágrimas, me ha encantado tu post como siempre.

Besos

Lorena dijo...

Genial Moli. Todos debiamos aprender algo de gente como tu padre

Elvira dijo...

¡Qué raro! Te repetí el comentario dos veces y no ha salido. Que me ha emocionado mucho este post. Que sí tiene moraleja, y que te mando un beso

Anónimo dijo...

A mí también me ha gustado tu post, y tampoco sé qué decir. Me alegro de que tu padre, y vosotros con él, disfrutarais tanto de la vida.

Otra P.

Gayuba dijo...

Casi acabo de descubrir tu blog, y me alegro enormemente de ello. Y hoy, leyendo esta entrada y las otras dos que escribiste sobre tu padre... me emociono. Es algo especial lo que has vivido con él, y lo que transmites a tus hijas. Así me gustaría que fueran todos los padres (el de mis hijos, sobre todo). Eres una privilegiada Moli. Enhorabuena por ello, por tus recuerdos, por tus vivencias, por tu vida.

José Antonio Peñas dijo...

Me has dejado un tanto tocado, porque en gran parte esa fue también nuestra historia, con un infarto de corazón en vez de cerebral, y una continuación casi idéntica, incluyendo una supermadre que parecía hecha de cemento armado, de tanto que nos sostuvo.

Iba a contar algo más pero me está entrando la congoja en el pecho. Mejor lo dejo para otro día, pero quería decirte que he vivido esa experiencia y sé perfectamente cómo fue lo que pasaste.

Bibliobulimica dijo...

que bonito recordar que tu padre aprendió a vivir intensamente su presente...y que 5 años tuvo la dicha de vivir como si no hubiera mañana.

Anónimo dijo...

Me pusiste los pelos de punta. Y algunos de los comentaristas también. La vida a veces es dolorosa pero hay momentos también preciosos dentro de ese dolor. Para un lunes...
Bluemoon

molinos dijo...

A ver...gracias a todos, pero como siempre que escribo sobre mi padre no es para poner triste ni hacer llorar ni nada de eso. Es como fue, nada más.

112 dijo...

Que la enfermedad y la muerten están ahí y son así es algo que sabemos;que algún dia nos van a tocar, tambien.¡Y que nunca son caricias!.Las cosas son como son y además son así por mucho que queramos que a veces sean de otra forma.Pero lo que nos hace como somos ,no son las experiencias, sino lo que de ellas aprendemos.
Sí, he sentido que hay que vivir "hoy" y "ahora", pero cómo lo hagamos tiene consecuencias en el futuro,bien para el que lo pasa en primera persona bien para el que lo sufre porque te quiere.
No es una historia de dar pena, pero siempre deja un poco triste la pena y tú escribes muy bien

Jose Luis dijo...

Buenas,

Te descubrí hace un tiempo y me leí todo el blog en unos días, ya había leído sobre tu Padre, pero en casa.

Esta vez me has pillado “desprevenido” en el trabajo, y cuando todo un “tiarron” como yo se ha puesto a llorar en el trabajo no he sabido que decir a mis compañeros.

Me encanta tu blog.

Raquel dijo...

Me quedo con una frase "la vida es AHORA"...todo puede cambiar en un segundo, todos lo hemos experimentado o lo experimentaremos algún día, no hay que agobiarse ni amargarse por ello pero sí ser conscientes de que es así y que hay que aprovechar cada instante del presente porque es lo único que tenemos y sabemos a ciencia cierta.

María Galván dijo...

Menudo campeón tu padre!!!
Muchos besos, ya sabes

nanu dijo...

:(
:)

Beso mio y de Havana :P
Nanu

c.e.t.i.n.a. dijo...

Right here, right now.
Right here, right now.
Right here, right now.
Right here, right now.
Right here, right now.

Jandrix dijo...

Moli, quería esperar a leer todo el blog antes de comentarte (llevo leyendo desde el post nº1, en plan carrerilla y me parto cada día), pero éste me ha llegado... de qué manera. Mi madre ya ha pasado por 4 o 5 de esos y aguanta como una jabata. Con tus risas por los errores de tu padre al hablar así me has hecho reír y llorar a la vez, es duro verlos así y a la vez tienes que reírte... El "tope" para mí fue ver a mi madre untar un gajo de naranja en el café con leche, no sabía si reir o llorar...
Me alegro de que disfrutarais de él tanto después de su paso por el hospital. Un beso.

molinos dijo...

Puto blogger...

comment de Jandrix:

Moli, quería esperar a leer todo el blog antes de comentarte (llevo leyendo desde el post nº1, en plan carrerilla y me parto cada día), pero éste me ha llegado... de qué manera. Mi madre ya ha pasado por 4 o 5 de esos y aguanta como una jabata. Con tus risas por los errores de tu padre al hablar así me has hecho reír y llorar a la vez, es duro verlos así y a la vez tienes que reírte... El "tope" para mí fue ver a mi madre untar un gajo de naranja en el café con leche, no sabía si reir o llorar...
Me alegro de que disfrutarais de él tanto después de su paso por el hospital. Un beso.


Muchas gracias...bueno, es como fue...tal cual.

Anónimo dijo...

Emocionada, y llorando a moco tendido con este post. Empecé el blog en navidad y sigo sin parar. FLO

Marta dijo...

No Marta dixit:
Joder, los post sobre tu padre me hacen llorar de emoción...

@CaosAzucarado dijo...

Que la vida es un suspiro y que hay que disfrutar del momento es algo inherente en mi familia. Que de 4 generaciones de mujeres (bisabuela, abuela, madre y hermanas) solo hayamos superado los 40 años mi abuela y yo, te dá para poner muchas cosas en perspectiva.
No vivo cada día como si fuera el último, me parece una estupidez esa idea. Pero si intento, cada dia, regalarme un minuto especial, solo para mi. A veces es un chiste de alguno de mis hijos, o un beso un poco más apasionado de lo normal con mi chico, o unas risas en twitter...lo que sea.
Pero sobre todo, ser la única que ya queda, me ha hecho quitarme muchos pesos de encima, tontas culpabilidades y sentido del compromiso. Quiza no pueda hacer todas las cosas que me gustaría en mi vida (a veces falta tiempo,a veces dinero, a veces ganas), pero lo que si tengo claro es que la compartiré solo con quien yo elija.
Me ha gustado tu post. Gracias.