viernes, 12 de junio de 2009

MATERNITY (XXIX): A la playa


Consejos para ir a la playa y no terminar con un ataque de nervios y llorando en la orilla
  • Borra de tu mente cualquier recuerdo de experiencias anteriores en la playa. Tómatelo como si fuera la primera vez que vas a la playa. Si no lo haces, y comparas tu actual experiencia playera con cualquiera que hayas tenido anteriormente, incluídas las que tuviste cuando tenías 6 años, acabarás llorando de frustración.

  • Vete a Ikea y compra una bolsa de playa que tienen por 0, 95 que no es ni bonita, ni estilosa, ni cómoda de llevar pero en ella cabe "casi todo" lo que tienes que llevar en esta fascinante y nueva experiencia.

  • Olvidate de " me levanto y en media hora estoy en la playa". Ahora desde que te levantas hasta que llegas a la playa pasarán facilmente un par de horas, es más tendrás la sensación de que más que bajar a la playa te mudas de casa cada día. Tienes que preparar bolsas y bolsas de cosas que obviamente no son para ti.

  • Olvida la experiencia de coger la toalla, el libro, la crema y a la playa. Si persistes en no olvidar experiencias anteriores, cogerás el libro, la toalla y la crema, para descubrir al final del día que no has leído nada, tu toalla no ha salido de la bolsa y estás totalmente abrasado porque a pesar de tener la sensación de llevar todo el día con crema en las manos, te has olvidado de darte a ti mismo.

  • No olvides llevar suficiente ropa como para vestir a tus fieras durante una semana. Si cometes el error de olvidar este importante paso lo pagarás caro. A la media hora de estar en la playa tendrás a tus fieras "en culos" porque la arena en la que se han rebozado les pica y después de gritar " mamiiiiiii me picaaaa el culooooooooooo", se habrán quitado los bañadores. Además como no te ha dado a quitarles la camiseta y se han lanzado rapidamente al agua tienen la camiseta empapada, asi que ya los tienes sin camiseta para llevarlos al restaurante y en culos. Si además tus hijos son muy como las mías, resultará que de buenas a primeras tienen frío en la playa así que entre la media docena de camisetas acuerdate de llevar alguna de manga larga. Por supuesto hay que meter gorra, pañuelo ( por si pasan de la gorra) y gorro...al final querrán ponerse el que lleves tú pero da igual, si cometes el error de no llevar su gorra de Pokemon te darán la barrila todo el día.

  • La arena no es tu enemiga, eso era antes, cuando eras ideal y monísima y bajabas a la playa a ponerte morena y relajarte en tu toalla. Por aquel entonces no entendías que la gente se alquilara una tumbona, total " estiro la toalla y me tumbo y no tengo nada de arena en la toalla". Jajajajaja, prueba a tumbarte en la toalla a ras de suelo ahora. En 2 nanosegundos tendrás a tus fieras encima rebozados de arena y tú con ellos. Tienes dos opciones, intentar que los adopten los de la sombrilla de al lado ( cosa que puede que hagan si continúas llorando) o dejarte llevar y resignarte a tener arena hasta en el píloro. La opción alquilar hamaca puedes contemplarla, pero que sepas que los que se tumbarán serán las fieras.

  • Hacer castillos, tuneles, piscinas, enterrar gente, moldes de tortugas, lagartos, cangrejos, delfines y flanes de arena es un plan divertidísimo. Intenta acordarte de lo que te gustaba cuando tenías 5 años. Sé que es una etapa que queda lejos, pero recupérala porque te lo vas a pasar bomba.

  • El baño, ese gran momento. Olvida cuando te levantabas de tu toalla, apartabas el libro o el periódico, mirabas al horizonte y tranquilamente caminabas hasta la orilla mientras mirabas al inmenso azul que te iba a acoger y refrescar, tú no lo sabías pero no era para siempre. Ahora tienes dos opciones: arrastrar a tus fieras vociferando y gritando como si fueran a despellejarlas al tiempo que aletean intentando quitarse los manguitos porque " nooooooo....me da miedoooooo", " no me quiero bañarrrrrrr"...o la opción dos, recuperar esa sensación de dedos envejecidos porque llevas en el agua 2 horas, no hay manera de sacar a las fieras " otraaaa olaaaaaa". Están tan a gusto en el agua que incluso te planteas que puedan desarrollar agallas.

  • Desaconsejo muchísimo ir a la playa con menores de 1 año. Sólo la impedimenta para intentar pasar medio día en la playa es suficiente como para desanimar a cualquiera: sillita para que duerma, hamaquita para que se siente, bañerita por si se quiere mojar, toalla para tumbarle, una legión de juguetes, el biberón del agua, el biberón de la leche, media docena de chupetes, los pañales, el cambiador, las toallitas, la muda, el gorrito y cualquier otro gadget que como padre primerizo crees que vale la pena llevar para que tu fiera pase un buen rato y sobre todo te deje tranquilo un rato. Olvidalo, no funciona. La playa será una tortura china y además te habrás provocado una lumbalgia de cargar con tanto peso. Por supuesto la pelea conyugal está garantizada: " ¿ qué no has traído la tienda de campaña especial para bebes que permite el paso de los rayos Gamma que favorecen el crecimiento capilar? " "No, estaba cargando con la nevera especial contenedor de comida infantil". " Mañana no vengo" " Pues yo menos". No merece la pena, la piscina está más a mano y no necesita tanto trasto.

