viernes, 15 de mayo de 2009

SAN ISIDRO LABRADOR Y PIENSA EN GUIRI

Cuando vives en una ciudad y trabajas en otra vas a contracorriente, no tienes las mismas fiestas que tu familia y tus amigos y eso tiene sus ventajas y sus inconvenientes.

Hoy por ejemplo es San Isidro, fiesta en Madrid y pueblos adyacentes que hayan decidido ajustar sus festivos a los de la capital. En la ciudad en la que trabajo por supuesto no es fiesta, 86 km no lo podemos considerar adyacente y además es otra comunidad autónoma con sus costumbres particulares y su hecho diferencial y blablablablabla.

El mayor inconveniente de no compartir los festivos es que cuando es fiesta en Madrid, me levanto en una ciudad fantasma. Vivo en el centro de Madrid, en una calle ruidosa con mucho tráfico y muchísima gente pasando. Normalmente cuando salgo de casa, veo hordas de gente salir del metro, conductores estresados y muchas personas con cara de vivir en las afueras y haber madrugado muchísimo para llegar temprano al centro de Madrid. Hoy sin embargo me levanto para descubrir el silencio, no hay coches, nadie sale del metro y cuando salgo al portal soy la única pringada que se va a currar, me siento desgraciada.

A esto se suma que las princesas se han levantado y están en éxtasis porque el ingeniero está en casa a la hora del desayuno. Me ignoran. El ingeniero es mucho más divertido, hace el tonto ( porque no está estresado con llegar tarde) y además les da para desayunar nocilla, porque cómo él se zampa 16 galletas untadas con nocilla no puede decirles que no. Así que descubro que yo soy algo así como la Srta Rottenmayer y el ingeniero es el Abuelo de Heidi. Desagradecidas. Creo que cuando he cerrado la puerta se sentaban a ver La sirenita los tres juntos, no me han dicho ni adiós.

Otro de los inconvenientes es que llevo semanas oyendo hablar del puente de San Isidro.
- ¿ qué vais a hacer?
- Nada, yo no tengo puente
- ¿ y eso?
Me preguntan asombrados a pesar de que saben que llevo 8 años, 5 meses y 15 días trabajando en otra comunidad autónoma. Cuando ven mi mirada de odio conectan el cerebro y dicen…ahhh , claro que allí no es fiesta.

El último de los inconvenientes es que, cuando llego a casa de currar, cómo el ingeniero ha estado todo el día con las princesas, según abro la puerta me dice:
- bueno, ahora encárgate tú que yo llevo todo el día.
Y por el tono que lo dice parece que vengo de un balneario y que él es el que ha estado currando.

Las ventajas son que hay cero tráfico y que no suena el teléfono porque si en Madrid es fiesta todo se para. Alucinante.

Por el contrario cuando es fiesta en donde trabajo por los problemas son otros.

En primer lugar, cuando digo:

- el martes no trabajo.

La gente me mira y me dice:

- joder, cómo vives.
- ¿ Joder como vivo?, te recuerdo que ni he tenido san isidro, ni el puente de mayo para mi es como una semana santa ni tengo fiesta el día de la Almudena.

Suelo poner un tono bastante amenazador cuando digo esto porque la gente se acojona, cuando quiero puedo dar muchísimo miedo.

En segundo lugar como sólo estoy yo de fiesta el ingeniero y mi madre consideran que es el día ideal para los “podrías”: podrías ir a mirar lo del seguro del coche, podrías acompañarme al médico, podrías ir venir conmigo a comprar visillos, podrías ir a la compra.
Es decir, que si les haces caso y les dejas que te minen la moral, tú día de vacaciones se convierte en un día de recados de Maruja. Un asco.

La táctica para no caer en las garras de los “podrías” es “pensar en guiri”. ¿ Qué harías en tu ciudad si fueras guiri? Desde luego no irías a pasar la ITV porque no tendrías coche, no irías a recoger a las niñas al colegio porque habrías viajado sin hijas y no irías a la compra porque estarías en un hotel.
Descartado lo que no harías hay que pensar en guiri. Os lo recomiendo, es una técnica genial. Mi último día festivo no compartido con la ciudad de Madrid lo aproveché yendo a desayunar a una cafetería con el periódico, atravesé el Retiro andando para llegar a ver el Caixa Forum, me compré libros en la cuesta Moyano, entré al Thyssen a ver una exposición, comí con una amiga y fui al cine. Llegué a casa a mi hora habitual para reengancharme a mi rutina de madre.

- ¿ Qué has hecho hoy?
- El guiri.

El próximo día 1 es fiesta en mi curro y ya tengo pensando lo que voy a hacer.

9 comentarios:

Elvira dijo...

"soy algo así como la Srta Rottenmayer y el ingeniero es el Abuelo de Heidi" jajaja! Muy bueno.

molinos dijo...

Elvira, eso soy yo. El ingeniero es la diversión y yo soy el coñazo....ten hijos para esto.

Elvira dijo...

Eso siempre pasa con el que se ocupa más horas de ellos, ¿no? Quizás todavía son demasiado pequeñas para apreciar tu estupendo sentido del humor. :-)

Sadness dijo...

Disfruta de tu día 1 para ti solita. Lo bueno que tienen los festivos de tu trabajo es que no los tienes que compartir con nadie. Piensa en una bañera llena de espuma y un buen libro, por ejemplo.

hitlodeo dijo...

Hola Molinos:
Tanto mi santa como yo trabajamos en Madrid, pero vivimos fuera de ella. Así que, con los niños en el colegio, nos hemos ido a comer al Pardo, y ahora nos iremos a la feria del libro. Es decir, a seguir tu consejo, hacer el guiri.
Un abrazo.

molinos dijo...

Hitlodeo, ese es el espíritu, nada de aprovechar para hacer recados." piensa en guiri".

JuanRa Diablo dijo...

Jejeje. Muy bueno.
Y además te he comprendido al 100% en dos puntos.

1)Trabajo en Villena (Comunidad Valenciana) y vivo en Yecla (Comunidad de Murcia) Sólo 22 kms de distancia pero ni por asomo coinciden en fiestas.

2)Mi mujer se queja de ser "la mala" porque les exije mucho más que yo. Es la Rottenmayer yeclana.

María Galván dijo...

Ahí está. Esa es la actitud!!!

María Galván dijo...

Por cierto, un representante de la SGAE se pondrá en contacto contigo por haber utilizado la expresión sin mencionar a su autora
( prepara billetes...jajaja)