  • Lo que se te va a poner más moreno es la espalda, eso pasa cuando en vez de estar todo el día tumbado leyendo estás todo el día en la orilla haciendo castillos. Date protección 30.

  • Olvida cuando la gente te miraba con admiración. Bienvenido a que la gente te mire o bien con pena si la que lloras eres tú de desesperación, o con cara de odio si son tus niños los que berrean a la hora de la siesta.

  • Si consigues algún momento de calma porque caen dormidos, no te confies, los elementos están contra ti: se nublará y se levantará una desagradable " brisa antiprensa" que impedirá que leas el periódico. Resignate.

  • Recoger conchas es divertidísimo. Tener conchas como para alicatar tu salón es fascinante. Encontrar conchas en las sábanas cuando te acuestes es estupendo. Tirarlas porque estás hasta el moño de las putas conchas es mala idea. " Mamiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii ¿ y miz conchazzzzz?????, ¿ laz haz tirado?????".


Las buenas noticias es que a partir de los 3 años la situación mejora muchísimo, así que adoptadlos con 3 o hasta entonces pasad las vacaciones en la montana.

14 comentarios:

Lillu dijo...

Menos mal que a mí no me gusta mucho la playa, que sólo de pensar en la escena se me erizan tos los pelos :D

saluditos

hitlodeo dijo...

Hola Moli.
Yo todavía tengo un bote de conchas de hace dos veranos en el jardín.

María Galván dijo...

Está claro. Hay que entregarse. Campamento familiar de siete sombrillas, cuarenta bolsas y doscientas sillas de playa. Baños con niños que aprenden a pasar las olas ( esta por arriba, esta por abajo) . Castillo y moldes de tortuga. Eso sí , al cervecita y el periódico son sagrados. Yo conozco a uno que los consume con el agua hasta la cintura, donde los niños no hacen pie....Buen intento ¿eh?

Gonzalo Viveiró Ruiz dijo...

A la playa hay que llevar también litros y litros de agua...dulce. Para lavar la arena de los ojos, de la nariz, de la boca...Nunca he ido con tanta agua y tanta sensación de estupido como a la playa.

molinos dijo...

Hitlodeo...exacto..conchas por todas partes. No les hacen ni caso, pero en el momento que decidas tirarlas...las querrán.

Gonzalo, cierto, se me había olvidado señalar lo del agua. Fundamental. POrque además pueden estar rebozados en arena y derepente entrar en un trance absurdo en el que quieren tener las manos limpias.

María dijo...

Ay! Qué afortunada soy!!! Todavía voy a la playa sólo con toalla, libro y protector solar.

Elvira dijo...

Muy bueno, Molinos. Muy recomendable para padres primerizos y para todos los que queramos pasar un buen rato leyéndote. :-)

Hilario dijo...

Cada vez que leo tus entradas de maternidad, me alegro más de ser un joven independiente. Y lo de tener novia, que luego se convierta en mujer, para luego tener hijos, lo veo como algo a posponer el máximo tiempo posible. Si mi madre lo supiera te llenaría el blog de virus.
Jajaja, es broma, me divierto mucho.
Un saludo

JuanRa Diablo dijo...

Directamente a imprimir. Con unas tapas sencillas y un letrero vistoso: MANUAL PARA INCAUTOS PADRES PLAYEROS.
A 0'50 Cts el folleto solo y a 2 euros si le añadimos una muestra de protector solar o molde amarillo de estrella de mar.

En el paseo de la playa de Benidorm.
Nos forramos, Moli!!

Anónimo dijo...

Yo estaba pensando en hacerme mormón y tener muchas mujeres y muchos hijos.............. pero creo que me lo pensaré mejor.

Don Mendo

Anónimo dijo...

yo aprovecho las conchas para decorar las plantas de la terraza, los dibujos de aquí y de allá, para mil usos valen las conchas, sí

Anónimo dijo...

Me ha encantado la foto, moli ;-)

Susu

Sílvia dijo...

Bufff este post me ha dado muy mal rollo...soy una amante de la playa y si tengo que escoger entre hijos o playa, creo que me quedo con lo segundo (llamadme egoista). Solamente leyendo el post ya me he estresado...

Y el tema montaña, como funciona? Mejor que la playa?

Esperando tu post...

Besos,
Kuin

RS dijo...

Jooooodeeerrrr, Moli, lo has clavado. Si no fuera por la fecha del post, pensaría que me viste el fin de semana pasado...

Confirmo cada una de tus palabras. La pregunta que ahora mismo me hago es: ¿volverá algún día "la playa" a mi vida?

PD: Se te olvidó decir una cosa: cuando se duermen en la playa, no llevas sombrilla y te toca hacer de parasol para la pequeña troll. Fascinante momento que viví el otro día. Oooommmm...